martes, 30 de septiembre de 2008

Croquetas políticas

Estamos confundiendo la política con la cocina de autor. Primero fue Cristina López Schlichting, la de "Las tardes con Cristina" de la COPE, la que se refirió a las croquetas (La Razón Digital, 24 de septiembre) al referirse a María San Gil. En este sentido, la tal Cristina, que es como "Encarna en la tarde" versus siglo XXI, hacía referencia al abandono, no sé si definitivo, de la política de San Gil. Y, en ese sentido, expresaba en un infumable artículo lo que antes ya había expresado en el aire de la emisora de los obispos: "El final de la aventura zapateril se enhebra con una claudicación imperdonable de la derecha española, que no ha sabido incorporar a la heroína por excelencia de la lucha antiterrorista". Un poco más adelante, la señora López se preguntaba: "¿Saben lo que hace hoy María San Gil? Nada. Estar en su casa haciendo croquetas". Se lamentaba de que nadie le hubiese ofrecido un puesto institucional, verbigracia, defensora del Pueblo, comisaria para las Víctimas, presidenta del Instituto de la Mujer, directora de la Biblioteca Nacional... Prefiero no seguir enumerando tal rosario de insensateces. Todos sus méritos consisten, al parecer, en que estuvo presente en la mesa del comedor cuando ETA mató a Gregorio Ordóñez. Mesa de comedor, croquetas..., traiciones del subconsciente.

Por otro lado, el Ministerio de Economía y Hacienda retiraba ayer una cuña publicitaria a instancias de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, por contener, siempre según ella, un poso sexista y machista. Se trataba de un anuncio en el que se invitaba a los ciudadanos a adquirir Letras del Tesoro. Tal anuncio comenzaba con una voz femenina que decía: "Como psicóloga, te digo que deberías dejar tu trabajo y olvidar a tu mujer que te absorbe toda tu vida positiva". Una voz masculina respondía: "¿Dejar a mi mujer? ¡Tú estás loca, si mi Puri es la más grande! Cómo se nota que no has probado las croquetas de mi Puri". Todo ello para justificar el eslogan final de la cuña: "Si la vida es como tú eliges que sea, ¿tu inversión no debería ser igual? Compra Letras del Tesoro".

Esto ya se empieza a parecerse a las recetas del famoso "Libro de Cocina" de la Sección Femenina. Por cierto, fue la mejor labor que hicieron las correligionarias de la señora Sanz Bachiller, viuda de Onésimo Redondo. Libro culinario que, desgraciadamente, está agotado. A cada uno lo suyo.

martes, 23 de septiembre de 2008

Arriba y abajo

Amando de Miguel, en "el buen uso de las palabras", señala que "lo interesante no es la noción física de la dimensión vertical, sino su traducción psicológica o social". Los términos "arriba" y "abajo", referido a las personas están concebidos en función de la jerarquía. En las ciudades, en la dirección de la corriente de los ríos, o la natural inclinación de los terrenos.

En las estaciones de ferrocarril, por lo menos en las estaciones que pertenecieron hasta 1941 a M.Z.A., que son las que conozco, todavía puede leerse dentro de un óvalo de hierro fundido la altitud de las mismas con respecto al Mediterráneo en Alicante. Así, por ejemplo, un ciudadano que viajase desde Calatayud hasta Ateca, decía que subía a Ateca, o que bajaba a Calatayud, de acuerdo con la trayectoria del Jalón. Otra cosa distinta es que tal ciudadano lo hiciese en sentido "ascendente" o "descendente", que el argot ferroviario tiene su intríngulis y requeriría otro análisis en profundidad, como dicen los cursis. Quiero símplemente referirme a que el término "ascendente", en la jerga ferroviaria es el que se emplea para referirse al convoy que se dirige a la ciudad más importante, y el tren "descendente" es el que marcha en sentido inverso. De hecho, si el convoy en cuestión sólo hiciese el trayecto Calatayd-Ateca, ese sería el "decendente", interpretando que Calatayud es ciudad de mayor rango, no sé si también realengo, que Ateca.

También sucede que las ciudades se orientan, curiosamente, en norte y sur a la hora de determinar qué ciudadanos habitan cada espacio. El Este y el Oeste queda para las películas americanas. En Madrid, por ejemplo, la gente de más recursos económicos vive en barrios situados al Norte, pongamos por caso Puerta de Hierro o la carretera de La Coruña. El Sur es territorio de menor capacidad económica, como son la Plaza de Legazpi, o los dos Carabancheles. Los mapas antiguos curiosamente se orientaban hacia Oriente, porque en ese punto cardinal de la rosa de los vientos se situaba el Paraiso Terrenal. Diferente será, imagino, contemplar nuestro planeta desde el espacio, o desde la Luna.

De la misma manera, las altas instancias del Estado o de la Iglesia, también los oradores y los profesores, siempre procuran situarse en tribunas, podios, púlpitos y tarimas, a fin de que quede su cabeza a mayor altura con respecto a la de los demás. En ese sentido, Amando de Miguel recuerda unos versos del Tenorio definitorios: "Yo a las cabezas bajé,/ yo a los palacios subí,/ yo los claustros escalé,/ y en todas partes dejé/ recuerdo amargo de mí". Es que los palacios - tal y como señala don Amando- o los edificios eclesiásticos, siempre estuvieron situados en la parte más alta de las ciudades por diversas razones, unas, por cuestiones defensivas, y otras, por razones de índole sanitario. Evitaban el famoso "!Agua vá!". La gente de baja estofa habitaba los barrios bajos, donde confluían los riachuelos de aguas fecales y donde, consecuentemente, se producían las peores pandemias; que, como sucedió con la peste, diezmó las principales ciudades en cuestión de semanas.

lunes, 22 de septiembre de 2008

La lluvia en los cristales...

Escribe Antonio García Barbeito en ABC de Sevilla: "Vendrán las lluvias.y vendrán tantas que el verano acabará ahogándese en los charcos de la vega y en la empapada carne de los árboles. Incapaz de calentar el mediodía, el verano renunciará a la pelea". Si, las lluvias ya ha llegado y en algunas zonas de Madrid de forma torrencial.

Aquí, en Zaragoza, ya no va a hacer falta la ayuda del azud para que naveguen esos barquillos silentes que semejan corconeras, aquellos vapores airosos que circulaban a mediados del siglo XIX entre Pedreña y el Puntal y que costaba el pasaje un real. Se llamaban corconeras por su parecido al ánade de color negruzco que abundaba en aguas del Cantábrico. Nos cuenta José María Gutiérrez Calderón que tenían un muelle particular cómodo y bien construído, frente a las casas números dieciséis y diecisiete del muelle de Calderón. Murieron cuando se abrió a la explotación el ferrocarril de Santander a Solares, en 1892.

Por estos pagos hemos descubierto que existe un río, el Ebro, al que el pasado mes de junio engalanamos, presentamos en sociedad y pusimos de largo, como a una señorita de baja cuna en el Gran Hotel, al comienzo de la Expo. Y, como diría Antonio Burgos, a las riberas les plantamos "palmeras, jacarandas, buganvillas, magnolios, vencejos y canarios que cantaban su mozartina flauta mágica en jaulas colgadas de altos balcones a mayor gloria de Dios".

Ha llegado el otoño y se acabó la fiesta. Ahora pintan bastos y ya oigo como resuenan las trompetas de Jericó anunciando quiebras bancarias y crisis empresariales. Se nos han caido los palos del sombrajo y un periódico nos recuerda que J.A. Belloch, alcalde de Zaragoza, gana 108.012 euros al año, o sea, más que el presidente del Gobierno. Y a los ciudadanos se nos ha helado la sangre entre silencios mudos -perdonen el pleonasmo- que se traducen en un clamor sordo que entolda el cielo, envuelto en el eco desnudo de tantos silencios cobardes.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

crisis

Hoy, cuando la Iglesia celebra la conmemoración de san Roberto Belarmino, no quiero amargarles la fiesta. Si, sabemos que hay crisis financiera pero aún no podemos decir que estemos en puertas del crack del 08. Roberto Belarmino fue sobrino de Maquiavelo y todos nosotros somos hijos de nuestros disparates. Se notan rostros de acelga a la salida de los tajos, la banca privada no enseña el dinero ni por la ventana y muchas empresas ya están pensando en amortizar puestos de trabajo. Nos encontramos exangües, hipotecados y a punto de pillar esa gripe que viaja desde Australia, sobre la que cuentan que es muy agresiva. Pende la espada de Damocles sobre las cabezas y debemos caminar con pies de plomo.

Dionisio el Viejo fue un tirano de Siracusa en el siglo IV a. C. Como buen tirano, fue respetado pero no querido. En cierta ocasión, Damocles, por halagarle, le dijo que nadie podría ser tan feliz como él. Y Dionisio le invitó a participar de un día de su felicidad. Le fue servido un espléndido banquete. Ya en los postres,Damocles se dió cuenta de que sobre su cabeza pendía una gran espada sólo sujeta por un pelo de caballo. Se puso muy nervioso. "Ahora ya sabes todo lo feliz que es mi vida" -le espetó Dionisio-. "Mis guardias saben que también sus vidas penden de un hilo".

Hemos hecho una sociedad en la que el suicidio se ha convertido en la tercera causa de muerte entre los adolescentes. Deberíamos pensar hacia dónde nos lleva esta sinrazón. Es posible que cuando los padres se agobian, los hijos llevan todos los boletos para la rifa de una huida hacia adelante. Se impone el sosiego y evitar pretender vivir por encima de las posibilidades de cada ciudadano. Luego pasa lo que pasa, o sea, lo de la espada de Damocles. Que se lancen por las ventanas los americanos si lo desean, como hicieron en el 29. A este lado del Atlántico, los europeos entenderemos sus raros antojos y la causa por la que hicieran tantos rascacielos.

martes, 16 de septiembre de 2008

Lehman Brothers y la que nos espera

Los vecinos de Toro, en Zamora, sacaron ayer tarde a la calle a la Virgen de los Remedios. Hasta ahora se procesionaba a las imágenes sagradas para pedir lluvia y todo lo relacionado con los meteoros. Pero la cosa está que arde y el banco Lehman Brother, que soportó hasta la caída de las torres gemelas, se ha venido abajo a plomada y el FMI asegura que "lo peor está por llegar". Comprar hipotecas de alto riesgo y revendérselas a otros suele dar resultado hasta que se seca la liquidez, ante la falta de confianza de otros bancos para prestar. Vender hipotecas no es como vender calzoncillos "Cañamares", o batas de guatiné. La cosa tiene su intríngulis cuando el banquero piensa como el bancario, que son distinta cosa. Ahora está en el aire, pero como el avión de Spanair, la aseguradora AIG. Pero ha dicho Juan Ramón Quintás, presidente de la Ceca, que España está a salvo de momento. Lo mejor que podemos hacer ahora es no mirar para la Meca y evitar en lo posible mandar barcos de guerra a la isla de Perejil. Rajoy también ha explicado que, mientras 180.000 inmigrantes cobran el paro, 20.000 andaluces han vuelto donde solían; o sea, a recoger uvas a Francia.

Claro, presentado de esa manera, en blanco y negro, equivale a echar marcha atrás la moviola con los trenes de tercera y la maleta de madera. Lo que no cuenta Rajoy, por no considerarlo políticamente correcto, es que los españoles que acuden hoy a vendimiar a Francia cobran sobre los 2.000 euros mensuales en jornadas de cuarenta horas semanales, que comen y duermen de forma digna por cuenta del "monsieur" que los contrata, y que, además, cuando se jubilan, reciben una pensión vitalicia del gobierno francés por el tiempo cotizado en el país vecino. Vamos, que lo de ahora en nada se parece a los tiempos pasados, cuando se trabajaba a destajo y se dormía en lóbregos barracones. Tampoco ve bien Rajoy que, a quiénes se les retuvo en nómina durante el tiempo trabajado, cobren al llegar las vacas flacas el subsidio de paro, por el simple hecho de no ser españoles. A Rajoy habría que sacarlo en procesión junto a Esperanza Aguirre, de mantón de Manila y peineta española, como ventilan cada año a la Virgen de los Remedios de Toro, para que a ambos les diese el aire. Les falta un poco de oreo. Con un incensario, y vestido de monaguillo, quedaría bien Jiménez Losantos, que posee el cuerpo aniñado de santo Dominguito de Val y el rostro del sayón que asoma en las peanas de Viernes Santo, con mirada de malo de la película y colocando la corona de espinas a Jesucristo. Todo muy surrealista. Pero no teman, no debemos asustarnos todavía. Ya quedará tiempo. Lo peor está por llegar. Lo asevera el mono de la etiqueta del anís: "la Ciencia lo dijo, y yo no miento".

domingo, 14 de septiembre de 2008

De la Expo al avecrem

Si les digo la verdad, de un tiempo a esta parte no me queda tiempo ni para leer la prensa regional. Estoy hasta el moño del coñazo de la Expo y de cuántos sufridores la visitan cada día. Hoy, domingo, para más inri, me han cerrado el Puente de Piedra por la tarde. Creo que van a tirar un ramillete de cohetes que ríanse ustedes de los de Valencia. Lo que se impone es dar por el saco hasta la extenuación. Y mañana, como ya no les quedará pólvora que gastar ni visitantes de postín a los que entregarles la llave de la ciudad, los guardias de la porra deberán dedicarse a lo de siempre, o sea, a poner multas; los concejales, a tomar bicarbonato; y el alcalde, a contar sandeces en Punto Radio y a pedir más dinero a Madrid.

Este alcalde se está pareciendo cada día más al cuñado progre que nos retrataba Pablo Molina el pasado viernes en un artículo sin pizca de desperdicio. Belloch ya está pensando en traer una feria floral en 2014 y otra Expo, dedicada al cultivo del tulipán o al moro oprimido, ya sea con agua o con gin-tonic, en 2108. Cuenta Pablo Molina que "la religión islámica es, para el cuñado progre, un tesoro de ricas enseñanzas del que los españoles nos vimos privados por culpa de los Reyes Católicos, esa pareja de franquistas, como atestigua su escudo, con el yugo y las flechas". De momento, el personal de la Expo se marcha a la fila del paro y a comprar las pastillas de avecrem para ir tirando en lo que queda de año, que por estos pagos vienen mal dadas para el trabajador por cuenta ajena y toca apretarse el cinturón y tomar más por el Crem que montar en el Ave.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Reformas necesarias

Si existen lagunas legales, será necesario revisar el Código Penal. Si es necesario que los pederastas estén más tiempo en prisión, háganse las modificaciones pertinentes y si existen fallos en el sistema o lagunas legales, que se aborden cuanto antes en la Cámara Baja. Pero que se aplique el peso de la Ley a los pederastas, a los terroristas y a los empresarios sin escrúpulos (por muy primos que sean) cuando se lo llevan crudo. Personalmente, me parece ridículo que la mayoría conservadora del Poder Judicial, en retirada forzosa, haya saldado el caso del juez Tirado con la aplicación de una multa de 1.500 euros.

Pero, ¿qué multa habría que ponerle a Juan José Cortés? El padre de Mari Luz, que yo sepa, ejercía la patria potestad de su hija menor. A este caballero le respeto su dolor, pero entiendo que un padre y una madre deben saber en todo momento dónde está su hija en cada momento. Sí, ya sé que sólo había salido la pequeña a jugar un poco en la plaza del pueblo, pero había quedado fuera de la vista de sus progenitores y, tratándose de niños, también podía haber sido atropellada por un tractor dando marcha atrás. En suma, el juez Tirado es el responsable de no haber enviado a Santiago del Valle a prisión y Juan José Cortés también era responsable de la guarda y custodia de su pequeña. En España es necesario administrar justicia sin fisuras y darle a cada uno lo suyo. Mientras se estudian las reformas necesarias, el que más pierde es el que se muere. Siempre ha sido así con los pederastas, con los terroristas y con las curvas peligrosas en las carreteras. No sé si me explico. No sé si me entienden.

martes, 9 de septiembre de 2008

Barajas somos todos

Juan José Tamayo, en su artículo "Un funeral civil por las víctimas de Barajas" (El país, 8.9.08), señala lo que todos conocemos, que se ha anunciado un funeral por los muertos de Barajas en La Almudena para el próximo día 11, que será oficiado por Rouco Varela, etcétera. Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Pero, en ese artículo de prensa, Tamayo comenta: "De nuevo vuelve a repetirse la confesionalización católica de la muerte, como sucediera tras el atentado terrorista del 11-M y, posteriormente, con motivo del fallecimiento del ex presidente del gobierno Leopoldo Calvo Sotelo. De nuevo se incurrirá en un tremendo error conforme a la actitud tan carpetovetónica de mantenella y no enmendalla. (...) El funeral católico programado demuestra lo lejos que estamos del Estado laico, supone una falta de respeto al pluralismo (...) y hiere las convicciones y sentimientos de las personas y familias que no comparten creencias católicas."

Pero, antes de nada, nos recuerda una descripción que hace el filósofo alemán Ernst Bloch en el tercer volumen de "El principio esperanza" sobre la muerte. "La muerte -dice el filósofo- es la más fuerte y trágica antiutopía, la aniquilación de toda dicha y la disolución de toda comunidad; borra la más impresionante experiencia existencial, es decir, la existencia misma. No hay ningún enemigo tan inesquivable, ninguna certeza en esta vida tan incierta que pueda ni siquiera compararse con la certeza de la muerte. Las mandíbulas de la muerte aniquilan todo." En suma, sobra el funeral católico. Y está de más la presencia de los Reyes, de los ministros del Gobierno, de los presidentes de las comunidades autónomas y de los familiares de los fallecidos. La muerte siempre produce costernación. Y un funeral presidido por Rouco Varela, el valedor de Jimenez Losantos en la COPE, transmitido por la televisión estatal para el resto de los españoles transmite vergüenza ajena a los demócratas. Si los reyes, los príncipes, los ministros y demás autoridades invitadas al acto se aburren, que se compren un mono. La soberanía reside en el Pueblo. Y el Pueblo soberano se empieza a cansar de que lo utilicen.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Bulla fritanguera

Ha vuelto a abrir "El Plata", pero es otra cosa. Le falta esplín. La Zaragoza de la Expo se ha vuelto callejera y ruidosa. El Savoy lo cambiaron por la Torre del Agua. Con la muerte del Savoy también se fue con el hatillo a otra parte Enrique, el limpiabotas. Los cafés zaragozanos se han convertido en "puertos humanos de barcazas varadas", como escribiera Umbral en "Cela, un cadáver exquisito". El día que se nos murió "El Plata" de las Hermanas Castillo, el pianista de Gallur, don Julio, tuvo que marchar con sus bártulos, o sea, con los diez dedos de las manos y una sobada carpeta con fragmentos de zarzuelas, a "La Pianola" de la calle del Temple, para distraer a unos lechuguinos que tenían el reloj parado en los treinta años y el jaleo de fin de semana en el cuerpo. Y don Julio encendía un cigarro de "ideales" que se le apagaba y lo volvía a encender después de despachar con aseo cada petición. Algo parecido sucedió cuando murió el fotógrafo de la Lonja. Los socialistas municipales, tomando un respiro entre adefesio y adefesio, le erigieron un recuerdo en forma de caballito de bronce, en el que ahora se hacen la foto los niños de primera comunión y los turistas por tres días, que es el tiempo del "pase" a la Expo, aunque cueste pasar, entre fila y fila. Por estos pagos ya hay tres filas, la del paro, la de "la primitiva" y la del Pabellón de España, sobre el que cuentan maravillas los pocos que han tenido acceso a su interior, o sea, los Príncipes de Asturias, el delegado del Gobierno, el "jeta" que siempre se cuela en bodas, bautizos y comuniones, y algún concejal de baratillo. El resto del gentío, que espera siempre que se produzca el milagro de los panes y de los peces, bastante tiene con pillar número y ponerse a la cola para intentar ver no sé qué, que nunca me he enterado qué es lo que se puede ver en el interior de los pabellones de las Islas Caimán o de Papúa Nueva Guinea, además de nativos en taparrabos y filminas con arena blanca y palmeras, como las que había de fondo en el proscenio de "El Plata" antes de que muriera en la folla especulatriz, como la sala de billares del piso superior y no sé si Serafina, la cerillera apostada, tanto si hacía frío como calor, en la puerta de La Viña P, que era el santuario fritanguero de los bocadillos de rabas.

Pero, además de Enrique, se marchó para el otro mundo Luis Pastor, al que le cerraron El Tubo los especuladores de suelo urbano. Un salón de limpiabotas presidido con una foto en la pared de Cesáreo Alierta, que fue asiduo cliente. Luis Pastor, que fijaba, limpiaba y daba esplendor a los zapatos de los clientes de toda la vida, puso un día en marcha el viejo "chévrolet" blanco y grana y se marchó cantando "La Lirio, la Lirio tiene..." por carreteras secundarias. Lo mismo que hiciera un día El Chava cuando cerraron en Calatayud "El Pavón", que era como el cuarto de estar de tratantes en ganando y de ciudadanos de los pueblos vecinos, que había ido al dentista o a comprarse un precioso macferlán, y que hacían hora para tomar el coche de línea. Igual que hiciera, también, el entrañable amigo Inocencio Ruiz cuando descubrió que su librería de lance la tenía en erial y era como un oasis sin pozo ni palmeral. La nostalgia corre como los lagartos.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Nos las dan con queso

Ahora resulta que un empresario toresano, Teodolindo Chillón, su nombre aunque se las trae es lo de menos, pretende dárnosla con queso, en este caso con queso elaborado con pimentón, miel y vino. Este empresario, dueño de la firma "Quesos Chillón Plaza", cuyo negocio ya camina por la cuarta generación, acaba de sacar al mercado dos nuevos productos artesanos: el queso de Toro, con vino tinto y el queso de oveja con miel, emulsiones que se comercializan en tarrinas con leche cuajada de oveja, aceite, pimentón y especias. Según Chillón, "su retrogusto dura hasta una hora después de haberlo comido".

El emprendedor zamorano llegó a hacerse famoso en Galicia por el desplante que Manuel Fraga hizo a la entonces ministra de Agricultura Elena Espinosa, mientras probaba sus quesos en una feria. Chillón también es vinatero y hace la competencia a Fariña,(que fabrica, entre otros, el "Gran Colegiata") con otro vino, también de D.O.Toro, de buena calidad y en cuya etiqueta aparece el conocido "Cuadro de la Mosca". Para aquel que no lo sepa, le diré que se trata de un hermoso cuadro flamenco que se guarda celosamente en la sacristía de la Colegiata y que, hace unos años, enviaron a restaurar. Nunca tuve muy claro que devolvieran el mismo lienzo que en su día se llevaron. Abrigo serias dudas, mientras no me lo demuestren.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Ya vamos llegando a Pénjamo

"Ya vamos llegando a Pénjamo, ya vemos sus bellas cúpulas..." ¿Recuerdan la vieja canción? Yo no sabía dónde estaba Pénjamo. Tal vez en el país de Jauja. Con el tiempo descubrí que era un municipio de México, en el Estado de Guanajuato, a orillas del río Turbio. Pues bién, Celestino Corbacho ya ha retomado las negociaciones con los "interlocutores sociales". Por estos andurriales han colisionado dos vectores de fuerza, por un lado, el drama de los parados; por el otro, el síndrome postvacacional. El resultado de semejante encontronazo está dando de momento, y como resultado, una regla muy simple: el número de parados a fecha de hoy (2'5 millones de curritos) es equivalente al número de funcionarios del Estado.

En medio del espanto, el juez Garzón anima a los españoles a denunciar más desapariciones de ciudadanos en cunetas y descampados, pero a Rajoy se le antoja que no hay que reabrir heridas. Este hombre, una de dos, o detenta encefalograma plano, o ignora cómo está la situación. Porque, de los muertos, señor Rajoy, ya no quedan heridas que curar, sino calaveras que besar. Aunque peor que lo de Rajoy, si cabe, fue lo escuchado por boca de Mayor Oreja, ambos compañeros de partido y de butaca en pasados Consejos de Ministros. Este botarate consideraba hace pocos meses como "un disparate" la decisión de Garzón de abrir zanjas. Entendía que durante el largo franquismo "muchas familias lo vivieron con naturalidad" y que aquella época "fue una situación de extraordinaria placidez". Hombre, depende. Como escribió Labordeta en "Público" no hace mucho, no era lo mismo ser un caballero mutilado, con derecho a estanco, a medalla de Sufrimientos por la Patria y a despacho en el Sindicato Vertical, que un puto cojo de mierda sacando brillo a los zapatos de los clientes de un cafetín, o vendiendo pipas de girasol y cigarrillos sueltos en un frío chaflán, a la salida de un teatro.

martes, 2 de septiembre de 2008

Un bicentenario para olvidar

Hace unas fechas leía en un periódico de Aragón que la Exposición Internacional de Zaragoza había eclipsado, de alguna manera, la celebración de bicentenario de los Sitios. Pero, ¿hay algo que celebrar? Al margen de los pactos de Estado para que los franceses ocuparan España en su camino hacia Portugal, lo cierto es que el "¡Vivan las caenas!" del pueblo de Madrid para propiciar el regreso de Fernando VII fue un grito de clamor y murga, auspiciado por un clero católico que veía con malos ojos el aire fresco que la Ilustración francesa había traido a España con la llegada de los primeros Borbones.

En su artículo "Afrancesados o petimetres", publicado por Juana Vázquez (El País, 2.9.08) su autora pone de manifiesto que "la Revolución de mayo de 1808, con el pueblo de Madrid pidiendo la venida de Fernando VII (...) fue una falsa Revolución. La consecuencia de la misma consistió en la presencia de un rey absolutista, que trajo la 'década ominosa', uno de los periodos más oscuros de la historia española, y cortó de raíz lo poco que la Ilustración había calado en España". Juana Vázquez señala, y señala bien, que la Contrarrevolución hizo desaparecer la incipiente liberación femenina. Sobre todo, a partir de Carlos III y de los esfuerzos de su ministro Campomanes por dignificar la figura de la mujer.

En la iglesia del Portillo, de Zaragoza, están dentro de sus correspondientes sarcófagos los restos de las llamadas "heroínas", Casta Álvarez, Manuela Sancho, Agustina Zaragoza y María Agustín. Pero ninguna de ellas supo jamás -tampoco la condesa de Bureta- que las cabezas más prominentes del partido fernandino eran el canónigo Juan de Escoiquiz, preceptor del príncipe de Asturias, los duques del Infantado, de San Carlos, de Montemar, el marqués de Valmendiano y los condes de Orgaz ( por cierto, aprovecho para decir que el pintado siglos antes por El Greco, en Toledo, no era conde) y Villariezo. Por estos pagos fueron los eclesiásticos, entre ellos Boggiero y Sas, los que redactaron las arengas y bandos de Palafox en lo que, para ellos, era una guerra de religión.

Pero Zaragoza no es menos importante que Madrid. Víctor Hugo hizo de Zaragoza un escenario de su drama "Hernani" y, también, en estos andurriales de María Santísima y en mitad del histérico paroxismo se obró el primer "milagro" el martes, 17 de mayo de 1808. Algunos zaragozanos, rondando el mediodía, vieron sobre la cúpula de la Santa Capilla del Pilar una nube en figura de palma, quedando recogido en el "Libro de Crónicas" o "Lucero de los escolapios". Cuentan que fue un presagio de la protección de la Virgen, a la que harían "capitana generala" de las tropas aragonesas. Agustina Zaragoza, que era de carne y hueso, y más pragmática, alcanzaría al final de su vida el grado de subteniente, con paga viralicia. Moriría anciana en Ceuta, después de haber regentado una casa de putas. El segundo "milagro" fué en 1938, en el fragor de guerra civil. Pero esa historia para asustar sietemesinos la dejaré pendiente para otro día, que ahora no viene a cuento.