sábado, 31 de julio de 2010

Cantos de sirena

Hasta el diario “Público”, fiel servidor del PSOE, se manifiesta en desacuerdo con las últimas medidas del Gobierno. Hoy, sin ir más lejos, Juan Carlos Escudier, en su artículo “El paro que no cesa” comenta: “Resulta difícil de explicar que en un país que camina hacia los cinco millones de parados y en el que la creación de empleo no da para tanta gente que busca trabajo se esté tramitando una reforma laboral que tiene al despido como su principal obsesión, hasta el punto de que será subvencionado. Entenderlo es imposible para el 20,09% de la población activa que está desempleada y es casi un insulto para los 1,3 millones de hogares que tienen a todos sus miembros mano sobre mano, según la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre”. Ahora queda en el aire la reforma de pensiones, como guinda del pastel. La Patronal, presidida por un desvergonzado, está de enhorabuena. Ahora sólo queda esperar a que determinados empresarios desaprensivos despidan a tutiplen nada más que atisben unas flojas expectativas de negocio para los años venideros. Será como ponerse la venda antes de que se produzca la herida. Los trabajadores, por desgracia, se han convertido en algo de usar y tirar, como las servilletas de papel. O lo más parecido a los “espaldas mojadas” en los Estados Unidos a este lado del Atlántico. En España no existe el río Bravo, pero los discursos huecos de ZP, que ahora pide apoyos para “definir” a nuestro país durante los próximos 20 años, se me antojan como los últimos cantos de sirena de un político incapaz no sólo de gobernar, sino también de controlar a sus barones, que se bate en retirada con prisas de mal pagador. A ver qué pasa con los Presupuestos, que esa es otra.

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