martes, 31 de agosto de 2010

Zetapé y los chinos

Resulta chocante que Zetapé intente “vender” la marca España como destino turístico para los chinos. ¡Pero si son ellos los que nos venden a nosotros! Sólo en mi calle tengo contabilizadas una veintena de bares, otros tantos bazares de “todo a cien”, varios restaurantes y algún supermercado que abre sus puertas hasta el día de Navidad. Sólo faltaría que los chiringuitos playeros también estuviesen regentados por chinos, y los hoteles y las clínicas veterinarias y peluquerías unisex. Como les dé a todos los miembros de la tribu de “Fumanchú” por venir de veraneo a España ya me dirán ustedes dónde colocaremos en la playa la sombrilla, de qué manera extendemos la toalla y la hamaca, o en qué sitio habilitamos un espacio para la nevera portátil y el transistor a pilas, que suele ser del tamaño de un microondas, para escuchar a Manolo Escobar entre baño y baño. Imagínense ustedes que a los chinos les da por venir de reposo y se quedan para buscar trabajo. Veo al pobre Corbacho escudriñando el modo de poder resolver la cuadratura del círculo. Sería más sencillo que Zetapé hubiese intentado vender a los chinos Miguelines de fabricación nacional, como aquellos que adquirían los padres para las niñas de la posguerra. Sabido es que los chinos lo compran todo, hasta los “chupa chups”. Mas tarde los copian y aparecen como setas en todas sus tiendas españolas a mitad de precio y con un palito que sirve de silbato. Hasta el día en que se descubre que los Miguelines copiados en Tianjin producen un raro sarpullido, que los globos oculares se salen fácilmente de sus órbitas y que pueden producir ahogamientos en las criaturas. Cuando eso se comprueba, la autoridad competente decide retirarlos de la circulación y reciclarlos para ser transformados en gomas de borrar, o relleno de baches en las carreteras. En China ya está todo inventado. Cuando sus habitantes desean venir a Europa para montar un negocio, no esperan a que llegue Zetapé para venderles la moto. Hacen el hatillo y aparecen por la playa de Denia, o de Gijón, días después y sin conocer nadie del lugar por que medios han llegado, como acontece con el escarabajo de la patata, la mariposa que se come los geranios, o el espía que surgió del frío. Es todo un misterio. Además, como todos ellos tienen la misma cara, como ninguno de ellos exige horas extraordinarias a su jefe y como todos parlotean el mandarín a gritos, anda, averigua. Nunca sabes si llevan entre nosotros varios años, o acaban de eclosionar del interior de una crisálida.

lunes, 30 de agosto de 2010

Todo eso te daré...

En el evangelio de Mateo, 4:1-11, se cuentan las tres tentaciones que Satanás sometió a Jesucristo en el desierto de Judea. En la tercera de esas instigaciones, el diablo subió al Hijo de Dios hasta la cima de un monte. Señalándole la inmensidad que había debajo, le dijo: “Todo eso te daré, si postrado ante mis pies me adoras”. Este episodio, (Mateo 4:8-10) viene a cuento de los Presupuestos Generales del Estado para 2011. Zetapé sabe que tiene muy cruda su aprobación por parte de los diferentes grupos políticos y, en un arranque de valentía, desde Shangai le ha tirado los tejos al PNV buscando apoyos. Zetapé es consciente de que no pueden prorrogarse y de que, si no alcanzase el consenso necesario, habría que adelantar las elecciones. Pero Zetapé, como hiciese el diablo al Mesías, ha tentado desde China a Patxi López, exponiéndole lo siguiente: “Si me ayudáis tanto tú como tus educandos del “PH negativo” en este difícil trance, puedo prometer que en los Presupuestos de 2011 y en la Ley de Economía Sostenible (que se debatirán en paralelo), tendréis en el País Vasco transferencias competenciales a tutiplén dentro del marco estatutario”. De momento, silencio ante el amago de mercadeo. Zetapé, para reforzar su oferta ha puesto de testigo a Miguelito, que es un muñeco grande, sonriente y con los ojos semicerrados. O sea, lo más parecido a prometerlo por Mafalda, por Pío Moa, o por el tipo ese del tiro en la pierna. Me parece extraordinario que España desee “vender solvencia” a China, ahora que acaba de rebasar a Japón como segunda potencia mundial por PIB. Japón, la siguiente visita de Zetapé y de los acompañantes de la ceja, es otro mundo menos opaco, que ya se encarga sin la ayuda de nadie de poner nerviosos a los barandilleros de la Plaza de la Lealtad y a los brokers europeos con el dato del Nikkei cada día que amanece, que no es poco. No sé a qué viene que me acuerde ahora de José Luis Cuerda, de Antonio Resines, de Cassen, de Luis Ciges, de Aurora Bautista, de Enrique San Francisco y, como dicen los cursis de la COPE, de un largo etcétera. ¡Joder, que empanada llevo los lunes!

domingo, 29 de agosto de 2010

Oficios perdidos

Hoy domingo, al no tener mejor cosa que hacer, he recordado antiguas ocupaciones. Me ha venido a la cabeza el oficio de macero, aquel funcionario que en compañía de otro siempre abría las comitivas municipales con un raro uniforme compuesto de dalmática y gorro de terciopelo con pluma, que apoyaba sobre el hombro una pesada maza de metal. Se me antojaba lo más parecido a una sota de bastos de las barajas de don Heraclio. Otra, la de aguador. Recuerdo que siendo niño solía ver por las callejuelas del casco viejo de Calatayud a un tipo que, ayudado de una acémila y un ruidoso carromato de ruedas altas y llantas de acero, repartía agua de boca a los vecinos a cambio de unas monedas. Tampoco olvido la profesión de guardafrenos en los convoyes de mercancías, que viajaban en el interior de unas garitas del tamaño de un confesionario, situadas en un altillo sobre los topes de los vagones. Había otros oficios no menos sufridos. Por ejemplo, el de maletero de andenes de estación; o el de escopetero de RENFE, anterior al de guarda jurado. Los primeros vestían de calle y llevaban una gorra visera en la que podía leerse “mozo del exterior”.El invento de las ruedas en los equipajes de mano y la restricción de paso a los andenes con la llegada del AVE terminó con ellos definitivamente. Los segundos, o sea, los escopeteros, iban envueltos en un uniforme marrón carmelita y evitaban rapiña de raqueros y estraperlistas en los depósitos de mercancías. Portaban un sucedáneo de “Winchester” con acción de palanca. Tampoco se debe olvidar la curiosa estampa de los tratantes en ganado por ferias y mercados. Distinguía desde lejos a un mulo, burro, caballo, potro, buche, yegua o macho. Y sus colores: tejones, tordos, paticalzados, pardos, bayos, mohínos, luceros, alazanes, bragados y estellados. Resultaría interminable enumerar las antiguas ocupaciones de cuchilleros, cañiceros, toneleros, silleros, navateros, colchoneros, abarqueros, sogueros… Además de todas ellas destacaría tres, nunca valoradas suficientemente: limpiabotas de salón, cerillera de cafetín y palanganera de “meublé”. Un día les dedicaré la atención que merecen. Será cuestión de consultar con Eugenio Monesma, el aragonés que más sabe de oficios perdidos, para que me instruya sobre Germán el palomero; Emilio el esquilador; el rito de la matacía en los pueblos; el aceite de chinibro, las palmas de almez, etcétera. Nada más por hoy. Que tengan un feliz día.

sábado, 28 de agosto de 2010

Sangre azul en salmuera

Leo en Heraldo de Aragón que “Letizia y las infantas eclipsan a los novios griegos”. Hombre, yo siempre tenía entendido que en los actos sociales de la BBC, o sea, en bodas, bautizos y comuniones, ningún invitado debía restar protagonismo a la novia vestidita de blanco satén ni al niñato de marinerito blanco de sonrosados mofletes y cursi flequillo, ni al cura echando agua bendita sobre la cabeza de un neonato que llora del susto. Pero aquello que tenía aleccionado por referencias directas de ciertos pijos de postín en la hora del vermú parece que ya no funciona. Así, en la boda de Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik (ya sé que no se estilan jazmines en el ojal, saludar tocando el ala del sombrero ni agitar con donaire los pañuelos) pudieron verse juntos a los príncipes de Asturias y a las infantas Elena y Cristina, “sonriendo y en animada charla”. Y para ilustrar ese encuentro familiar, quizás único e irrepetible, la revista ¡Hola! les dedica nada menos que 50 páginas a todo color. Con la que está cayendo en España, donde, además del abultado paro; de una prevista reforma laboral que nos va a dejar más escuálidos que a don Quijote, donde cualquier ministro cursa y obra a su albedrío, ora blanco, ora negro, ora otra vez blanco, ora ya no sabe qué fue lo último que se dijo; donde ya hemos recibido a portes debidos más de noventa cadáveres de una guerra, la de Afganistán, que no es la nuestra, etcétera, etcétera, lo más conveniente será, supongo, que cuidemos con mucha devoción, en este caso con devoción de novicia, las fotos de esa revista de la bragueta. Dan mucho juego en las peluquerías de señoras, ensanchan el acendrado ardor popular hacia a la Corona y dejan a un lado las habladurías sobre si Letizia no se lleva con las infantas, o sobre si la abuela fuma. Como cuenta Antonio García Barbeito en su artículo de hoy en ABC, “El viejo olivar”, refiriéndose a las aceitunas, al resto de invitados, entre ellos muchos príncipes herederos de la vieja Europa, será necesario “mantenerlos en salmuera con mucho tomillo y mucho ajo” para que duren en el tiempo y, de esa guisa, los españoles podamos continuar haciendo comparaciones sobre el matiz en color de la sangre azul, o sea, si es azul lapislázuli, azul de Prusia, azul turquí, o azul ducados. Si les digo la verdad, sensaciones cromáticas aparte, ya tampoco sé muy bien si las comparaciones siguen siendo odiosas.

jueves, 26 de agosto de 2010

Una guerra perdida

Sigue la ola de calor con vientos africanos. Se casan Julio Iglesias y un hijo del ex rey de Grecia. Ya hay abundante material rosa para la prensa del colorín y de la bragueta. Pero la muerte en Afganistán de dos instructores y un intérprete españoles pone el crespón negro a este largo verano que ya está resultando plomizo. El PSOE logra aprobar su reforma laboral en el Senado. Septiembre está a la vuelta de la esquina con la huelga general como telón de fondo de un Estado del malestar que ya está resultando insufrible. La Derecha sigue debajo del árbol por ver si cae la fruta madura y los barones del PSOE se rebelan contra su líder sabedores de que Zetapé es un cadáver político. Noventa y dos ataúdes de pino de soldados españoles muertos en una guerra que de ninguna de las maneras es la nuestra no se disipan en el recuerdo por el hecho de que el Príncipe Heredero acompañado de su consorte asista a unos funerales en Logroño. Ayer de boda, hoy de funeral y mañana, ¿dónde? ¿Por qué no asiste el Rey? Antonio Pérez Henares nos recuerda en Periodista Digital, entre otras cosas, que “más de cien de las aproximadamente mil mezquitas que existen en España están dominadas por fanáticos, por imanes que no solo no aceptan Constitución sino que conculcan de manera frontal los principios democráticos esenciales y la declaración Universal de Derechos Humanos. Que predican el odio y que preparan, de manera sutil y a veces grosera, la yijad”. ¿En eso consiste la alianza de civilizaciones? La guerra en Afganistán está perdida y Obama lo sabe. Que a mí me conste, ni Afganistán es el monte Arruit ni los españoles están a las órdenes del general Silvestre. Y si a eso añadimos que Zetapé no es Allendesalazar ni Carme Chacón es Luis Marichalar ni el actual Rey se llama Alfonso XIII, lo que se impone aquí y ahora es que nuestros soldados regresen a España sanos y salvos cuanto antes. Y a Obama que le vayan dando…

martes, 24 de agosto de 2010

"Milagros" impagables

Cuenta el gastrónomo Carlos Maribona que en el vídeo que se exhibe en el pabellón de España en Shangai se han incluido imágenes de spots de “Avecrem”. No cabe duda de que esas milagrosas pastillas vendidas al consumidor como de “extracto de ave”, echadas en agua caliente y con el añadido de unos pocos fideos, calmaron el ruido de tripas de muchos españoles por la década de los 50 del pasado siglo. A Luis Carulla, creador de los mágicos cubitos de color oscuro, los españoles le debemos mucho. Casi tanto como al “torrefacto Columba”, al gasógeno y al doctor Fleming con el tema de la penicilina. La hambruna, los desplazamientos en taxi y las purgaciones de garabatillo se combatieron de forma eficaz con esos milagrosos remedios. El sueño de Carpanta se había hecho realidad para todos los días aunque sólo fuera en lo referido al sabor, no sé si al aroma, que el muslo o la pechuga de pollo asado y cocinado al más refinado estilo de Teodoro Bardají, o de Ángel Muro, sólo se metía al coleto en los buenos restoranes y en las bodas de postín. Lo de la penicilina fue diferente. Había que adquirirla “de extranjis”, en el supuesto de que merecieras la confianza de los limpiabotas de determinadas cafeterías de Madrid. Cuando se generalizó su uso, pasó a venderse en las oficinas de farmacia y aquello perdió toda su galanura. Ahora, cincuenta años después, se ha puesto de moda el consumo de un sucedáneo de las angulas, o sea, unos fideos de “surimi” (abadejo de Alaska) a los que ya se les pintan hasta los ojos. No sé que diría hoy sobre las conocidas como “gulas del Norte” la Marquesa de Parabere, que no era ni marquesa ni de Parabere, sino una señora de Bilbao, María Mestayer de Echagüe, que pasó a la historia de la gastronomía como autora de dos libros (“Confitería y repostería”, 1930; y “Cocina completa”, 1933) firmados con ese título nobiliario. Ya no puede uno fiarse. Hasta en los nombres de autor hay truco.

lunes, 23 de agosto de 2010

Cuesta imaginarlo

Jesús Fonseca, en La Razón, cuenta lo siguiente: “Pocas personas despiertan ahora mismo tanta expectación como la Princesa de Asturias, para qué vamos a negarlo. Algo muy normal, teniendo en cuenta que doña Letizia pone siempre una nota cercana y entrañable a sus intervenciones públicas”. Que yo sepa, la Constitución Española no señala nada en concreto sobre las atribuciones de las consortes tanto del Rey como del Príncipe de Asturias. Sencillamente porque no las tienen. En una Monarquía, en este caso Parlamentaria, da igual si la consorte del Rey visita una escuela de niños sordomudos, asiste a un concierto, o amadrina la botadura de una fragata. Fonseca hace referencia en su artículo “La polémica de la Princesa” a la intervención de Letizia Ortiz en la clausura de unas jornadas con motivo del Día Internacional contra la Lucha del Trabajo Infantil. Al hacer hincapié Letizia en que 115 millones de chavales trabajan en las peores condiciones, uno de aquellos chiquillos asistentes al acto le preguntó con la mayor ingenuidad, “¿cuánto son 115 millones de niños? Y Letizia, sorprendida por la pregunta, se limitó a decir que “cuesta imaginarlo”.

A cualquier español le cuesta también imaginar de qué manera se gasta el dinero público (escoltas, parabienes, caos en el tráfico, etcétera) cuando se trata de encuentros de consortes palaciegas a actos de caridad, inauguraciones absurdas donde siempre se colocan placas recordatorias, o visitas a colegios de niños que, ni saben qué utilidad tiene la Monarquía, es decir, la Jefatura del Estado hereditaria, en pleno siglo XXI ni entienden cómo habiendo tanto niño esclavizado, las hijas de Letizia disfrutan en Mallorca de un yate al servicio del Rey aunque propiedad de Patrimonio Nacional, que corre con todos los gastos de atraque, mantenimiento y dotación de servicio a bordo. Todo el mundo debería vivir con dignidad, según consta en la Carta Internacional de Derechos Humanos. Sobre todo los niños, que son los más desprotegidos. Pero la nieta de un taxista madrileño--con todos mis respetos para los taxistas--, hoy convertida en princesa consorte de Asturias, cuando afirma que veranear en el Palacio de Marivent, “ni es veraneo ni es nada”, ofende a la inteligencia de todos: de los niños y de aquellos que ejercen la patria potestad sobre ellos, fritos a impuestos entre otras muchas cosas para mantener al Príncipe Heredero.

domingo, 22 de agosto de 2010

Un pedo atascado

Contaba Cela, como recordaba Carlos Dávila en “La Gaceta”, que no hay nada más molesto que un pedo atascado. Y es verdad. José María Aznar se ha convertido en un pedo atascado. No rompe ni expande. Visita Melilla en un momento tenso para el Gobierno y sus compañeros de partido expresan que Aznar, como ciudadano que es, puede ir y venir cuando y donde le venga en gana. Hombre, sí, pero con matices. Eso de deambular, ora a Atapuerca, ora a Vitigudino, lo puedo hacer yo, al que no conoce ni dios. Pero un ex presidente del Gobierno de España, que cobra del Erario, que viaja en coche oficial blindado y que está rodeado de escoltas también pagados con dinero público no es un ciudadano más, sino alguien en el que se fijan los “telediarios”. O sea, si Aznar viaja hasta Melilla cuando el momento es de tensión, resulta que ya no es un ciudadano haciendo turismo sino que se convierte en una mosca cojonera. Y Aznar, con su inoportunidad --lo de “deslealtad”, según Blanco, me parece excesivo-- se ha trocado en una mosca cojonera en toda regla, tanto para el PP como para el Ejecutivo. Mariano Rajoy, que aspira a gobernar el país, estaba donde acostumbra, en la inopia. Aznar, que durante sus ocho años de mandato no se dignó pisar ese pedazo de España, aparece en escena con traje de coronel Tapioca junto a su hijo Alonso, ¿su delfín?, se arremanga y sale en defensa de las mujeres policía”. De la Vega cuenta que no hay conflicto, pero confirma el viaje a Marruecos del Rey, de Pérez Rubalcaba y de Moratinos. Por otro lado, Coalición por Melilla acusa a Aznar de provocador. Así, la diputada Dunia Almansouri recordaba a los medios que hace pocos días, Aznar, “en el Parlamento israelí, había hablado de la unión de judíos y cristianos contra el Islam”. Quedan dos preguntas en el aire: una: ¿es cierto que, según González Pons, la situación marroquí “es de máxima tensión”?; y, dos: ¿resulta necesario poner al Rey en danza? Los arreglos entre “primos” funcionan mientas no entra en juego una herencia. Que se lo pregunten a los notarios.

sábado, 21 de agosto de 2010

¿Dónde queda la libertad de Francisco Cano?

Vamos a ver, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha hecho lo que tenía que hacer, o sea, prohibir el “homenaje” a una ex presa terrorista, que no política, por parte de unos descerebrados. Exaltar el “currículo delictivo” de un terrorista sin escrúpulos, en este caso de Laura Riera, no está dentro del orden común de las cosas. Quedó probado que esa antigua funcionaria del Ayuntamiento de Tarrasa aprovechaba su tiempo de trabajo, que le pagaban los ciudadanos tarraserces, para facilitar al “Comando Barcelona” números de placas de matrículas con la intención de que dicha banda de sayones pudiese cometer los más espantosos asesinatos. Y esa “ayuda” a la causa de ETA tuvo la fatal consecuencia de que Francisco Cano, concejal del PP de Viladecavalls, fuera asesinado con una bomba-lapa en su coche el 14 de diciembre de 2000.

Este es un país donde se practican demasiados homenajes: a la mujer más anciana de un pueblo; al ganador del concurso de petanca de un conjunto residencial veraniego; al empresario de una “pyme” el día de su jubilación oficial (porque en la praxis no se jubila nunca); etcétera. Bueno, ahí no entro. En algo tiene que entretenerse la gente. Pero no es de recibo que eso que ahora se conoce como “plataformas alternativas”, que no sé muy bien a quiénes representan aunque lo intuya, estén esperando a que un monstruo del terrorismo, en este caso Laura Riera, salga de la cárcel de Wad-Ras tras 9 años de condena para hacerla “heroína catalana”, como en febrero pasado lo intentaron con los canallas Zigor Larredonda y Diego Sánchez. Algunos nacionalistas catalanes entienden que la libertad de los pueblos es imparable. Esa postura merece ser respetada siempre que, entre otras muchas cosas, no se pretenda saltar a la torera el artículo 578 del Código Penal.

viernes, 20 de agosto de 2010

Nervios y desvaríos

Están nerviosos los miembros de la Derecha madrileña. Y esa destemplanza a flor de piel es la causa de que algunos ignominiosos patrioteros apunten simplezas aliñadas de xenofobia. Pero estoy convencido de que tales actitudes convulsivas de esos personajillos metidos a políticos a la pata coja se amansarán en su momento con el tranquilizante que produzca el futuro resultado de las urnas. Así, a Juan Soler, portavoz adjunto de la Asamblea de Madrid, lo que le fascina, por lo que se desprende de sus últimas declaraciones, son los sainetes de Carlos Arniches. Y a este tipo de no muy amplios horizontes le molesta el acento “como andaluz” de Trinidad Jiménez y entiende que ese tonillo “la hace más apta para Dos Hermanas o Vélez-Málaga”, que para aspirar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. A este sansirolé con acompañamiento de rondalla y mandolina, patatero y cuaternario, al que le espanta la idea del purgatorio político más que a Mariano Rajoy, la voz de Trinidad Jiménez le “suena como extraña” y entiende que “le falta fondo y cuajo madrileño”. A Juan Soler lo que le gusta –según parece-- es el madrileñismo de baja estofa. Posiblemente por esa causa haya confundido a la actual ministra de Sanidad con la señorita de Trévelez. Este hombre pertenece al “género chico” de la política y lo único que desea es que se hable de él, aunque sea para mal. Pero existe otro tipo singular. El concejal del PP en Madrid, Ángel Garrido, que es como aquel pobre Valbuena, redicho y con la sílaba recortada. Ha distinguido a Jaime Lissavetzky como “un señor de apellido imposible y aspecto de funcionario aburrido”. Y le ha llamado “Jaime nosecuantos”. En fin, me viene a la cabeza Montserrat Nebreda, hoy fuera del PP, cuando agravió a Magdalena Álvarez al criticar su acento. Posiblemente el andaluz sea una malformación del castellano, pero estos políticos de la caverna han demostrado ser, además de unos maleducados, de escasa utilidad pública. Si en mi mano estuviera, les prescribiría unas lavativas de lejía por ver si viraban al color sinople.

jueves, 19 de agosto de 2010

Lo cursi abriga

Lo de los catalanes tiene guasa. Como consecuencia del Plan de Estabilización español, allá por el lejano 1959, Cataluña abrió la puerta a todo tipo de gentes de los pueblos de España para trabajar en sus recién creadas industrias. Y como consecuencia de aquella afluencia de “charnegos”, la región prosperó de forma significativa. “Charnego” se convirtió en un apelativo “cariñoso” hacia aquellos que siendo oriundos o hijos de españoles de otros territorios distintos de Cataluña vivían, sufrían y gozaban en ese territorio. Y esos nuevos catalanes de adopción, sorianos, aragoneses, extremeños y andaluces, fueron como una ventana de aire fresco frente a una rancia endogamia. Pero de eso ya no se acuerdan los actuales miembros del Govern, a los que les molesta todo lo que “huele” a España. Primero fue la inmersión lingüística hasta límites esperpénticos. En Cataluña se llegó a prohibir rotular en castellano las fachadas de las tiendas y a castigar tal “osadía” con multas cuantiosas. Después llamó la atención la puesta en pie de absurdas “embajadas” en diversos paises europeos. Un poco más tarde, la prohibición de las corridas de toros en toda Cataluña a partir de 2012. Y ahora, agárrense a la silla, pretenden que desaparezcan en las tiendas cualquier tipo de souvenir que represente a figurillas de parejas flamencas bailando, pinturas con toros y toreros en plena lidia sobre platos de loza y, curiosamente, hasta los sombreros mejicanos, Lo que ya no sabemos es si también se suprimirán los botijos con esas vergonzosas imágenes de un Tejero con acusado priapismo que tanto agradan a los turistas cuando se acercan a los garitos playeros. Pero, vamos, Carod Rovira es hijo de un guardia civil aragonés y no pasa nada. Tampoco los tricornios los suprimió la Generalitat, sino el chorizo Luís Roldán, que no es ni de Ádega ni de Cantimpalos. En fin, ERC pretende que en las Ramblas de Barcelona se consuma otro tipo de recuerdos a partir de un nuevo catálogo, que será elaborado conjuntamente por el Instituto de Estudios Catalanes, Fomento de las Artes Decorativas y el Museo Nacional de Arte de Cataluña, donde se incluirán abanicos con estampados inspirados en el arte románico, piezas modernistas, bolsas de lana del Pirineo y complementos de ganchillo. No está mal la idea. Bueno, lo de “complementos de ganchillo” suena como algo afectado. Eso me recuerda cuando, en cierta ocasión, se invitó a Eugenio d’Ors para que diese una conferencia en el frío salón de actos del casino de una ciudad de medio pelo. Aquel salón estaba muy recargado de tapices y ganchillos. Nada más entrar, uno de los acompañantes le dijo a D’Ors: “El salón es un poco cursi, ¿no le parece?”, a lo que don Eugenio respondió tajante: “No se preocupe usted, lo cursi abriga”.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Fray Escoba de la ceja

Está claro que el Gobierno que preside Rodríguez Zapatero necesita alianzas de civilizaciones además de alianzas de partidos. La fina sensibilidad demostrada por el jefe del Ejecutivo ya le sale por los poros de la piel. A España llegaron este verano unos disidentes cubanos excarcelados. Pero esos disidentes, a los que Zetapé se niega a reconocer como refugiados políticos para no molestar ni a Fidel ni a Raúl Castro, se pasaban el día quejándose de que se les había hospedado en el hostal “La Princesa” de un polígono industrial de Móstoles, que costaba al Erario Público 13’90 euros por cabeza y noche. La visita que días más tarde hicieron dichos disidentes a José María Aznar sirvió para que, achuchados por el ex presidente, aumentaran su malestar hacia España, hacia Moratinos y hacia todo lo que se mueve a este lado del Atlántico. Y el sensible Zetapé tomó la debida nota de ese fastidio cubano y ordenó que se pusiese más sonido de marimba a esa nana que dice: "dórmite mi nengre/ mi nengre bonito/ diente de merengue/ bemba de caimito”.

Ayer pisaban tierra en Barajas otros tres disidentes cubanos excarcelados. Y siguiendo los deseos de Zetapé, este nuevo Fray Escoba de la ceja que aborrece los hostales baratos, las pensiones del peine y el crujido negro de caracolas marinas del baúl de la Piquer, el buen samaritano Moratinos, consciente de que llegó el comandante y mandó a parar, les ha hospedado desde anoche en un magnífico hotel vallecano de tres estrellas, con restaurante a la carta, wifi gratis, peluquería, 500 metros cuadrados de jardines y un spa especializado en tratamientos de salud y belleza. Y así están las cosas. Ignoro si está previsto que dentro de unos días los “tres de Castilla” puedan ser recibidos por Aznar. Si así sucede y el de FAES les vuelve a achuchar con la maestría de un pastor de ovejas, seguro que los siguientes disidentes, que ya tienen un pie en la escalerilla del avión, se instalarán en el Hotel Palace.

martes, 17 de agosto de 2010

Cambio de papeles

Uno, que sabe lo que sabe y que no está obligado a conocer más de lo que conoce, salvo que un día decida opositar a guarda forestal o a secretario de ayuntamiento de pueblo sin enfermería, siempre entendió, por lo que observa, escucha y siente, que el ministro de Economía entendía de números y de presupuestos, de la misma manera que el ministro de Fomento juzgaba cómo y cuándo sería oportuno hacer el trazado de una vía de ferrocarril, una carretera, o un pantano. Pues no. En España las cosas funcionan de otra manera. El ministro de Economía, en este caso la ministra Elena Salgado, se dedica a subirnos el precio del tabaco, por considerar que es muy malo para la salud. Ahí le sale el ramalazo de cuando fue ministra de Sanidad y se hizo la foto en “Vogue”. Y el ministro de Fomento, en este caso José Blanco, se consagra en cuerpo y alma a proclamar a la rosa de los vientos que en España los impuestos que pagamos son bajos y que es necesario subirlos para acercarnos más a Europa.

Aquí solo falta ya que la ministra de Igualdad nos confeccione los Presupuestos Generales del Estado durante la próxima década, y que José Blanco, por imitar a don José Echegaray, se dedique a dar conferencias sobre problemas de geometría plana, o a recomendar a los maestros que en las escuelas se tome “El gran Galeoto” como libro de lectura para niños. Es un drama en verso, pero no importa. En este país, sobre el que dijo Alfonso Guerra que “no lo va a reconocer ni la madre que la parió”, ya se está cumpliendo su profecía. Los ministros cambian de papeles y la princesa de Asturias ha salido contestona. Como señala Jaime Peñafiel en el periódico digital “República de las Ideas”, “siempre parece ser ella, por su protagonismo, la titular y el príncipe, el consorte”. Vamos, que por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas, tralará…

lunes, 16 de agosto de 2010

Zapatero, o el género bufo

Vamos a ver: cuando un trabajador está en paro, situación por él nada deseable, tiene derecho a unas prestaciones que por ley le corresponden. Además de ello, el trabajador cobra ese paro que antes ha estado pagando en una nómina, exactamente en el apartado “contingencias comunes, desempleo y formación profesional” dentro del “Grupo” por el que cotiza un tanto por ciento sobre la “Bases reguladora”. Es decir, el Estado no le regala nada al trabajador cesado. Por otro lado, es inadmisible a todas luces que este Gobierno, que se llama socialista, pretenda sancionar al trabajador en paro que no hagan cursos de formación desde el primer día. Estamos de acuerdo que existen trabajadores no cualificados, a los que no les vendrían nada mal unos cursillos sobre aquello que sean capaces de aprender sin excesiva dificultad. Pero en el mercado de trabajo existen verdaderos profesionales que, sencillamente, se encuentran en paro como consecuencia de egoístas amortizaciones de plantillas hisopadas y bendecidas desde el Ejecutivo, como por ejemplo en RTVE, en RENFE, en la Banca Privada, o en Telefónica. Y estoy refiriéndome a técnicos especialistas, a ingenieros de telecomunicaciones, etcétera. Por otro lado, lo que desconocen muchos españoles es que el Ministerio de Justicia permite, con más frecuencia de la deseada, que simples licenciados en Derecho que hayan aprobado un test previo, (necesario para poder “cantar” los temas extraídos al azar y con cronómetro en mano, en la durísima oposición para conseguir un puesto de funcionarios del Grupo A, es decir, jueces, secretarios judiciales y fiscales), ocupen dichas plazas como jueces sustitutos, secretarios judiciales sustitutos y fiscales sustitutos. Y eso es algo que considero muy serio. En suma, el Gobierno que preside Rodríguez Zapatero no puede de ninguna de las maneras sancionar a los parados que no hagan cursos desde el primer día. Eso sería un abuso de autoridad, una falta de respeto hacia la persona despedida de su empresa y una desconsideración hacia el trabajador cesante que ya había pagado de antemano el seguro de desempleo. Pero claro, hay que hacer que las cuentas cuadren de cara a Europa. En España existen casi cinco millones de parados y, por supuesto, cuando un cesante se apunta a un cursillo, aunque sea sobre la forma de anidar de los cernícalos, automáticamente desaparece de las abultadas listas del paro. Al Gobierno, según parece, le importa un rábano cómo se lo monta una familia para llegar a fin de mes. Lo que ansía es poder reducir las estadísticas. Y, de momento, es la única fórmula que conocen. Rodríguez Zapatero es un maestro en el arte de la astracanada. Este político del género bufo teatraliza la realidad y hace continuo uso del retruécano. ¡Qué pena de hombre!

Ahí me duele

Ceuta y Melilla son parte intrínseca de España. Sobra todo comentario. Hay que terminar de una vez por todas con el vergonzoso “trágala” al que está sometiendo el actual Gobierno a los ciudadanos de ambas ciudades autónomas. La primera obligación del Ejército es el mantenimiento del orden constitucional. Todavía está en la mente de los españoles que conocimos el franquismo de cerca, la vergüenza que supuso para nuestras tropas tener que salir del Sahara con el rabo entre las piernas, como un ladrón que acabase de atracar un banco armado con una inocua pistola detonadora. A Marruecos se le encendió la bombilla de la ocupación del Sahara Occidental el día que descubrió la importancia que suponía poder disponer a su albedrío de los fosfatos de Fos Bucráa. Recuerdo que, en aquel entonces, la opinión de los medios oficiales de Madrid, con Franco muriéndose, era que “el territorio no merecía que se derramase una gota de sangre española y que había que llegar a un acuerdo con Marruecos”. Y en medio de aquel cambalache se encontraba el F. Polisario inmerso en su amargura y la “Marcha Verde” avanzando detrás de las furgonetas con refrescos. Aquellos “romeros”, a los que se les administraba diariamente una lata de sardinas, una ración de carne, un chusco de pan, agua y dos tazas de té, avanzaban en la esperanza de que la marcha no fuese inútil, como inútil había sido la movilización de millares de tunecinos hacia Bizerta en 1961 y la que se llevó a cabo cuando más de 30.000 voluntarios atravesaron el desierto libio hasta la frontera de Egipto, para tener que regresar a Benghazi. La España de Arias Navarro mandó a negociar al charlatán José Solís y colorín, colorado…

Pero ahora, 35 años después de aquella pusilánime estampida, la situación de nuestro país ha cambiado. En mi opinión, al no existir ni por asomo ni excrecencia ni carúncula alguna de la Dictadura que siguió a una atroz guerra civil; y al disponer de una Constitución consensuada, de un sistema parlamentario democrático y de una plena integración en la Comunidad Europea, resulta inverosímil para cualquier ciudadano medio que España deba negociar de tú a tú con un Estado, el marroquí, que por una “real rabieta” retiró a su embajador hace siete años y donde avasalla a sus súbditos, que no ciudadanos, un régimen tiránico ejercido por Mohamed VI (que se considera primo del rey Juan Carlos) al más genuino estilo medieval. En consecuencia, el Gobierno de España que preside Rodríguez Zapatero está en la obligación de dejarse de paños calientes y ejercer el tiempo que le quede de mandato una política exterior de forma coherente. Es necesario dejar de utilizar una política de tanteo un día sí y otro también. Los españoles de ninguna manera somos “muñecos del pim pam pum, toma lacasitos…” En suma, España es según reza la Constitución de 1978 una Democracia Parlamentaria. Lo que no se puede ni se debe es utilizar la capa de la Democracia para solapar con su recubrimiento una oligarquía de partidos del peor estilo. O sea, o cambiamos la Constitución, o exigimos listas abiertas, o tiramos por la calle de en medio mandando al carajo a los politicastros que nos han tocado en suerte. Basta de marear la perdiz.

sábado, 14 de agosto de 2010

Falta vergüenza torera

Este verano parece como si se nos hiciera más largo. Me van a perdonar, pero al césar hay que darle lo que es suyo. Y hoy, excepcionalmente, creo que voy a estar de acuerdo con el nieto de Muñoz-Seca, en su artículo de La Razón. También con Ángel Expósito, responsable de ABC. El primero de ellos, en su artículo “¿Y los barcos?”, refiriéndose al desabastecimiento de la ciudad de Melilla, escribe: “Una nación seria no permitiría esta situación de abandono ni un solo día. Si hay que llenar el ‘ferry’ Málaga-Melilla de alimentos, se hace”. El segundo, en “El director responde”, en apenas seis líneas manifiesta: “Da igual que el Gobierno español haga de Don Tancredo o que el Rey llame por teléfono a Mohamed VI. Siempre hay detrás política interna marroquí (…) ¿de verdad las Fuerzas de Seguridad marroquíes pueden dar lecciones de derechos humanos a la Guardia Civil o la Policía española? (…) A perro flaco todo se le vuelven pulgas.” Manuel Martín Ferrand, en “Dos ministros volátiles”, dentro de las páginas de opinión de ese mismo diario, comenta: “Lo sorprendente es la escasa finura, abundante confusión y generalizada torpeza con que vienen actuando los gobiernos que se han sucedido al amparo de la Constitución del 78 en relación con nuestro vecino del Sur. (…) Franco ya no agoniza”. Mónica Ceberio, en El País, imprime algo que preocupa: “El silencio o el perfil bajo es una táctica deliberada del Ejecutivo para evitar adentrarse en una espiral de reproches que desemboque en una crisis. Lo era antes de que don Juan Carlos llamase, el miércoles, al rey Mohamed VI y lo sigue siendo ahora.” Hay otros comentarios en diversos medios más modestos. Desde Rufo Gamazo en El correo de Zamora, hasta José Cavero en Diario de Teruel. En mi opinión, tanto Moratinos como Pérez Rubalcaba deberían exponer algo coherente a los ciudadanos, aunque sólo fuera por vergüenza torera.

jueves, 12 de agosto de 2010

Los cambios de Cañizares

Ahora resulta que Antonio Cañizares, prefecto de la congregación para el Culto Divino, quiere que los niños comulguen antes de los siete años. Recuerdo que a mí siempre me contaron que el uso de razón en las personas comenzaba a partir de esa edad. En fin, sus razones tendrá el prefecto Cañizares para pretender que se adopte ese criterio. Lo que ya no sabemos es si tales niños comulgantes, los comulgandos, (perdonen la palabreja no contemplada todavía por la RAE) se acercarán “el día más feliz de su vida” al altar con guardarropía de Cornejo; es decir, de marinerito blanco, de almirante Cervera y con más entorchados que un portero de hotel, de agustino recoleto, o de infanzón de Castilla; o si, por el contrario, podrán envolverse con sus ropas habituales, esas de los anuncios del Cortinglés, de pantalones anchos y tiro caído, camiseta donde está estampado el negro toro de Osborne y zapatillas de loneta. Otros optarán, supongo, por llevar “la roja”, siguiendo los deseos de su progenitor, muy forofo del fútbol. Ahora viene otra cuestión. Yo me pregunto, ¿y esos tres años previos que tienen que hacer de catecismo los niños antes de recibir el sacramento, se reducirán? ¿Pasarán de ser licenciados en el Astete a diplomados en el Ripalda? El prefecto Cañizares tiene la palabra. Pero, ¿y en el restaurante? ¿Les pondrán a los niños un buen lechazo al estilo de Aranda de Duero, o les abrirán la boca sus madres para meterles un “potito Bledine”? ¿Y qué me dicen de los regalos? ¿Pasarán de la “Playstation”, regalo habitual del padrino, al sonajero? ¿Y si se ahogan al intentar tragar la hostia? ¿Las harán del tamaño de los “conguitos”? El prefecto Cañizares supongo que sabrá que una cosa es el "fiat volutas tua" existente en su escudo y otra muy distinta el ¡fíate de la Virgen y no corras…!

martes, 10 de agosto de 2010

Cateto a babor

Estamos en verano y aunque las noticias escasean no está en mi ánimo escribir hoy sobre pendones ni simpecados, esos catavientos que tienen las cofradías para guiar las procesiones. Pendón, del latín pendere, estar colgado, hace referencia a los distintivos. Pero sí deseo, aquí y ahora, referirme a un nuevo tipo de pendón, cuya acepción todavía no está contemplada en el diccionario de la RAE. Me refiero al pendón de Málaga, que no es un confalón al uso ni tampoco una grímpola. Se trata de un tipo vocinglero y con trazas de matón-kikí aupado a la Presidencia de la Diputación de Málaga, de nombre Salvador Pendón; que no salva, pero que sí está colgado, o sea, frustrado en sus esperanzas y deseos. Este Pendón, pero del pendón verde, sólo tiene de verde que le gusta humillar a los miembros de la Guardia Civil, que visten de verde. No saquemos las cosas de quicio, que el “motín del pendón verde”, como bien saben los sevillanos, fue un levantamiento popular que tuvo lugar en Sevilla el 8 de mayo de 1521, con motivo del hambre que padecían los vecinos del entorno de lo que hoy es la calle Feria. Este presidente de la Diputación de Málaga, al que hago referencia, es como un clon de Marianico el Corto, pero con mala uva, supongo que verdejo. Pero, a lo que iba, moreno. El tal Pendón, militante del PSOE, no tuvo mejor ocurrencia que acudir el pasado sábado a Álora para estar presente en el tradicional concurso de sopas perotas organizado por las asociaciones de vecinos. Y Pendón estuvo tomando unos cuantos vinos, no sé si peleones, para terminar engallitándose frente a una pareja de la Benemérita que “se cruzó en su camino” y que se encontraba realizado labores de seguridad ciudadana en el evento. Para mí que el tal Salvador Pendón, alumbrado por los efectos etílicos y con la pretensión infantil de darse cierta importancia frente a sus amigos, lanzó toda su furia contra los servidores del orden por el hecho de no cuadrarse y hacerle el saludo reglamentario. Según leo en ABC de Sevilla, “esta no es la primera vez que Salvador Pendón protagoniza un episodio violento. La Audiencia Provincial de Málaga confirmó en marzo de 2008 el fallo previo del juzgado de Instrucción número 14 de la capital en el que se le condenaba por agredir al ex concejal del PP Manuel Campano”. El conocido como jefe del “clan de los catetos” es uno de los barones socialistas en Málaga. Siendo Alcalde de Ardales, este “cateto a babor” perdió la Alcaldía en las pasadas elecciones municipales frente a Falange Española. Vamos, que para pendón, el de Málaga, más conocido que los boquerones.

lunes, 9 de agosto de 2010

Un español en la diáspora

Repasando los periódicos del día, observo que no ha trascendido suficientemente en la prensa conservadora la reciente muerte en Cuernavaca de Juan Marichal, el hombre que más hizo por recuperar la memoria de Manuel Azaña. Personalmente solía leer sus numerosos trabajos, todos de enorme calado, en “Historia 16”, la revista que durante mucho tiempo adquiría semanalmente. Repasar su fructífera vida en este modesto blog no está en mi ánimo. Cualquier ávido lector puede pasearse por su dilatada vida con sólo entrar en las páginas de internet. Marichal conoció a fondo los adentros de ese Manuel Azaña casi desconocido para muchos españoles: su unión en 1905 a la redacción del semanario satírico alcalaíno “La avispa”, publicado por su amigo Antonio Fernández Quer; su etapa de funcionario en la Dirección General de los Registros y del Notariado del Ministerio de Justicia por oposición ganada en 1909; sus recuerdos de los agustinos de El Escorial, su fijación sobre los Comuneros de Castilla, su época como presidente del Ateneo de Madrid, etcétera. Nos ha dejado el discípulo de Américo Castro. El autor de “La vocación de Manuel Azaña” (1968) era en la actualidad viudo de la hija de Pedro Salinas, Solita Salinas, fallecida en noviembre de 2007. Descanse en paz.

domingo, 8 de agosto de 2010

En la ciudad desierta

Es curioso. En España son los inmigrantes quienes recogen la fruta de los árboles. Con casi cinco millones de parados la situación parece rara. Bueno, es rara. ¿Qué ocurre? Nada. El español medio es modesto pero en nada jilipollas. En nuestro país los turnos de trabajo, que yo sepa, son de ocho horas a pleno sol; y las contrataciones, a veces, de dudosa legalidad. El precio medio de trabajo es de 5’3 euros/hora. En Francia es diferente. La jornada es de 35 horas semanales, de lunes a viernes. El precio medio es de 8’86 euros/hora. Si se trabaja más tiempo, el exceso se considera horas extraordinarias. Ahora se comprende el motivo por el que hay 14.000 temporeros españoles vendimiando cada año en el país vecino. España, por desgracia para nosotros, es el segundo Estado de la Unión Europea con mayor porcentaje de contratos temporales. Precisamente hoy, en su artículo en diario ABC, “Pobreza encubierta”, Ignacio Camacho pone el dedo en la llaga sobre nuestra penosa situación. Copio sólo algunos párrafos: “En la ciudad desierta por las vacaciones se les ve acudir a las parroquias (…). Visten con decoro pero sus ropas modestas están algo gastadas y sus camisas raídas por los puños o el cuello (…). Hombres maduros de pelo canoso que ya no valen una oportunidad en el escaso mercado de trabajo; mujeres casi ancianas que viven solas y a las que ya no alcanza la exigua pensión; matrimonios mayores que vivían del socorro de unos hijos que ahora no pueden detraer dinero de unos ingresos que no cubren la cuarta semana del mes. Buscan discretamente un auxilio económico para pagar la hipoteca, para evitar el embargo, para saldar las deudas con la frutería o el supermercado. Les llaman pobres encubiertos”. Vale. Hasta aquí. No merece la pena seguir narrando la lenta agonía de un pueblo que está perdiendo la sonrisa a chorros, empobrecido de forma galopante a costa de un Estado. Ya no sirven de mucho las “buenas” intenciones de un Gobierno quemado ni los discursos navideños del Rey de España llenos de buenas intenciones, en un vano intento de insuflar esperanza de cara al futuro. Cuando el hambre crece, de nada sirven buenas palabras. Alguien tendrá que solucionar este sindiós. Espero que sea antes de que la chaqueta nos venga grande.

viernes, 6 de agosto de 2010

Pavón, Marcello, o ¿qué hay de lo mío?

A Aurora Pavón la conocía del diario ABC aunque nunca dio la cara. Se escondía entre bambalinas, como hace la mujer de Rodríguez Zapatero en la Moncloa. Ninguna de ellas se deja fotografiar. A Aurora la leemos en Republica de las Ideas y algunos tomamos buena nota de lo que cuenta. Algo parecido a lo que acontece con el perrito Marcello. A Aurora Pavón y a Marcello también los leen muchos políticos cuando, aprovechando cada receso en el Congreso, comentan a sus vecinos de escaño que salen a tomar café. No van a tomar café. Se meten dentro de sus respectivos despachos de la Carrera de San Jerónimo para abrir internet y leer lo que cuentan Aurora y Marcello, la bella columnista y su perrillo faldero. Iba a decir columnistas fantasmas, pero no, no son espectros. Aurora Pavón fue la novia de Germán Yanke hasta que rompieron. Antes, a Aurora le había echado los tejos Anson, cuando Anson era Ansón, con tilde, no había sido nombrado académico de la Española, bebía los vientos de los Luca de Tena y escribía su “canela fina”, con la que luego impregnaría el arroz con leche de La Razón, para más tarde aterrizar en El Imparcial, donde, según cuentan Forcada y Lardiés en su libro: “Allí, Anson goza de un engalanado despacho al que acude todos los días del año y por donde pasan decenas de individuos de lo más variado para visitarle, entrevistarle, rogarle trabajo y proponerle proyectos”. El hecho de haber sido alguien de fuste en la órbita de los Cuarenta de Ayete le proporciona un aura solemne. Marcello es un perrillo sabio y aplicado. Su amo, Pablo Sebastián lo saca todas las mañanas a husmear por la calle de Zurbano y adyacentes, donde Marcello echa varias meadillas en los troncos de los árboles a pata alzada y aprende de lo que lee cuando olfatea cerca de los quioscos de prensa. Más tarde lo cuenta en la redacción a base de ladridos, que su dueño traduce divinamente sentado en el ordenador. Pero, como no conoce del todo el lenguaje de los perros, le ayuda en las traducciones José Oneto, antes de marcharse a la peluquería para que le arreglen el faldoncillo de pelo rubio sobre medio rostro, que para eso conoce medio mundo y cuenta con mucho desparpajo, o sea.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Entre pijos anda el juego

Si bien el catecismo del padre Astete servía para instruir a los colegiales en su más tierna infancia sobre las verdades emanadas en el seno de la Iglesia Católica y sobre las naturalezas, entendimientos y voluntades existentes en Jesucristo, resulta que por estos pagos ha brotado una señora, de naturaleza absolutamente pija, escaso entendimiento y voluntad firme a la hora de ensalzar el bienhacer de Franco, como quedó demostrado en la entrevista que El Mundo le hizo hace pocas fechas a Carmen Lomana, viuda de Capdevila. En esa conversación llamaba necio a Rodríguez Zapatero, expresaba que los funcionarios son unos vagos de tomo y lomo, dejaba claro que admiraba a José María Aznar por haber colocado a los españoles al lado de los anglosajones (supongo que se refería a la guerra de Irak), que somos españoles y cristianos, y que el Generalito de los milicos “ganó una guerra (…) el que gana hace de su capa un sayo (…) hizo lo que creyó mejor para España (…) y sus familia está sin un duro, etcétera.”. Ahora, la estrella del papel couché, la amante del topless a sus sesenta y dos años, la Carmenchu que acabará haciendo un anuncio de Porcelanosa al alimón con La China filipina, disfruta de un 'reality show' en una cadena de televisión privada, donde enseña buenos modales a una serie de tipos de baja estofa sacados de un casting y que se prestan a su juego. (Conste que lo de baja estofa lo apunto por el hecho de que alguien pueda prestarse a hacer determinados papeles televisivos de vergüenza). Esta leonesa, que dice ser vasca, comentaba al periodista Carlos Pérez Gimeno con motivo de la fiesta que dio en La Tirana marbellí en su último aniversario, que "por suerte siempre mi familia ha vivido muy bien y toda mi vida he ido al colegio en coche, me llevaba el mecánico". Llamar al chófer mecánico sólo lo decían los antiguos indianos de La Habana, las señoras que hacían descomunales porquerías con los perros y Josemi Rodríguez-Sieiro, otro que tal baila. Ahora, por lo que observo, lo copian los pijos recalcitrantes y, como dejó plasmado Cela en su “Rol de cornudos”, “aquellos que juegan al tenis con la cuerna”.

lunes, 2 de agosto de 2010

De Madrid al cielo

A Esperanza Aguirre no le importa mucho que Gómez pueda ser candidato por el PSOE a la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre a quien teme como a un ciclón es a UPD, el partido de Rosa Díez. Imaginemos por un momento que se presenta José María Fidalgo y le resta escaños al PP, y que los socialistas salen “rapados” en el embroque del astifino en las urnas. Dada la situación, “negocian” la ayuda de otro partido que se supone en alza; es decir, Izquierda Unida. Resultado: ganador el PSOE. Para mí, Gómez es tan candidato idóneo como lo pueda ser la actual ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, cuyo “valor se le supone”, pese a que en su currículo consta a letras de fuego el antecedente siniestro de haber resultado derrotada por Ruiz Gallardón para la Alcaldía. De acuerdo que es una espina clavada en el garganchón socialista, pero, puestos a hablar de espinas, de pinchos y de raspas atravesadas, fue mucho peor el rejón de muerte que le aplicaron al PSOE con la compra de los tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Aquello si que fue lastimoso. El PP, a mi criterio, es especialista en jugar a un póker con cartas marcadas. Cuando no se compra a sinvergüenzas, como fue el “tamayazo”, se mete bulla para que se procese a un ganador. Y estoy pensando ahora en Demetrio Madrid, miembro del PSOE que ganó las elecciones en Castilla y León y se convirtió en el primer presidente de la Junta en 1983. Sin embargo, unas falsas acusaciones sobre un caso de justicia laboral en una empresa de su propiedad le hicieron dimitir de su cargo tres años más tarde. Fue procesado, dimitió y así comenzó Aznar su andadura, con soberbia bananera, bigotillo recortado a lo Jorge Sepúlveda, caudillismo trasnochado y alzas en los zapatos. Un Napoleoncito repolludo que, a la pregunta de los periodistas sobre si podría contarles en qué fecha viajaría el Rey a determinado país, contestaba sin despeinarse y sin mover el labio de arriba: “Irá cuando toque”. En 1989, como no podía ser de otra manera, Demetrio quedó absuelto de todos los cargos que se le imputaban. Está claro, en cualquier caso, que de haber varios candidatos socialistas para una misma poltrona, serán necesarias unas primarias. Así se hacen las cosas en democracia, es decir, sin “cuadernos azules” -¿azul-mahón?- y sin ternas para que un presidente autócrata elija a su antojo, como sucedió con Rajoy, Rato y Mayor Oreja. Eso de las ternas y las designaciones a dedo quedaba muy aseado en tiempos de Franco, a la hora de sacar alcaldes afectos al Régimen en los pueblos, nombrar obispos para cubrir diócesis y elegir procuradores en Cortes por el Tercio Familiar, con chaquetillas blancas y todo eso. Pero el involucionista Aznar, que se pasa el día achuchando a tirios y a troyanos desde FAES y desde la prensa extranjera, sabe mucho de esas trapacerías de la caverna. Contó desde muy joven con excelentes maestros de la cosa patria.

domingo, 1 de agosto de 2010

Profetas mayores, menores y mediopensionistas

La amenaza de Urkullu nos produce estupor. Sus palabras son semejantes a las de aquel profeta que anunciaba la caída del Templo de Jerusalén, donde n o iba a quedar “piedra sobre piedra”. Enseñar los dientes a estas alturas de la Legislatura con la “posible caída del Gobierno” más que un vaticinio parece una evidencia. A los españoles nos ha brotado un Nostradamus de la misma manera que a Zapatero le ha retoñado un Gómez en el culo. Si ZP no se compromete con el autogobierno del País Vasco, “recogerá sus frutos”. Si Gómez no se retira como aspirante para presidir la Comunidad de Madrid, el PSOE lo seguirá teniendo “muy crudo”. Si no se profundiza en el Estatut, ZP se quedará sólo frente a los Presupuestos. O sea, hay que ayudar al PNV, o la formación política heredada de Sabino Arana quitará su apoyo a los socialistas en el Congreso. Parecido mensaje, aunque con otras palabras, al lanzado por Artur Mas en El Vendrell: "La incomprensió de l'Estat ens obliga a agafar altres camins, perquè Catalunya vol llibertat". Vamos, que a este Gobierno no le salva ni Dios. Ni las últimas encuestas serias de Metroscopia (donde se recortan posiciones respecto a la intención de voto entre PSOE y PP en 3’1 puntos) sirven, cuando todavía falta año y medio para los próximos comicios; tampoco, un viaje de barones socialistas a Fátima implorando un milagro; ni queda tiempo suficiente como para “fabricar” a toda prisa una leyenda, como la de Jonás comido por un pez, y que cuele entre los españoles indecisos. Las profecías a veces se malogran. Pero, por encima de la intención de voto, de los milagros en grutas y de las patrañas, están los proyectos políticos. Y por estos pagos, el PSOE ha perdido la aguja de marear y el PP carece de fórmulas alternativas de gobierno. Rajoy, sin cinturón de seguridad, mira al cielo para que una granizada de última hora no le estropee la cosecha. Mientras, ciertos colaboradores diarios de la prensa de la caverna se limitan a llenar papel con tinta “azul mahón”, con glosas conmovedoras al más rancio estilo de Antonio Izquierdo.