miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cuidado con los rateros

La funeraria Baumgardner de Los Ángeles no tiene desperdicio. Ahora pretende subastar el próximo 16 de diciembre la caja de pino que contuvo el cadáver de Lee Harben Oswald, presunto asesino de John F. Kennedy, hasta octubre de 1981. Y pone un precio de salida de 1.000 dólares. Como dijo Belmonte: “hay gente pa’tó”. Otro día veremos, no tardando mucho, otra subasta con el revólver de Jack Ruby, un liguero de Marina, la mujer de Oswald, o el traje de la primera comunión de James Files, al parecer el único autor confeso, quién afirmó años más tarde haber dado muerte al trigésimo quinto presidente de Estados Unidos. A este lado del Atlántico a algunos “gorriones de canalera” les preocupa más la filtración de documentos diplomáticos de Wikileaks. Para Aznar son “unos cotilleos”. Para mí se trata de cierta información, de la mucha que existe, comprada por determinados periódicos. De investigación periodística, nada. Pero sí, seguro que son unos simples “cotilleos”, ya que los mensajes serios suelen ir cifrados. Sin embargo, esos datos conocidos están poniendo muy nerviosos a De la Vega, al Fiscal General del Estado, a Moratinos, a ciertos jueces y, como dicen los cursis, a un largo etcétera. De momento España no está en condiciones de pujar por el ataúd de Oswald, salvo que al descuido, la ministra de Economía le “chorice” la cartera al primer jubilado que haya cobrado la pensión en el banco y se pare en un escaparate de la Gran Vía. No en la “Gran Vía” de la zarzuela de Chueca y Valverde, donde se canta eso de “soy el rata primero, y yo el segundo, y yo el tercero…”, sino en la flamante y centenaria Gran Vía madrileña, la embellecida por Gallardón. Ya se dice por la Citi que “España pronto será insolvente”. Conque, ¡ojo a la cartera!

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