lunes, 31 de enero de 2011

Museos


Yo estaba en la creencia de que a los españoles se nos engañaba en los mítines políticos, en el peso de la compra y en la adquisición de esas pulseras y parches de titanio capaces de hacer desaparecer el dolor de aquel que lo usa. Y desde los púlpitos. Pero nunca pensé que se nos pudiera engañar en las visitas a los museos. Por lo visto, también. Ahora un juez ha ordenado que sea retirado un piano que todos creíamos que había sido usado por Federico Chopin en Valldemossa durante su estancia en Mallorca, en 1838. Tampoco se conoce con seguridad qué celdas ocuparon el músico y George Sand. Algo similar a lo que sucedió con las celdas de los hermanos Bécquer en el Monasterio de Veruela. Nadie lo sabe. Hombre, entiendo que no es necesario que aparezca la firma de un notario junto a cada cuadro del Prado, o sobre cualquiera de los adminículos depositados en el Museo Romántico, pongamos por caso la pistola de Larra. Aunque uno ya no sabe a ciencia cierta qué es verdadero y qué es falso. De hecho, cada vez que yo visitaba el Museo del Ejército en su ubicación madrileña, miraba cuidadosamente una espada donde en un cartelito rezaba que era una de las espadas de Rodrigo Díaz de Vivar. Lo que nunca supe, y doy por hecho que nunca sabré, es si tal espada se trataba de Tizona o de Colada. Tampoco supe si se trataba de una de las espadas utilizadas al servicio de Sancho II de Castilla, o siendo caballero de confianza de Alfonso VI, o estando al servicio de la Taifa de Zaragoza, o una de las que llevó en la conquista de Valencia. Pasado el tiempo me enteré de que aquella espada no estaba demostrado que tuviese que ver con el Cid Campeador. ¿Serán auténticos los exvotos, cartas, cabellos, partituras, dibujos de los hijos de Sand que se muestran en visitas culturales, previo pago? Cualquiera sabe. A veces las cosas no son como las pintan.

domingo, 30 de enero de 2011

La maquinaria de un reloj de sol


Los fines de semana, al disponer de más tiempo libre, pongo más atención en la lectura de la prensa. Y como resulta que vivo en Zaragoza, comienzo el día con la lectura de Heraldo de Aragón, un periódico local que dice ser “diario independiente” cuando, curiosamente, durante todo el periodo del franquismo puso en su cabecera “diario de la mañana”. Pero no está hoy en mi ánimo dudar de la independencia de un diario propiedad de una familia y de dos cajas de ahorro aragonesas que, curiosamente, se confecciona en el Paseo de la Independencia, 29. La independencia de cualquiera de los diarios españoles “se le supone”, como quedaba plasmando en la Cartilla de Reclutamiento en lo que hacía referencia al valor, esa cualidad con nombre de chocolate agregada a las características tangibles de todo individuo de cara al convivir pacífico. Y hoy, Heraldo de Aragón llegó a los quioscos zaragozanos con bastante capacidad de distracción, sin duda por el cierre de filas del PSOE en torno a Zetapé en la Cumbre Socialista, una cumbre para empinar al que los barones ya se le han enclavado el puente de plata. Pero, al margen de frases aparatosas (Blanco: “nunca conocí a un socialista mejor”) y vuelos de incensario (Chaves: “la grandeza del liderazgo de Zapatero…”), me entretengo en leer un artículo a toda una página impar de Manuela Catalán, profesora de la Universidad de San Jorge, titulado “Año nuevo, Ortografía nueva”, donde hace un análisis (en el que no aporta nada nuevo) sobre el tocho infumable de 800 páginas que acaba de editar la RAE. De cualquiera de las maneras, a diario Heraldo de Aragón le trae al pairo la nueva Ortografía de la Real Academia, como demuestra en su página 26, al referirse a una noticia de Huesca, que dice: “Casi un año para sentenciar una demanda por deshaucio”. No es la primera vez que leo la palabra desahucio (de des y ahuciar) en ese diario con la novena letra del abecedario y séptima de sus consonantes (hache) que hoy no tiene sonido mal situada, pero que “canta” en el un texto en cuestión cuando se coloca fuera del lugar que le corresponde, en este caso en su tercera acepción referente al término jurídico del verbo. Pero, dejando a un lado ese “lapsus” (en este caso, del redactor Rubén Darío Núñez), sí choca otra noticia que leo en la página 16, bajo el título “Convenio para acondicionar el parque de Oriente”. Me parece importante que “el Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Centros Especiales de Empleo de Aragón para Personas con Discapacidad suscriban mañana un convenio para acondicionar el parque de Oriente y el entorno del reloj solar”, como dice la noticia. Lo que ya no comprendo es lo que viene después: “El acuerdo contará con una primera fase para retirar la escalera metálica (¿) y una segunda para concluir la maquinaria del reloj”. Ya me explicará el director de Heraldo de Aragón, si lo tiene a bien, en qué consiste la maquinaria de un reloj de sol. Carezco de las neuronas suficientes como para entenderlo.

sábado, 29 de enero de 2011

Llenos de buenas intenciones


En mi artículo de ayer manifestaba mi desacuerdo con unas recientes declaraciones del obispo Martínez Camino. Hoy no pienso continuar opinando sobre el talante de este clérigo, cuya manera de pensar está a años luz de la mía. Sin embargo, leo un artículo de Gerardo Rivas, en Libertad Digital, que no puedo pasar por alto. Con mucho ingenio, Rivas compara a la Iglesia Católica con la “coca-cola”, en la manera que han conseguido ambas “empresas” adaptarse al gusto del consumidor. El refresco creado en una farmacia de Atlanta, concebido en un principio como alivio del dolor y aplacamiento de las náuseas, se ha transformado, pasados los años y por personas codiciosas, en la bebida más consumida en el mundo. En su diversificación (“coca-cola” normal, Light, Diet, Zero, etc.) ha radicado, posiblemente, la clave de su incuestionable éxito. “El Catolicismo -según comenta Rivas en su articulo- nació también con un marcado efecto benéfico sobre las personas. Un Dios que se hizo hombre para salvar a la Humanidad del pecado original y transmitir un mensaje de esperanza a los más desfavorecidos. Una religión que se difundió, en un principio, como la panacea para los desheredados de la Tierra y oprimidos por el poder pero que, una vez alcanzada cierta notoriedad, fueron los propios poderosos los que decidieron expandir sus creencias por el orbe entero. Y es que éstos descubrieron las inagotables capacidades que tenía esta religión para conquistar el juicio de la población mediante la intimidación, el miedo y, sobre todo, a través de la “confesión” que libera a los fieles del sentimiento de culpa a cambio de informar a las personas adecuadas de sus más íntimas miserias”. O sea, que el éxito de la Religión Católica y, también, del resto de las religiones monoteístas, supongo que estriba en el miedo que siente el hombre ante el hecho cierto de la muerte. Al final de su artículo, Gerardo Rivas hace una comparación en forma de pregunta: “¿qué les parece a los lectores -católicos o no- la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en comparación con la que le están organizando a Benedicto XVI para cuando acuda a Madrid el próximo mes de agosto a celebrar la Jornada Mundial de la Juventud 2011? ¿Cómo valoran que todo un Dios entre en la ciudad sagrada a lomos de un asno que previamente había sido choriceado -evangelio de Lucas 19:28-44- y que su humilde representante en la Tierra organice un evento que tendrá un presupuesto de 50 millones de euros y que contará con siete ministerios a su servicio (Exteriores, Trabajo, Cultura, Interior, Defensa, Fomento y Presidencia)?”. Mi personal valoración es muy negativa en lo que respecta al gasto innecesario. Claro, si tal evento en pleno ferragosto y en un descampado se dulcifica con “coca-cola” y con “fanta naranja” para mitigar la sed, todos ganarán, o sea, los fieles asistentes al adoctrinamiento colectivo y las dos multinacionales. La “coca-cola” y el Catolicismo no cabe duda que nacieron con un marcado efecto benéfico sobre las personas. También las cajas de ahorro. Y es obvio comprobar por dónde han derivado.

viernes, 28 de enero de 2011

Martínez Camino, Canales y Puertos


Leo en el diario ABC, esa hoja parroquial surgida tras la boda canónica entre el Grupo Correo y Prensa Española, que Juan Antonio Martínez Camino, secretario de la Conferencia Episcopal, ha señalado que “uno de los elementos que tienen que ver con la crisis es la política poco favorable al matrimonio y la familia”. Eso es como si yo digo que la crisis económica se debe al deshielo en Groenlandia. Este obispo confunde el culo con la velocidad y el tocino con las témporas. Por otro lado, el obispo auxiliar de Madrid atribuye esas declaraciones de Martínez Camino, sin quitarle una tilde, a Benedicto XVI. ¿En qué quedamos? Lo dice el Papa o lo dice Martínez Camino? Si les digo la verdad, ya me estoy haciendo con la picha un lío. Bueno, tampoco importa mucho a quién de ellos se atribuyen estas perlas cultivadas. Más adelante, Martínez Camino, Canales y Puertos dijo textualmente, y así lo transcribo, que “no se pueden comparar las estadísticas entre los matrimonios civiles y canónicos. Apenas tienen nada que ver. Las estadísticas no reflejan la realidad porque comparan peras con manzanas. ¿Por qué hay más matrimonios civiles? Porque se pueden repetir cuatro veces al año. Además es un contrato entre cualesquiera ciudadanos por tres meses, un contrato mucho más leve que contratar un servicio de telefonía móvil. El matrimonio en España ha dejado de existir en la ley y se ha convertido en una cosa deletérea, irracional y totalmente perjudicial para el bien común”. En resumen, que si una pareja no se casa por la iglesia y lo hace por lo civil convierte su boda en algo que, además de malsano, perjudica el bien común. ¡Átame esa mosca por el rabo!

jueves, 27 de enero de 2011

Íñigo de la Serna


En este país, donde los amigos de lo ajeno parece que fuesen los alcaldes, como consecuencia del habitual despilfarro del dinero del contribuyente, aparece un alcalde, el de Santander, dispuesto a perseguir a un delincuente como si se tratase de un actor de la serie televisiva “Corrupción en Miami”. El alcalde en cuestión, Iñigo de la Serna, joven y apuesto ingeniero de caminos, siguió el pasado martes en su coche oficial a un muchacho que acababa de sustraer ropa en la tienda “Stradivarius”. El caco de poca monta, perseguido a corta distancia por el empleado de la tienda y por el coche oficial, pudo ser retenido junto al segundo Hotel Bahía, el primero se desplomó, y muy cerca del Banco de España, que tampoco es ya Banco de España ni nada que se le parezca. El coche oficial al servicio de don Iñigo cerró el paso al raterillo y el guardaespaldas, un policía municipal de paisano, le tomó del brazo y lo retuvo hasta que llegaron otros policías, esos que vemos en las películas de policías y ladrones, con el consiguiente estupor de los viandantes, que no sabían muy bien lo que sucedía, si es que se estaba rodando una película en la que el alcalde hacía un cameo, o estaban asistiendo en vivo y en directo al rodaje de un capítulo de “Vivir cada día” en tierras montañesas. Pero, como decía La Codorniz en su “Cárcel de Papel”, “al ser considerado un delito de menor cuantía no fue necesario que A.F. pasase a la jurisdicción de más altos y severos organismos”. Don Iñigo de la Serna, con ese arrojo, ya tiene casi asegurado el sillón para otros cuatro años.

martes, 25 de enero de 2011

Gaviota o albatros


Una canción de Carmelo Larrea, “Dos cruces”, va como anillo al dedo a Rajoy. Sevilla tuvo que ser/ con su lunita plateada/ testigo de nuestro amor/ bajo la noche estrellada. Para Aznar, Fraga y Rajoy, el trío de la bencina, el fin del zapaterismo está próximo. Sólo falta que se calme al pueblo sufriente de esa hambre calagurritana que tiene de urnas para que se cumplan los sueños de los asistentes a la pasarela Cibeles de esa Convención Nacional del PP en Sevilla y de los okupas de Génova 13, que es donde habitan las manolas, las tres y las cuatro solas/ una vestida de verde, / otra de malva, y la otra, / un corselete escocés/ con cintas hasta la cola. Rajoy, en torno al que flotan todas las complacencias de su partido, se ve como si fuera el último ganador del Festival de Benidorm, con la prensa cojonera y las chillonas fans a sus pies. Como decía J.A.Monroy, “tuvo que ser en Sevilla. En Sevilla tuvo que ser. Sevilla, sonoro enjambre de abejas espirituales, hechas de oro y temblor, como la vio el poeta. Sevilla, nombre que fulgura en la historia con puro destello de inmortalidad. En Sevilla pueden ocurrir las cosas más bellas y las más absurdas. Las más sublimes y las más insólitas”. Las que van delante, garzas, / la que va detrás, paloma, / abren por las alamedas/ muselinas misteriosas. Y por encima de todas las garzas y de todas las palomas vuela majestuosa la gaviota victoriosa. ¿Quién serán aquellas tres/ de alto pecho y larga cola?/ ¿Por qué agitan los pañuelos?/ ¿Adónde irán a estas horas? ¡Rajoy, presidente! Sal al balcón y escribe el “víctor”. Se acabó la miseria, el paro obrero y las canciones de ciego contra el feroz Rubalcaba, y las baladas al estilo de “Estaba el señor don Gato”. Sabido es que los ciegos y las personas con visión reducida pueden llegar a ser grandes ornitólogos y distinguir mejor que nadie el canto de las aves. Pero la majestuosa gaviota no se detiene en cazar moscas. La gaviota, ese logo del PP, idea Bernardo Rabassa, presidente del Club Liberal Español, no es una gaviota, es un albatros. A Fraga siempre le molestó que al albatros del logo le llamaran gaviota. Albatros, gaviota, ¡qué más da! Leo en diariodesevilla.es que “la Junta de Andalucía ha emprendido una campaña de exterminio de la gaviota de Cádiz, que no es Teófila Martínez, sino esa ave voladora que habita en las costas marinas e interiores, marismas y zonas adyacentes. El problema de la gaviota es lo mucho que engaña. Tiene apariencia grácil y estética de diseño, pero su belleza esconde una condición depredadora y comemierda". Gaviota, albatros…, no sabría qué decirles.

domingo, 23 de enero de 2011

Quietos en la mata


Señala Manuel Vicent hoy en El País que “somos seis mil millones de humanidad. La mitad está sentada mirando cómo la otra mitad hace el payaso”. Por estos pagos hemos podido ver a un Rajoy triunfalista deseoso de que se celebren cuanto antes las elecciones generales. Se ve de ganador, como esos tahúres de chaleco de flores que piden al barman un cubalibre antes de lanzar sus cartas sobre el tapete. Rajoy lleva en la mano un póker de ases y se siente feliz frente a un Rubalcaba con aspecto de ir de vuelta de casi todo. La partida aún no está ganada, como no lo estuvo en 2004. Queda el tiempo suficiente como para dar la vuelta a las encuestas y presentar a una España hundida en el estupor, cabreada y escéptica, que ni cree en Rajoy ni cree en Zapatero ni cree en el corto y medio plazo. Después, todos calvos. Rajoy ha dicho en Sevilla que “España tiene sed de urnas”. Y también ha señalado que habrá que cambiar el sistema financiero, el mercado laboral, el fiscal, el energético y la educación. Lo que no ha dicho es cómo. Según Ekaizer, “algún accidente, o acontecimiento inesperado de suficiente impacto nacional” podría dar un giro a las encuestas. Esperemos que eso no suceda.

sábado, 22 de enero de 2011

Chatarreros


España no se modernizará ni aunque Aznar nos hable en español de Texas. En Leganés, Madrid, existe una chatarrería donde, para evitar robos, los responsables del negocio habían colocado una escopeta de caza mirando hacia la puerta de entrada y que se accionaba mediante unos hilos sujetos al gatillo. La idea, como escarmiento para los amigos de lo ajeno, no era mala del todo. Pero, a mi entender, exagerada. Una cosa es cazar ánades en la laguna de Gallocanta, en el supuesto de que se puedan cazar, que no lo sé, y otra muy distinta dejar tieso al primer raquero que intenta asomar la cabeza en el garito por ver si puede llevarse el cobre. Las medidas exageradas, además de contraproducentes, producen efectos distintos a los deseados. Por ejemplo, es fácil encontrar fumadores a la puerta de los bares soportando diez grados bajo cero. La medida de la ministra Pajín no ha calibrado sus consecuencias. Primero, ahora en la barra del bar de barrio obrero no huele a tabaco pero huele a tigre. Segundo, lo que el Estado se ahorra en medicinas para bronquíticos, se lo gasta en fármacos contra la pulmonía, conque de ninguna de las maneras se evita el absentismo. Y, tercero, la exagerada medida de la ministra Pajín ha conseguido que se aumente el consumo de unos falsos cigarrillos por los que no sale humo, sino vapor de agua, que es como meneársela a la sombra de una higuera con goma higiénica. Pero a lo que iba, moreno. Los chatarreros de Leganés olvidaron quitar una mañana el mecanismo de disparo antes de dar comienzo al tajo y, como no podía ser de otra manera, uno de ellos recibió una descarga en el muslo. El chatarrero tuvo más suerte que Rosita Alvirez en un barrio de Saltillo, como se canta en el corrido mexicano. La policía detuvo a todos los trabajadores, excepto a uno de ellos que pudo escapar en bicicleta. Cuando pudieron trincar a I.A.P.C., que tales son las iniciales del fulano evadido a golpe de pedal, descubrieron en uno de sus bolsillos la carcasa del cartucho. Ahora falta que cuente dónde dejó el arma.

viernes, 21 de enero de 2011

Paciencia y a barajar


Ignacio Camacho, en el diario ABC, al referirse al tema de las pensiones afirma: “el Gobierno ha convertido la mesa de negociación sobre las pensiones en una timba en la que envida con lo primero que tiene a mano. En ese ‘quid pro quo’ desquiciado un día pone sobre el tapete la reforma del mercado laboral y otro la política de energía nuclear, convirtiendo incluso sus decisiones más recientes en sorprendente moneda de cambio”. Y finaliza su artículo, “La timba”, señalando que “en una de esas vueltas de la baraja igual aparece un comodín que solucione la partida. La única forma de que Zapatero acierte es por una mezcla de azar y oportunismo”. Y en medio de este cambalache, Zapatero ha recibido hoy en París una inyección de penicilina, que es lo que se cuenta cuando el puntillero no acierta en el mete y saca y el toro, ya tumbado sobre la arena, se vuelve a levantar y a tirar gañafones a los capotes de brega. Quiero decir que Sarkozy ha elogiado su valor para acometer las reformas necesarias en España, garantizándole el respaldo de Francia. Ya veremos qué sucede el próximo día 29 en el Congreso de los Diputados. De momento, Aznar, en la convención del PP en Sevilla, ya ha dejado claro que “este país no está para bromas de si me quedo o me voy o de pinganillos”. De Cospedal, recordando a Espronceda, ha dejado claro que "no hay viento favorable para quien no sabe a dónde va". Y en estas estamos, con la pelota en el tejado, la gasolina por las nubes; Ussía escribiendo en vasco su artículo de hoy, donde sólo he entendido lo de "Athletic aurrerá" y "gilipolleki pingano", es decir, casi nada; y Zapatero dispuesto a inmolarse a lo bonzo pero sin gasolina ni mechero que la prenda. Jiménez Losantos, que es protervo pero inteligente, ya nos aclara en Libertad Digital que Zapatero pretende ahora ser "como esos fusibles que se funden para salvaguardar la integridad de todo el sistema eléctrico".Uf…la rehostia.

miércoles, 19 de enero de 2011

Zabaleta se equivoca


El coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, ha hecho unas declaraciones a El País donde señala que “"ETA empezó por motivos políticos y tiene que terminar por motivos políticos, unilateralmente y sin contraprestación política". Hasta aquí, nada que objetar. Pero la cosa cambia cuando intenta aclarar que el Estado y el Gobierno “no están dando la altura que merecería este tema". Y yo pregunto: ¿Qué se debería hacer desde las Instituciones del Estado para contentar a la izquierda abertzale? Aralar, que yo recuerde, condenó públicamente en 1977 el asesinato a manos de ETA del concejal del Partido Popular, Miguel Ángel Blanco. Y eso le honra. Sin embargo, Zabaleta envidia los anuncios de Túnez de liberar a los presos políticos. España no es Túnez. Por estos pagos todavía no se marchan los jefes de Estado con tonelada y media de lingotes de oro de la reserva nacional camino del exilio. En la España democrática tampoco existen presos políticos en ninguno de los 77 centros penitenciales existentes dentro de su territorio, de los cuales 66 son gestionados por Mercedes Gallizo. Zabaleta señala, también, que “el gran déficit de Europa es querer poner remedios policiales y militares a lo que son problemas políticos, lo cual va en contra de la solución de esos problemas e incluso de la imagen de la policía, que tiene que ser una institución garante de la convivencia y de la democracia". En este sentido, me permito hacer una puntualización: en cualquier Estado de derecho corresponde a la Policía detener y entregar a la Justicia a aquellos incumplen las leyes. ETA, mientras no se demuestre lo contrario, es una banda organizada al más rancio estilo del hampa, que extorsiona a empresarios vascos mediante cartas a domicilio para que paguen el “impuesto revolucionario”; que tiene en su poder un arsenal de destrucción, que ha cometido infinidad de secuestros; y que, por si ello fuese poco, es responsable de la muerte de 947 personas (entre España y Francia), es decir, desde la niña Begoña Urroz Ibarrola, el 28 de junio de 1960, hasta Jean-Serge Nérin, el 16 de marzo de 2010. Sobre esa enorme tragedia, que es la tragedia de todos los españoles, existen unas palabras de Iñaki de Juana Chaos recordando el asesinato del matrimonio Becerril. Dijo este malnacido: “Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para todo el mes”. ¿Qué piensa de esas palabras Patxi Zabaleta? No sé a él, pero a mí me entran ganas de vomitar. "Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para todo el mes." Yo no sé a él, pero a mí me produce vómitos.

lunes, 17 de enero de 2011

Café para todos


Financial Times está en lo cierto cuando señala que la debilidad de la economía española es por culpa de las comunidades autónomas. Una deuda que sobrepasa el 24% de la deuda pública. Mantener tal descentralización no hay país que lo soporte. La Oposición, representada mayoritariamente por el Partido Popular, debería señalar la forma de corregir tales excesos al actual Gobierno si es que aspira, como se supone, a sacar mayoría en el Congreso en los próximos comicios generales. Permanecer impasibles ante el evidente sindiós en comunidades, ayuntamientos y Cajas administradas por políticos regionales, demuestra a las claras que el partido aspirante a gobernar no tiene ideas de cambio que supongan una transformación mejorable de la actual crisis económica. Para conseguir los ajustes fiscales necesarios (rebajar el déficit presupuestario hasta el 6% del PIB) las primeras medidas para tales rebajas deberían pasar por suprimir de inmediato las televisiones regionales; las diputaciones provinciales; los aeropuertos con casi nulo tráfico aéreo; los despachos habilitados en cabeceras de comarca; las ayudas económicas a los deportes de élite; las subvenciones a películas de casi nula taquilla; las ayudas a fondo perdido a Patronal y Sindicatos para conservar su mansedumbre; la supresión de determinados cuerpos policiales autonómicos; la revisión del Concordato con la Iglesia Católica de 1979; la transparencia fiscal de todos los gastos de la Corona; la imposibilidad de recibir sueldo vitalicio del Estado a los ex presidentes de Gobierno cuando, una vez liberados de sus obligaciones oficiales, reciban cantidades importantes de empresas privadas; la supresión de coches oficiales de secretarías de Estado hacia abajo; etcétera. La lista podría ser interminable. Algunos dirán que ciertas partidas representan “el chocolate del loro”. Posiblemente así sea, pero por algo hay que empezar para rebajar el tremendo déficit. Más vale dejar al loro sin chocolate y a una cuadrilla de arrebatacapas sin coche oficial que meter mano en la caja de las pensiones de los jubilados y en los sueldos de los funcionarios, como vergonzosamente se está haciendo hoy en España. De cualquier manera, mal lo tenemos. Mal se puede corregir el gasto autonómico si no se aplica aquello de “café para todos”. Como señalaba José Oneto en un reciente artículo de opinión (“Aznar, Rajoy y el problema autonómico”), “Artur Mas, y Duran y Lleida, defienden que quizás el ‘café para todos’ con el que ha sido diseñado el modelo autonómico es posible que no sirva, pero que no toquen a Cataluña y que la dejen al margen. Porque la Autonomía catalana, según los dirigentes catalanes, no se basa en el título octavo de la Constitución, sino en el Estatut de 1932”. Pero, como decía José Pla: ¿Y todo esto, quién lo paga?

domingo, 16 de enero de 2011

Rajoy y el jarrón chino


El aspirante Rajoy dijo en León que “cuando gobierne, presentaré en las Cortes Generales un plan económico para cuatro años". Esas palabras, u otras parecidas, me recuerdan a aquellos los planes quinquenales de la URSS que escuchábamos en “Radio España Independiente”, en onda corta y entre ruidos distorsionantes. No sabemos todavía en qué van a consistir esos planes económicos que habitan en el cerebro de alguien que se ha quedado mudo de repente y que sólo desea que se adelanten los comicios para poder pisar por derecho las moquetas de la Moncloa. Pero cualquier ciudadano medianamente instruido supone que tal plan económico, secreto por ahora, habrá de comenzar por la reforma de las Cajas, esas instituciones que a juicio de Manuel Martín Ferrand, y así lo expresaba en su artículo “El puerto de Arrebatacapas”, parten de “una vieja historia, heredera de los Montes de Piedad, que se remonta en España al primer tercio del XIX. Nacieron como ‘bancos para pobres’, proliferaron hasta superar el centenar de instituciones diferenciadas en todo el territorio – sin contar las agrícolas y cooperativas –, y, después de la Guerra Civil, incrementaron su ya manifiesta tendencia al cabildeo y el caciquismo hasta el punto de que su ‘obra social’ fue, muchas veces, una ‘caja B’ para la influencia de los gobernadores civiles y los presidentes de la diputaciones provinciales. La pertenencia a sus consejos de administración se convirtió en una de las prebendas con las que el Régimen premiaba, o consolaba, a sus leales”. También en León, y en presencia del aspirante, dijo Aznar que "España es un país intervenido de hecho y estamos discutiendo si lo va a ser de derecho". ¡Joder, con el jarrón chino! Primero privatiza Endesa y ahora Borja Prado le concede 200.000 euros al año como consejero externo de la eléctrica. Pero el zahorí Aznar, esa mosca cojonera de Rodríguez Zapatero, no renuncia temporalmente, aunque sólo sea por vergüenza torera, a la pensión vitalicia de 80.000 euros que le pagamos todos los españoles por los servicios prestados. Y dice ahora sin cortarse un pelo del bigote que España es un país intervenido. Piensa sobre el presente de España como el gafe Rodolfo Martín Villa y como el licurgo Manuel Pizarro. ¡Qué casualidad!

viernes, 14 de enero de 2011

Pajín se crece


La ministra Pajín está dispuesta a multar con la mitad de lo que cobra Aznar al año, o sea, 500.000 euros de vellón, a todo aquel que utilice voces contenidas en el “diccionario de insultos”. Ahora hace falta saber qué calificativos constituyen falta leve, grave, muy grave, sumamente grave y discriminatoria. En la Constitución, en su artículo 14, se hace referencia a discriminaciones con respecto a nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación sexual, enfermedad, etc. De ahora en adelante, además de no poder fumar en casi ningún sitio, deberemos abstenernos de contar chistes sobre guardias civiles y gitanos; reírnos del enano por haber nacido en la carpa de un circo junto a la jaula de las fieras; leer al maestro Cela, eso de que “don Circuncisión del Señor estaba operado de fimosis”, o aquello de “Cristo versus Arizona”, cuando explica que “el droguero ambulante Guillermo Bacalao Sunspot y peón Francis Paco Nogales, el que llevaba el ojo de cristal en el bolsillo, se encontraron un caballo sin hierro pero con dos cortes en cada oreja entre Sunglow y Wilcox (…) y no supieron qué hacer con él (…) a lo mejor es el mismo demonio, también puede que sea el caballo de don Diego Matamoros que anda por ahí persiguiendo indios y negros, otros le llaman el apóstol Santiago que bautiza con chocolate hirviendo a los que no tiene la sangre limpia…etcétera, etcétera”. Tampoco se podrán contar ciertas cosas de Quevedo ni decir en voz alta frases de don Quijote. La ministra Pajín no consentirá, supongo, que los perros levanten la pata para mear en la puerta de la casa de los agonizantes; nos exigirá a todos que nos la cojamos con papel de fumar y, también, que el apellido paterno de Sarasa (muy corriente en la provincia de Huesca) se cambie por el apellido de la madre, pongamos por caso García, para evitar situaciones comprometidas. Lo que ya no sabemos es si el apellido Pajín habrá de pronunciarse sin proyectar asomo alguno de maliciosa sonrisa y sin atisbos de sobrada presunción. Las multas anunciadas por la ministra Pajín son colosales. Debemos enjuagarnos la boca con perborato, aplicarnos las lavativas purificadoras y leer cada noche, al acostarnos, ese artículo 14 de la Constitución preñado de enjundia y de mansísimas enseñanzas.

martes, 11 de enero de 2011

Buen menú, señor.


Ahora, cuando los bancos centrales avisan del encarecimiento de los alimentos y de la amenaza inflacionista para las economías emergentes, aparece en escena Moratinos presentando candidatura para la dirección general la FAO, una de las principales agencias de la ONU dedicada a la lucha contra el hambre y la malnutrición en el mundo. El ex ministro de Asuntos Exteriores ha declarado en la Embajada de España en Roma estar convencido de que es posible erradicar el hambre en el mundo. Lo que ya no sabe Moratinos, como tampoco lo sabe Zapatero, es la manera de quitar el hambre de España, donde hay más de cuatro millones de parados desesperados y unos cuantos miles de ciudadanos buscando cada noche algo que poder llevarse a la boca en los cubos de basura de los supermercados. Cáritas conoce el problema mejor que Moratinos y mucho mejor que el renovado Zapatero, ese Ave Fénix brotado de entre sus propias cenizas el pasado 12 de mayo, o sea, el día que se cayó del caballo del optimismo patológico y dejó de ser socialdemócrata para convertirse en neoliberal. Ahora avisa que “se necesitan más años de reformas para volver a crecer”. Cada vez que Zapatero hace una rueda de prensa, como acaba de hacer hoy presentando su balance económico de 2010, me recuerda más a Groucho, cuando dijo aquello de que ”partiendo de la nada hemos llegado a alcanzar las más altas cumbres de la miseria”. Un dato escalofriante: nueve de cada diez euros de la «hucha de las pensiones» está en letras, bonos y obligaciones del Tesoro. Menos mal que no lo han invertido en el mercado continuo. En fin, no demos ideas. Ojalá dentro de poco, tanto los españoles como los pueblos Twa, Tutsi y Hutu de Burundi, podamos comer mejor gracias a Moratinos. Personalmente, a este aspirante español a la cartera de Asuntos del Hambre le enviaría por SEUR un microsurco de Golden Apple Quartet donde se canta eso de “Buen menú, señor”. La pena es que desconozco su domicilio. Bien que lo siento.

domingo, 9 de enero de 2011

Soplando el matasuegras


El Gobierno debería darse cuenta de una vez que la subida de los impuestos en el precio de los carburantes y en los del tabaco no alivia nuestros males, sino que los empeora. De hecho en España se está produciendo un estancamiento en el crecimiento económico y una galopada de la inflación que se acerca al 3%. Es lo que los economistas denominas como estanflación. Y en esta situación casi de “emergencia nacional”, al Gobierno de Zetapé no se le ocurre otra cosa que donar con cargo al “maestro armero” otros 27 millones de euros a fondo perdido a UGT y CC.OO. en un intento de disipar el fantasma de otra huelga general. Como bien se apuntaba en las páginas de “Expansión: “El miedo a un inminente rescate de Portugal ha devuelto las tensiones a la zona euro y ha situado de nuevo a España, cuya prima de riesgo se elevó ayer hasta los 265 puntos básicos, en primera línea de fuego”. Pero ante este incierto panorama, curiosamente, el Gobierno se frota las manos. Según cuenta Fernando Fernández en las páginas de ABC, “acabar con una tasa del 2,9% en plena recesión y con el consumo privado en mínimos es preocupante. La inflación complica la vida a familias y empresas y aumenta el malestar económico. El índice de miseria económica, la suma de la tasa de desempleo y de inflación, aumentará en 2011 y eso tiene innegables efectos políticos. Pero no todo es negativo, un poco de inflación hace más digerible la necesaria caída de los salarios reales y facilita el ajuste de la economía española. Y sobre todo es un maná para el gobierno porque los ingresos públicos crecen con el PIB nominal mientras que los gastos suelen hacerlo con el PIB real. La diferencia, la tasa de inflación, es un impuesto silencioso, indoloro aunque socialmente injusto, que facilita la reducción del déficit y permite licuar la deuda pública”. Para Luis de Velasco, “este año el crecimiento de la producción será de medio punto y no se creará empleo. Las tensiones sociales previsiblemente crecerán, incluso en una sociedad anestesiada y desestructurada como la española, incapaz de movilizarse”.Aquí, según se desprende de los datos de control de medios, ha perdido fuelle hasta el discurso navideño del Rey. Estamos convirtiendo a España en un territorio de ciudadanos hartos. Para Manuel Martín Ferrand, “por el camino del Estado de Bienestar, una hermosa formulación teórica que esconde el fomento de la holganza y la irresponsabilidad, terminaremos por crear un cuerpo de asistentes sociales que nos visite, antes de dormir, para arroparnos en la cama y, después de hacernos beber un vaso de leche templada, besarnos la frente”. Y en esas estamos,impasible el ademán, viéndolas venir y soplando el matasuegras.

La historia novelada


Se ha puesto de moda utilizar temas históricos para, una vez novelados convenientemente, enviarlos a certámenes de prestigio. En Aragón contamos con dos escritoras “maestras” en el arte de novelar la historia: Ángeles de Irisarri y Magdalena Lasala. Lo que señalo viene a cuento del último Premio Nadal, “Donde nadie te encuentre”. Alicia Jiménez Bartlett utiliza la figura de Teresa Pla Meseguer, alias La Pastora, para poner en escena la vida de una mujer de ambigua sexualidad enrolada en el maquis en la zona del Maestrazgo, posteriormente contrabandista, condenada a muerte y amnistiada. Murió en 2004 en casa de un carcelero que la acogió al quedar libre. Para entonces ya tenía identidad de hombre y para los vecinos era Florencio. Novela escabrosa que habrá que leer cuando se encuentre en las librerías para avanzar en la comprensión de los negros años de posguerra, en los que dos semanarios contrapuestos encandilaron a los españoles: “La Codorniz” y “El Caso”. En el primero de ellos se traducía en agrio humor todo lo que estaba tachado por la censura y que sólo podía leerse entre líneas; en el segundo, se producían recreaciones de los más horrendos crímenes sabiamente sazonados por Margarita Landi, Enrique Rubio y Mariano R. Boix, que nos adentraban en los escenarios de los acontecimientos con toda su crudeza. Así, por ejemplo, recuerdo ahora el asesinato de la prostituta Carmen Broto en la Barcelona de 1949, cuyo cadáver apareció enterrado y con la cabeza abierta tras ser golpeada con un mazo, y en cuya autoría se implicó a importantes personajes de la vida política y de la Iglesia Católica; o el famoso “caso Jarabo”, en 1959. “El Caso”, de sección fija del diario “Madrid” pasó de la mano de Eugenio Suárez a semanario, "con la condición de no publicar más de un asesinato español por semana". Ahora, como digo, está de moda la historia novelada, ese género que tan sabiamente manejaron desde Gonzalo de Berceo con su “Vida de Sancto Domingo de Silos”; Dudwig Pfandl, con “Juana la Loca”; o Antonio Larreta y su “Volaverunt”.

miércoles, 5 de enero de 2011

¡A lo que hemos llegao!


Hace años, recuerdo, cuando me acercaba por uno de esos pueblos pequeños tan bien reflejados en el cine, por ejemplo en “¡Bienvenido, Mister Marshall!”, lo primero que hacía era buscar un bar abierto para poder tomar un café, tarea nada fácil. Si tenía la suerte de encontrarlo, me acercaba hasta el mostrador de un local desierto y debía esperar uno o dos minutos hasta que por un hueco con cortinilla, que comunicaba bar con vivienda, apareciese la cabeza de alguna señora mayor con cara de sorpresa. En los pueblos pequeños sólo había costumbre de ir al “café” al anochecer, cuando se terminaban las labores del campo. El hecho de aparecer en el interior del local a las diez de la mañana de un día laborable producía estupor y desconfianza al dueño del establecimiento, salvo que el negocio se encontrase a pie de carretera. Era corriente que la gente de los pueblos fuera de natural desconfiada. Temían al recaudador de contribuciones; a ese nuevo médico que diagnosticaba por aproximación con sólo enseñarle la lengua; al párroco que después de la misa mataba dos pájaros de un tiro: tomar café con churros, pagando sólo el café, y leer sin prisa la prensa del Movimiento recién recibida por valijero; al viajante de comercio, que hablaba como un sacamuelas; a un señor de Madrid, de traje y sombrero, que pasaba unos días en casa de los padres de su chica de servicio a cuerpo de rey; etcétera. También recuerdo que en una de las paredes del “café” había un cartel que rezaba: “prohibido cantar, blasfemar y hablar de política”, y que cerca de la cafetera existía una radio de válvulas y ojo mágico. En el “café” se permitía fumar “ideales” y jugar al dominó. Nadie, ninguno de los clientes habituales se molestaba por el humo ni se planteaba el daño que el tabaco podía producir en su salud. La gente se moría cuando tocaba. Y cuando tocaba, en el velatorio del difunto las mujeres lloraban y rezaban alrededor de la cama del muerto como era la costumbre. Los hombres, en el cuarto de estar, alrededor de una mesa camilla, seguían echando humo y bebiendo alguna copa de anís del Mono. Y así toda la noche.

lunes, 3 de enero de 2011

El deseo de Leire Pajín


Ayer comenzaba aplicarse en España la Ley Antitabaco para todos los lugares cerrados y algunos abiertos. Nada que objetar. De ahora en adelante el que quiera fumar deberá salir a la acera de la Rue del Percebe. Lo que ya no comprendo es que la ministra Pajín invite a que el ciudadano corriente denuncie su incumplimiento sobre lo que ella denomina como “pautas de comportamiento cívico”. Eso me recuerda lo sucedido en la Alemania nazi, o los chivatazos en todos los pueblos de España durante la Guerra Civil y los años que le sucedieron. Me contaron que en determinado pueblo de Zaragoza bastaba con el chivatazo de un meapilas al cura ecónomo para que éste ordenara a los falangistas, que aparecían con un camión todos los jueves, que se llevasen de “paseo” a aquellos que señalaba con el dedo inquisidor. En una ocasión, a uno de aquellos chivatos de mierda le extrañó que a Fulano no le hubieran montado ese jueves en el camión, como “habría sido lo más prudente”. El cura, sin inmutarse, se le quedó mirando y le dijo: “A ese rojo lo dejaremos para la siguiente ronda”. Pues bien, sólo faltaría que en la España actual comenzáramos a denunciarnos unos a otros por un quítame allá esas pajas. Se empieza denunciando a la autoridad que la abuela fuma y se termina a hostia limpia. La ministra Pajín lo que desea es disponer de unos ciudadanos “acusicas” para poder castigar al infractor con una multa de campeonato. Como hacían los maestros cuando se marchaban de clase cinco minutos y ponía en la tarima a un “pelotas” para que apuntase en la pizarra qué educando había hablado, o había lanzado un cartabón contra el de la primera fila durante su ausencia. Siempre había algún mequetrefe que se ofrecía voluntario para acusar al compañero de pupitre. Mal empezamos con la invitación de la ministra Pajín. Ya puestos, que vuelva Torquemada.

domingo, 2 de enero de 2011

Una precisión necesaria

Ayer, en mi artículo “Cortesanos de bata y zapatillas” hacía alusión a los trabajos satíricos realizados por los hermanos Bécquer entre 1868 y 1869, tras la Revolución de Septiembre por la que tuvo que salir de España Isabel II, y que publicaron con el pseudónimo conjunto de “Sem” en El Museo Universal. Aquel frívolo trabajo, “Los Borbones en pelota”, debería haberse titulado, a mi entender, “Los Borbones en cueros”, o “Los Borbones en carnes”. Me explico: según nos recordaba mi paisano Fernando Lázaro Carreter, en “El dardo en la palabra”, “los incuestionables descubrimientos realizados en el cine y en el teatro de nuestro país, han dado impulso a la locución en pelotas para salir del suburbio e instalarse en el idioma corriente, hablado o escrito. (…) He aquí un equívoco en el que la mayor parte de los hispanohablantes ha caído. (…) Esta locución se documenta en la forma en pelota desde el siglo XVII. (…) Cuando los galeotes corresponden como es sabido a la libertad que les procura Don Quijote, dice Cervantes que ‘a Sancho le quitaron el gabán y dejárosle en pelota’. Evidentemente, no quedó desnudo, sino a cuerpo. Por esa época, a la desnudez total se aludía con las locuciones en cuerpo y en carnes”. A mayor abundamiento, consúltese el “Diccionario Secreto”, de Camilo José Cela, donde al referirse a la locución en pelota aclara en el tomo I, pág. 184: “no siempre está dicho del latín pellis, piel, sino de pellote (de pellón, vestido de pieles)”.

Títeres de cachiporra

Ignacio Camacho, en las páginas del diario ABC, al referirse a España traza un panorama desolador. Es lo más parecido a la Roma gobernada por Rómulo Augústulo, o a los últimos días de Pompeya. Para Ignacio Camacho se está produciendo ahora el final de carrera de una casta política que jugó durante demasiados años a eso mismo que jugaban los nuevos ricos, hasta el día en el que se les acabó “el pelotazo” con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Bajo el título “El hombre que fue presidente”, Camacho señala que Rodríguez Zapatero es un zombi, un espectro que pasea por La Moncloa despojado de todo poder, “que vaga por los rincones de un Estado que ya no dirige”. Sin decirlo, hace referencia a su valido, Pérez Rubalcaba, que mueve los hilos de la marioneta Zapatero a su antojo en este teatrito de cachiporra. Para Camacho, “la sociedad le ha vuelto la espalda, su partido lo da por amortizado y sus colegas de Europa le cursan órdenes por correspondencia. La única facultad que conserva es la de decidir el momento de su propio relevo, que hasta sus correligionarios desean que abrevie cuanto pueda”. Ante este desolador panorama político, es difícil que el Gobierno se mantenga en pie todavía un año. Los signos de putrefacción de un cadáver político comienzan en el momento en el que desaparecen los aduladores. ¿Dónde están ahora aquellos artistas que doblaban el dedo índice sobre la ceja? Sí, esos: Joaquín Sabina, Pilar Bardem, Ramoncín, María Botto, Miguel Bosé, Cayetana Guillén… La única excepción es la de Ángeles González-Sinde por razones obvias.

sábado, 1 de enero de 2011

Cortesanos de bata y zapatillas

Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano Valeriano fueron los autores del libro titulado "Los Borbones en pelota", escrito y dibujado entre los años 1868-1869 y publicado en El Museo Universal. Se trata de un álbum de láminas satíricas que se agrupaban en 89 escenas pintadas a la acuarela y firmadas bajo el seudónimo "Sem", todas ellas referidas a los últimos tiempos del reinado de Isabel II. ¿Se imaginan ustedes si hoy a alguien le hubiese dado por publicar algo semejante a lo que hicieron en su día esos ilustres sevillanos con respecto a la actual Familia Real? La cosa ha cambiado. Recuerden que, por ejemplo, por izar una bandera republicana, a un ciudadano lo detuvo la policía y la fiscalía pidió para él una condena de un año de cárcel, más el pago de una multa de 4.000 euros y la inhabilitación especial para sufragio pasivo durante un año por haber incurrido en los delitos de «injurias a España» (Art. 543) y «desórdenes públicos» (Art. 557.1, del Código Penal). Que al dibujante Guillermo Torres y al guionista Manel Fontdevila, de El Jueves, por dibujar humorísticamente a una pareja les condenaron a pagar 3.000 € a cada uno como "responsables de un delito de injurias al Príncipe", regulado en el artículo 491.1 del Código Penal. Y no olviden a los independentistas catalanes que quemaron en un acto simbólico la foto del rey, a los que les condenaron a pagar a cada uno 2.700 euros como autores de un delito de injurias a la Corona. Es curiosos que en España se permite desde un escenario, o desde un estudio de televisión, meterse impunemente con las orejas del príncipe de Gales, con las veleidades de la princesa Carolina de Mónaco, o sobre los detalles mundanos de la boda de Peter Phillips y Autumn Kelly, donde la prensa del corazón describía a la nieta de la reina Isabel como la nueva ‘cenicienta’ de las Casas reales europeas, etcétera. Eso no es jugar limpio. O se puede hablar bien y mal de todos ellos, o no se puede comentar nada desdeñoso sobre ninguno. Eso me recuerda cuando sobre Franco no se podían contar chistes, pero sí se podía hacerlo sobre De Gaulle o sobre Balduino I. En España existen demasiados cortesanos de andar en bata y zapatillas de cuadros. Será que ésta es la Corte de los milagros. Si no es así, no me lo explico.

Las uvas de la ira

Eso de que Álvarez Cascos deja el PP por las “descalificaciones e insultos” dentro de su partido es una excusa de mal pagador. A Álvarez Cascos lo que le ha sucedido es parecido a lo que le pasó en su día a Manuel Pizarro, flamante número 2 por la circunscripción de Madrid, ajeno a que el PP perdía las elecciones cuando creía tenerlas ganadas. Su gozo en un pozo. Más tarde, a despotricar contra todo lo que se movía y a tomar las de Villadiego. Álvarez Cascos lo que quería era ser presidente del Principado de Asturias. Arias Cañete, presidente del Comité Electoral Nacional de su partido ha preferido nombrar candidata a Isabel Pérez-Espinosa y de ahí la rabieta de este hombre con cara de sparring. ¿Pero no era la opción de Aznar y de Aguirre? Como decía hace pocos días El País, “Rajoy se enfrenta así a una disyuntiva sin paliativos: o rechaza al ex secretario general del partido o abre una enorme crisis en Asturias a ocho meses de las elecciones autonómicas y municipales”. A Rajoy lo que le interesa es no moverse en el escaque y esperar su momento para coronar el peón en este juego de ajedrez fatal. Parece claro que el partido evita a los sexagenarios en el staff. Bastante tienen con Fraga, que se ha amojamado y repuchado en tablas. Hoy comienza un año difícil para todos, para unos más que para otros. Ayer tomamos las uvas, pero las uvas de la ira.