martes, 15 de febrero de 2011

Pajín no ha visto "Casablanca"


La ministra Pajín, a mi entender, está llevando muy lejos la conocida “ley antitabaco”. Pase que no se pueda fumar en lugares cerrados, cerca de hospitales o de colegios, en parques públicos donde haya niños montando en los columpios, etcétera. Por supuesto, tal ley incluye el interior de los teatros, aunque siempre esté de guardia un bombero, que se me antoja el maniquí que Gómez de la Serna tenía en su palomar de la madrileña calle Villanueva. Lo que ya no comprendo es que no se pueda fumar en un escenario cuando lo requiera el guión. Eso viene a cuento con lo sucedido en Barcelona, donde un espectador denunció que en el musical 'Hair' se fumaba sobre las tablas. Pero lo más absurdo, si cabe, ha sido la respuesta dada por la ministra de Sanidad en un Foro organizado por la Agencia Europa Press: "en un teatro, un espacio de trabajo, no se puede fumar. Igual que en teatro los crímenes no son reales, que simulen que fuman". Y no contenta con tal disparatada respuesta, Pajín, ni corta ni perezosa ha añadido que “los actores que representan una obra están trabajando y en el trabajo no se puede fumar”. ¿No puede fumar un tipo mientras poda un viñedo? ¿No puede fumar aquel que sale cinco minutos de un recinto cerrado? ¿No puede fumar un camionero? A mi entender, la señora Pajín es ministra de Sanidad como podría haber sido recepcionista de una funeraria o representante para Extremadura de zapatos “El Gorila”.Cualquier día, a no mucho tardar, prohibirá que veamos “La estanquera de Vallecas”, las películas de Humphrey Bogart, o “El Sur”, donde el protagonista, Omero Antonutti (Agustín), médico y zahorí, fuma “ideales”. O sea, la ministra Pajín tal vez consentiría que los actores fumasen en el escenario si cuando asesinan de mentirijillas con una pistola detonadora, lo hicieran de verdad pero con el pistolón incautado a Tejero, o con un subfusil naranjero “modelo Coruña” encontrado en un refugio de los maquis en la Sierra de Guara. Hombre, ya sabemos que el tabaco es insano y que, según leo en el paquete que tengo sobre la mesa, produce impotencia y puede que hasta purgaciones de garabatillo. Pero, en determinadas circunstancias, no se puede concebir una escena sin cigarrillo y sin humo. Ya saben, el Rick’s Café, el pianista negro Sam y su “As time goes by”, la frase de Rick: “You placed it for her, you can play it for me. Play it”… Esta ministra está anieblada.

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