lunes, 14 de febrero de 2011

Rajoy en la encrucijada


Mariano Rajoy ha expuesto a un grupo de niños en la Cadena 100 que no sabe explicar matemáticas a sus hijos. El nieto de Enrique Rajoy Leloup, uno de los redactores del Estatuto de autonomía de Galicia en 1932 y que fue apartado de la docencia universitaria por el franquismo hasta principios de los cincuenta, no tiene por qué, a estas alturas de su vida, tener que recordar materias que se supone aprendió, o que nunca cultivó si era de Letras, en un colegio de curas o en un instituto de Enseñanza Media, hace cuarenta y tantos años. Tal circunstancia no debe constituir motivo alguno como para que se traslade a bombo y platillo a las páginas de un periódico. Me gustaría saber si el redactor en cuestión, puesto que la noticia viene de agencias, recuerda la regla de Ruffini, las igualdades notables, las razones trigonométricas, o la resolución de integrales. Gobernar un país no significa que el aspirante a la Presidencia del Gobierno deba estar dispuesto a someterse a un exhaustivo examen de la enciclopedia Espasa o saber de carrerilla “La República” de Platón, en versión de Patricio de Azcárate, un día sí y otro también. Rajoy ya hizo suficiente, a mi entender, cuando con 24 años de edad aprobó unas durísimas oposiciones a registrador de la Propiedad. Al César lo que es del César. Otra cosa distinta será que en 2012 las urnas no le ayuden a lograr el objetivo de convertirse en el inquilino de La Moncloa. González lo consiguió a la tercera. Aznar, también. Hoy por hoy las encuestas le son favorables, pero falta un año y en ese tiempo pueden suceder muchas cosas. De momento, como bien señala El País, “el PP de la Comunidad Valenciana le ha lanzado un pulso para que confirme ya a Francisco Camps como candidato a la Generalitat en las próximas elecciones”. Y en otro párrafo del mismo diario se añade que “la Fiscalía Anticorrupción ha presentado este viernes ante el magistrado instructor de la ‘causa de los trajes’ en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, José Flors, su escrito de conclusiones provisionales, en el que acusa al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, de un delito continuado de cohecho. Por este delito solicita una multa de cinco meses y 15 días, a razón de 250 euros diarios, es decir, un total de 41.250 euros. El fiscal considera que Camps, en atención a su cargo de presidente de la Generalitat Valenciana, recibió regalos de la trama Gürtel por valor de 14.021,5 euros”. Ante tal situación, es normal que Rajoy haga lo que en el teatro se conoce como “mutis por el foro”. El caso de Valencia, de cualquier modo, es mucho más peliagudo que el hecho de no saber explicar matemáticas a sus hijos, que para mí no pasa de ser una anécdota. Esas cosas se arreglan con un profesor particular de apoyo. Lo de Valencia, en el ámbito de un Estado de derecho, quizás sólo se pueda liquidar metiendo a ciertos sinvergüenzas en la cárcel.

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