domingo, 20 de marzo de 2011

Nuevos visionarios


Señala hoy Jorge Trías Sagnier en su artículo “Profetas de catástrofes”, publicado en el diario ABC, que “cuando se produce una catástrofe como la que acaba de asolar Japón, en determinados círculos católicos cavernícolas comienzan a aparecer interpretaciones a mitad de camino entre la teología de barrio y la superchería televisiva que ofrece explicaciones basadas en la sodomización y gomorrización del tiempo en que vivimos”. La idea de un dios justiciero, a mitad de camino entre Baltasar Garzón, Enrique Plá y Deniel y el Espadón de Loja, o sea, Ramón María Narváez, se reafirmará, seguro que será así, en las homilías para meter el demonio en el cuerpo a ese ramillete de “gente de bien”, a esos pijos redomados que acuden postineros a misa mayor y se dejan ver en los primeros bancos, que no confían en otro dios que no sea don dinero y que pisan la tarima del templo buscando la ayuda celestial mediante recetas milagrosas para seguir eludiendo al Fisco de la forma más grosera y miserable. Ese “alocado desenfreno de impudicia y placer”, ya por estos pagos todo se reduce al Sexto Mandamiento de la Ley de Dios, ha derivado para algunos clérigos en las plagas bíblicas que ahora padecemos, o sea, paro creciente, desastres nucleares como el de Fukushima, maremotos, corrupción de políticos en los fondos de los ERE, desastres medioambientales, “performance” con desnudeces Somosaguas, etcétera. Para Jon Juaristi, “los hay que hablan un regreso del mayo del 68, cuando es evidente que a aquéllas –a las muchachas que se desnudaron de cuerpo para arriba en pleno acto religioso- no las ha enloquecido un 68 del que ni han oído hablar, sino acaso un abuso del 69”. Hombre, tiene su gracejo. Lo malo es que ciertos sacerdotes, como el cura de Maluenda, además de meter el diablo en el cuerpo a los feligreses, entre misa en un pueblo y misa en otro, son despistados y se dejan olvidado en la mesa del bar cuando toman café un disco duro externo con pornografía infantil. Ya veremos por dónde sale del brete el recién nombrado obispo de Tarazona.

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