lunes, 6 de junio de 2011

La tarde promete


Cela, con su “Toreo de salón”, que señaló como “farsa con acompañamiento de clamor y murga”, nos dio a los lectores unas pinceladas al acuarela sobre ciertos personajillos de sus apuntes carpetovetónicos. Lo hizo también con “El Gallego y su cuadrilla”. Y, como bien señalaba el ilustre catedrático Antonio Vilanova en su prólogo a la primera edición de “Toreo de salón”, “el apunte carpetovetónico, a diferencia del artículo, no nace ni muere, sino que, simplemente, brota y desaparece, igual que un venero de agua clara”. Y don Camilo José escribe en la página 68 de su libro que “la democracia es la democracia y tiene sus reglas: como el toreo, el ajedrez, el timo de las misas, etc. En política, a la solemne observancia de las reglas del juego se le llama liturgia que, más o menos, quiere decir servicio público”. Todo lo anterior viene a cuento con un artículo publicado en República.com titulado “Rajoy y la corrida de Cuadri”, donde Aurora Pavón, es decir, Pablo Sebastián, analiza la que le viene encima al aspirante a ser inquilino del Palacio de la Moncloa, Mariano Rajoy, que el periodista que se escuda en ese pseudónimo ya utilizado en el diario ABC, denomina como Marianito de Pontevedra. Y refiriéndose a esa figurada corrida de toros de postín, con 6 toros 6 para un solo maestro, Aurora Pavón dice que “ahora Marianito de Pontevedra no se puede escapar, y por mas que se diga independiente de poderes fácticos y de la cama redonda nacional, y tenga las manos limpias -que las tiene-, ahora tiene que coger la seda y el percal y plantarse en el centro del ruedo ibérico -puede que en la feria de otoño de San Miguel- para hacer frente a la corrida de Celestino Cuadri que encerrada está en El Batán y luce unos pitones astifinos como puñales, nada que ver con los hoy venidos a menos miuras o vitorinos (sic). Seis toros seis negros y con trapío que están bramando por salir al ruedo donde espera, de purísima y oro, Marianito de Pontevedra”. También señala nombre a los toros de la divisa de Cuadri que le han tocado en suerte: “Parao, Sindicato, Ruinoso, Nacionalista, Deudor y Rescatao. A renglón seguido, Aurora Pavón cuenta que “el de Pontevedra, da la impresión que no quiere orejas ni las palmas ni vuelta al ruedo. Se conforma con el silencio, que es lo suyo. A la chita callando se ha plantado a las puertas del poder y a la chita callando pretende permanecer en él. Pero eso era antes, ahora eso no puede ser porque están los de Cuadri en el apartadero y esperando un matador o a uno dispuesto a morir o dejarse la taleguiya en el intento”. Como es natural, corro a comprar una entrada de barrera de sombra antes de que se agoten. La tarde promete.

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