jueves, 30 de junio de 2011

Labor de zapa


Es curioso. Todo el mundo sabía que San Sebastián, junto a Zaragoza, Burgos, Córdoba, Segovia y Las Palmas de Gran Canaria eran candidatas a la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016. Si hubiera ganado la partida cualquiera de las otras ciudades, quiero decir, con la excepción de San Sebastián, no hubiese sucedido nada. Pero miren por dónde, una vez conocido el fallo del jurado, al alcalde zaragozano Belloch le ha entrado la pataleta. Considera inadmisible que se la haya dado la Capitalidad a la ciudad más bonita de España, donde mejor se come y donde mejor se expresa la cultura popular, por el hecho de que esté gobernada por la coalición Bildu. A Belloch le encantan los eventos y las francachelas, los festines y las jaranas, vengan de donde vengan, siempre que las pague el maestro armero y sin importarle un rábano las consecuencias económicas que tales saturnales puedan recaer sobre el conjunto de los zaragozanos. Para poder continuar como alcalde ya tuvo que pactar. Y no dudó en coaligarse con Izquierda Unida y con Chunta Aragonesista. Le salvó que el Partido Aragonés no obtuvo ni una sola acta de concejal. Pues bien, Chunta Aragonesista, que ya gobernó en coalición con el PSOE y salieron a farolazos, exigió ahora, para concederle su apoyo de investidura, entre otras medidas que Belloch renunciase a Floralia 2014, esa especie de Exponabo que se iba a llevar a cabo con una financiación extra presupuestaria, (según comentó en 2008 Belloch al presidente de la AIPH, Doeker Faber, en aquel famoso viaje a Dubai donde la comisión del Ayuntamiento se gastó por cuenta del contribuyente en viajes, hoteles de cinco estrellas y regalos a todo el que llevaba turbante sobre la cabeza lo que no está escrito). Y ahora Belloch, en vista de su fracaso a la Capitalidad Europea de la Cultura, se dedica a hacer labor de zapa. Pretende que se revise el fallo del jurado, argumentando que la elección de San Sebastián se ha tomado, entre otros factores, para apoyar el "proceso de paz" en el País Vasco. Si es así, ¡bendito sea! Y ya ha anunciado que pedirá al Ministerio de Cultura que devuelva el informe del jurado para que retome una decisión que no emita valoraciones políticas. Personalmente no me consta que Manfred Gaulhofer veranee en la playa de Ondarreta o que tenga unos primos influyentes por parte de madre en Amorebieta, o en Usúrbil. Pero Belloch no ceja en su empeño ni cesa en su pataleta. Ni siquiera reconoce que el artífice de ese logro felizmente conseguido fuese su compañero de partido Odón Elorza. Pero a Belloch no le importa saber quien es Odón Elorza. Le ciega su delirio de perdurar como alcalde sin haber sido el candidato más votado. No acaba de entender que ya es un político amortizado y solo sueña con dejarnos una ciudad llena de cicatrices de vías de tranvía y de barquitos por el Ebro, además de soñar cada noche con superar la chifladura de Luis II de Baviera. Y en ese delirio de grandeza intenta dejar empequeñecido el recuerdo de otro alcalde de Zaragoza, González Triviño, conocido como el alcalde de los adefesios urbanos, sólo comparable con el ya ex alcalde sevillano Sánchez Monteseirín, promotor de las famosas “setas” de La Encarnación, que tienen su guasa. Ahora, Belloch, en un descanso de su infantil pataleta, va a elaborar un documento con la propuesta que remitirá a las otras cuatro ciudades “afectadas”, por si desean sumarse a sus exigencias. Lo que yo digo, labor de zapa, pero no de Zapatero sino de zapador, como los que tienden obstáculos para ralentizar al enemigo; donde, por cierto, se cuenta con buenos gastadores.

1 comentario:

Stompokratus dijo...

uno de los más temidos talones de Aquiles de los putolítikos (COMO HABRÁ VD. ADIVINADO: PUTOS POLÍTICOS) es, precisamente eso, QUE LES ZAPEEN EL SUELO SOBRE EL QUE ASIENTAN SU REAL E INESTABLE CULO.
MUY BIEN ARGUMENTADO.
FELICIDADES

S. K.