viernes, 15 de julio de 2011

Miedo escénico


Ussía miente. Su artículo en La Razón, “¿A qué?”, está lleno de malevolencia. Insinúa que le gustaría ver a Alfredo Pérez Rubalcaba en la cárcel. La razón él la sabrá. A Pérez Rubalcaba se le podrán achacar errores políticos, pero a nadie se le escapa que jamás ayudaría a un grupo terrorista. En el caso Faisán, que la Derecha escupe a la rosa de los vientos para desprestigiar al PSOE, habría que conocer las causas de aquel “posible aviso”. ¿Ha pensado Ussía que el Estado posiblemente deseaba salvar de una “ejecución” segura a un policía infiltrado en la banda jugándose el tipo? Es sólo un supuesto. Ussía debería saber, y lamento que no lo sepa, que aquellos terroristas que, según él, escaparon de su previsible captura por un chivatazo, ya están entre rejas. En cualquiera de los supuestos, por aquello de que pensar es libre, no se puede ni se debe desde las páginas de un diario, en este caso de corte conservador, escribir lo que sigue: “La Policía avisa a los terroristas para que se pongan a salvo a cambio de una negociación política con la banda impulsada por el Gobierno. La Policía colabora con los asesinos, con los delincuentes, con los terroristas. Semejante podredumbre, tan inmunda porquería, se expande desde el Ministerio del Interior. Rubalcaba y Camacho no pueden permanecer ni un minuto más, por decencia, por ética y estética ni en la candidatura a la presidencia del Gobierno el primero, ni en el Ministerio del Interior el segundo”. ¡Pero, cómo se puede ser tan ligero de pluma! Que yo sepa, el juez Ruz ya ha procesado al inspector José María Ballesteros, al jefe superior de Policía en el País Vasco, Enrique Palies y al exdirector general de la Policía, Víctor García Hidalgo. El equipo policial, por otro lado, ya controlaba el operativo contra bar Faisán, al mando del inspector Carlos Germán, el día del chivatazo, 4 de mayo de 2006. En este sentido, tal y como relata El País, “a la defensa de Ballesteros le llama la atención de dicho operativo contra Joseba Elosúa, dueño del bar Faisán donde se entregaba dinero a ETA, que en el día que se va a proceder a su detención, resulta que un hombre de avanzada edad, frágil de salud, delicado en lo que a memoria se refiere, despistado donde los haya, manifiesta que sale hacia la Lonja [oficinas donde supuestamente ocultaba el dinero de la extorsión], campa a sus anchas y, nadie, absolutamente nadie le controla”. En este sentido, El País sigue diciendo lo siguiente: “El recurso insiste en que no hay una sola prueba que acredite el hecho de que Ballesteros entregase a Elosúa el móvil a través del cual recibió el chivatazo, algo que reiteradamente ha negado también el citado presunto colaborador de la banda. Ni lo detectan las cámaras de vigilancia, ni el equipo de Germán. Por todo ello, el SUP entiende que el auto adolece del mínimo rigor jurídico, no existiendo un solo hecho objetivo, más allá de elucubraciones”. Al PP le ha entrado miedo escénico. Se siente ganador de las próximas generales pero tiene miedo a no conseguir los votos necesarios que le concedan una mayoría absoluta, de acuerdo con las actuales encuestas. Sabe de antemano que no va a conseguir que disminuya el paro, que las medidas que está tomando Rodríguez Zapatero, aún reconociéndolas como necesarias, tampoco ayudan demasiado a bajar esos índices, que a Telefónica, por ejemplo, se le permite que pueda desprenderse de 6.500 trabajadores con tal de que la empresa se haga cargo de los ERE; que la cadena de electrodomésticos Miró ya anuncia otro ERE para 493 trabajadores; que Eroski comienzan a cerrar tiendas en Madrid; que Citibank anuncia recortes de personal en España; etcétera. Y falta conocer cuántas personas se irán a casa antes de la edad reglamentaria por la reestructuración de las cajas de ahorro; cómo se hará frente al stock de 750.000 viviendas vacías y sin compradores a la vista, ni se sabe cuándo se recuperará el sector inmobiliario; etcétera. Por otro lado, el Congreso ya ha aprobado el límite de gasto no financiero del Estado para el año próximo, que se sitúa en 117.353 millones de euros, lo que representa una caída del 3,8% en comparación con el año anterior. Y Salgado ya ha dicho que ese gasto, que se presentará en la Cámara en septiembre, (refiriéndose al debate sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2012), podría ser “ligeramente inferior”. Lo dicho. Rajoy ya se ha hecho la foto con las tres presidentas de Aragón, Madrid y Castilla-La Mancha. Quedan bonitos en ese “streap tease” sentimental, pero, de entre esos cuatro presentes en la foto, uno de ellos no gobierna en ningún sitio. Y tiene miedo escénico. Yo diría que un miedo insuperable.

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