domingo, 6 de noviembre de 2011

Chany se agobia sin motivo


Por lo que cuenta el amigo Chany Sebastián en “La opinión de Zamora”, todavía existen lugares en España olvidados por la Administración General del Estado a la hora de ejecutar obras elementales de infraestructura. Como sabe Chany, en 1909, un tal Blanco Belmonte, acompañado de un fotógrafo de nombre Venancio, viajó por una zona abrupta y olvidada con miras a la publicación de un reportaje que más tarde titularía “Por la España desconocida: La Alberca, Las Hurdes, Las Batuecas y Peña de Francia”. Aquel libro cayó en manos de don Miguel de Unamuno hasta el punto de animarse a hacer una visita a esos parajes en 1913. Años después, en 1922, el Ministerio de la Gobernación creó una comisión de estudio de Las Hurdes, de la que formó parte, entre otros, don Gregorio Marañón. Y aquel mismo año, el rey Alfonso XIII visitó Las Hurdes con gran cobertura de reporteros. Repitió el viaje en 1930, tratando de mejorar en la medida de lo posible su desgastada imagen tras la guerra de Marruecos y el final de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que él había apoyado desde el principio. Y Luis Buñuel aprovecharía aquel vaivén monárquico al cogollo de la España profunda para hacer, después de conocida la tesis doctoral de Legendre, su documental “Tierra sin pan”, donde aparecen personas como sacadas de un cuadro de Gutiérrez Solana. Chany nos cuenta hoy en su columna que no es lo mismo predicar que dar trigo, es decir, que “Aliste, Tábara y Alba han tenido que escribir su historia a base de incongruencias e injusticias unas veces a causa de su aislamiento geográfico y otras originadas por actuaciones o políticas (sic) que rozan lo absurdo y el más puro de los esperpentos”. Si les digo la verdad, produce agobio leer a Chany últimamente. “En telefonía móvil la cosa es para morirse de risa, -sigue contando Chany-, no tienes cobertura, eso sí, como te acerques a quince kilómetros de La Raya las llamadas te entran vía Portugal, con lo cual paga el que te llama y paga quien recibe, (…) el servicio ordinario de correos sigue siendo imprescindible en la zona oeste provincial para hacer llegar a los que allí viven desde la cita con el especialista en los centros hospitalarios de Zamora a la invitación a una boda o la factura de telefonía y luz”. A Chany le preocupa la correspondencia y la llegada del cartero. Pero, hombre, Chany, no te agobies: mira, las citaciones de especialidades de la Seguridad Social acostumbran a dar aviso al paciente para dentro de no se sabe cuántos meses más tarde; la invitación a una boda que no se recibe es un gran alivio para el bolsillo, se evita uno tener que hacer regalo. Y a la factura de Telefónica le pueden dar por el saco. Si la televisión no se ve, eso que gana el cuerpo, y si el teléfono móvil no tiene cobertura, con eso se ahorra un sinfín de llamadas impertinentes. No le des vueltas a la cabeza, Chany, así estáis en la gloria.

No hay comentarios: