sábado, 31 de marzo de 2012

Las cenizas del difunto


La Conferencia Episcopal italiana ha presentado una nueva edición, supongo que corregida y aumentada, sobre el Rito de las exequias. Es como un “libro de estilo” para que los católicos italianos sepan qué hacer con los polvillos del difunto derivados de la cremación, desechando de plano el esparcimiento de las cenizas por los parajes más insospechados. Los polvos en los descampados, y en eso lleva razón la Iglesia Católica, tienen su peligrosidad si no se miden bien sus consecuencias. Según la Conferencia, no existe oposición por parte de la Iglesia en lo que respecta a quemar los cadáveres cuando no se lleve a cabo “in odium fidei”, o sea, en odio a la fe. Pero lo ideal para la Conferencia es que los cadáveres reciban cristiana sepultura “para expresar la fe en la resurrección de la carne”. Queda claro que para los funcionarios del Cielo en su delegación en la Tierra, cuanto más entero quede el “fiambre”, menos costosa resultará la resurrección. ¡Vaya lío! Hay que dar facilidades a aquello que los católicos recitan en el Credo si pretenden que la vida después de la muerte sea perdurable. Esas cosas las vería aceptables si se explicasen desde los ayuntamientos, que son los que cobran las tasas por las sepulturas; o desde las Comunidades Autónomas, que son los recaudadores de las transmisiones patrimoniales en las sepulturas “a perpetuidad”. Y entrecomillo “a perpetuidad”, porque las propiedades sobre nichos, panteones y tumbas duran como máximo cuarenta y nueve años de acuerdo con la legislación vigente. Las cenizas humanas, en definitiva, contienen principalmente fosfato cálcico derivado de los huesos, es decir, hidroxiapatito. Lo ideal sería esparcirlas en España por los campos de cultivo, sin odio a la fe alguno, con permiso del ministro del ramo, Miguel Arias Cañete, y el “nihil obstat” de Antonio María Rouco Varela, claro.

Esperpentos residuales


Leído hoy en “Gaceta.es”, de Intereconomía, y firmado por un tal Extremadamentespañol: “Rubalcaba, ese comunista judeomason (sic) de afilados colmillos y sangre negra y espesa como la pez es solo uno mas e (sic) los numerosos hijos de Satan (sic) belcebú (sic) poseidos (sic) por la simiente malefica (sic) de Lucifer que pululaban por las calles de Barcelona el otro dia (sic). Este personajillo de espalda encorvada y mirada torva es un criminal terrorista que deberia (sic) ser encarcelado inmediatamente junto con todos los sociatas, sindicalistas, nacionalistas antiEspaña y simpatizantes del contubernio judeomasonico (sic). Por el bien de nuestra NACION asi (sic) ha de hacerse. Esperemos que Rajoy ponga orden cuanto antes en todo este desvario (sic) marxista terrorista antes de que Rubalcaba y sus secuaces empiecen a quemar iglesias, violar monjas y embarazadas y comerse a nuestros hijos. De todo ello y de mucho mas son capaces estas hordas luciferinas de Rubalcaba-Satan (sic)".Ignoro quién es este malnacido que teme que el secretario general del PSOE, señor Pérez Rubalcaba, “y sus secuaces”, viole monjas y embarazadas, queme iglesias y se coma a nuestros hijos. Lo que sí queda claro es que ese tal Extremadamentespañol, que se oculta en un seudónimo por ser un cobarde, se come los acentos ortográficos y tiene más faltas gramaticales que cañamones dan por un duro. Nos recuerda, por otro lado, que ciertos esperpentos residuales de la ultraderecha franquista más repugnante siguen todavía lanzando coces y relinchos al aire en un Estado de Derecho. Pero, si malo es lo que este lerdo comenta, peor es que el director del periódico, en este caso Carlos Dávila, lo permita. Lo dice el refrán castellano: “Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”.

viernes, 30 de marzo de 2012

El "supertacañón" Rajoy


Dice Anson que “con el mastín europeo mordiéndole los talones, Mariano Rajoy no debe ceder”. Rajoy no sólo no cede sino que tampoco da la cara en ninguna rueda de prensa posterior a cada Consejo pese a la importancia de lo tratado en los últimos desde que llegó a la Presidencia. Este aparente “Supertacañón” de la cosa pública cuenta, eso sí, con la bendición de Emilio Botín, que es como el “deus ex machina” proveniente de fuera del escenario político para, más que resolver una mala situación enquistada, arrimar el ascuas a su sardina. Un hombre éste, Botín, que actuando de elemento externo, intenta “remediar” una difícil situación planteada en España sin seguir la lógica interna de los partidos ni haber ido en lista alguna durante las últimas elecciones ni al Congreso ni al Senado. Es, por decirlo de alguna manera, un factor exógeno al que nada importa tal falta de coherencia. Emilio Botín opina en su torre de marfil y la prensa lo refleja. Recuerdo haber leído en algún sitio un comentario de Emilia María Gómez López donde dejaba claro que “los bancos (el Santander también) están llenos de tóxicos que quieren colocar al Estado y que éste vuelva a asumirlos como deuda soberana. Los bancos (el Santander también) se limpiarían y quedarían libres de seguir consiguiendo dinero del BCE al 1 por ciento, y en lugar de sanearse, volverían a apostar por comprar deuda soberana y a exigir su pago mediante recortes y más recortes sociales que anularían la capacidad de compra del ciudadano. O sea, que no podrían consumir; con lo cual nos meteríamos en más deuda sin que hubiera consumo-crecimiento, y de ahí más paro porque si las empresas no venden no pueden fabricar para tener en stock”. Ahora, en su paseillo por el coso del Eurogrupo, en Copenhague, ha dicho De Guindos que los nuevos presupuestos aprobados hoy en Consejo de Ministros, con el mayor ajuste fiscal de nuestra historia democrática, “van a convencer a Europa”. Por otro lado, la amnistía fiscal anunciada, parece ser que obrará el milagro de los panes y los peces. Hay que contentar a Merkel y a toda la panda de mentes cuadriculadas que miran con lupa todo lo que sucede en la Europa del Sur tras el susto de Grecia. Posiblemente los ajustes españoles convenzan a Europa de que “vamos por el buen camino”, pero el sudor y las lágrimas que se nos pide a cambio a los ciudadanos son excesivos. Hace pocos días comentaba un prestigioso empresario, Juan Roig, que “los españoles deberíamos tomar nota de la cultura del esfuerzo de los chinos”. Pero como hoy cuenta Jordi Sevilla en “El País”, “la admiración por el milagro económico de algunos países emergentes no debe hacernos olvidar que, en muchos casos, se explica por ausencia de democracia y por una sobre-explotación humana y medio ambiental”.

martes, 27 de marzo de 2012

El políglota Rajoy


A los niños de mi generación se les machacaba en las parroquias, cuando asistían para el repaso del catecismo Astete, la peregrina idea de que el día más feliz de su vida era el de su primera comunión. Personalmente descubrí que eso no era cierto. Pero, ¿qué diría Rajoy? En su fuero interno sabe que el día más feliz de su vida tuvo lugar el pasado 20 de noviembre, cuando ganó por mayoría absoluta las elecciones generales después de dos intentos fallidos. Y ahora, como es el primero de la clase (política), ha tocado el cielo con la mano al saludar a Obama en Seúl. Se le veía radiante de felicidad, con su traje azul, su corbata color gaviota y su insignia de “nitrato de Chile” en la solapa de la americana. Y como es el primero de la clase (política), le ha dicho a Obama: “Mis hijos estudian inglés. Y yo también”. Y Obama le ha sonreído, con el aspecto de un misionero con rostro de niño de hucha del Domund. Detrás de ellos, y en medio de ambos, una señora rubia y bajita ejercía de intérprete.
--Mis hijos estudian inglés. Y yo también.
--Ya, ya…
El políglota Rajoy habla inglés en la intimidad. Como parece ser que hace Aznar con el idioma catalán.
--This is a table. This is a window. This is a door… ¿Me escucha usted?
--Bueno, amigo, te invito a visitarme a la Casa Blanca.
--Yes, yes… Thank you. I'll visit.
Decía Benjamín Disraeli que “los viajes enseñan la tolerancia”. Y una anciana de mi pueblo afirmaba que “viajeando” se “dislustra” una mucho. Pues eso.

Anson y sus fantasmas


“El Imparcial” reproduce hoy un artículo de Luis María Anson, “Frente Popular en Andalucía”, publicado en el diario “El Mundo” el pasado día 6 de marzo. Es lo más parecido a un panfleto “ad majorem CEDA gloriam”, con un tufillo y unas teñiduras desmayadas de los años 30 del siglo pasado que bien pareciera estar escrito por el mismísimo Eugenio Vegas Latapie. El otrora “salvador” del periódico monárquico de los Luca de Tena, a mi entender, se ha pasado de frenada. No es que ponga en duda su capacidad de trabajo ni su olfato periodístico. Dispone de ambas virtudes en grado superlativo. Para revalidar tales capacidades, sólo es necesario leer breves líneas de un párrafo del libro “Anson, una vida al descubierto” (Daniel Forcada y Alberto Lardiés, La esfera de los libros, S.L., 1ª ed., Madrid, 2010, p. 267), donde se cuenta lo siguiente: “La llegada de Anson se acoge en Serrano, 61 con gran expectación entre los redactores, que pronto conocerán de primera mano su meticulosidad por alcanzar la perfección. Es un adicto al trabajo. Revisa hasta las esquelas y redacta él mismo cientos de informaciones y pies de foto, todos cargados de intención”. Pero este miembro de la Real Academia hace un análisis a futuro (de sólo unos días) cargados de, por decirlo de una manera suave, nostalgia histórica. Según Anson, “las arenas todavía están movedizas en Andalucía. Si el PP no gana por mayoría absoluta o si no la consigue aún sumando el pincho de Rosa Díez, socialistas y comunistas se aliarán para formar gobierno. Sería otra vez el Frente Popular”. ¡Chupa del frasco, Carrasco! Y para redondear su exposición, termina el artículo con claros barruntos de tormenta: “Cruzar el rubicón andaluz en los idus de marzo compromete la estabilidad nacional, zarandeada por la galopante crisis económica y por la herencia política zapateresca, con Bildu gobernando Guipúzcoa, Amaiur circulando por el Congreso de los Diputados y Artur Mas diciendo, a quien quiera oírle, que el Estatuto concedido por el expresidente dadivoso es solo el penúltimo peldaño de la escalera del secesionismo”. Pues nada, Anson, tomemos una taza de tila. Sosiéguese, hombre de Dios, que el Partido Popular ha ganado las elecciones en Andalucía. Lo malo es lo que ponía en los titulares del diario “ABC” al día siguiente, o sea, ayer: “Triunfo histórico del Partido Popular en Andalucía, pero insuficiente”. Lo siento, Anson. Quizás hubiese quedado mejor otro titular en el “ABC” que hace Vocento y que para usted “no es el verdadero”: “Derrota histórica del PSOE en Andalucía, pero suficiente”. ¿Cuál prefiere?

lunes, 26 de marzo de 2012

Rajoy descorbatado


A mi entender, el presidente del Gobierno debe dar una buena imagen de España en el exterior. Y lo primero de todo, según las más elementales normas de cortesía, es que está obligado a llevar puesta sobre el cuello de la camisa una corbata aunque tenga calor o esté sofocado. La imagen fotográfica recibida desde Seúl por la Agencia EFE, saliendo Rajoy del avión y pasando revista a un pelotón de soldados que le cumplimentaban a su llegada, es más propia de un cromañón, o de un gañán de esos que siempre aparecen en las bodas de campanillas sin saber quién le ha invitado, y en nada ayuda a fortalecer ese icono patrio. El rey nunca lo hubiera hecho. Vamos, seguro que no. Decía Pedro de Hoyos que “la educación no es sólo índice de cultura, también es señal de dónde pone uno el límite entre dignidad e indignidad propias”. Y ya en Seúl, no sabemos si con la corbata de los domingos anudada, el jefe del Ejecutivo ha comentado a la prensa viajera que se siente muy orgulloso por el triunfo de Arenas en Andalucía. Sí, pero el que presumiblemente ocupará el despacho presidencial de un palacio de San Telmo renovado y luminoso (Chaves se gastó más de 53 millones de euros en reformas) es Griñán si consigue pactar con IU, que lo conseguirá, y eso se asimila mal. Es la cuarta vez que Arenas, el de “Arenal de Sevilla y olé, Torre del Oro”, lo intenta sin demasiado éxito. Arenas se va a convertir, a ese paso, en el fantasma de la que antaño fuese residencia del duque de Montpensier. Paciencia y a barajar. Ya verán como pronto acude Iker Jiménez ((Fríker Jiménez para los amigos) con sus bártulos para hacer unas sicofonías. “Arenas amarillas, /palcos de oro. / Quién viera a las mulillas/ llevarme el toro”.

Se acerca el viernes de dolores


La médico Ana Pastor, ahora titular de la cartera de Fomento, debería saber que no es lo mismo la circulación de la sangre que la circulación de los trenes. Insistir, como parece que insiste, en mantener los planes sobre la continuación con las obras del AVE Madrid-Badajoz, una vez sabido que Pedro Passos Coelho no está por la labor de unir por ferrocarril de alta velocidad Madrid con Lisboa, es a todas luces irracional e insensato. España, con su más que precaria economía, no está en condiciones de lanzar cohetería ni de empecinarse en encender absurdas mascletás a la valenciana con mucha quema de pólvora del rey y pocas nueces que echar al talego. Esa línea de alta velocidad, de llevarse a cabo, no sería rentable por la escasa población a lo largo de su tramo. Ya basta de insensateces, como lo fueron el aeropuerto de Castellón, que no cuenta todavía con los permisos necesarios por su mala planificación; o el de Huesca, que se “engendró” con la infantil pretensión por parte de la Diputación General de Aragón, entonces presidida por Marcelino Iglesias, de que pudiera acercar a los ingleses a esquiar en las pistas de Aramón. ¿Cierto, señor Biel? Es necesario saber, por tanto, dónde se gasta cada euro público. Como señala hoy “El País”, “quedan lejos aquellos días de 2006 en los que los entonces jefes de Gobierno de los dos países, José Luis Rodríguez Zapatero y José Sócrates, reiteraban que la conexión ultrarrápida sería una realidad en 2013”. Vamos a esperar al próximo viernes, donde está previsto que el Consejo de Ministros “presente en sociedad” el “adefesio” de los Presupuestos Generales del Estado para 2012, una vez despejada la incógnita de los comicios en Asturias y Andalucía ayer domingo. Sí, vamos a esperar al próximo día 30, o sea, al día después de la octava huelga general, que coincide, ¡ay!, con el viernes de dolores.

domingo, 25 de marzo de 2012

Derecha de laboratorio


Se decía que el maestro Ciruela no sabía leer y puso escuela. Ahora resulta que el telonero Rodríguez Zapatero ha cobrado 80.000 dólares por explicar una “lección magistral” sobre economía en Venezuela. Y digo telonero porque el expresidente del Gobierno de España fue plato de tercera mesa, o sea, que se subió a la tribuna una vez que declinaran la invitación Lula da Silva y Henrique Cardoso. Jordi Sevilla, en su día, ya le había comentado que en dos tardes podría enseñarle economía y el osado expresidente se quedó con la copla. A España la hundió hasta las cejas, ¿he dicho las cejas?, pero él parece que aprendió a desenvolverse con soltura y a las pruebas me remito: ha cobrado en un solo día en América casi más que todo un año en La Moncloa. Y allí, en la otra orilla del Océano, se ha caído del caballo, como Saulo, y ha reconocido que “el gran reto en España consiste en cambiar el modelo productivo”. De eso ya se está encargando Rajoy sin tener necesidad de tener que escuchar lecciones magistrales del de León. Pero ahora levantan la voz organizaciones que pensábamos que oían, veían y callaban. Así, por ejemplo, la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda señalaba días pasados –y así lo recogía “El Mundo”- que “el tributo que necesita más reforma de todos es el impuesto de Sociedades, habida cuenta de que, a su juicio, las grandes empresas pagan una tasa efectiva sobre beneficios inferior a la de un mileurista en la declaración del IRPF”. Según esa Organización, “los ingresos obtenidos en el extranjero están exentos del impuesto de Sociedades mientras que los gastos invertidos para ello sí tienen deducciones fiscales. El mecanismo es muy simple: los ingresos no suman (computan) y los gastos financieros necesarios para obtener los ingresos sí restan (se deducen). Otro gran beneficio fiscal es la libertad de amortización sin obligación de mantener plantilla, algo que perjudica a las pymes frente a las grandes empresas. (…) la libertad de amortización supone el diferimiento indefinido y continuo del impuesto de Sociedades a pagar y a coste cero. Esto supone un grave quebranto para las arcas públicas que no obtienen ingresos sin que la inversión aumente; de hecho está disminuyendo (…) la supresión del mínimo requisito de mantenimiento de plantilla ha hecho que, de hecho, el Estado esté subvencionando y financiando los EREs de las grandes empresas”. Esperemos a ver qué hace Rajoy con esa patata caliente. Yo doy por sentado que esta Derecha de laboratorio no moverá un dedo, en evitación de despertar a la Fiera Corrupia que lo aupó a la cima del poder político a cambio de seguir manteniendo intocable su cuenta de resultados.

viernes, 23 de marzo de 2012

Gorrillas, gorrones y demás ralea


Están presentes en todos los solares sin vallar. Su misión consiste en señalar aparcamiento y cobrar la voluntad. Me recuerdan a aquellos maleteros, o “mozos del exterior”, así figuraba en su gorra de plato, que había en los andenes de las estaciones de ferrocarril para ayudar al viajero en el transporte de valijas desde la puerta del vagón hasta la toma de un taxi. También cobraban la voluntad, pero se la ganaban con creces. Desaparecieron el día que a alguien se le ocurrió poner ruedas a las maletas. Los gorrillas, en cualquiera de los casos, pertenecen a ese colectivo de viejos oficios que no necesitan de títulos académicos, que no pagan impuestos y que, de alguna manera, cumplen una función nada desdeñable. Los gorrillas de aparcamiento terminan por quedarse con la cara de todos los “clientes” y están al tanto del proceder de cada uno de ellos a la hora de soltar la mosca, con voluntad o sin ella, a cambio de una supuesta vigilancia que está por demostrar. Es un toma y daca sobrentendido. Pero, echando cuentas por encima, la suma de esas voluntades constituye para el gorrilla una pasta gansa nada despreciable a la hora de hacer arqueo. Recuerdo que en Sevilla, al menos hace años, los gorrillas que estaban detrás de la calle Imagen, en los alrededores de La Encarnación y en la Plaza del Salvador eran educados y corteses. Conocían al “cliente” por su nombre de pila y siempre le anteponían el don como signo de consideración. Tampoco era necesario que hubiese estacionamiento. Le dejabas el coche con la puerta del conductor abierta y en doble fila y el gorrilla lo aparcaban con un exquisito cuidado tan pronto como quedase un hueco disponible. Y si pasaban los guardias municipales, procuraban mirar para otro lado para dejar trabajar sin estrés. Los gorrillas de Zaragoza son diferentes en el trato. Suelen ser rumanos y generan menos confianza. Conviene darles la voluntad, en evitación de poder encontrarte con la sorpresa del coche abollado un par de horas más tarde por haber sido desatendida la vigilancia. España, donde ya se ha destripado hasta la caja fuerte del Cobrador del Frac, es un país donde unos ciudadanos van de gorrilla hasta en las plazas de toros, otros comen y beben de gorra siempre que se tercie, e innumerables desaprensivos políticos, mayormente afectos a nuestras Comunidades y Municipios, hasta tiran de “visa” de la forma más expeditiva en restaurantes de postín y bares de copas con cargo al maestro armero, o sea, el Estado. Son los gorrones que entienden que el dinero público no es de nadie, como ya parece que dejó claro Magdalena Álvarez siendo ministra de Fomento con Rodríguez Zapatero y que, para vergüenza de los ciudadanos que pagan sus impuestos, en 1979 accedió por oposición al Cuerpo de Inspectores de Finanzas del Estado. Finalmente están aquellos desvergonzados que se “justifican” de la forma más peregrina. Se cuenta que, en cierta ocasión, estaba Lerroux , más conocido como El Emperador del Paralelo, saboreando una botella de campán rosado en “El Molino” de Barcelona y alguien le preguntó: “¿Qué les diría a sus masas de votantes si le vieran ahora y en este lugar?”. Con el mayor aplomo respondió: “Pues que estoy probando la bebida de los obreros del futuro”.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Reforma y contrarreforma


Me entero de que una localidad zamorana, Peleas de Abajo, gobernada por la agrupación independiente de electores El Pueblo para el Pueblo desde su triunfo en 2011, es la más endeudada de España. Su alcalde, Félix Roncero, heredó del anterior alcalde, Marcelo Jurado Rodríguez, del Partido Popular, así como de su señora madre, Josefa Rodríguez López, una montaña de facturas sin pagar. Para hacerse una idea del desmadre municipal, cada uno de los 274 vecinos que conforman ese pueblo de la Tierra del Vino debería abonar al Ayuntamiento la suma de 18.000 euros para saldar la deuda. Eso sí, los peleínos disfrutan de unos jardines y de una residencia de ancianos que son la envidia de la comarca. La contrapartida es que han sido embargados todos los terrenos y fincas, a excepción del ocupado por la residencia, y que sólo cobra sueldo el alguacil y la secretaria. Roncero ha renunciado al sueldo de 20.000 euros anuales que cobraba el anterior alcalde. Además, se decidió por referéndum popular quitar el nombre de una calle a la alcaldesa Josefa Rodríguez, quien permaneció en el cargo de 1979 a 1987 por el Partido Liberal y desde ese año hasta 2003 por el Partido Popular. Su hijo, Marcelo Jurado Rodríguez, permaneció de alcalde desde 2003 hasta 2011. Hoy me entero de que el portavoz del equipo de Gobierno municipal de Zamora, Francisco Javier González, se ha negado en redondo a entregar a la directiva de la Real Cofradía del Santo Entierro los 10.000 euros solicitado al Ayuntamiento por esa cofradía con el fin de contratar cuatro bandas de música para que acompañen la procesión del Viernes Santo. Y hoy me entero, también, de que el Ayuntamiento de Zamora pagará “esta misma semana” –así lo ha dejado claro el concejal de Economía y Hacienda, Manuel Roncero- a la Junta Pro Semana Santa zamorana la subvención de 63.000 euros correspondiente al año pasado. La alcaldesa de Zamora, la toresana Rosa Valdeón, del Partido Popular, por lo visto aún no tiene muy claro quien gobierna en España: si Mariano Rajoy o la Conferencia Episcopal. Moverse a ciegas entre las “reformas” de Rajoy en detrimento del Estado de Bienestar y la “contrarreforma” expresada en las homilías de los chamanes de la iglesia católica a beneficio de inventario, sólo puede conducir al colapso de las libertades ciudadanas y, por aquello de “por imperio hacia Dios”, al despotismo de las oligarquías reaccionarias.

lunes, 19 de marzo de 2012

Tralla de arreo


Existe un artículo de Camilo José Cela incrustado casi al final de un libro, “La rueda de los ocios”, (Alfaguara, 1972) que me ha trasladado a otro tiempo. El artículo en cuestión, “Elegía de los autobuses pequeños, saltarines, desvencijados”, es íntimo y de una cordialidad que sólo he visto en el Cela que se desnuda para enseñarnos su alma de viajero polvoriento aunque dulce y humano. Me sucedió leyendo “La rosa” y me sobrevino con algunos personajes de “El gallego y su cuadrilla”. “Los autobuses viejos –cuenta Cela- tratan de prolongar su vida, aun a costa de apurar su vejez, porque saben que la muerte es implacable y no perdona; que a rey muerto, rey puesto, y que un amor, ¡ay!, saca otro amor, igual, exactamente igual, que un clavo saca otro clavo”.Cuando Cela se pone tierno hay que dejarle que fluya por las páginas como un riachuelo danzarín de aguas nerviosas y claras. Ya no existen aquellos autobuses destartalados. Los devoró la ITV, esa inspección técnica necesaria aunque fatal para quienes viajábamos “como en familia” por caminos polvorientos y llenos de curvas en los que era necesario tocar la bocina, entre adoquines y dos filas de árboles con el tronco pintado de blanco. Y bajaban el Puerto del Escudo y subían el Puerto de la Bigornia en marcha corta, para no cansar demasiado los engranajes de las tripas de aquellos viejos cacharros. En la parte de arriba iban los bultos bien ensogados para que no se moviesen con el traqueteo. Y en cada pueblo del recorrido, al apearse el viajero, éste esperaba paciente a que el chófer casi trepara por una escalerilla trasera y le hiciese entrega de su valija. En otros pueblos se hacía parada y fonda durante el tiempo necesario para poder tomar un bocado, estirar las piernas y, si era menester, exonerar el vientre. Al final, camino arriba, camino a bajo, los viajeros llegaban a su destino con un retraso que siempre era interpretado como razonable. Qué quieren que les diga. Hoy se conmemora el segundo centenario de La Pepa y he preferido no hurgar en la llaga de los despropósitos del nuevo Gobierno. En Cádiz, esa “La Habana con más salero” tal y como la entendió Antonio Burgos, Rajoy ha aprovechado el viaje al Sur y el performance vecinal para “justificar” en un plúmbeo discurso, en el Oratorio de San Felipe Neri, sus reformas económicas. Según la crónica local y las televisiones, el rey ha sido muy aplaudido tras su discurso, alrededor de minuto y medio. Mañana, cuando ya se haya terminado el perfomance zascandil y se recojan pendones y gallardetes para mejor ocasión, todos los españoles estaremos pendientes de lo que pueda suceder el próximo domingo, 25 de marzo, en las urnas andaluzas y asturianas. Si les digo la verdad, me da igual que el Palacio de San Telmo sea ocupado por Arenas, por Griñán o por la duquesa de Benamejí. Tal tiene, que saber no tiene, y tal ha tenido, que tener no ha sabido, o sea.

jueves, 15 de marzo de 2012

Aquí todos somos presuntos


En Portugal llaman presunto al fiambre. Ahora resulta que un presunto testaferro de Urdangarín, el presunto belga Robert Cockx, tenía un ordenador en el interior de una bolsa de basura bastante comprometedor para el duque consorte por una presunta cuenta del Credit Suisse en Lausana. El belga, presunto residente en El Escorial, fue un presunto pardillo al ignorar que la policía española lo primero que mira en los registros domiciliarios son las bolsas de basura desde los tiempos de Jesús Gil, que no fue nunca un presunto sino el rey del mambo. Un presunto manuscrito de la secretaria personal de duque consorte, Julita Cuquerella Gamboa, a Eugenio Calabuig, presuntamente, desató el nudo marinero. Julita Cuquerella (presunta supernumeraria del Opus Dei) decía presuntamente al presidente de Aguas de Valencia que debía hacer el ingreso de la pasta gansa “por lo que tú ya sabes”. En otro correo electrónico interceptado por la policía e incorporado al sumario que instruye el juez Castro, el presunto Tejeiro pregunta presuntamente a la presunta Julia el 9 de septiembre de 2009: "¿Sabes de alguien que le pueda interesar que le contratemos para acumular Seguridad Social? Sería para lo que queda de año y para el siguiente”. La presunta asistente personal del duque de Palma presuntamente responde al presunto contable al día siguiente: “Mi cuñada, que está en Madrid, está presuntamente interesada”. ¿Pero, quién es la presunta cuñada? Esa presunta cuñada a la que presuntamente alude Julia Cuquerella es la presunta esposa de su presunto hermano Marcial Cuquerella Gamboa, presunto director general de Intereconomía TV y presunto miembro de El Yunque. Su abuelo, el almirante de la Armada Marcial Gamboa Sánchez-Barcaiztegui, fallecido en 1986, mantuvo una presunta relación muy cercana con el rey y fue nombrado por éste senador de designación real en los primeros años de la Transición. ¿Y qué diablos es El Yunque? Una presunta secta, vinculada a los extremistas neocon del Phoenix Institute de Arizona, en Estados Unidos, que presuntamente se mueve en España desde hace años y tiene, presuntamente, bajo su advocación a diferentes presuntos movimientos cívico-católicos. Uf, demasiado para el cuerpo. Para mí que Urdangarín debería haber utilizado para sus negocios un lenguaje cifrado, o mediante códigos, o mediante un lenguaje encriptado, como se hizo en la II Guerra Mundial con la lengua navaja, para asegurar su confidencialidad. Si Julita Cuquerella hubiese presuntamente escrito a Eugenio Calabuig, pongamos por caso, “tu pupila es presuntamente azul”, para indicarle que soltase la mosca, nadie hubiese imaginado que se hacía referencia a tres presuntas facturas de 125.000 euros cada una por presuntos negocios que presuntamente “no llegaron a cristalizarse”, como la presunta pretensión quijotesca de procurar conseguir un trasvase de aguas en Jordania. Franco, que no fue nunca un presunto sino un golpista de tomo y lomo, pocos días antes del asesinato de José Calvo Sotelo, daba contestación a un telegrama de Mola por el que se éste le instaba presuntamente a que se sumase al presunto e inminente golpe de Estado. Y Franco, presuntamente, en aquel presunto telegrama, presuntamente puso aquello de “geografía poco extensa”, que equivalía en el ámbito de aquel código secreto poner de manifiesto: “Franco no va”, pero la muerte de Calvo Sotelo en los días siguientes presuntamente amplió la “extensión geográfica” con los trágicos resultados que todos conocemos. Al menos, así me lo contó el abuelo Cebolleta. Nada más, hasta mañana. Tengo que hacer algo de cena y miren la presunta hora que es.

miércoles, 14 de marzo de 2012

La prensa de papel


Señala Manuel Vicent hoy en “El País” que “cualquiera que lleve hoy un periódico bajo el brazo no es que esté mal informado, pero da la sensación de estar viviendo la realidad del día anterior”. Cierto. Tarde o temprano la prensa de papel pasará a mejor vida. Se imponen internet y los periódicos digitales. Algo parecido está sucediendo con las enciclopedias. De hecho, la Enciclopedia Británica va a dejar de editarse y algo parecido sucederá sin tardar con el “Espasa”. Los ciudadanos hacen las consultas en la web que, además de estar más actualizada, no ocupa estanterías. Lo siento por los vendedores de enciclopedias, tan insistentes siempre, y también por las editoriales que las venden por fascículos semanales. Hoy nadie abre la puerta de su casa para recibir a un vendedor de libros; y los fascículos, cuando echamos cuentas de su coste real, descubrimos que salen carísimos si le añadimos el precio de las encuadernaciones. Recuerdo que, siendo un adolescente, en casa compraban por fascículos una enciclopedia de diez o doce volúmenes que se llamaba “Monitor”. Hoy se ha quedado obsoleta, como casi todo de entonces. La prensa diaria tampoco pasa por un buen momento. Hace pocas fechas desapareció “Público” en edición de papel y muchos lectores y plumillas de la prensa conservadora se alegraron de ello. El más destacado, que yo sepa, fue Sánchez-Dragó, que le dedicó una columna (“Del rojo al amarillo”) muy agresiva en “El Mundo”. En ella escribió, entre otras “lindezas”, que “Público” era “un catón para asnalfabetos (sic) y un dazibao de titulares para miopes”. Hombre, a mí me pareció siempre un periódico interesante. Parece mentira que Sánchez Dragó, cada vez que hace referencia a la izquierda, sea tan provocador. Y digo que parece mentira por dos motivos: el primero de ellos, por ser hijo póstumo de Fernando Sánchez Monreal, periodista y director de la agencia de noticias Febus y redactor-jefe del diario La Voz, asesinado por los sublevados en septiembre de 1936 en las proximidades de Burgos. La segunda, por haber sido durante su juventud miembro del Partido Comunista de España y de haber cumplido 16 meses de cárcel en Carabanchel y otros siete años de exilio. Pero prefiero volver a Manuel Vicent, que termina su artículo indicando que “mientras todas las noticias en el digital son ya las de mañana, tampoco está tan mal ser un ciudadano elegantemente inactual”, que ya casi equivale a haber sido suscriptor del diario “Madrid”, del “España de Tánger” o del “7 fechas”, que en paz descansen.

martes, 13 de marzo de 2012

El nudo gordiano


El pasado día 12 de enero, Luis María Anson publicaba en “El imparcial” su habitual columna, que ese día titulaba “Juan Carlos I antes al lado de la ley que de la familia”. En uno de sus párrafos, Anson, en el penúltimo párrafo, hacía referencia al matrimonio astillado de Carlos y Diana, “empalidecidos los días de lujo y rosas, abrumado él por las heridas de la Historia todavía sin cicatrizar, encendidos en ella los ojos de cierva azul y engañada…, etcétera”, para llegar finalmente adonde quería llegar, o sea, al “caso Urdangarín”. Y contaba: “lo que ha hecho presuntamente Iñaqui (sic) Urdangarín es mucho peor que una decisión de amor, para muchos disculpable. Si el juez imputa primero al duque de Palma y le sentencia después, el daño que este deportista irresponsable habrá causado a la Monarquía resultará incalculable. A la Monarquía, al Rey, al Príncipe de Asturias y a la Infanta Cristina que, con sus cuatro idiomas, su título universitario y su máster en New York University, ha trabajado durante 17 años como simple empleada en La Caixa de Barcelona”. Ni que decir tiene que nadie puede poner en duda que la infanta Cristina hable varios idiomas, que posea una licenciatura en Ciencias Políticas y que haya hecho un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York. Pero, al margen de que domine un rabo de idiomas, de su licenciatura, de su máster, de sus deportes favoritos, de que sea patrona vitalicia de la Fundación Gala-Salvador Dalí, de que haya patroneado con éxito el "Azur de Puig", de que en cierta ocasión presenciara en Cabo Cañaveral el lanzamiento del tercer satélite Hispasat, de que inaugurase en Zamora la IX edición de la exposición las "Edades del Hombre" y que desde 1993 trabaje para La Caixa, aunque no como simple empleada como cuenta Anson, lo cierto es, y eso no puede negármelo nadie, que a finales de 2011, su marido, el duque consorte, fue imputado junto con otros socios por la “Operación Babel”, una ramificación del caso Palma Arena, por la que el juez instructor José Castro Aragón, a instancias del fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, le citó para declarar en febrero de 2012. Lo que no puede negarme nadie, tampoco Anson, es que Cristina de Borbón y Grecia ha sido copropietaria de la sociedad Aizoon y ha sido miembro del patronato del Instituto Nóos, ambas instituciones implicadas en el caso, sin que hasta el momento haya sido encausada, aunque sería posible. Al final del artículo, a Ansón se le derrama el tarro de las esencias aludiendo a Juan de Borbón y Battemberg, para Anson Juan III, sobre el que dijo que estaría orgulloso del “comportamiento - ¿qué comportamiento?- y las palabras del hijo al que enseñó siempre, frente a las piruetas franquistas, el camino de la responsabilidad y del respeto a la voluntad popular libremente expresada”, en clara referencia al último discurso de Navidad del jefe del Estado. Las “piruetas franquistas”, como dice Anson, evitaron que Juan de Borbón fuese el sucesor de Franco a título de rey. A mi entender, éste carecía de cualquier derecho dinástico en España al ser hijo de un ex rey por haber perdido la Corona en 1931 obligado por el Pacto de San Sebastián. Dicho de otra manera, Juan Carlos de Borbón y Borbón Dos Sicilias fue sucesor de Franco como lo podía haber sido cualquier español del antojo del dictador. Lo dejó bien claro el 27 de mayo de 1962, dirigiéndose a los alféreces provisionales en el madrileño cerro Garabitas, cuando dijo aquello de “Me siento tan joven como vosotros.”, y añadió: “Todo quedará bien atado”. Franco, aquel día trabó un nudo gordiano que él creyó imposible de desamarrar, en referencia, quizás, a aquel campesino de Gordión que llevaba sus bueyes atados al yugo con unas cuerdas anudadas y de gran complicación para desanudar. Franco había enlazado a los treinta millones de mansos de solemnidad, en aquella carajicomedia del espanto, por los cataplines con el yugo y las flechas. Pero nunca se esperó el dictador que su sucesor, el hasta su muerte príncipe de España, imitara a Carlomagno durante su conquista del imperio persa y se enfrentara en Frigia al reto de desatar el nudo. Se limitó a cortarlo con la espada. Juan Carlos de Borbón, de manera parecida, dio en el quid para desasir aquel nudo gordiano que representaba el “Movimiento” al poco de ser nombrado por las Cortes jefe del Estado a título de rey. ¿Cómo lo logró? Desde luego sin utilizar espada ni cuchillo alguno. Simplemente haciéndole la concesión del título nobiliario de marqués al inmovilista Arias Navarro cinco minutos después de darle una patada en el trasero.

lunes, 12 de marzo de 2012

Sin capacidad de reacción


Aunque la Derecha, representada en tres personas distintas (Rajoy, Cospedal y Pedro Jota pero en un solo dios verdadero: La Vieja Dama) y determinados plumillas insoportables de la prensa de la caverna, se hayan alegrado con la aparente “muerte” del diario “Público” en edición de papel tras 1599 días en el quiosco, el que suscribe se alegra de que el papel de “Público” continúe vivo en las redes sin ningún signo de catalepsia. Como decía Jesús Maraña, “envolver el pescado o un bocadillo siempre fue un uso un poco cutre del venerable periódico. La tinta mancha”. Descubran los lectores de rancio periódico de butacón y batallitas a los nietos si “Publico”, ese periódico-río, sigue o no vivito y coleando en la red. Arturo González, en “La angustia permanente”, señala que “España es el país de la Unión Europea con mayores diferencias de renta; hay 11,5 millones de españoles pobres, y los que no lo somos hemos disminuido nuestro bienestar económico en al menos un 30%; los bancos se pelean por repartirse el botín de Cajas de Ahorros y bancos débiles; y entre las personas más ricas del planeta, en tiempo de crisis feroz, figuran 16 españoles, cuando el año pasado eran 14. (…) Lo que ha ocurrido es que la derecha ha sido y es implacable y exterminadora, y la izquierda ni siquiera sabemos en qué consiste. Lo que ocurre es que unos están arriba, y otros abajo, en el diván de la angustia, en el miedo a lo que va a venir. No se puede vivir así, y los políticos que lo patrocinan son indignos. La gente está cansada, manipulada, apática, triturada, derrotada, asustada, sin dinero, con sensación de pobreza, con miedo, sin posibilidad de hacer nada, sin capacidad de reacción, agazapada en su casa esperando a ver qué pasa”. Para Agapito Maestre, sin embargo, no pasa nada. Este “iluminado” columnista señalaba el pasado viernes en “Libertad Digital” que “si las nuevas generaciones de políticos del PP tienen como referencia a Fátima Báñez, entonces los españoles pueden respirar con tranquilidad”. ¡Ándele, ándele! España no es que se haya vuelto de derechas, es que ya lo era. Cuarenta años de franquismo no se borran con “Tipp-Ex” por darle a Felipe González la mayoría absoluta, como se hizo en el 82, por la curiosidad de ver qué pasaba aquí con un gobierno de “rojos”, que luego resultaría, ¡oh, decepción!, que no gobernaban unos rojos comecuras sino unos moderados socialdemócratas que se iban a cargar los Altos Hornos de Vizcaya. Muchos de aquellos españoles, que habían votado a FG y se sentían más demócratas que nadie, eran los mismos tipos que habían llenado la Plaza de Oriente vitoreando a Franco en septiembre de 1975 tras las últimas ejecuciones sumarísimas, mientras que los ciudadanos de la Europa verdaderamente democrática, los que conocían el percal, se “hacían carne”, se transustanciaban en “El Grito” de Edvard Munch. Los sosegados europeos, con dos guerras mundiales a sus espaldas en sólo un siglo, eran conscientes de que aquellos energúmenos del otro lado de los Pirineos, los de la boina y la maleta de madera en los andenes de las estaciones de Frankfurt o Stuttgart, eran ahora, en octubre de 1982, los gañanes asistentes a un guateque de vino, rosas y échame una mano, prima, que viene mi novio a verme, que se desgañitaban escuchando a un crecido Alfonso Guerra cuando afirmaba eso de que “a España no la va a reconocer ni la madre que la parió”. Eran los mismos ganapanes intonsos, por qué no decirlo, que habían desfilado sólo dos meses más tarde por el Salón de Columnas del Palacio Real para estirar el brazo a la romana y hacer la última genuflexión de sometimiento al mayor genocida español de siglo XX. Ahora resulta que “es normal” que España sea azul y que el albatros, que no la gaviota, sobrevuele la Península y el islote de Perejil con la grandeza del águila rampante y blasonada de san Juan. De hecho, ya hay varios pueblos que no desean que de su nombre se quite la coletilla evocadora del dictador. En Guadiana del Caudillo está caliente todavía una consulta popular donde se ha decidido no truncar el nombre del pueblo. Antonio Pozo, alcalde del PP, ha dejado claro que “siempre se ha llamado así y así debe seguir”. Amén. Y el colofón es que el príncipe de Asturias ha recibido en esta mañana de lunes audiencias en el Palacio de El Pardo vestido con uniforme de teniente coronel del Ejército del Aire. Como en el nodo. Para mí que pronto le veremos inaugurando pantanos.

domingo, 11 de marzo de 2012

Chicharro, o las novelas de Salgari


Este Chicharro se pasa el día elogiando la labor de la Infantería de Marina. Hace bien en ello, cuando se cumple el 475 aniversario de su creación. Pero casi al final de su artículo, “La Infantería de Marina en el lugar adecuado”, el segundo publicado en “República.com” con pocos días de diferencia con el primero, señala que “Numerosas personalidades de la vida pública española que han ocupado y aún ocupan puestos de alta responsabilidad, rondando hoy la madurez, sirvieron en este Cuerpo como Oficiales, Suboficiales y soldados”. Bueno, los que rondamos la madurez hicimos el Servicio Militar obligatorio donde nos cayó en suerte. Yo estuve en Artillería Antiaérea como pude haber estado en un cuartel de sementales. A esas “personalidades de la vida pública”, como él dice, les pasaría tres cuartos de lo mismo. Supongo que se sentirán mucho más cómodos hoy, con coche oficial y moqueta en el despacho, que recordando tiempos pasados “en las filas de la franja roja y de la sardineta”. Este Juan Chicharro, de alguna manera, me ha recordado aquellas esquelas mortuorias del diario ABC en las que, entre los apenados, figuraban su afligida esposa, la Excelentísima Señora doña Fulana de Tal y Cual, Marquesa de la Pepitoria, sus hijos don Mengano y doña Zutana (ausente) y la fiel Pilarita. Esa fiel Pilarita se me antojaba que era la sirvienta de toda la vida, la que había criado a Mengano y Zutana, que la pobre murió cuando se cayó de una vespa, y que había aguantado estoicamente todas las impertinencias de la excelentísima hasta que cerró los tres ojos su sufrido marido, o sea, el marqués consorte. Pues bien, Chicharro hace referencia a “Oficiales, Suboficiales y soldados” con una falta de consideración absoluta hacia estos últimos, a los que escribe con minúscula. Hace una distinción clara entre los funcionarios de uniforme que trincaban un sueldo digno y la tropa sin graduación, que hacía “la puta mili” obligados por ley y en evitación de ser conducido a la cárcel por insumisión. En otro momento de su artículo, Chicharro cuenta enorgullecido que “el otro día, el príncipe de Asturias imponía la Cruz del Mérito Naval con distintivo rojo a un capitán del Cuerpo por su valerosa acción de rescate de una ciudadana francesa en aguas somalíes”. ¡A cualquier cosa le llama un mantón de Manila! Chicharro debería saber que otro cuerpo, el de la Guardia Civil, se pasa la vida rescatando heridos en la carretera; que otro Cuerpo, el de Bomberos, se juega la vida sacando personas del interior de sus domicilios en llamas; que los médicos salvan vidas en los quirófanos, etcétera, sin esperar otra recompensa que el deber cumplido. Me parece bien que un capitán rescate a una ciudadana francesa en aguas somalíes, pero prefiero el trabajo de guardias civiles, bomberos y cirujanos, que las rocambolescas aventuras de un capitan, con medalla pensionada incluida, al estilo de las novelas de Salgari.

Rajoy y el artilugio mecánico


Señala Claudi Pérez hoy en “El País”, en su artículo “Eurodesencanto”, que “los argentinos saben que a veces la luz al final del túnel engaña y no es más que un tren de mercancías que se dirige hacia nosotros a toda velocidad”. Cierto. Por estos pagos no se ven brotes verdes. Menos aún ahora, que no llueve ni haciendo rogativas. Existe toda una generación perdida, nos atenaza el temor al contagio de un posible derrumbe griego y se comienza a mirar con envidia al “mileurista”. Empezamos a ser conscientes de que los palos de ciego que atiza el nuevo Gobierno sólo contentan a una mezquina Patronal que ahora se mira en el espejo de Juan Roig, el empresario valenciano, de la misma manera que antes se miraba en el espejo del indiano Ramón Areces, del banquero engominado Mario Conde o del empresario Ruiz Mateos, hasta que se acabó la diversión, llegó el comandante Boyer y mandó a parar. Claro, aquella era otra Patronal y, también, eran otros tiempos. Los políticos de entonces, los de la “bodeguiya”, se aplicaban el cuento de D’Stéfano cuando éste ganaba todas las Copas de Europa. La “Saeta Rubia” decía que “ayudar a un tonto es matar a dos inteligentes”. Pero, ahora, cada vez que habla Juan Roig los empresarios empiezan a “comerse el tarro” y es cuando Joan Rosell, como si le hubiesen dado cuerda, se sube a la parra y suelta eso de que “en España hay demasiados empleados públicos”, que los parados “quieren” miniempleos de 400 euros antes que no trabajar, y que debe haber más reducciones del impuesto de sociedades y más bonificaciones para las empresas. Y Juan Roig, el carnicero que montó Mercadona, en sus entrevistas, lanza perlas cultivadas a las ondas hertzianas al estilo de aquellos padrinos que arrojaban “perras gordas” y peladillas a la chiquillería tras el bautizo. Roig compara el copago sanitario con el cobro de las bolsas en el supermercado y asegura que “En España hay más de 7.000 bazares chinos porque hacen una cultura del esfuerzo que no hacemos nosotros”. Rajoy, por desgracia, pese al poco tiempo que lleva de inquilino en La Moncloa, se está empeñando en convertir en ceremonia de confusión todo lo que toca. Maneja el BOE a su albedrío, pero se le adivinan los trucos como al mago don Pirulo. Como escribió Ricardo Utrilla, en “Herencias y querencias” (“Cambio 16”, n. 564, p.15): “Si de raza le viene al galgo ser rabilargo, y echar a correr en cuanto ve a una liebre, necesaria resulta la picardía humana para conseguir que lo haga tras un artilugio mecánico. No vayamos a creer, al cabo de cuarenta años de dictadura, que los españoles llevamos en nuestros genes la inclinación al totalitarismo y el sometimiento.”

sábado, 10 de marzo de 2012

Unas precisiones necesarias


Víctor Gago, en un artículo de opinión (“Público de mierda”), en referencia a la huelga general prevista para el próximo día 29 por los sindicatos mayoritarios, señala que “la hermandad de los miles de liberados, son su propio ‘público de mierda’, los únicos ‘pequeños burgueses’ que quedan en una sociedad lumpenizada por los privilegios de Toxo y Méndez”. También Zaplana, ex ministro de Trabajo con Aznar, aparece en las páginas de “La Razón” (“Creo que ahora no toca”) para decir al modo papal que “la forma de legítima protesta elegida por los sindicatos es desproporcionada”. ¿Qué hubiera sido para él una protesta proporcionada? ¿Tal vez salir a las calles de nuestras principales ciudades, ordenados y silentes, sin interrumpir mucho el tráfico rodado, mientras sonase por unos altavoces la música del padre Abraham y sus pitufos? Según Zaplana, “deslegitiman su huelga general al convocarla sin esperar a ver los resultados de la reforma laboral del Gobierno”. A mi entender, no hace falta esperar para adivinar los resultados. En este caso no se trata de la compra-venta de un activo subyacente en el mercado de opciones. La reforma laboral es muy agresiva pero, si no se dan otros factores, no se crearán puestos de trabajo. Víctor Gago exagera, pese a que los sindicatos mayoritarios hace tiempo que dejaron de estar a la altura de las circunstancias. Y Zaplana haría mejor en callarse. No sé qué puede “aconsejar” un mediocre exministro de Trabajo con Aznar; alguien que “reclutó”, se dice que para promocionar la imagen exterior de la Comunidad Valenciana, al cantante Julio Iglesias, que se llevó crudo, según parece, un millón de euros a cambio de no mover ni un dedo. En suma, una pléyade de políticos incompetentes, la multiplicación de despachos innecesarios para contentar a todos, los avariciosos bancos y cajas y determinados especuladores “protegidos” (donde incluyo a los ayuntamientos y su vergonzosas recalificaciones de suelo urbano) han conseguido arruinar a un pueblo a costa de un Estado, en todos los casos, y a cuenta de algunos bolsillos, en otros. En efecto: la sociedad española está lumpenizada por falta de justicia social, pero esa legión de marginados urbanos en ningún caso ha perdido su dignidad ni su capacidad de lucha. La huelga es necesaria sólo por lo que tiene de testimonial. Ya se sabe que nada práctico va a conseguirse con este tipo de movilizaciones de cabreados. Ni Rajoy piensa cambiar su ramalazo neoliberal por esa huelga general prevista ni los tiempos están para la lírica. Pero, a mi entender, y eso es lo importante, se debe imponer un cambio urgente en la Constitución Española sobre la forma de Estado, siempre que ese modelo de Estado no sea garante de una protección social generalizada. Es un axioma incontrovertible que, cuando se desmantela el Estado de Bienestar y cuando los “procesos de ajuste” por mala gobernanza conducen al hambre y a la desesperación de la mayoría ciudadana, no tiene sentido que los individuos que componen ese Estado sigan pagando impuestos ni tampoco deben soportar el mantenimiento de la Jefatura que lo representa.

viernes, 9 de marzo de 2012

Dicterios


El diccionario de la RAE define como dicterio “dicho insultante y provocador, ofensa”. En alguna ocasión he visto latas de conservas navarras de espárragos “cojonudos”. No dudo de que, al principio de su comercialización, los espárragos serían de Tierra Estella o de La Ribera, principales zonas productoras. Pero la cosa ha cambiado. El espárrago navarro tuvo su mejor momento a finales de los 80. Desde entonces, la producción con “denominación de origen Navarra” ha caído bastante debido al enorme coste que representa llegar desde el campo hasta su comercialización en latas de conserva y a las importaciones de Perú y China. Tanto es así que hay que andarse con pies de plomo para que no te den “gato por liebre” en el etiquetado. Según leí hace unos meses en el diario “La Verdad”, de Murcia, “las latas importadas son deliberadamente ambiguas e incorporan vagas referencias a Navarra para atraer al consumidor. Los esfuerzos de los agricultores españoles para acabar con una práctica que consideran fraudulenta no han dado hasta ahora resultados. Hay que mirar con lupa en los envases para descubrir la leyenda ‘producto de Perú’ o ‘importado de China’. La paradoja, -contaba un agricultor navarro- es que la planta se expandió en el país andino como consecuencia de los planes internacionales de ayuda para erradicar los cultivos de cocaína. Establecieron unas cuotas de producción exentas de aranceles para propiciar plantaciones alternativas a la coca y fue entonces cuando empezó el 'boom' del espárrago. El colmo del sarcasmo es que hubo incluso especialistas navarros que se trasladaron hasta el país suramericano para asesorar a los productores peruanos”. Supongo que serían los tontos que asaron la manteca. Algo parecido sucede con los pimientos del piquillo. Pero no deseo ahora opinar sobre nuestra empobrecida agricultura. Eso se lo dejo a Arias Cañete, ministro del ramo. Simplemente deseo señalar que existen unos espárragos enlatados en Navarra por D. Marco, extra gruesos, que se denominan “Espárragos cojonudos el navarrico”, es decir, con un adjetivo malsonante que puede equipararse, siempre según la RAE, a estupendo, magnífico. Y dichas latas de espárragos salieron en su día al mercado sin ningún impedimento en el registro. Sin embargo, ese criterio no ha sido tenido en cuenta ahora en el Tribunal General de la UE, en Luxemburgo, que ha rechazado el rótulo de “Orujo hijoputa” para las botellas, al considerar el Tribunal que “es contrario a las buenas costumbres y puede resultar ofensivo para los consumidores hispanohablantes”. Para el titular de la marca “no se percibe como término peyorativo, sino como un término jocoso”. Sea como fuere, la empresa distribuidora, Federico Cortés del Valle, S.L, con sede en Camargo, deberá buscar otro nombre “menos agresivo” para su bebida estrella. Una cosa es el “bebercio”; otra, el comercio; y una muy distinta el dicterio, “cuya violencia (según se cuenta en “Enciclopedia del Erotismo”, Sedmay Ediciones, 1984, Camilo José Cela, tomo III, p. 716) ha dado lugar a infinidad de locuciones que funcionan como eufemismos sustitutorios por contigüidad semántica o fonética, su abundancia y su, en muchos casos, dudosa contaminación erótica inmediata”. Verbigracia: “bastardo, hi o hijo de aforros, hijo adulterino, hijo de…, chuta o de la chuta, de condón pinchado, de cual, de cualquiera, de cura, de ganancia, del arpa, de la cagada, de la china Hilaria, de la chingada, de la chucuta, de la grampa, de la Gran Bretaña, de la grandísima, de la granja, de la gran o de la grandísima perra, de la gran o de la grandísima Petra, de la gran o de la grandísima pucha, de la gran o de la grandísima puerca, de la gran o de la grandísima puta, de la guayaba, de la lapa, de la piedra, de la real y medio, de la tierra, de la yuca, de la madre o de su madre, de la mala madre, de mil leches, de padre o de su padre, de perra, de Petra, de porra, de pucha, de puya, de siete machos, de tal, de una, de zorra, híjole, espurio, natural, sacrílego, hijuna”. En fín, que los herederos de don José Antonio Cortés del Valle Fernández deberían fijarse, por ejemplo, en la etiqueta del “Anís del Mono”, hecha por Ramón Casas, cuyo producto, que no es manco, contiene en su composición únicamente matalahúva, que tampoco es un dicterio. Pese a que en la película “El Padrino” hay una escena en la que, tras una comida, se bebe café y “Anís del Mono”, lo cierto es que su marca no ha dado nunca que hablar ni aquí ni en la corte de Luxemburgo, o sea.

jueves, 8 de marzo de 2012

Rajoy frente al óleo de Casado del Alisal


Mariano Rajoy ya se cree Ramiro II el Monje y piensa hacer un recorte en la inversión pública del 40%. Este hombre, desde que se ha convertido en el inquilino de La Moncloa, se debe pasar el día mirando un cromo del cuadro de José Casado del Alisal y leyendo una y otra vez la famosa crónica donde se cuenta aquello de que los nobles aragoneses desobedecían a su rey, teniendo al reino sumido en desorden. El rey pidió consejo al abad del monasterio francés de San Ponce de Torneras, donde él había sido monje y, por toda respuesta, el abad cortó las coles que más sobresalían en presencia del mensajero. Y a su regreso, Ramiro II entendió el mensaje y tomó cartas en el asunto. La crónica de San Juan de la Peña hacía referencia a 15 nobles ejecutados, aunque Casado del Alisal sólo pintó 13 cabezas, formando una campana, y otra más colgada de un gancho haciendo de badajo. Mariano. Rajoy ya ha determinado que hay que recortar, no cabezas sino casi la mitad de la inversión pública en los Presupuestos Generales del Estado. Ahora sólo queda, por un lado, esperar a que se conozcan los resultados de las elecciones andaluzas y asturianas, que le serán favorables al PP por activa o por pasiva, o sea, en Andalucía por mayoría absoluta y en Asturias por pactos con otras fuerzas políticas; y por otro, que De Guindos se vuelva a hacer el machote y farfulle al oído del comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que la reforma en la inversión pública que piensa llevar a cabo el Gobierno de España será “extremadamente agresiva”, como se acaba de hacer con la reforma de empleo. Volverá, ya lo verán, a darle unos golpecitos en la espalda al liberal-demócrata finlandés y le susurrará el consabido “Ya verás, ya verás”, como si fuesen barcarolas. Y hasta puede que De Guindos le pida un autógrafo para Rajoy, teniendo en cuenta que Olli Rehn llegó a jugar al fútbol con el equipo de su ciudad natal en la primera división, conocida la afición por ese deporte que siente el presidente del Gobierno Parece que sólo se salvarán de esa puesta en escena de la “Campana de Huesca”, ahora en formato de auto sacramental, las pensiones, las aportaciones a la Unión Europea y el ineludible pago de los intereses de la deuda pública. Lo de mantener el pago de las pensiones siempre es un alivio, si tenemos en cuenta que muchos desempleados de larga duración desayunan, comen y cenan por cuenta de los abuelos, quienes se han convertido en una especie de Cáritas bis con derecho al pataleo, pero sin derecho a cobro del 0’7 por ciento de la cuota íntegra (“asignación de cantidades a fines sociales”) en el recuadro de la declaración del IRPF.

En el Día Internacional de la Mujer


Pilar Gasset, en “República.com” nos retrotrae al recuerdo de la Sección Femenina, al referirse a la reforma sobre el aborto que pretende hacer Ruiz-Gallardón. En este sentido, y aprovechando que el Ebro pasa por Tudela, Gasset cuenta que “la Sección Femenina desapareció de este país en cuanto murió el dictador y que no dejó ni rastro”. Hombre, rastro sí dejó. Hubo una generación de mujeres que, pese a haber desaparecido la dictadura, siguieron sumisas a sus maridos en vergonzosas situaciones sólo comparables a lo que acontece en la actualidad en los países musulmanes. Sí, quedaba rastro. Había desaparecido la humillación a la mujer pero quedaba el poso de la costumbre. En honor a la verdad, no cabe duda de que aquella organización del Movimiento manejada por Pilar Primo de Rivera dejó para la posteridad, tal vez sin proponérselo, uno de los mejores manuales de cocina de los que se tiene noticia. La primera edición data de 1950, siendo su autora, Ana María Herrera, profesora de cocina en varios centros docentes. Está prologada por la condesa de la Mota. Tuvo como principal objetivo formar a las jóvenes de la época en el “amor a la familia y a las tradiciones” desde un punto de vista nacional-católico. Existen varias reediciones en cartoné (Aguilar, 1998 y Edimat, 2009) de este libro imprescindible, estructurado por menús de comidas y cenas en función de cada época del año. Está claro que aquel libro estuvo ideado para las amas de casa en una época oscura en la que la principal misión de la mujer consistía en tener muchos hijos y en “conquistar” al marido por el estómago. No hay que olvidar que “el feminismo llegó tarde y mal a España. Estaba prohibido el matrimonio civil, la contracepción y el divorcio. El ideal femenino era el sacrificio, la obediencia y la subordinación al marido”, según se desprende del libro “Azul y rosa: franquismo y educación femenina”, de María del Carmen Agulló Díaz (profesora titular del Departamento de educación comparada e historia de la educación de la Universidad de Valencia, pps. 243, 244). Por fortuna, los tiempos han cambiado y no existe distinción de género salvo en la liturgia de la Iglesia Católica. Los funcionarios del Cielo deberían hacérselo mirar. Sirvan estas líneas como deferencia, consideración y respeto a todas las mujeres del mundo en el Día Internacional de la Mujer.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Incierto panorama


Manuel Llamas nos recuerda en “Libertad Digital” las promesas incumplidas de Rajoy sólo dos meses mas tarde su llegada a La Moncloa. Y ello ha sido causa de que “el alemán “Handelsblatt”, uno de los diarios económicos más prestigiosos de Europa, le otorgara el pasado viernes -al presidente del Gobierno- el título de "Pinocho del día”. Como bien indica Llamas al respecto, “prometió no subir los impuestos y fue lo primero que hizo tras alcanzar el poder; se comprometió a cumplir de forma estricta con el objetivo de déficit marcado por Bruselas (4,4 por ciento del PIB) y lo ha terminado elevando hasta el 5,8 por ciento en 2012. Ahora, insiste en que no volverá a aprobar un aumento fiscal, pero oculta que parte del ajuste se llevará a cabo mediante más tasas y tributos a nivel autonómico y local, y ello sin contar una elevación del IVA a partir de abril que en ningún caso debe descartarse”. A este incierto panorama yo añadiría que la reforma laboral que mañana se aprobará en el Congreso no va a servir para otra cosa distinta que aumentar las cifras de paro. Ante el empobrecimiento galopante de una gran parte de la ciudadanía, el cardenal de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, se ha desmarcado de Rouco Varela, al desautorizar este último un documento, presentado en todas las diócesis españolas por la Juventud Obrera Cristiana junto con la Hermandad Obrera de Acción Católica, donde se animaba a participar en movilizaciones. Rouco Varela ha considerado improcedente su difusión “al no identificarse la Diócesis de Madrid con su contenido”. Por lo menos ya sabemos que Rouco Varela, el mismo chamán que se manifestaba por las calles de Madrid junto y Rajoy, el “staff” del PP y el sindicato ultraderechista “Manos Limpias” entre flameos de banderas; el mismo, también, que durante las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Cuatro Vientos en agosto de 2011, dijera a los jóvenes congregados que “saldremos de la crisis si hacemos un nuevo camino de conversión a Dios”, se ha puesto al lado de los neoliberales; aquellos que “obligaron” desde la sombra a Rajoy a reformar el mercado de trabajo de forma brutal o perdería el apoyo de éstos. De Guindos, que procede de Lehman Brothers y que cobró 368.000 euros en 2011 como consejero de Endesa, el pasado 9 de febrero farfullaba al oído del comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que la reforma laboral del Gobierno sería “extremadamente agresiva”. “Ya verás, ya verás”, le decía con media sonrisa burlona. No se equivocó. Pero, además, las habilidades visionarias de Rouco Varela están resultando preocupantes. Decir, como dijo en las JMJ, que “saldremos de la crisis cuando hagamos un nuevo camino de conversión a Dios” produce un efecto placebo de dudosa consistencia. La “Vieja Dama” -como definía Pedro Rodríguez a la Banca española- no presta a particulares, sólo al Gobierno comprándole deuda. Sabe que de ahí cobra. Y las “pymes” seguirán esperando ese maná del crédito que nunca llega. En esta “impenetrable melé de gadafis” todo es posible. A Rajoy le está ocurriendo como al “támpax”, que está en el mejor sitio en el peor momento. Espero, sin embargo, que el iluminado Rouco Varela no sea el causante de las alteraciones climáticas que sufre nuestro país con la falta de lluvia. Se enfadaría Miguel Arias Cañete. Y con razón.

lunes, 5 de marzo de 2012

Elogio de la fiambrera


En mi casa se utilizaba poco la fiambrera. Éramos más de termo. El termo lo utilizábamos en aquellos viajes largos del “Shangai”, un “rápido” que hacía el viaje Barcelona-Vigo y viceversa los martes, jueves y sábados. Era un tren en el que había que pagar “exceso de velocidad” y donde siempre nos tocaba discutir con algún catalán que se había apoltronado en nuestros asientos con reserva. Al final, teníamos que llamar al revisor para que lo desalojara sin más contemplaciones. El catalán en cuestión le explicaba con muy malos modos al empleado de la Renfe que él también disponía de reserva. Y era cierto, solo que aquella reserva se le había terminado en Zaragoza. Y en Calatayud, la estación donde abordábamos el convoy, era cuando nos enfrascábamos en la lucha por el asiento. Pues bien, en aquellas estaciones en las que el tren paraba diez minutos para cambiar de locomotora, pongamos por caso Venta de Baños, mi padre se acercaba hasta la cantina y llenaba el termo con café con leche. El uso de la fiambrera de aluminio era más habitual en los ferroviarios desplazados, que iban abrigados con pellizas de un cuero muy duro y siempre portaban una cesta de mimbre con avituallamiento para varios días. Los maquinistas y fogoneros aprovechaban el calor de las tuberías de la máquina para calentar la comida, que iba dentro de aquellas fiambreras llenas de abolladuras y que siempre se heredaban de padres a hijos, como los títulos nobiliarios. Ahora la cosa ha cambiado. Las sufridas fiambreras han sido sustituidas por los asépticos “tupper” de cierre hermético; los fogoneros han dejado de existir: y los ferroviarios, que conducen las locomotoras con corbata, han dejado de utilizar las pellizas de cuero, las cestas de mimbre y las fiambreras. Los modernos trenes ya ni tocan el silbato cuando el jefe de estación levanta el banderín plegado. Además, los ferroviarios de toda la vida han quedado divididos en dos bandos: o son de Adif, o son de Renfe Operadora. La cosa es volver a las dos Españas y pagar doble el precio de una entrada cuando asistimos a un “derby” en el campo de fútbol. Esas cosas los sevillanos las entienden bien: o eres partidario del Betis o del Sevilla; de la Virgen de la Esperanza o de la Macarena; trianero de nación o pijillo de Los Remedios. Como decía, ahora se está poniendo de moda el uso del 'tupperware', que ciertos hosteleros ofrecen al comensal para que puedan llevarse las sobras de la comida a casa. En Zaragoza, el restaurante “La Republicana” (Casto Méndez Núñez, 38) es buen ejemplo de ello. Lo mismo sucede con las fundas para el transporte de la botella de buen vino a medio consumir, o el hecho de disponer de un menú para llevar con la aplicación de un descuento del 20% sobre la tarifa en mesa. No es mala idea en tiempos de crisis.

domingo, 4 de marzo de 2012

Wert


José Ignacio Wert es un tipo singular. José Ruiz Mantilla, en “El País”, con motivo de la entrega de los “Goyas”, donde se premió a “No habrá paz para los malvados”, se refería al ministro de Cultura de la siguiente manera: “Cada vez que le enfocaban parecía un candidato a actor revelación por un papel de malo”. Wert, que considera que “el cine español, como industria, no ha dado frutos extraordinarios”, ya está pensando en hacer “una introspección honrada sobre el esquema de la subvención”. Pues bien, eso no es todo. El actual ministro de Educación, Cultura y Deporte, en el primer capítulo de su libro “Los españoles ante el cambio” (editado por FAES), señala que hay que hacer una importe “poda” en las Autonomías porque, a su entender, se han agravado los “particularismos históricos” con el “sarampión” de las reformas estatutarias. En ese sentido, entiende como necesario “encontrar una forma de conducir esas pulsiones” antes de que “se enquisten”. Pues sí, el señor Wert debería saber que hay una forma de conducir esas pulsiones que para él son disgregadoras. Sólo haría falta modificar en las Cámaras el Título VIII de la Constitución Española y someter tan trascendente alteración a referéndum. Así de simple.

sábado, 3 de marzo de 2012

López "se viene arriba"


Se murió el padre Laburu S.J., que encandilaba a la audiencia con el sermón de las Siete Palabras. En ese sentido, contaba Ussía que “un buen predicador era el que hacía llorar (…) imitaba las angustias con sus conocimientos médicos y un muy estimable registro de tonos diferentes. (…) Al terminar el larguísimo sermón, todos nos creíamos pecadores sin perdón, malvados asesinos de Cristo, cínicos romanos o bífidos hebreos”. Es decir, con ese sentimiento de culpa que llevamos arrastrando todos desde el pecado original. Pero ahora nos ha salido una educanda de su escuela que ondea el estandarte de su fe por las páginas de “La Razón”. Se llama Cristina López Schlichting y en su artículo “Mayor Oreja” cuenta a los lectores que “el Papa está repitiendo sin parar que la fe en la razón está a punto de desaparecer en Europa. Y que con ella es más que probable que desaparezca la democracia y aparezcan los totalitarismos y sus insensatos postulados”. Y todo eso para decirnos que el pasado jueves hubo una mesa redonda para presentar la Fundación Valores y Sociedad en el Pabellón de los Jardines de Cecilio Rodríguez de El Retiro, presidida por Jaime Mayor Oreja, el mayor defensor del cristianismo en España después de Torquemada, de Pedro Arbués y de Teresa de Cepeda. De los dos primeros no queda ni rastro, pero de la tercera de ellos nos queda un brazo incorrupto que no sabemos dónde para. Lo tuvo Franco en El Pardo hasta su muerte, para que le sirviera de astrolabio y le marcase el rumbo de la historia, o sea, el manejo del totalitarismo y de “sus insensatos postulados”. Según López Schlichting, Mayor Oreja “tres años lleva dándonos la brasa a un grupo de políticos, profesores y periodistas, subrayando que la crisis es ante todo una crisis moral, una crisis de los valores de Occidente”. Por lo visto, la crisis económica, esa lacra social que ya se ha llevado por delante en España a más de cinco millones de trabajadores y les ha obligado a permanecer “los lunes al sol”, como en la película dirigida por Fernando León de Aranoa, es algo coyuntural que arreglará Rajoy en un plisplás, el día que se “subleve” contra los dictados de la Merkel, cargue sobre las autonomías el grueso del recorte, y nos haga a todos “quinientoseuristas”. Como indica Sartorius en “El País”, “en Alemania, el modelo, no hay casi parados pero se reconoce que siete millones de personas, la mayoría jóvenes, ganan algo más de 400 euros al mes”. Pues eso, aquí, que somos más rumbosos, les ofrecerá la Patronal a los jóvenes 100 euros más que lo que viene pagando Alemania a los jóvenes de allí y asunto resuelto. Los valores de Occidente y esas zarandajas de las que habla Mayor Oreja se puede arreglar dejando la educación de los muchachos en manos de los curas en los colegios concertados. Ha quedado demostrado que la enseñanza pública sólo es un semillero de librepensadores, de laicos y de lectores de Nietzsche.

viernes, 2 de marzo de 2012

Sobre héroes y tumbas


Como cada primer viernes de marzo, tomo el título prestado de una novela de Ernesto Sábato y cuento que hubo una gran cola de ciudadanos en Madrid (algunos estuvieron haciendo fila durante diez horas), para venerar la imagen de Jesús de Medinaceli y pedirle “salud y trabajo”, que parece que son sus especialidades milagrosas, en vista de que con Rajoy la cosa está chunga. Las Comunidades son morosas con las oficinas de farmacia, suprimen centros ambulatorios por ahorrar costes y las listas de espera para operaciones quirúrgicas son tremendas. En el mercado de trabajo, por otro lado, el deterioro es galopante y las perspectivas son como para echarse a llorar. Según las últimas previsiones del Gobierno, y así lo traslada hoy el diario ‘El País’ al interior de sus páginas, “el paro seguirá aumentando en 2012 hasta alcanzar una tasa media del 24,3% y se espera una pérdida neta de 630.000 empleos, en términos de Contabilidad Nacional, que computan como empleos a tiempo completo”. Por todo ello, es en cierto modo comprensible que se produzcan tales hileras de madrileños dispuestos a invocar su “milagro” y, de paso, poder hacer el besapiés protocolario a un Cristo con capacidad suficiente para sacarnos de este marasmo. El hecho de que se haya acercado hasta la iglesia donde se custodia la bendita imagen un miembro de la Familia Real es algo ya tradicional. En esta ocasión lo ha hecho Elena de Borbón que a este paso, y por el discurrir de las circunstancias por las que atraviesan ciertos miembros de su Familia, tendrá que visitar no sólo al Cristo de Medinaceli, sino también al cristo de Almazán, al de San Esteban de Gormaz, al de El Burgo de Osma y, aprovechando la excursión, hasta las ruinas de Numancia, a fin de que se pueda hacer una idea aproximada la ilustre dama de cómo han dejado nuestros políticos de todo signo y condición las arcas del Estado y la penuria por el achique de nuestra economía. Dice un viejo refrán castellano que “a mal cristo, mucha sangre”. No sé, no entiendo mucho sobre arte de la imaginería sacra, ni de Francisco Salzillo, Francisco Romero Zafra o Mario Zambrano, maestros indiscutibles de esculturas piadosas. Lo que no sé si llegaron a saber tales artistas es que en este país se acostumbra a adora al santo por la peana y aquí estamos todos a la expectativa de las promesas de un gallego que dice procurar lo mejor, pero espera lo peor y hace lo que le prescribe Merkel.

jueves, 1 de marzo de 2012

Chicharro


Llevo unos días haciendo referencia a cuestiones culinarias, pero hoy no deseo escribir sobre el jurel sino de otro “pez gordo” de las FAS, o sea de Juan Chicharro Ortega, general de división de Infantería de Marina e hijo del general honorario, simpatizante del carlismo y expresidente de la Hermandad Nacional de la División Azul, Juan Chicharro Lamamié de Clairac, quien señala en las páginas de “República.com” lo siguiente: “Todos los años un elevado número de oficiales de los ejércitos cesan en el servicio activo y pasan a una situación administrativa denominada Reserva. No se trata de una jubilación pues ésta se produce al pasar a la denominada como Retiro, tal como establece la Ley de la Carrera Militar, al cumplir 65 años. Un grupo de hombres que no alcanzan los sesenta años y quienes en plenitud de facultades se encuentran después de una vida plena de actividad en una situación de paro forzoso”. Lo que cuenta Chicharro es cierto. Nada que objetar. Pero un poco más adelante, en su artículo, pretende, o al menos a mí así me lo parece, que esos militares en “paro forzoso” pueden dedicarse todavía a cuestiones de índole civil. “La sociedad industrial –dice Chicharro- podría encontrar en este grupo de personas una cantera de dirigentes con capacidad de aportar cualidades muy beneficiosas para sus empresas”. Queda claro que con motivo del 475 aniversario de la Infantería de Marina, Chicharro se “ha venido arriba”, como los toreros de postín, y ahora sugiere que los herederos de aquellos arcabuceros creados por Carlos I y asignadas como Compañías Viejas del Mar de Nápoles en 1537, cuando se encuentren por edad en “paro forzoso” puedan dirigir empresas civiles, por aquello de que “son hombres acostumbrados a mandar unidades y a administrar recursos”. En tiempos de Franco, a las viudas de ciertos ilustres militares que habían luchado en el bando triunfador se les asignaba un estanco para que pudieran sobrevivir con cierto decoro. Es evidente que los sueldos en activo de sus difuntos maridos nunca fueron como para tirar cohetes durante el franquismo. Naturalmente, otros vivieron con menos. Pero expender pólizas, cigarros de “ideales” y tabletas de tabaco picado pasó a la historia cuando en 1999 el Estado se desprendió de Tabacalera para hacer caja. De aquella época de prebendas y desafueros ya sólo tenemos el vago recuerdo de “La estanquera de Vallecas”, película que había dirigido Eloy de la Iglesia en 1987 con la actriz Emma Penella (hija de Ramón Ruiz Alonso, el malnacido obrero tipógrafo que se dirigió a la casa de Luis Rosales un 16 de agosto de 1936 para detener a García Lorca) como protagonista. A Juan Chicharro yo le sugeriría que, una vez jubilado, se dedicase a contarles a sus nietos las aventuras y desventuras del abuelo Cebolleta, que dan mucho juego, o las aventuras y desventuras por él contadas en una “Tercera” del diario “ABC” (17 de julio de 2010) sobre el heroísmo de la 250 División en Rusia, la muerte de dos tíos paternos en combate, su exaltación hacia la figura del general Muñoz Grandes, etcétera, y dejara paso franco (gracias a Dios sin Franco en el recuerdo) a esas nuevas generaciones de licenciados universitarios, que los hay con muy buena preparación. A los militares de carrera, una vez retirados, les queda hoy una magnífica pensión, cosa de la cual me alegro.