jueves, 15 de marzo de 2012

Aquí todos somos presuntos


En Portugal llaman presunto al fiambre. Ahora resulta que un presunto testaferro de Urdangarín, el presunto belga Robert Cockx, tenía un ordenador en el interior de una bolsa de basura bastante comprometedor para el duque consorte por una presunta cuenta del Credit Suisse en Lausana. El belga, presunto residente en El Escorial, fue un presunto pardillo al ignorar que la policía española lo primero que mira en los registros domiciliarios son las bolsas de basura desde los tiempos de Jesús Gil, que no fue nunca un presunto sino el rey del mambo. Un presunto manuscrito de la secretaria personal de duque consorte, Julita Cuquerella Gamboa, a Eugenio Calabuig, presuntamente, desató el nudo marinero. Julita Cuquerella (presunta supernumeraria del Opus Dei) decía presuntamente al presidente de Aguas de Valencia que debía hacer el ingreso de la pasta gansa “por lo que tú ya sabes”. En otro correo electrónico interceptado por la policía e incorporado al sumario que instruye el juez Castro, el presunto Tejeiro pregunta presuntamente a la presunta Julia el 9 de septiembre de 2009: "¿Sabes de alguien que le pueda interesar que le contratemos para acumular Seguridad Social? Sería para lo que queda de año y para el siguiente”. La presunta asistente personal del duque de Palma presuntamente responde al presunto contable al día siguiente: “Mi cuñada, que está en Madrid, está presuntamente interesada”. ¿Pero, quién es la presunta cuñada? Esa presunta cuñada a la que presuntamente alude Julia Cuquerella es la presunta esposa de su presunto hermano Marcial Cuquerella Gamboa, presunto director general de Intereconomía TV y presunto miembro de El Yunque. Su abuelo, el almirante de la Armada Marcial Gamboa Sánchez-Barcaiztegui, fallecido en 1986, mantuvo una presunta relación muy cercana con el rey y fue nombrado por éste senador de designación real en los primeros años de la Transición. ¿Y qué diablos es El Yunque? Una presunta secta, vinculada a los extremistas neocon del Phoenix Institute de Arizona, en Estados Unidos, que presuntamente se mueve en España desde hace años y tiene, presuntamente, bajo su advocación a diferentes presuntos movimientos cívico-católicos. Uf, demasiado para el cuerpo. Para mí que Urdangarín debería haber utilizado para sus negocios un lenguaje cifrado, o mediante códigos, o mediante un lenguaje encriptado, como se hizo en la II Guerra Mundial con la lengua navaja, para asegurar su confidencialidad. Si Julita Cuquerella hubiese presuntamente escrito a Eugenio Calabuig, pongamos por caso, “tu pupila es presuntamente azul”, para indicarle que soltase la mosca, nadie hubiese imaginado que se hacía referencia a tres presuntas facturas de 125.000 euros cada una por presuntos negocios que presuntamente “no llegaron a cristalizarse”, como la presunta pretensión quijotesca de procurar conseguir un trasvase de aguas en Jordania. Franco, que no fue nunca un presunto sino un golpista de tomo y lomo, pocos días antes del asesinato de José Calvo Sotelo, daba contestación a un telegrama de Mola por el que se éste le instaba presuntamente a que se sumase al presunto e inminente golpe de Estado. Y Franco, presuntamente, en aquel presunto telegrama, presuntamente puso aquello de “geografía poco extensa”, que equivalía en el ámbito de aquel código secreto poner de manifiesto: “Franco no va”, pero la muerte de Calvo Sotelo en los días siguientes presuntamente amplió la “extensión geográfica” con los trágicos resultados que todos conocemos. Al menos, así me lo contó el abuelo Cebolleta. Nada más, hasta mañana. Tengo que hacer algo de cena y miren la presunta hora que es.

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