miércoles, 20 de junio de 2012

Hablar con propiedad



Hablar con propiedad es referirse a algo correctamente y con el estilo adecuado. O sea, se puede hablar con propiedad y mentir a la vez. Lo Cortés no quita lo Atahualpa. Hoy, como todos los miércoles, hubo sesión de control al Gobierno. Y el ministro de Hacienda,  Cristóbal Montoro, respondiendo a una pregunta del diputado Álvaro Anchuelo, de UPyD, donde éste hacía referencia a que el rescate no había sido ni reconocido ni explicado por el Gobierno, le respondió lacónico: España no ha sido rescatada porque no lo necesita. Haga el favor de hablar con propiedad en la Cámara”. Independientemente de que Mariano Rajoy haya pedido al Eurogrupo un préstamo de ayuda a la banca, como así hizo, aunque todavía no se haya formalizado por el Gobierno de España, no cabe duda de que la pregunta del diputado Anchuelo estuvo planteada de forma oral con propiedad y rigor semántico. Con la misma propiedad que si la hubiese formulado Marcelino Menéndez Pelayo, que llevaba el diccionario en la cabeza. En esa sesión de control al Gobierno estaba ausente el presidente por encontrarse en México, y la vicepresidenta, por haberse acercado a Canarias para “saludar cordialmente”, ¿se dice así?, al presidente chino, Hu Jintao, que hacía escala en Tenerife. Lo que ya no sé es si Hu Jintao se explicará con propiedad con Sáenz de Santamaría, o tendrá volteos linguísticos de difícil acomodo en las entendederas de la vice. Se cuenta que este Gobierno tiene problemas en la comunicación con los ciudadanos. Como señala Antoni Gutiérrez-Rubí en “El País”, “el desdén y el exceso de superioridad de los primeros días dieron paso al desconcierto y a los errores, aterrizando en el agobio y la desorientación. La comunicación política se ha convertido en un pantano fangoso. Rajoy ha conseguido la ecuación dramática: si habla, no convence; y si calla, se hunde. Y con él, la confianza de España. (…) Rajoy tiene las propiedades del buen corcho, pero necesitamos un timón. Se trata de navegar, no de flotar”. En suma, es necesario hablar con propiedad  frente al ministro Montoro. De momento no hay rescate, señor Anchuelo. Los “hombres de negro” han hecho una pausa y están tomando café.

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