lunes, 3 de diciembre de 2012

Las tasas del alcalde Gutiérrez



Leo en el diario Abc de Sevilla que el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, que tiene una deuda viva, sin incluir acreedores y proveedores, de 63.764.000 euros, ha decidido cobrar tasas a los vecinos por  hechos tales como pintar el piso, cambiar el lavabo o reemplazar las persianas. Este ayuntamiento, que desde 1995 tiene como alcalde al socialista Antonio Gutiérrez Limones y que en 2001 le puso a Guadaira el acento en la “i” como normalización ortográfica (así fue plasmado en el BOE 097 de 23/04/2003), supongo que contará con una red de espionaje similar al existente en la Europa del Este durante la Guerra Fría y que, diariamente, esos confidentes “soplarán” al oído de Gutiérrez  aquello que escuchen en el bar, verbigracia: “ he oído que Manolo, el hijo de la Flaca, ha comentado a Ricardo, el del chalé junto al despoblado de Gandul, que pretende aprovechar el fin de semana para hacer unas chapucillas en la cocina”, o “parece ser que Antonio, el que habita en la subida al castillo de Marchenilla, ha perdido las llaves y quiere cambiar la cerradura”, y así. Entonces,  Antonio Gutiérrez Limones, pondrá el acento sobre las ordenanzas municipales como antes lo hizo sobre la palabra Guadaíra, y ordenará al alguacil Pedroche que se pase por los alrededores con aire despistado, como si fuese a comprar tabaco, por ver si pilla a ese vecino “in fraganti”, es decir, con la paleta de amasar el yeso en la mano o empuñando el destornillador de estrella y los alicates, y así poder levantar el correspondiente informe y aplicar las oportunas tasas por no haber rellenado con anterioridad el impreso de “Declaración de obra menor”. Seguro que los vecinos no harán crítica alguna mientras se toman el carajillo y juegan a la brisca, conscientes todos ellos de que la correcta actuación y el celo del alguacil Pedroche aminorarán la deuda pendiente de 935’51 euros por cabeza, que es una pasta.

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