martes, 31 de diciembre de 2013

Feliz 2014




Todo pasa y todo llega. Se acabó mirar el erial y ahora toca esperar a que aparezcan los brotes verdes. Los de las “verdes campiñas” de aquella canción de nuestra juventud perdida para siempre y que cantaba el catalán José Guardiola y los Blue Diamonds del pegadizo “Ramona”. Pero los seis millones de parados siguen ahí impertérritos esperando que aparezca un maná en forma de trabajo-basura que no termina de llegar. Y yo con estos pelos y en bata de guatiné mirando por la ventana. Se quejaban los mileuristas de que eran eso, mileuristas. ¡Que más quisieran ellos que ser mileuristas! En Aragón, Rudi, la de los ojos saltones que parece llegada de otro mundo, “apuesta por la recuperación y pide profundizar en la realidad de la Corona de Aragón”, al menos eso dice el Heraldo, y Rubalcaba –también lo señala ese diario- confía en que en 2014 se confirme el cambio de tendencia hacia el PSOE. ¿Qué es eso de la realidad de la Corona de Aragón? Joder, con qué nos sale ahora esta sinsorga. Rubalcaba lo tiene claro: seguir en la mata hasta el próximo congreso, cuando aparezca en escena la andaluza Susanita, la del ratón chiquitín con sus frases-papilla y con esa supuesta alternativa de gobierno en el reinado del Marqués de Carabás y del Gato con Botas. El tope máximo que los pensionistas pagan por sus medicinas subirá un 1’5% en una comunidad, la de Aragón, que es una de las cinco que incumple el objetivo de déficit. Este nuevo año, 2014, será el año turístico a Portugal, para que puedan abortar las mujeres españolas que así lo deseen dentro de los plazos. “Lisboa antigua reposa/ llena de encanto y belleza/ que fuiste hermosa al sonreír/ y al decir…tan airosa. / El velo de la nostalgia/cubre tu rostro/ de linda princesa”. Ha aparecido en escena Gallardón, que es el brote verde de su padre, y quietos paraos. Nos hemos quedado sin Eurovegas, y sin los juegos olímpicos del 2020 pero aquí no passssa nada. Y si pasa, ¿qué pasa? A todos les ha dado por la cocina y el Cortinglés ya vende ropa de cocinero de lo más hortera y para todos los gustos. “Camarero señor, / que hay para hoy”. El alemán Karlos Zölner, que compuso la canción original, “Der Speis ezzetel”, fue interpretada más tarde por la Coral del Ensanche dirigida por Miguel Arregui Trecet, que por aquel entonces (1927) tocaba el piano, no como lo hacen los políticos de ahora sino como lo hacía el polaco Chopín, en el Café Iruña, fundado por Severo Unzue en 1903; es decir, hace ahora 110 años. La canción se escribió en la mesa de la cocina de la cafetería de la calle Berástegui: “Solomillo asado/con patatas fritas/ sesos huecos, hígado, liebre, chateaubriand”. Se presentó en público en el Kiosco del Arenal, el primer domingo de la Semana Grande bilbaína, es decir, el 19 de agosto de 1928. Pero a lo que iba, se acaba el año y noto como un frío en la espalda que no lo templa ni la sidra “El Gaitero”, famosa en el mundo entero. Me da que aquí no se salva ni dios: “Frito de espinacas, / berenjenas fritas, habichuelas/ fríjoles y tortilla al ron”. Feliz año.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Apariciones, las de antes




Yo, si les digo la verdad, prefería los mensajes de Fin de Año que Franco emitía en blanco y negro para única televisión que había en España y para el dial de emisoras. Todos los españoles, conversos e inicuos, sentíamos como un halo de misterio alrededor de la figura de un anciano general, que movía el brazo arriba y abajo como sujeto con un cordón de marioneta cuando hacía referencia explícita al contubernio judeo-masónico, que para la mayoría de los españoles era lo más parecido a una hidra de dos cabezas que caminaba por las aceras de Madrid arropado con una bufanda negra como la sotana de un clérigo y un chambergo, también bruno, que no permitía ver su verdadero rostro. El contubernio judeo-masónico repetido cada noche de San Silvestre por un generalito con voz de sarasa y que había hecho cima como si fuese un Edmund Hillary de pacotilla sobre la cúspide de un millón de muertos, conseguía que me fuese a la cama tras haber tomado las doce uvas con la misma angustia que siendo niño me producía la imagen del Hombre del Saco. Nunca supe qué contubernio era aquel, tantas veces repetido, ni sabía ponerle cara. Franco había querido ser masón durante sus años jóvenes y no lo consiguió al ser rechazado por la Orden, algo que no aconteció con sus hermanos Ramón y Nicolás ni con su propio padre. Por cierto, en Zaragoza se editaba el periódico “Amanecer”, fundado mucho antes que tantos otros diarios del Movimiento (por la Ley de 13 de julio de 1940) y que acabó su andadura en 1979, siendo su último director Ángel Bayod Monterde. Pues bien, el 19 de septiembre de 1936, ese periódico zaragozano de ideología falangista afirmaba: “Es tal el daño que esta sociedad perniciosa ha causado a España, que no pueden la masonería ni los masones quedar sin un castigo ejemplarísimo. Castigo ejemplar y rápido es lo que piden todos los españoles para los masones, astutos y sanguinarios. Hay que acabar con la masonería y los masones”. Y el 2 de octubre de aquel año “El defensor de Córdoba” ponía la guinda a la tarta hurgando en la herida y nos sacaba de dudas: “Y para que aquélla desaparezca [la Masonería], ¿qué hacer? Preguntad a Mussolini”. Como digo, los mensajes de aquel Jefe del Estado con sus llamadas al exterminio de todas las logias masónicas y de todo aquello que se moviese sin su permiso, producían el mismo estupor que nombrar al cuélebre. Curiosamente, el jesuita José Antonio Ferrer Benimeli (Huesca, 1934) está considerado hoy como el máximo experto en temas masónicos. En unas declaraciones ese fraile comentó lo siguiente: “Es la estrategia de los autócratas que precisan de una bestia negra a la que echar la culpa de todos los males y justificar así las tropelías que ellos cometen. La de Hitler fueron los judíos; la de Stalin, los trotskistas; la de Franco, los masones”. Ahora es distinto. En los mensajes del Rey en Nochebuena, como escribe Pedro Fernández-Barbadillo en “Libertad Digital”, se han caído Jesucristo y Franco. “El Rey -señala Pedro- nos ha dejado expresiones como ‘En estas entrañables fechas’, ‘La Reina y yo’, ‘Os insto/exhorto a…’, ‘Es para mí un motivo de orgullo y satisfacción’, ‘Como un español más…". Vamos, todo muy aburrido.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Sobre ritos y trinques




Siempre que llegan estas fechas de fin de año, como si de un extraño rito se tratase, vuelvo a releer una vez más “La Nochebuena de 1836” de Mariano José de Larra. Hay párrafos que ya sé de memoria. Pero miren ustedes  por dónde, abriendo las páginas de “Vozpópuli” me topo con el apartado “Farsas y farsantes en la Historia de España (II), donde se hace mención al falso cuadro de Ricardo Baroja expuesto en una galería madrileña para su posible venta y que, en realidad, aunque salió de la casona de Vera de Bidasoa, había sido pintado por su sobrino Julio Caro. A pesar de las explicaciones dadas por don Julio, los encargados de aquella exposición hicieron caso omiso a las explicaciones del sobrino de Baroja sobre su verdadera autoría y decidieron, a pesar de ello, seguir en sus trece. Para llorar. Un poco más abajo, “Vozpópuli” hace referencia a una faceta de Baldomera Larra, hermana de Adela, ambas hijas de  de Mariano José. Adela fue más conocida en la Corte por ser la amante predilecta de Amadeo de Saboya. Pues bien, su otra hermana, Baldomera, hija póstuma de Fígaro, estuvo casada con un médico que decidió marcharse a Cuba, dejando a su mujer y a sus hijos en una precaria situación económica. Baldomera tuvo que “buscarse la vida” y no se le ocurrió nada mejor que llevar a la práctica una pirámide financiera con la que llegó a amasar 22 millones de reales sin siquiera conocer los esquemas de Carlo Ponzi, el famoso delincuente italiano especializado en estafas, nacido en Lugo, Italia, el 3 de marzo de 1882, y que a su vez se había inspirado en William F. Miller, un contador de Brooklyn que en 1899 utilizó el mismo sistema piramidal para estafar más de un millón de dólares. Ahora, siglo y pico más tarde, con una crisis económica que se prolonga en el tiempo pese a la palabrería del inepto Mariano Rajoy (que se adjudica triunfos económicos que en nada se deben  a él ni a su deplorable Gobierno sino al hecho de haber bajado Europa la prima de riesgo, lo que supone un ahorro al Estado de 8.300 millones de euros) y donde hasta tenemos a una infanta de España como “imputada intermitente”, bueno es recordar tiempos pasados. Para más información, recomiendo la lectura de la IV parte del “Anecdotario Histórico Contemporáneo” (Editora Nacional, Madrid, 1949, pp. 49 a 52) de don Natalio Rivas, con dedicatoria al doctor Gregorio Marañón. Todo un lujo de volumen difícil de encontrar hoy en las librerías.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Tranvías




Me encanta el tranvía y ese deleite me embarga desde la niñez, cuando por algún motivo mis padres me traían a Zaragoza. Había uno de ellos que partía de la Plaza de la Seo y terminaba en la Academia General Militar. En su trayecto por la antigua carretera de Huesca, en el Arrabal zaragozano, el tranvía de vía única debía hacer ciertas paradas de espera al otro que venía en dirección contraria. Para ello, se disponía unos carriles suplementarios en los se apartaba uno de ellos hasta que pasase el que iba en dirección contraria. Era unos viejos armatostes conducidos por un señor de traje de pana y gorra de visera que conducía de pié y movía parsimoniosamente una especie de manivela de un lado para el otro. Ante el peligro, hacía sonar una campañilla. Su pareja, el cobrador, permanecía sentado en un lateral cerca de la puerta trasera y, si era menester, salía del vagón para echar unas paladas de tierra sobre los raíles cuando las ruedas patinaban por el hielo, o a colocar el trole sobre la catenaria cuando se salía. Los tranvías eléctricos nacieron en Zaragoza durante las Fiestas del Pilar de 1902 y las ancianas jardineras de trasporte animal sirvieron desde entonces de remolque a los coches eléctricos. Años más tarde, a finales de los 60, en Barcelona tomaba todos los días el tranvía  número 56, “Roger-Sants”, para ir al trabajo. Éstos eran más modernos que los existentes en Zaragoza y el conductor iba sentado y accionaba unos pedales. Sin embargo, por aquellos años, todavía quedaba uno de ellos muy antiguo y de color amarillo, el que circulaba entre La Verneda y el Zoo del Parque de la Ciudadela. Aquella Verneda de Sant Martí seguía todavía como a principios del siglo XX, cuando sus casitas bajas con jardín eran trasladadas a los lienzos por los componentes de “la colla del Safrá”. Mas tarde descubriría los tranvías de Lisboa, que trepan por las cuestas como lagartijas. Y ahora, con ocasión de una visita a Parla para hacer unos mandados, he podido subirme a unos tranvías verdes y pasear en ellos por unos descampados. En el tranvía, como en el agua, reside toda la melancolía.

sábado, 21 de diciembre de 2013

No viene a cuento




Me parece una brillante idea que el Ayuntamiento de Zaragoza se haya acordado de los vecinos fallecidos durante el año que está a punto de terminar. Pero ese detalle, viniendo de quien viene, o sea, del Consistorio, es como para tocar madera, si tenemos en cuenta las abultadas tasas municipales que los ciudadanos pagamos año tras año por tener los restos de nuestros seres queridos depositados dentro del recinto del Cementerio de Torrero. Pero, bueno, agradezcamos el detalle y no la toquemos más, que así es la rosa. Lo que ya no comprendo es el homenaje que se hizo ayer, 20 de diciembre, en el camposanto zaragozano, donde se incluía un pequeño concierto de 20 minutos de duración con canciones navideñas a cargo de la Coral Municipal Saduie celebrado en la sala de ceremonias número 2,  ni tampoco el encendido de luces en cuatro cipreses  del recinto. A los muertos les traen al pairo los gorigoris de quiénes aspiran a vendernos el Cielo en parcelas y los villancicos que cuentan cómo beben los peces en el río. A los difuntos les importa un bledo los encendidos de cipreses navideños y la demagogia barata de un alcalde, Belloch, que ya nos hace el favor a los zaragozanos de poder abonar el abultado IBI mediante tres cómodos plazos. Esas cosas de encendidos de árboles y de ñoños villancicos son propias de los grandes almacenes que invitan al consumo y de las puñeteras compañías eléctricas, que tantos sustos nos dan con las subastas. A los muertos hay que dejarlos en paz. Así de simple.

lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Quién era el Elefante Blanco?





Ayer domingo fallecía el exgeneral Alfonso Armada Comyn, marqués de Santa Cruz  de Rivadulla, una de las tres personas distintas, que junto a Jaime Milans del Bosch y Fernando de Santiago y Díaz de Mendívil, pretendieron fusionarse en un solo dios verdadero, o sea, en la “Autoridad Militar por Supuesto”, mediante una regresión en España al estilo de aquel 13 de septiembre de 1923, cuando Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, capitán general de la 4ª Región Militar, se convirtió en uno de los “salvadores patrios” con sus cuartillas “Al País y al Ejército”, entregadas a los periodistas a la una y media de la madrugada de aquel día: “Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado…”. Mientras, el rey, que se encontraba en San Sebastián,  anunciaba su llegada a Madrid en el expreso de las siete. ¡Ay, cuánto pudimos echar en falta los ciudadanos en aquellos días de febrero de 1981 a Vicente Blasco Ibáñez! Eduardo Aunós (“El general Primo de Rivera”, Ed. Alhambra, Madrid, 1944) dejó escrito lo acontecido aquel frío 12 de febrero de 1930: “A las siete de la tarde iba camino de Barcelona el invicto español en su automóvil, cuyo dueño formaba parte del modesto séquito del general. Apenas llegaban los viajeros a Alcolea del Pinar, comenzó a caer una nevada de extraordinaria fuerza, que si al principio no preocupó a nadie, al acercarse a Calatayud aparecía como obstáculo insuperable, sobre todo ante la necesidad de atravesar el puerto de El Frasno, (…) y planeó continuar el viaje en el tren expreso, cuyo paso por Calatayud estaba señalado para dentro de breves minutos. Aprovechando las pocas plazas vacías del convoy, reanudó el general su viaje a Barcelona, descendiendo en el apeadero de Gracia”. Curiosamente,  ese fue el mismo apeadero que tomó Primo de Rivera una noche, seis años antes, camino de Madrid. (Recomiendo la lectura de “Crónica de la Dictadura de Primo de Rivera”, Manuel Rubio Cabeza, Sarpe, 1986). Pues nada, nos hemos quedado sin  poder saber quién era el “Elefante Blanco”. “El grueso del sumario –como bien recuerda José Oneto en un reciente artículo de opinión- está en poder del Tribunal Supremo, que no permite su consulta hasta que hayan transcurrido veinticinco años después de la muerte de todos los procesados, o cincuenta años a contar desde la fecha del fallido golpe de estado, es decir en el año 2031”. Paciencia.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Excarcelaciones




Pues nada, que ya está en la calle el único asesino de las niñas de Alcácer que permanecía en prisión, un tal  Miguel Ricart Tárrega. La Guardia Civil le protegió desde la prisión de Herrera de a Mancha hasta la estación de ferrocarril donde había llegado a bordo de un taxi con la cabeza cubierta. Yo no me hubiese querido sentar en el vagón junto a este asesino de ninguna de las maneras. No por temor sino por asco. La muerte de tres muchachas no puede borrarse de un plumazo por una sentencia del Tribunal de Estrasburgo donde se derogaba la doctrina Parot, o por la firma de la Audiencia de Valencia que ordenaba su inmediata excarcelación. Respeto tales decisiones judiciales, pero mi estado de indignación es manifiesto. Miriam García, Antonia Gómez y Desirée Hernández eran tres chicas que tenían derecho a vivir y a ser respetadas. Tenían toda la vida por delante. Pese al tiempo trancurrido, falta todavía por saber dónde se encuentra el malnacido Antonio Anglés. Dicen que ahora Ricart tendrá derecho a cobrar una pensión de 436 euros por un plazo de entre 6 y 18 meses al ser exrecluso y llevar entre rejas más de dos años. ¿Acaso pagó indemnización por sus delitos a los familiares de las víctimas? ¿Acaso pidió perdón? Algo parecido podría decir de los asesinos de ETA recientemente excarcelados. No entiendo cómo es posible que se les reciba con homenajes en el País Vasco. ¿Es que nos hemos vuelto locos? No se puede humillar a los familiares de las víctimas de esa manera en un Estado de Derecho.

martes, 26 de noviembre de 2013

El drama instalado




El drama de los desahucios es quizás el más grave de los que padecemos en España por culpa de la crisis y por culpa, también, de aquellos ciudadanos que se embarcaron en la compra de un piso siendo conscientes de que su economía personal no era sostenible. Pero existe otra situación peor, si cabe. Es la que sufren los progenitores que avalaron con su firma esas adquisiciones por parte de sus hijos. Leo en la prensa aragonesa que “el 60% de los afectados en Zaragoza contaba con un avalista, muchos de ellos jubilados, que ahora ven en peligro su pensión”. Fernando González Urbaneja señala hoy en un artículo, “El Príncipe se fue a casa”, que el país no marcha. “Se acumulan –dice- las frustraciones, desde el fracaso de la primera operación de cadera del Rey a la caída de la cubierta de la plaza de toros de las Ventas; de la fracasada candidatura olímpica madrileña a la desavenencia catalana, que es asunto mayor y de muy difícil recomposición, la sociedad española atraviesa por uno de esos períodos de desesperanza y baja autoestima. Se nota en las encuestas, los españoles confían más en sí mismos que en el futuro del propio país; califican como mala o muy mala la situación política y económica actual, sin expectativas de mejora en lo inmediato”. Frente a este panorama, sólo faltaría que el Gobierno contratase al pintor Thomas Kluge, que acaba de retratar a la Familia Real danesa, para hacer un libro de paisajes españoles, al estilo de cómo los hacía Gutiérrez Solana pero con mas yuyu, para ser regalado a los visitantes ilustres en cada viaje oficial, como se hizo durante la Segunda República con réplicas goyescas de los 82 grabados al aguafuertes de “Los desastres de la guerra”. Rajoy dice ahora que “se ha pedido mucho a los españoles pero se les devolverá con creces”. ¿Qué es lo que se nos devolverá con creces? ¿El dinero que se llevó por todo el papo el duque de Palma? ¿El dinero de Bárcenas? ¿El dinero de los ERE en Andalucía? ¿El dinero entregado a los bancos por medio del FROB? ¿Los derroches de la Comunidad Valenciana? ¿Las quitas a funcionarios y pensionistas? ¿La ilusión perdida?... “Volverán las oscuras golondrinas/ en tu balcón sus nidos a colgar/ y, otra vez, con el ala  a sus cristales/ jugando llamarán”. ¡Hace falta ser cínico!

lunes, 25 de noviembre de 2013

Más días que longanizas





Leo una amplia entrevista que Alfonso Armada le hace en ABC a Arturo Pérez-Reverte. Se habla de grafiteros, esos escritores que “quieren hacerse oír”. Me llama la atención cuando, en un momento de la entrevista, se le pregunta a Pérez-Reverte sobre la crisis que padecemos en España. Dice: “Eso de que una crisis te hace bueno es mentira. Yo no veo una regeneración moral como resultado de esta crisis. Veo un cabreo, cuando te toca, porque cuando no te toca aquí no se cabrea nadie. Te cabreas cuando te toca. Veo un cabreo, una indignación, pero lo que no veo es una regeneración moral de una sociedad que estaba enferma. Sin regeneración moral aunque pase la crisis seguiremos siendo tan torpes y tan egoístas y tan ciegos como éramos antes”. Joé, que gran verdad encierran sus palabras. También su referencia a don Quijote: “Quien mucho anda y mucho lee, algo sabe”. Claro, claro…Y en el mismo diario aparece Jaime Montalvo, presidente de “Ayuda en acción”, diciendo a Alejandro Carra que “nunca pensamos que habría niños que comiesen una  vez al día en nuestro país. (…) No estábamos preparados para una crisis como esta”. Empieza a haber “hambre de la mala”, como dice la infanta Pilar al referirse al hambre de la posguerra. Hoy nos enteramos de que Felipe de Borbón, que iba a presidir un foro empresarial con miras a vender la Marca España, ha tenido que suspender su viaje a Brasil por la avería técnica (un cortocircuito en el “flap” del ala izquierda) de un airbus A-310 de la Fuerza Aérea Española. Estamos mirados por el tuerto. Esas cosas suelen ocurrirles a los viajantes de comercio, cuando el lunes se dan cuenta de que al utilitario le falla una pieza del motor y no pueden ponerse en viaje para tratar de vender los productos de su catálogo. Pero que le sucedan esas cosas al príncipe Felipe en un viaje oficial es como para echarse a llorar. Tratar de vender la Marca España en el exterior sin poderse llevar a cabo por el fallo técnico de un avión no da buena imagen de nuestro país. Pero los ciudadanos de bien nos alegramos de que tal vuelo, el de la madrugada pasada, no se haya producido. Sin seguridad no se debe volar. No hay mal que por bien no venga. Todavía está fresca en la memoria de los españoles el trágico accidente del vuelo JK5022 de Spanair, el 20 de agosto de 2008 en el Aeropuerto de Barajas, donde murieron 155 personas. El motivo fue que no se pudieron extender los “flaps” y los  “slats” de aquel avión, bautizado “Sunbreeze”, como era necesario para el despegue. Pues bien, el viaje a Brasil era importante para los intereses comerciales de España en América, pero tampoco se trataba de la Toma de Granada. Habrá otras ocasiones que justifiquen cruzar El Charco. Hay más días que longanizas.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Pascual González




Hace tiempo escribía, no recuerdo cuándo, que lo primero que hago todas las mañanas con el desayuno es leer por internet  “El Redcuadro” de Antonio Burgos. Sus artículos en ABC son como flores de un jardín que se abren con el alba y se cierran cuando cae la luz en la atardecida, para abrirse al día siguiente, y así. Como si fuesen dondiegos de noche. Pero ahora, sin quitarle un ápice de mérito a Burgos, me ha entrado el gusanillo de leer también a Pascual González, sí, a ese, al de Cantores de Híspalis, en la sección de “opinión” de "El Correo de Andalucía". Lo último, lo de ayer, con su “Tapeando por Sevilla” me recordó “la bodeguita Romero”, “el Mesón de la Pescada y del Jamón” y el “bar Iruña” de mis 3 veranos, 3, en la Sevilla de luz, aviones y vencejos acharolados y limpios. Sevilla está en mi recuerdo de muchacho como el de aquella chiquilla a la que no has vuelto a ver desde la juventud y que ya estará muy cambiada con la edad, como la Sevilla de las Setas, de la Torre Pelli, de los tipos de las mariscadas que no terminan de digerirlas y de Susanita, que ha aparecido en la escena política socialista como un elefante en una cacharrería y que ha dejado a Rubalcaba como un ratón chiquitín, que toma chocolate, turrón y bolitas de anís, pero de anís del Mono, el de Badalona. Pascual González me recuerda a aquellos clientes de barra de bar que nunca tenían prisas y a aquellos camareros que te soltaban una letanía de tapas y raciones cuando sólo le habías pedido una cervecita fresca de barril. “¡Póngame una tapita de Triana o Macarena! ¿O qué tienes? ¿Qué tapas me recomienda? Tengo Torre de Oro y río, orillitas de quejíos y Postigos en aceite, cucañitas de Santa Ana y azahares a la fuente. Tengo un poquito de cielo, soniquetes clarineros y arbero (sic) de Maestranza, y salpicón de claveles, y delicias de Esperanzas. También tengo plazoletas, pianillo a la Barqueta y almenitas de Alcazaba, y revuelto de cornetas de Centuria a la romana. (…) ¿O quiere usted una glorieta de rimas, plazuela de Doña Elvira y Font de Anta en su marcha, pincelitos de Museo, rollitos de Coliseo, y sombreros de ala ancha? No se quejará mi amigo, dígame usted lo quiere que si no le gusta, puede decirme que pare el carro que también tengo palillos y artesanitos de barro. Ensaladilla de palmas, montaditos de guirnaldas y un compás por bulerías con piolas y petancas y estofado de alegría. Balconcillos de jazmines, primaveritas de abriles y macetas de geranios, puntitas de Baratillo y maniguetas de palio. Torreón de don Fadrique, mantones bordaos con pique y cava de bronce y mimbre, cocido de capirotes y muchas ganas de irme”. Eso es torear con el idioma y darle unas gaoneras al léxico con una revolera de propina. Pascual González lo mismo le canta al Cachorro unas sevillanas que se merienda con papas fritas la inefable expresión de que “Sevilla es la servilleta de una Virgen de Murillo”. ¡Joé, que hombre! De que pozo sacará tanta sabiduría… Seguiré observando, a ver si me entero.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Chabacanería culinaria




Parece ser que no existe la comida erótica sino la erótica de la comida. Esto viene a cuento con la “I Ruta de Tapas Eróticas” que se está llevando a cabo estos días en Toro (Zamora) donde participan 16 bares en la Ciudad de doña Elvira, que nada tiene que ver con la otra doña Elvira , la de la Plaza de Santa Cruz, la que reurbanizó Juan Talavera Heredia hace ahora un siglo, y donde antes estuviera un corral de comedias y la casa de don Gonzalo de Ulloa, si hacemos caso a  don José Zorrilla, sino a la hija de Fernando I de León y de Sancha de León y hermana de Sancho II de Castilla, Alfonso VI de León, García de Galicia y Urraca de Zamora. Pues bien, la iniciativa partió de Alberto Sánchez, propietario del bar Noche y Día II, y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y del Consejo Regulador de la D.O. Toro. Se pretende con esta iniciativa que los ciudadanos salgan a la calle y se anime el consumo. Y entre las tapas más curiosas destacan “cómete la salchicha”, “placer chino agridulce”, “dos rombos”, “50 sombras de Grey”, “huevos Bellido Dolfos”, “picha brava”, etcétera. Los alimentos considerados como afrodisíacos: apio, boniatos, vainilla, cebolla, lenguas de ganso,  hígado de cabra, glándulas del almizclero macho, huevas de peces, ostras, entre otros, son una cosa. Otra muy distinta, la chabacanería culinaria más acendrada. Por ejemplo, la tapa “cómete la salchicha”, consistente en dos huevos de codorniz, una salchicha y una salsa de queso de Cabrales simulando el semen humano parece, a mi entender, un atentado a la inteligencia. Otra, la tapa “huevos Bellido Dolfos”. Ese tipo, que yo sepa, cuyo nombre otros los escriben con uve, fue el autor de un magnicidio en la persona de Sancho II de Castilla el 6 de octubre de 1072 huyendo a continuación por el “Portillo de la Traición”. Recuerden el cantar de gesta: “¡Rey don Sancho, rey don Sancho!, no digas que no te aviso, / que de dentro de Zamora un alevoso ha salido; / llámase Vellido Dolfos, hijos de Dolfos Vellido, / cuatro traiciones ha hecho, y con ésta serán cinco”. Curiosamente, ese portillo no se descubrió en las murallas de Zamora hasta los años 50 del s. XX. Desde entonces se le conoció como “Portillo de la Traición” hasta 2009,  cuando el Ayuntamiento de Zamora dio un bandazo histórico inexplicable y cambió tal nombre por el de “Portillo de la Lealtad”, invirtiendo el punto de vista castellano en beneficio de otro punto de vista leonés. ¿Motivos? Lo ignoro, pero me avergüenza que los zamoranos  no tengan las ideas claras.


viernes, 22 de noviembre de 2013

1963




El asesinato en Dallas de JFK, del que hoy se cumplen 50 años, me trae a la memoria otras efemérides, muchas de ellas no muy agradables. El domingo 13 de enero moría en Buenos Aires Ramón Gómez de la Serna, Ramón de Ramones, y ese mismo día, en Madrid, fallecía Alfredo Kindelán, aviador y jefe de la Aviación rebelde durante la Guerra Civil. Otro domingo, el  24 de febrero chocan cerca de Tardienta (Huesca) el expreso Barcelona-Vigo-La Coruña contra un tren de mercancías, que se saldó con 5 muertos y 43 heridos de diversa consideración. El “Estrella de Galicia”, más conocido como “Shangái”, tardaba 36 horas en hacer el recorrido de ida. Ese sobrenombre se lo puso un ferroviario de Monforte de Lemos, Ángel Rodríguez López. Según contaba “El Correo Gallego”: “Ángel se encontraba en su puesto de trabajo en la caseta de circulación de entre vías en la estación de Vilanova de Barcelona. A las 20.55 horas de un lunes de 1950 levantó el teléfono y anunció a la siguiente estación la salida de Barcelona del tren 4025, "el Shanghái”, con destino a Vigo y La Coruña. Los jefes de circulación de todas las estaciones del recorrido, que escalonadamente fueron recibiendo el singular aviso, aceptaron de buen grado la broma del monfortino y así nació el nombre oficioso de uno de los tren más populares. Lo de Shanghái se debe a que en esa época era muy famosa la película “Shanghai Express”, protagonizada por la célebre Marlene Dietrich, sobre un tren que sufría en su largo recorrido infinidad de contratiempos. Si a esto le añadimos los habituales retrasos del tren español, el nombrecito no pudo ser más ocurrente”. El 25 de enero de 2009 dejaba de circular para siempre el famoso “Shanghái”, que al día siguiente sería sustituido por el “Estrella de Galicia”, un moderno “trenhotel” que recorre los 1.279 kilómetros  existentes entre Barcelona y La Coruña en algo más de catorce horas. El jueves, 18 de abril, en consejo de guerra sumarísimo Julián Grimau, jefe de la policía de Barcelona durante la Guerra Civil, era condenado a muerte. Sería ejecutado dos días más tarde. El 3 de mayo, el Consejo de Ministros aprobaba la creación del siniestro Tribunal de Orden Público (TOP) y enviaba a las Cortes el proyecto de ley. El 3 de junio moría Juan XXIII. El día 30 se elevaba a la silla de Pedro de Paulo VI. EL 29 de julio estallaban dos bombas en Madrid, una en la DGS y otra en la sede de los Sindicatos Verticales. El dos de agosto se detenían por ese acto terrorista a Francisco Granados y a Joaquín Delgado. El día 8 tuvo lugar cerca de Cheddington el asalto al tren correo Glasgow-Londres. El día 14 se condenaba a muerte a los dos detenidos por las explosiones en Madrid. El día 17 se les ejecutaba en garrote vil. EL 17 de septiembre sucedieron las famosas inundaciones de Valencia. El 10 de octubre Chrisler aportaba 1000 millones de pesetas y se asociaba con Barreiros. Al día siguiente moría en París Edith Piaf. El 6 de noviembre fallecía en México Luis Cernuda. El día 15 el Consejo de Ministros aprobaba el I Plan de Desarrollo, que presentó López Rodó. El día 19 moría en Bagur (Gerona) Carmen Amaya. El día 30 fallecía en Tenerife Ernesto Lecuona. El 2 de diciembre se publicaba en el BOE la ley de creación del TOP. El día 4, Franco inauguraba el túnel de peaje de Guadarrama. El día 20 nacía en Madrid Elena de Borbón, primera hija de los Príncipes de España. Entremedio, apareció la moda ye-ye, se acortaron las faldas, surgieron los cigarrillos “Ducados”, ganó la Vuelta a España Jacques Anquetil y El Cordobés tomó la alternativa, nació Copito de Nieve, irrumpió el fenómeno Beatles (grupo formado en 1957) y aparecieron los rombos en las dos cadenas de Televisión Española.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

II Año Triunfal




Hoy me desayuno con un artículo de Antonio Aramayona, profesor de Filosofía, en “El Periódico de Aragón”. Aramayona, bajo el título “Los gobernantes de la cachiporra”, comienza recordando  a  Francisco de Quevedo cuando éste señala que “donde hay poca justicia es un peligro tener razón”. Cierto. Seguidamente cuenta el autor: “Gallardón y Fernández Díaz, Justicia e Interior (tanto monta, monta tanto) pretenden convertir en delito cualquier conato o acto de protesta ciudadana. Para ello están ultimando una serie de modificaciones legislativas del Código Penal y de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana (triste concepto tienen hoy los actuales gobernantes de la seguridad y la inseguridad) para que la constitucional garantía de la seguridad ciudadana acabe siendo una máquina repartidora de duras multas, enjuiciamientos e incluso cárcel para quiénes contravinieren sus órdenes y su nostálgico proyecto de sociedad. (…) Ay de quien en su ardor o ingenuidad quede con otros o invite a otros por algún medio, incluido internet, a un acto de protesta que previamente no haya autorizado el gobernante, de la cachiporra, pues su acción podrá ser interpretada como un delito de alteración del orden público y castigada con penas de hasta tres años de cárcel. Pronto podrá comprobar también que ese gobernante, lejos de enviar a la policía a detener a quienes, por ejemplo, han timado y se han lucrado de miles de impositores y ahorradores a quienes han arruinado, puede enviar su policía a reprimirlo, multarlo o detenerlo”. Mal comienza el III Año Triunfal de estos políticos a la derechona más rancia que, utilizando las técnicas de Miguel Primo de Rivera con la represión a base de multas tremendas (faltan los destierros, como le sucedió a Unamuno, aunque todo se andará), pretenden mantener España como una balsa de aceite. Sigue Aramayona: “Usted solo podrá ir o venir o concentrarse o manifestarse allí donde la autoridad le conceda permiso, previa solicitud presentada en plazo. El artículo 21 de la Constitución les importa, de hecho, un carajo a los actuales gobernantes de la cahiporra. Les importa un carajo que la Constitución reconozca el derecho de reunión pacifica y sin armas. (…) No espere usted que de la boca de algún gobernante salga una palabra sobre redistribución de la riqueza, apresamiento de los delincuentes por blanqueo de dinero, fraude fiscal, paraísos fiscales o apropiación indebida por parte de entidades financieras. Al parecer, eso no provoca alarma social ni perturba la paz social, amén de que es imposible vigilar al vigilante y enchironar al enchironador”. En suma, con las nuevas medidas represoras del Gobierno, la domesticación de los sindicatos y el abuso irritante de partidos de fútbol televisados, ya parece estar controlada la situación laboral y social de los españoles, o sea, la paz de los cementerios.

martes, 19 de noviembre de 2013

Con la salud no se juega





Me parece una excelente idea que una ley prohíba las aceiteras rellenables a partir del uno de enero. Los conocidos convoyes sólo se podrán seguir utilizando en los domicilios particulares donde ya sabe uno lo que compra. Pero pediría el mismo trato para la mayonesa, la mostaza, el ketchup y en vinagre, como ya hacen algunas empresas de comida rápida. Ya va siendo hora de que comamos y bebamos con una cierta garantía. Los vinos a granel, los vermús caseros (que no suelen ser caseros) y los aguardientes gallegos de “dudosa” procedencia podrían ser el siguiente paso en la exigencia del cliente de hostelería. Pero, claro, una cosa son las botellas irrellenables y otra muy distinta los productos que se utilizan en las cocinas de esos establecimientos. Por ejemplo, nadie, que yo sepa, sabe con qué aceite se han frito unos huevos, con qué mayonesa se ha confeccionado la ensaladilla rusa o qué vino sirven cuando pedimos un chato “de la casa” en la barra de un bar. Y en las pastelerías sucede algo parecido. Solamente los tocoferoles naturales y los esteres de ácido ascórbico están permitidos en todo tipo de alimentos, de acuerdo con el R.D. 147/97 de obligado cumplimiento desde el 25 de marzo de 1997. Pero, ¿quién controla las churrerías? Me refiero a esos garitos de feria  que se instalan en determinados solares de las ciudades y que nunca sabe el cliente cuántas veces se recalienta el aceite de las freidoras. Se supone que los ayuntamientos que concedieron los correspondientes permisos, pero dudo de su eficacia en el seguimiento. Por otro lado, se sabe que el 80% del aguardiente que se produce en Galicia es ilegal. No lleva etiqueta y se sirve como aguardiente casero, pero no son tal, sino productos de laboratorio, en general diluciones, no destilaciones. Y así todo. Que nadie olvide la primavera de 1981 y el envenenamiento masivo por el consumo de aceite de colza desnaturalizado vendido en garrafas en distintas partes de España. Murieron familias enteras. Pero ninguna de ellas era adinerada. Con la comida no se juega. Con la salud, tampoco.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Lluvia






Hay dos cosas que no soporto, que un  peatón no respete mi derecha en el sentido de la marcha y que me aticen paraguazos cuando llueve. El paraguas hay que saber llevarlo con dignidad, como lo hacen en San Sebastián y en toda la cornisa cantábrica. Y es que por allí llueve y la gente está acostumbrada a no sacarle un ojo con una varilla del paraguas a aquel con el que se cruza por la calle. Pero en Aragón la cosa cambia bastante. La falta de costumbre, puesto que casi no llueve, es la causa de esos malos usos. Es decir, cuando no llueve, el paraguas lo portan en forma de lanza en vez de en forma de bastón, y cuando diluvia es cuando aparece el problema. Curiosamente, Zaragoza es la ciudad española donde se fabrican quizás los mejores paraguas, los de Casa Redondo. Me gustaría que, de la misma manera que existe la asociación  “Amigos de la capa”, a alguien le diera con constituir el club de los “Amigos del paraguas”, con visitas culturales, misas en el Pilar y aperitivos de Hermandad, que los pinchos de tortilla, los pepinillos en vinagre y las cañas de cerveza ayudan mucho a que la fiesta no decaiga. Los “Amigos de la capa” tienen hasta santo patrón, San Martín de Tours, que partió su capa para darle la mitad a un necesitado. Pues bien, los “Amigos del Paraguas”, de formarse esa asociación, deberían llevar uno de aquellos utensilios gallegos, que tienen más fuste. Allí les dicen paraugas. De hecho ya existe la Peña “El paraguas” en Avilés, y los peñistas realizan excursiones y lo pasan bien. Y para no ser menos que los “Amigos de la capa”, incluso se podría adoptar como himno oficial la “Mazurca de los paraguas”, de la zarzuela “El año pasado por agua”, de Chueca y Valverde y libreto de Ricardo de la Vega. Lo de nombrar un  patrón puede esperar, porque el paraguas no se puede partir por la mitad para ayudar a un pordiosero, como hizo San Martín de Tours, salvo que el paraguas sea de los chinos. Para ello nada mejor que esperar un día de cierzo e intentar pasar el zaragozano Puente de Piedra. El paraguas no se parte en dos mitades sino que se desarma por completo. Pero si los “Amigos del Paraguas” instan a nombrar un santo patrón que les guíe por carreteras secundarias cuando hacen encuentros con los “Amigos del Paraguas” de otros municipios, siempre quedará el recurso de ponerse bajo el amparo de la Virgen de la Cueva, aunque ya saben el dicho: “del santo me espanto, del pillo no tanto”.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Relojes, gatos y Madagascar





José Carlos Díez, profesor de economía de ICADE, recuerda hoy en EL País una frase de José Luis Sampedro: “Conviene saber diferenciar un reloj, un gato y Madagascar”. Eso viene a cuento con el viaje que el heredero de la Corona está realizando por Estados Unidos, tratando de vender la marca España. Como bien recuerda Díez, “hay 2,6 millones de trabajadores que trabajan a tiempo parcial y el 57% cobra menos de 652€ que es el salario mínimo interprofesional. Hay 3,35 millones que tienen un contrato temporal y el 50% cobran menos de 1.000 € al mes. El perfil de máxima precariedad es joven, mujer y con baja cualificación”. Es verdad, pero no toda la verdad. En España hay jóvenes muy cualificados, hasta con dos licenciaturas, que están pensando en poder marchar a cualquier punto de Europa donde puedan realizar cualquier tipo de trabajo. En Europa saben que los españoles somos unos parias, por culpa de la nefasta política de unos gobernantes sin escrúpulos que no ha sabido valorar el esfuerzo de los ciudadanos. Aquí se presume de tener el mayor número de kilómetros de ferrocarril de alta velocidad de Europa construido vía impuestos, con un coste entre 30 y 40 millones de euros por kilómetro. ¿Era necesario semejante desembolso? El pasivo del Estado a fecha de hoy ya se eleva al 93’4% del PIB y sigue creciendo. ¿Dónde está la recuperación económica? Aquí se confunde el culo con las témporas. El ministro de exteriores, García Margallo ha destacado en California las “señales favorables” a la recuperación española, haciendo hincapié en la entrada de turistas y en las exportaciones, y el Príncipe ha dicho que “este es un buen momento para invertir en España”. Lo del turismo es coyuntural, y lo de las exportaciones me causa risa. En España se produce más barato, pero a costa de unos salarios de hambre.  También China exporta, pero, ¿cuál es el salario de un chino?

viernes, 15 de noviembre de 2013

No todo vale



En España, desde que gobierna el Partido Popular, todos son recortes para los ciudadanos. Se recortaron salarios y pensiones y ahora se pretenden recortar las libertades de expresión y de manifestación. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que el Ministerio del Interior elevará al Consejo de Ministros, me recuerda mucho al oscuro periodo de la Dictadura de Primo de Rivera, que allanó el camino hacia la Segunda República. La historia siempre se repite. Las “revoluciones hechas desde arriba” sin contar con la ciudadanía sólo pueden conducir a situaciones no deseables. ¿Acaso Fernández Díaz  no ha leído nada  sobre Antonio Maura? Porque una “revolución hecha desde arriba”, como pretendió Maura, condujo a la Semana Trágica de Barcelona en 1909. Pero Antonio Maura, todo sea dicho, poco antes de aquel 13 de septiembre de 1923 desaconsejó a Alfonso XIII el establecimiento de cualquier régimen autoritario. El rey no le hizo ni caso y así le fue en 1931. A mi entender,  a España no se la puede “poner en orden” mediante una pretendida Ley de Seguridad Ciudadana que no tiene como fin amparar a los ciudadanos sino evitar que se produzcan escraches a cargos públicos para sortearles la vergüenza que tales actos les producen, si es que la tienen. La Ley de Seguridad Ciudadana será una farsa si lo que trata de evitar es que se escalen edificios públicos o iglesias, porque si el escalador se cae al suelo y se hace puré no hay ley humana que se anteponga a la Ley de la Gravedad. Si la Ley de Seguridad Ciudadana trata de evitar, como parece, ofensas a las comunidades autónomas, entidades locales y otras instituciones ya vamos mal. ¿Qué otras instituciones? Si las Autonomías derrochan el dinero público en actividades millonarias extravagantes que no benefician en nada a los ciudadanos (y por asociación de ideas estoy pensando en la Comunidad Valenciana), se puede protestar y, también, llamar chorizos a sus responsables. Y si llamar chorizos a unos impresentables es una ofensa, que venga Dios y lo vea. Si los sindicatos (y estoy pensando en UGT), se gastan el dinero de los ERE en mariscadas mientras los responsables de la Junta de Andalucía se pone de perfil, los ciudadanos andaluces tienen todo el derecho del mundo a llamarles sinvergüenzas, etc. Una cosa es gobernar y otra muy distinta llegar a presidir el Gobierno de España, como hace Rajoy,  incumpliendo todas las promesas electorales. Una cosa es, también, mantener el orden público y otra muy distinta recortar la libertad de expresión y de manifestación de los españoles. Ni somos ovejas ni necesitamos perro pastor en el rebaño. Porque se empieza haciendo un baremo de faltas leves, graves y muy graves al  subjetivo criterio del ministro del Interior de turno, en este caso de Fernández Díaz, y se termina proponiendo la patada en la puerta, como pretendió el ministro socialista Corcuera. Procurar, como pretende Fernández Díaz, que los ciudadanos seamos sumisos a los dislates de este Gobierno; y que, ante algunas injusticias frías y calculadas que se proyectan en el BOE, nos quedemos en casa mirando por la ventana, es síntoma claro de pecar de ignorancia. La paciencia tiene un límite. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tienen el deber de proteger a los ciudadanos. No están para trasladar “papelitos” con los DNI de los ciudadanos “traviesos” a las Delegaciones del Gobierno, para que los responsables de esas Delegaciones impongan severas multas, como hacían los “lameculos” en los colegios de frailes. La seguridad de un país debe comenzar porque el Estado asegure el bienestar de los ciudadanos, cosa que aquí no acontece. Seis millones de desempleados y casi tres millones de pobres de solemnidad son datos que el ministro del Interior, en rigor, no me puede cuestionar. Recordando a Francisco de Quevedo, desde aquí le apunto al ministro  Jorge Fernández Díaz: “No he de callar por mas que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o amenaces miedo”.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Labores de producción





Mientras los Príncipes de Asturias visitan América del Norte para tratar de vender la marca España allende los mares, otro príncipe, el príncipe Carlos de Inglaterra visita la India para celebrar su 65 aniversario. Es como el primer viaje del Imserso de un príncipe a la espera de ascenso y que acaba de entrar en la edad de jubilación. “El heredero al trono británico -cuenta hoy el ABC- ya disfrutó ayer de su primer regalo, deleitándose con una sesión de spa especializado en terapias naturales, como los baños de aceite para aliviar el estrés”. Ignoraba que el príncipe Carlos tuviese estrés, esa  reacción fisiológica que puede provenir de cualquier situación o pensamiento que le hace al que lo padece sentirse furioso, frustrado o ansioso. Más o menos, la situación de estrés es lo que les sucede a los filipinos tras el paso de “Yolanda”, o a los trabajadores de limpieza de Madrid, a los que Botella no da solución por su incapacidad manifiesta y que van a ver reducido su sueldo hasta los 600 euros mensuales para que con esa cantidad paguen el alquiler de su casa, los gastos fijos y coman, si queda algo de la partida de gastos generales, algún arenque en salazón, o a los jubilados, a los que se les recorta la mísera pensión con la que mantienen a parte de su parentela. Mientras, como decía, los Príncipes de Asturias, acompañados por García-Margallo, el presidente de Baleares, Bauzá, y un rabo de periodistas, visitan la tumba de fray Escoba en California, un Estado de la Unión que tiene el mismo PIB que España, o sea, el país donde ellos principean. Mañana, Carlos de Inglaterra estará en Colombo, capital de Sri Lanka, para representar a la Reina Isabel II en la cumbre bianual de jefes de Estado y de Gobierno de la Commonwealth. Los Príncipes de Asturias, acompañados de su séquito, marcharán el domingo a Florida para conmemorar el V centenario del desembarco de Ponce de León en Miami, cerca de Cabo Cañaveral, donde buscaba la “fuente de la eterna juventud” de acuerdo con la leyenda de Cíbola y las Siete Ciudades de Oro; y donde, pie en tierra, reclamó toda esa tierra conquistada para la Corona de Castilla. Pero Ponce no encontró esa fuente de la eterna juventud, sino que recibió un flechazo, no sabemos si de apalches, calusas o matacumbes, que le dejó fuera de juego en pocas horas. Su tumba se encuentra en la Catedral de Viejo San Juan,  de Puerto Rico. Carlos de Inglaterra es consciente de que no reinará. Y el Príncipe de Asturias, ya veremos. La marca España, en cualquier caso, será de difícil venta mientras en este país existan 6 millones de desempleados y se sigan manejando las actuales cifras de hambruna por parte de Cáritas. Conque mejor será que los españoles sigamos pensando que los mejores vendedores de la marca España en los Estados Unidos son Penélope Cruz, en California y Julio Iglesias, en Florida, con el añadido del 21% de IVA. Lo de fray Junípero Serra y lo de Ponce de León, como las novelas del padre Coloma, quedan bien para los tenderetes de la Cuesta de Moyano.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Noruega es parte de Europa




Me asombra que una cadena noruega de televisión, NRK, prohíba a la presentadora de noticias regionales llevar una pequeña cruz, regalo de su marido, mientras está en antena. La cruz no tiene más de tres o cuatro centímetros de ancho y apenas se le ve si no está uno muy atento a la pantalla. Siv Kristin Sællmann, que así se llama la presentadora, no sale de su asombro pero se ha visto obligada a ceder ante la presión  de su jefe de equipo. En ese país es luterano el 77% de la población, el Estado apoya a la Iglesia y el Rey nombra a los clérigos. Además de ello, una gran parte de sus ciudadanos reciben por los ritos de la Iglesia Evangélica Luterana el bautismo, la confirmación, las ceremonias de bodas y los funerales.  En 2012 el Parlamento noruego votó para darle más autonomía a la Iglesia noruega, para lo cual se hizo una enmienda a la Constitución el 21 de mayo de 2012. El Protestantismo forma parte del Cristianismo, y éste, el Cristianismo es algo más que una religión, es una cultura, que se extiende por toda Europa desde hace casi 2.000 años. Y a mi entender, un 1’5% de la población musulmana existente en Noruega no puede de ninguna de las maneras imponer su estilo de vida o su criterio a la población europea porque, ya puestos a tener que eliminar el símbolo de la cruz, también les puede sentar mal a los seguidores de Mahoma la representación de dos peces y un ancla, que fueron las primeras grafías cristianas halladas en las catacumbas. Dice el refrán: “adonde fueres, haz lo que vieres”. Respecto a las mujeres, en Japón, por ejemplo, es una grosería vestir los pies con sandalias que dejen los dedos al descubierto, ya que en su cultura éstos constituyen zonas del cuerpo muy eróticas que deben permanecer ocultas; en algunos paises de África no está bien visto enseñar la suela de los zapatos;  en la India hay que tapar las  axilas; en Tailandia está mal visto llevar un bolso grande, que denota una clase social baja; en los paises árabes se saludan con besos sólo las personas del mismo sexo, sobre todo los hombres, etcétera. Por lo tanto, cuando los europeos pensemos ir a alguno de esos lugares, deberemos saber a qué atenernos. Los musulmanes que viven en Noruega no deben obligar a que una presentadora de televisión se desprenda de un pequeño adorno en forma de cruz  al cuello. Más aún cuando ese adorno es de oro y ese metal, por todos es sabido que en los países musulmanes se considera un metal impuro. No así la plata.