domingo, 17 de marzo de 2013

Diez años después



El 15 de marzo de 2003 se hizo la famosa foto de las Azores. Los personajes que iban a arreglar el mundo a base de bombardeos eran George W. Bush, Tony Blair y  José María Aznar. Desde esas islas portuguesas se lanzó un ultimátum al gobierno iraquí para que procediese a desarmarse. Aunque no se encontraba frente a la cámara, también estuvo presente José Manuel Durão Barroso que, a posteriori, siendo presidente de la Comisión Europea, declaró en 2007 que “le engañaron”. Más tarde se comprobaría que Irak no tenía en su territorio armas de destrucción masiva. Pues bien, diez años después cuenta “El País” que “el Ministerio de Defensa va a investigar las ‘deplorables’ imágenes de soldados maltratando a detenidos en Irak para determinar ‘si son ciertas’ y si pueden depurarse responsabilidades”. El diario “El País” ha hecho público hoy un video de 40 segundos en el que aparecen cinco soldados españoles dando patadas a unos iraquíes detenidos en Diwaniya.¡Cómo que si pueden depurarse responsabilidades! Naturalmente que sí. Se puede y se debe. Pedro Morenés tiene la obligación inexcusable de investigar ese vergonzoso asunto hasta el final. Ningún matón debe irse de rositas, sea civil o militar. Tampoco se debe mirar para otro lado esperando que esos hechos miserables prescriban. La foto de las Azores fue una insensatez. Y el video existente de esos cinco soldados, de ser cierto su contenido, equivale a una bravuconada inadmisible e impropia de seres civilizados.

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