jueves, 7 de marzo de 2013

Se impone arreglar el Castillo




Roberto Pérez, viejo compañero de fatigas en el ABC “verdadero”, que diría Anson, cuenta en el periódico de Vocento  que “el PSOE  pide al Gobierno aragonés que presione en Madrid para restaurar el castillo de Calatayud”, el más antiguo recinto fortificado que se conserva de los árabes en la Península Ibérica.  Pero el Ministro de Cultura que preside  José Ignacio Wert no debe disponer de partida presupuestaria para esa fortificación declarada Bien de Interés Cultural en 2007, el mismo año en el que se encontraron unas termas romanas en el casco urbano y que podrían pertenecer a la ciudad de Platea, nombrada por Marcial y que convivió con Bílbilis. El ministro Wert anda liado en otros menesteres, como la Tauromaquia, el cine subvencionado,  los deportes de élite y la separación de niños y niñas en las aulas de las escuelas regidas por el Opus; y no le queda tiempo para evitar algo que está en su mano, es decir, nuevos desprendimientos en el Castillo de Ayyub, y más concretamente en la muralla que enlazaba con el de Doña Martina por el Barranco de la Rúa, donde se abría la Puerta de Valencia y en la zona de la Peña. De todas las maneras, el PSOE haría bien en poner el punto de mira en la DGA ya que, mediante Real Decreto 565/1985, de 24 de abril, se produjeron importantes cambios en la estructura, como consecuencia del proceso de traspaso de competencias en materia de Cultura a las Comunidades Autónomas. Por tanto, a mi entender, Luisa Fernanda Rudi debería tomar cartas en el asunto y no ponerse de perfil. Ya sabemos que son épocas de vacas flacas para los Presupuestos, pero la ciudad que vio nacer a José de Nebra, a Sixto Celorrio, a Pablo Remacha, a Joaquín Dicenta o a Pascual Marquina merece respeto y consideración tanto desde Madrid como desde Zaragoza. Si hay que invitar a Wert, se le invita a que venga para que compruebe “in situ” los derrumbes y, ya de paso, pueda echar al coleto unos garbanzos a la bilbilitana, elaborados con congrio y regado con un buen vino con D.O. de alguna de las 15 bodegas existentes. Como decía un conocido de Munébrega: “Aquí, de lo que tenemos, no nos falta de nada”.

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