Ese tal Joseph Lluis Merlos, de
TV3, que le “aclaró” a Vettel que es catalán y no español me recuerda a ciertos
vecinos del barrio de Arrabal, en Zaragoza, que cuando pasan el Puente de
Piedra en dirección a la margen derecha y alguien les pregunta, responden
que van a Zaragoza. Lo de esos vecinos
del barrio zaragozano tiene hasta gracia, pero lo de ese tal Merlos produce
tristeza. Matizar a Wettel que es
catalán y no español es como decir que es de Calatayud pero que no tiene nada que
ver con Aragón. Tal lamentable situación me recuerda el famoso chiste del
alemán que se hospedaba en un hotel de la Costa Dorada y al que un paleto
preguntó sin venir a cuento si era alemán de Alemania. El alemán, asombrado, se
encogió de hombros, se quedó mirando al
paleto y tras un largo silencio le respondió: “Sí, claro, si no soy de
Alemania, ¿de dónde otro sitio puedo ser?”, a lo que el paleto, sin inmutarse,
le contestó: “Ah, no sé, cuando le ven a usted bajar por las escaleras hacia el
comedor, mis vecinos de mesa siempre comentan entre ellos que por ahí llega el
alemán de los cojones. Por eso se lo pregunto. ¿Acaso preguntar es ofender?”.
Bueno, pensándolo fríamente, imaginen que el alemán en cuestión le hubiese
respondido al paleto que él no era alemán sino de Baviera. El paleto, ignorante
de dónde se encuentra Baviera, se habría quedado descolocado, posiblemente se
habría rascado el colodrillo, como si le hubiera preguntado el profesor que
cuánto es la mitad de medio duro, cuando en España había pesetas y duros, y se
habría puesto a silbar “Nunca llueve al sur de California”. Se puede ser alemán
de Baviera y español de Cataluña de la
misma manera que se puede ser alemán de Maguncia, que está en el Estado
federado de Renania-Palatinado, y español de Melgar de Fernamental que está en
la provincia de Burgos. Lo Cortés no quita lo Atahualpa.
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