jueves, 25 de julio de 2013

Incompetentes





Un día después de tragedia del tren híbrido “Alvia” en las proximidades de Santiago de Compostela con un balance provisional de casi ochenta muertos, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, por un lado, y Renfe Operadora y Adif, por otro, discuten si eran churras o merinas, es decir, si el convoy circulaba en la maldita curva a 220 o a 180 km/h. Da igual una cifra que la otra cuando se trata de un tramo en el que sólo se permite circular a 80. Que el tren llevase cinco minutos de retraso tampoco justifica tal exceso de velocidad. También falló la baliza de seguridad. Pero lo más triste de todo es la declaración el maquinista, que reconoció que iba a 190, cuando señaló: “Descarrilé, qué voy a hacer!”. No pretendo echar más leña al fuego, pero entiendo que el maquinista no meditó las consecuencias de esa “locura”. Errores los cometemos todos, pero las insensateces merecen castigo. Aquí hay demasiados incompetentes. Y mientras esa tragedia consternaba a todos los españoles, Mariano Rajoy enviaba un comunicado de pésame a Núñez Feijóo, en cuyo último párrafo podía leerse: “Quiero transmitirle mi más sentido pésame por la pérdida de vidas humanas y cuantiosos daños materiales que ha traído el terremoto que ha tenido lugar esta madrugada en Gansu. Deseo, en particular, transmitir mis sinceras condolencias a los familiares de los fallecidos”. Nada que añadir. Está claro que la secretaria de Estado de Comunicación del Ministerio de la Presidencia, Carmen Martínez Castro, que desde noviembre de 2006 hasta diciembre de 2011 ha sido directora de Comunicación del Partido Popular, tiene una diarrea estival mental del tamaño de King Kong, ese gigantesco gorila ficticio que habita en la Isla Calavera. Sólo le faltó decir que Santiago Matamoros no pudo echar un milagroso capote en ese maldito descarrilamiento por encontrarse de vacaciones en Punta Umbría. Como cuente así la reseña de los Consejos de Ministros vamos aviados.

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