viernes, 30 de agosto de 2013

Como agua de oasis




En el artesonado mudéjar del techo de la  desaparecida iglesia de San Matías, en Granada, han descubierto una carta de amor que ya tiene 92 años. Era la epístola que un tal Pepe escribió a Emilia en 1921 pero que no llegó a su destino o, si así fue, ella, Emilia, la escondió para que nadie la pudiese descubrir. Pepe, entre otras cosas, le decía a Emilia que le mandaría con un recadero otra carta junto a un racimo de uvas dirigido a un tal don Antonio. Según leo en ABC, “lo que sí han detallado en el Museo de la Alambra es que la carta nunca colgó del techo de la iglesia de San Matías, un extinto templo ubicado al final de la calle Elvira de Granada que se destruyó a finales del siglo XIX, antes de las letras de Pepe, para albergar el diseño de la Gran Vía y el anchuroso centro de la ciudad”. Sea como fuere, Pepe y Emilia son dos personajes desconocidos para el resto de los mortales que bien merecerían ser protagonistas de una novela de Pérez y Pérez. Es como una botella con mensaje que una mañana aparece en la playa. Algunas botellas han cruzado el Océano Atlántico, como alguna de las enviadas por un tal Harold Hackett, que vive en Canadá, en la pequeña isla del Príncipe Eduardo. Desde 1996 envía mensajes dentro de botellas de plástico y espera respuesta aprovechando los vientos y las corrientes marinas. Ya ha enviado más de 5.000 mensajes en los que nunca deja un número de teléfono o un correo electrónico y, según parece, ha recibido 3.100 mensajes de respuesta, mayormente del norte de Europa, de las Bahamas y de África. Algunos mensajes han tardado  más de trece años en llegar a su destino. Félix Casanova Briceño cuenta en “Historias de nuestra historia” que “el caso más rocambolesco fue quizás el de Chunosuke Matsuyama, un marino japonés que naufragó con 44 compañeros en 1784. Poco antes de que él y sus compañeros murieran de hambre en un arrecife de coral del Pacífico. Matsuyama escribió un breve relato de su tragedia en un pedazo de madera, lo selló en una botella, y la arrojó en el mar. La botella estuvo durante 151 años a la deriva hasta que 1935 arribó a la costa del pueblo donde había nacido Matsuyama”. Es imposible predecir el rumbo de una botella. Una vez se hizo el experimento de lanzar dos botellas con mensaje al agua en Brasil. Una de ellas apareció, ignoro cuánto tiempo después, en una playa de África; la otra, en las costas de Nicaragua. De cualquier forma, lo que a mí me preocupa, y sobre lo que todos deberíamos reflexionar, es el tiempo que tarda una botella de plástico en degradarse. Suponiendo que sea de PET (tereftalato de polietileno), los microorganismos no tienen mecanismos para atacarlos y pueden permanecer indestructibles entre 100 y 1000 años. La de vidrio, más de 4000 años. O sea, duran más que el amor. A las botellas con mensaje que siguen a la deriva eternamente y a las  cartas de amor que nunca llegan a su destinatario les sucede como a los cocos; que, como decía Ramón Gómez de la Serna, tienen dentro agua de oasis. Lo que sucede es que no lo saben.

(A Manuel Martín Ferrand. In memoriam.)

jueves, 29 de agosto de 2013

Instrucciones para cruzar una mirada





De José Verón Gormaz, autor de “Instrucciones para pasar un puente”, destacaría su paciencia para captar paisajes robados. No sólo los capta sino que los subraya. Buen narrador, mejor poeta y excelente fotógrafo, Verón cuanta cada día lo que acontece en Calatayud, su ciudad de nacimiento y de la que es cronista oficial. A partir de mañana y hasta el 13 de septiembre, Verón expondrá una pequeña parte de su extensa obra, treinta fotos, en el Aula Cultural San Benito, con imágenes tomadas entre los años 1979 y 1999. Desde aquí animo a que,  todo aquel que pueda y lo desee, se acerque hasta Calatayud y pueda comprobar, ya de paso, las obras que recientemente se han llevado a cabo en lo que fuese un convento barroco-mudéjar del siglo XVI que, además de disponer de un confortable hotel, cuenta con el Aula Cultural San Benito, cuyo salón de actos ocupa el espacio que antes fuese iglesia conventual, con un aforo para 220 personas e inaugurado en junio de 2002. Allí tiene lugar a lo largo del año conferencias, seminarios, actos musicales, exposiciones de pintura y todo aquello que redunde en beneficio de los ciudadanos de Calatayud y su comarca. Me apena que mi amigo Pedro Montón Puerto muriese justo diez años antes de tal inauguración. Pedro Montón, entonces, como Pepe Verón, ahora, han sido las personas que más amaron la tierra que les vio nacer y eso siempre es un orgullo para sus conciudadanos. Los paisajes robados por la cámara de Verón no son flores de un instante, como sucede con las fotos que en su día hiciera en Zaragoza, detrás de la Lonja, Ángel Cordero Gracia, aquel minutero que disponía de una cámara de madera que incluía todo un laboratorio. Las fotos de Verón, que todavía no he visto,  supongo que contendrán todo el esplín de  la Transición, donde se dejará notar la mano de todos y cada uno de los alcaldes que dejaron su impronta, o sea, del médico José Galindo Antón,  del panadero Jorge Sánchez García y del empresario Fernando Martín Minguijón. Aprovecho para decir que recientemente se ha restaurado la Puerta de Terrer, antigua Puerta del Matador,  sede del Centro de Estudios Bilbilitanos; y, también, la solera de la porticada Plaza de España. Invito a visitar Calatayud en septiembre, en plena recogida de esas uvas que dan espléndidos vinos con denominación de origen, y darse una vuelta por sus principales monumentos: la colegiata de Santa María, el Castillo, la iglesia de San Andrés, las pechinas goyescas en la iglesia de San Juan el Real, el Museo de Arte Sacro en el antiguo Palacio Episcopal y la fachada del Palacio del Barón de Warsage, que actualmente alberga el Casino Bilbilitano, entre otros. Y, cómo no, aventurarse a dar un paseo en bicicleta hasta la fuente de “Maño-maño” por las sendas habilitadas, en un intento de poder identificarse con la extraña belleza de paisajes lunares de yesos lacustres que conforman la erosionada Sierra de Armantes, situada entre los ríos Manubles, Ribota y Jalón y que se extiende a lo largo de Calatayud, Terrer, Ateca, Moros, Cervera de la Cañada, Aniñón y Torralba de Ribota. Un paseo difícil de olvidar para el excursionista que no lo conozca.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Voy tirando los caudales





Me parece acertada la idea de retirar el anuncio publicitario de Loterías y Apuestas  del Estado en el que se ven las piernas y parte del cuerpo de una mujer, que a su vez sujeta una maleta, donde debajo y a la izquierda puede leerse: “1 de cada 3 quiere tocarte. Déjate”. Esa mujer con maleta en mano me recuerda a una de tantas chicas engañadas, que llegaron a este país buscando trabajo desde otros lugares de la Europa del Este, y que terminaron siendo “pescadas” en las redes de proxenetas sin escrúpulos. El Estado ni puede ni debe promocionar el “sorteo extraordinario del turista” con eslóganes machistas de la más baja estofa. El Ministerio de Economía y Hacienda, que se lleva el 30% del importe total de los billetes emitidos en cada sorteo más lo que caiga con el nuevo impuesto, y en alguna ocasión hasta el importe íntegro del premio “gordo” (tal y como aconteció con el sorteo de Navidad de 1931 con el número 24717, no vendido), tampoco debe auspiciar campañas publicitarias que se conviertan en un grave ataque a la dignidad de las mujeres. Los décimos de lotería son documentos al portador de valores del Estado y merecen un tratamiento digno. Naturalmente que todos deseamos que la lotería nos toque, para eso jugamos. Pero utilizar un mezquino juego de palabras con doble intención para animar al ciudadano a la compra de décimos y, en consecuencia, aumentar los ingresos del Estado parece mezquino. Dejarse tocar, a mi entender, es una elección y acto de libertad. Que nos toque un premio en un sorteo, un caso de suerte. Al Ministerio de Economía y Hacienda, que preside Cristóbal  Montoro, le ha faltado tacto a la hora de contratar la publicidad. Este ministro podría haber sugerido un fragmento de “Mañana sale” y todos nos hubiésemos encandilado con la voz de Concha Piquer: “¡Cuatro series!, ¡Qué bonitas! / ¡Voy tirando los caudales!/ ¡Son de doña Manolita! / ¿Quién me compra esta penita? / ¡Mañana, mañana sale!”. Pero no, Montoro ha tomado el número cambiado a los españoles y ha preferido para  publicitar los sorteos oficiales el ramplón juego de palabras con doble sentido, más propio de las rifas de feriantes en la sevillana “Velá” de Santiago y Santa Ana, o de los cuplés de Raquel Meller. Nos ha confundido, supongo, con la hermana Tomasina y ha creído que tal desacertado anuncio lotero nos haría caer en una desfloración erótica y en un profundo abismo místico por aquello de que “uno de cada tres quiere tocarme”. Montoro y el resto del Gobierno Rajoy ya está empezando a tocarme… los cataplines.

martes, 27 de agosto de 2013

No me gusta el panorama





La bolsa baja con fuerza en toda Europa, incluida España. Hay barruntos de tormenta en Oriente Próximo y el mundo entero observa estupefacto cómo piensa el Pentágono y sus aliados europeos, es decir, Francia y Reino Unido, dar respuesta de “aviso” al último ataque con armas químicas cometido por el sátrapa Bashar Asad, aliado de Moscú, contra la población civil. Será una respuesta rápida, dicen, de sólo dos o tres días contra arsenales sirios, y sin contar con el mandato de la ONU. Los conflictos armados se sabe cómo empiezan por no cómo acaban y lo que ahora se ventila puede ser el principio de algo mucho más serio todavía por determinar. Algunos analistas internacionales  suponen que éste puede a ser el momento de utilizar los más sofisticados y modernos drones (aviones no tripulados) y comprobar su eficacia en situaciones difíciles. Leo en el diario “El Mundo” que “Washington no considera en ningún caso la posibilidad de enviar tropas al país. Según la estimación del Pentágono, se necesitarían al menos 75.000 soldados para entrar en Siria, algo a lo que la Administración Obama no está dispuesta. El presidente repite que teme poner a la población a favor de Asad, atraer más extremistas a la guerra civil y expandir el conflicto más allá de las fronteras sirias”. Esperar para ver. España puede cumplir una importante misión desde la base de Rota, aquel proyecto de George W. Bush del Sistema de Defensa Antimisiles hecho realidad con Rodríguez Zapatero; que, según comentaba el diario ABC el 10 de octubre de 2012, Zapatero “lo presentó como dinamizador económico para la provincia de Cádiz  en plena precampaña electoral: 51 millones de euros anuales y otros 8,5 millones al año por la contratación de servicios. No lo firmó. Se limitó a presentarlo, junto a Panetta y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen”.  El acuerdo sería firmado en octubre de 2012 por Panetta y Merenés un año y cinco días más tarde en la sede de la OTAN, en Bruselas. Lo que no sabemos es si en su día se sopesaron las consecuencias para España de aquel acuerdo; es decir, si compensaba la supuesta “dinamización económica andaluza” con los riesgos que tal acuerdo entrañaba para la integridad física de los españoles. A mi entender, Andalucía sigue siendo hoy una de las regiones más deprimidas de España, pese a contar con esas ayudas como contrapartida por el “alquiler” de las  bases de Rota y de Morón de La Frontera. Zapatero pasó de no levantarse al paso de la bandera de los Estados Unidos en un desfile militar a mostrarse ante los americanos con un servilismo casi medieval. No lo termino de entender.

domingo, 25 de agosto de 2013

Dantes y tomantes





Algunos ciudadanos nos preguntamos cómo puede taparse un escándalo de mayúsculas proporciones políticas como es el “Caso Bárcenas”. Sólo cabe una respuesta: con un escándalo mayor. Y eso, ¿cuándo se destapará? Supongo que el día que lo deseen los que realmente gobiernan en la sombra y nunca dan la cara, o sea, los dueños del dinero. Esos tipos que nunca aparecen en los periódicos, salvo cuando se celebran juntas de accionistas de las compañías que controlan, y que sitúan en las cabezas de lista a los políticos que les interesa para que, con un poco de suerte, si suena la flauta y consiguen el poder “democráticamente”, es decir,  merced a unas las listas cerradas que confeccionan las oligarquías de los partidos, pastoreen a los ciudadanos como si éstos fueran ovejas,  mientras ellos, los dueños del dinero, se esconden para reírse. Pero los pastores disponen de perros que auxilian los movimientos del ganado y, a veces, el perro se rebota, se le cruzan los cables y termina mordiendo la mano que le da de comer. Los escándalos, como el veneno, hay que saberlos dosificar. Pero todos esos escándalos escabrosos hay que sacarlos de debajo de la alfombra y “ventilarlos” antes de 2015, cuando el Rey celebre el cuadragésimo aniversario de su reinado mediante una gran amnistía, como propone el nuevo “redentor” Luis María Anson. Y a partir de ahí, borrón y cuenta nueva, todos los contadores políticos se ponen a cero y vuelta a empezar con el viejo juego del bipartidismo instalado. Ahora gobiernas tú, luego gobierno yo, y vuelta a empezar. Y el Rey, que firme en el BOE y ayude cuando se lo soliciten los sosias de Cánovas y Sagasta en este “juego de la oca” en el que PSOE y PP son los que agitan cubilete y dado y mandamás en la merienda de negros, o en la alifara, como se dice en Aragón.  Es, no sé, como en “El delincuente honrado”, de Gaspar Melchor de Jovellanos, donde Torcuato es condenado a muerte por haber participado años atrás  en un duelo donde éste acabó con la vida del anterior marido de su esposa. El juez, que es su propio padre, no detiene la ejecución. Pero la obra teatral tiene un final feliz gracias a la intervención del Rey. Pues bien, los ciudadanos son conocedores de que “el Gobierno se financió ilegalmente con dinero de grandes empresas a cambio de favores administrativos y concesiones varias”, en palabras textuales de Jesús Cacho en “Vozpópuli”. También, que Urdangarín será el chivo expiatorio de los males que afectan a la Corona, el cordero a degollar para ofrecérselo en el ara a la legión de ciudadanos hartos que ya no saben cómo salir del túnel y; cómo no, a mayor gloria de una Segunda Restauración borbónica “atada y mal atada” por un militar africanista, golpista, responsable de nuestro atraso manifiesto con respecto al resto de países de nuestro entorno,  caudillo de España por la gracia de Dios y aupado a la Jefatura del Estado sobre la peana  de casi un millón de muertos. Los “dantes (del Ibex 35) y tomantes” de este país arruinado hicieron el paseíllo por la Moncloa no hace mucho tiempo, mientras el Rey marchaba a Marruecos con un rol de presos a indultar en una mano, en la otra una muleta al estilo de los “caballeros mutilados”, para visitar a su “primo” Mohamed VI en lo que parecía un signo de amistad, como sucede cuando el primo del pueblo aparece por casa de forma inesperada para las Fiestas del Pilar, nos trae un par de pollos vivos por deseo de agradar y nos cuenta que ha venido a Zaragoza por casualidad, porque le ha traído en su coche un vecino que venía a visitar la Feria de Muestras. Mas tarde, ni sabemos qué hacer con los pollos vivos, ni tenemos tiempo para acompañar al pariente a escuchar cantar jotas en un templete, ni tenemos sitio en casa para hospedarle. La lista de presos a indultar, con motivo de la Fiesta del Trono, entregada por España al rey de Marruecos casi le cuesta a nuestro país un conflicto diplomático por la inclusión (¿por CNI?) de Daniel Fino Galván, un sinvergüenza condenado a 30 años de cárcel en 2011 por abusos cometidos a once menores, a los que también grabó en video. La actitud de García-Margallo en lo que respecta a la Gibraltar no es cosa distinta a fuegos de artificio. Otra cortina de humo entre bambalinas.

viernes, 23 de agosto de 2013

Teófila Martínez




A Teófila Martínez Saiz le sucede como a De Cospedal, que se enredan al hacer declaraciones; la primera de ellas al hacer referencia a determinados gaditanos que piden ayudas a pesar de disponer de Twitter, la segunda con los pagos diferidos de Bárcenas. Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, senadora, aparejadora y presidenta del Consorcio de la Zona Franca de Cádiz, que vive del cuento del politiqués desde 1983, debe de suponer que eso de tener cuenta en Twitter en casa con Internet contratado es algo parecido a disponer de cuentas en Suiza. Teófila Martínez es la versión española de Rafaela Carrá, sólo que en vez de cantar eso de “explótame, expló” se acaba de convertir esta mañana  en “trending Tepic” de Twitter por su impacto en las redes sociales. Teófila Martínez, por aquello de que es aparejadora,  ha restringido el acceso a los plenos municipales (de 174 a 125 ciudadanos) después de la sonada protesta de Inmaculada, una vendedora ambulante, y ha hecho tal restricción – según ha señalado- fijándose en “criterios técnicos, debido a que las vigas del Consistorio son de madera, no de cemento armado”. ¡Qué risa!

El "wingfly"



La práctica del “wingfly” tiene un peligro evidente, si consideramos el accidente y posterior fallecimiento de Álvaro Bultó, en los Alpes suizos al tratar de imitar el vuelo de las aves con unas alas artificiales. El ser humano, que ha pasado de jugar a la brisca y a los bolos a lanzarse desde el balconcillo de un hotel playero hasta una piscina en lo que ya se ha dado en denominar como “balconing”, ha perdido la chaveta. En abril pasado fue un eurodiputado alemán del partido CDU el que saltó a una piscina desde un séptimo piso en el “Little Palace” de Lloret de Mar, donde se celebraba una eurocumbre sobre la Ley de Costas. Tenía 45 años y murió en el acto. Horas después, otro eurodiputado, en este caso un conservador británico de 57 años, sufrió la misma suerte. Y en ese mismo mes, otro “torie” británico de 62 años se fracturó el cráneo cuando intentaba saltar de balcón a balcón de madrugada para encontrarse con una socialista polaca. Eso de “balconear” parece ser que se le daba bien a un conocido mío, Ceferino Machichaco, hasta que en cierta ocasión regresó a casa el marido de una señora cuyo nombre evitaré, al que le tocaba turno de noche, por culpa de un dolor agudo de barriga. El encargado le dijo a Paquito Ferrusola que se marchara a casa, que tomase una infusión de manzanilla con unas gotas de anís, a ser posible anís “Machaquito”, y más tarde se aplicase una lavativa, y que cuando se hiciese de día visitara al médico en el ambulatorio. Pero cuando Paquito Ferrusola abrió la puerta de su casa, Ceferino Machichaco tuvo que salir al balcón de la alcoba con los calzoncillos y los pantalones en la mano. Menos mal que era un entresuelo. Ceferino Machichaco pudo saltar a la calle y desaparecer en la noche entre la bruma morada de una ciudad casi desierta. Se dislocó un tobillo y, a la mañana siguiente, en la sala de espera del ambulatorio coincidió con Paquito Ferrulosa. Sólo se conocían de vista. A lo mejor Dios mandó que se encontrase Paquito con Ceferino para que lo escarmentase, pero Paquito tenía aires de sarasa y escasos deseos de porfías. Además, toda mujer, como contaba C. J. Cela, debe tener tres hombres a quienes servir, el marido, el amante y el suplente. Periódico en mano, Ceferino y Paquito, leyeron con mucha atención la noticia del “balconing” en Lloret de Mar. Así no hay quien gane batallas.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Apretar la tuerca





En algo tiene razón Anson, si el PP gastó en 2011 la cantidad de 133.389.210 de euros e ingresó 12.303.879 por las cuotas de sus afiliados, quiere decirse que la diferencia, o sea, 121.085.331 de euros procedieron de dos vías: una, la mayor, por subvenciones directas e indirectas del Estado; y, otra, sin cuantificar, de “donativos” de empresas constructoras a cambio de conseguir concursos de obras y servicios por el procedimiento más  expeditivo, es decir, por la adjudicación directa. Pero, claro, resulta que el dinero público sí es de alguien, pese a aquellas declaraciones desafortunadas de una incompetente ministra de Fomento del Gobierno Zapatero entre 2004 y 2009, Magdalena Álvarez (hoy imputada por la juez  Mercedes Alaya por  los casos de los ERE fraudulentos en Andalucía), cuando dijo aquello de que “el dinero público no es de nadie” y se quedó tan fresca. El dinero público proviene, como bien conocen Ansón y el resto de los españoles, del esfuerzo fiscal de todos. “Mientras se exigían sacrificios abrumadores a los ciudadanos –señalaba Anson en “El Imparcial” días pasados-, se compraba a un presunto delincuente que, también presuntamente, choriceó al Partido Popular 45 millones de euros. Los más informados cifran esa cantidad en cerca de 100 millones”. Pero lo más triste de todo, y a eso iba, es que aquel intento de “taponar la boca” a Luis Bárcenas (18.000 euros de sueldo al mes, seguridad social, despacho, coche de gran cilindrada, chófer y honorarios de los abogados) fue pagado, al menos en gran parte, con el dinero de todos los españoles. Pero no es el único caso. La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía acaba de ordenar a la Policía Judicial que investigue las informaciones sobre presunto desvío por parte de UGT de subvenciones de la Junta  y la presunta elaboración de facturas falsas para justificar los gastos. Presuntamente UGT desvió fondos de formación de parados para pagar su publicidad y pancartas para la huelga general del 29 de septiembre de 2010, así como para el mantenimiento de los ascensores, aire acondicionado y limpieza de sus sedes. No olvidemos que la  Patronal y los Sindicatos también reciben dinero público, es decir, dinero del contribuyente. A finales de marzo de 2012, la CEOE rechazó mediante una encuesta interna a sus asociados la posibilidad de financiarse exclusivamente con la cuota de sus socios, eliminando las aportaciones públicas. No pudo ser. La mayor parte de los socios entendían que las aportaciones públicas constituían un “derecho”. Pero ni Patronal ni Sindicatos, que yo sepa, hacen públicas las cifras que manejan, más todavía si se añaden las múltiples deducciones fiscales de las que se benefician. Si a todo ello añadimos el dinero entregado a la Iglesia Católica y  los más de 140.000 millones que el Estado ha inyectado a  bancos y cajas, sobre todo Bankia y Caja Madrid, y que pagará “el maestro armero”, tenemos  bastante claro cómo se presenta nuestro futuro. Juan Rosell, ese iluminado, aboga  ahora por quitar algunos “privilegios” a los contratos indefinidos e incrementárselos a los temporales. Pero ahí no acabará la cosa. La Patronal, como es obvio, seguirá apretando la tuerca mientras perdure el desesperante silencio de los corderos.

martes, 20 de agosto de 2013

Los españoles, ¿sufrimos crisis de percepción?





Señala hoy el diario ABC, a propósito de ciertos rumores que circulan por España sobre una posible crisis matrimonial de los Príncipes de Asturias, que lo que existe es “una crisis en la percepción pública del matrimonio motivada por la interpretación errónea de determinados hechos”. ¡Toma ya! Eso es lo que se llama retruécano. No sabía yo que esa “persona muy próxima” al Príncipe fuese capaz de hacer figuras retóricas para conseguir un cambio de sentido a lo que parece notorio. Lo decía Góngora: “Cuando pitas flautas, cuando flautas pitas”. Ha quedado claro que los españoles tenemos continuas crisis de percepción e interpretamos mal lo que se presenta frente a nuestros ojos: tenemos crisis de percepción con la infanta  Cristina en lo que respecta al “caso Urdangarín”; tenemos crisis de percepción, si hacemos caso a José María Benito, con respecto al Rey y sobre lo que representó la estancia española de la falsa princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, alias Ingrid, con escolta oficial pagada por todos los ciudadanos y el CNI encargándose de su protección en El Pardo (elPeriódico.com 20/8/13); etcétera, etcétera. El diario ABC dice una cosa  y la contraria. Lo que hoy es una “crisis de percepción”, hace sólo unos días era otra cosa. ¿O no es cierto que contó Almudena Martínez días pasados que existían “señales de crisis entre los Príncipes de Asturias en sus vacaciones privadas”? ¿Acaso no es cierto que Almudena Martínez contó que “doña Letizia intenta marcar un espacio propio que, a veces,  choca con su condición de Princesa"? ¿Se lo ha inventado Jaime Peñafiel? ¿Tiene Peñafiel crisis de percepción cuando escribe queLa muchacha –refiriéndose a Letizia Ortiz- quiere ser consorte sólo de 9 a 2 y los fines de semana que no cuenten con ella”? Y sobre el Gobierno, qué decir. ¿Tenemos los españoles crisis de percepción cuando tenemos claro que Rajoy mintió en el Congreso sobre el caso Bárcenas? ¿Tenemos crisis de percepción cuando los ciudadanos damos por hecho que la Justicia es lenta y que, cuando determinados personajillos de mierda son condenados a penas de prisión, ya se encarga el Consejo de Ministros de indultarlos? Confundir los orzuelos con defectos del paisaje y utilizar el daltonismo y el ventilador  del “y tú más” es algo tan habitual en política que uno ya no sabe si pitas flautas, cuando flautas pitas. Tampoco, por desgracia, podemos preguntárselo a don Luis de Góngora y Argotes.

lunes, 19 de agosto de 2013

Tila para Vallejo




El escritor y cineasta Fernando Vallejo está más cabreado que un mono con España desde que el 15 de marzo de 2001 la Unión Europea incluyera a Colombia entre otros 130 países a los que se les exigía visado de entrada. Fue entonces, hace ya doce años, cuando siete intelectuales firmaron una carta en la que todos ellos se comprometían a no volver a pisar este país por tal “humillación”. El pasado 10 de agosto, Rajoy comunicaba a Juan Manuel Santos, actual presidente de Colombia, que iba a pedir “revocar aquella medida”. Entre tanto, Fernando Vallejo adoptaba la nacionalidad mexicana en abril de 2007 y renunciaba a la nacionalidad colombiana  el 8 de mayo de aquel año. Pero de los siete firmantes de aquella promesa, seis la incumplieron y volvieron a España con algún motivo: Álvaro Mutis en 2001 para recibir el Premio Cervantes; el pintor Botero, en 2007,  seis años después de la boda de su hija, calificando de “estupidez monumental” la firma de aquella carta. En 2005 llegó García Márquez, quien visitó Barcelona y se retrató con Pasqual Maragall. Más tarde,  William Ospina; y en 2010, Héctor Abad Faciolince que, en referencia a la carta firmada declaró a los periodistas: “A los diez años casi todos los delitos prescriben y yo tenía muchas ganas de volver. Había un motivo íntimo, mi hija estudiaba en Barcelona, y otro personal: me hacía demasiada falta caminar por Madrid, ir a sus librerías, comer morcilla, huevos estrellados y jamón, todo bañado con un vino tinto de los que hacen en el Duero”. En suma, ya sólo queda que llegue a España Fernando Vallejo, aunque lo veo complicado. Ese hombre renegó de Colombia en 2007, al adquirir la nueva nacionalidad mexicana: “No quiero volver a saber de ella. Lo que me reste de vida lo quiero vivir en México y aquí me pienso morir” (…) “De pequeño descubrí que Colombia era un país asesino, el más asesino de todos, luego me di cuenta que era un país atropellador y mezquino y ahora con la reelección de Álvaro Uribe descubrí que era un país imbécil”. Y por si eso fuera poco, en una entrevista que publica hoy El País, Vallejo lanza pestes contra España: “Yo sólo mantuve la palabra empeñada”, dijo refiriéndose a los otros seis (Mutis, García Márquez, Botero, Jaramillo, Ospina y Abad) que en su día habían firmado conjuntamente la carta, terminando la entrevista que le hace Bernardo Marín con una rabia tremenda: “Yo a España ya no la quiero, y estoy feliz de verla quebrada, en bancarrota, con una deuda impagable de casi dos billones de dólares y un desempleo monstruoso. ¡Lo altaneros que estaban, gastándose la plata ajena! Se aprovecharon de lo lindo de la Unión Europea mientras nos cerraban la puerta a los colombianos”. Uff, un  poco de tila, por favor. Gente así no merece respeto.

domingo, 18 de agosto de 2013

Se impone el rigor histórico




Ya sé que en los meses de verano suelen escasear las noticias, pero es curioso que “ABC” nos trae hoy entre sus páginas el ya tan manido asunto de Paracuellos de Jarama,  en este caso desde la perspectiva de alguien que no hizo la guerra, o sea, de César Vidal, nacido en Madrid en 1958; donde se apoya en referencias de Ricardo de la Cierva, otro que tal baila, y su subjetivo libro “Carrillo miente”, que leí hace unos años y me pareció un tostón de tomo y lomo. Pues bien, “La Gaceta”, en la pluma de Fernando Paz, vuelve a la palestra con lo que entiende como el segundo “mito consolidado” al hacer referencia a los crímenes de Badajoz durante los inicios de la Guerra Civil. El primero de esos “mitos”, según él, es el bombardeo de Guernica. En los primeros días de la guerra a los prisioneros no se les encerraba en campos de concentración sino que se les fusilaba. Juan Yagüe, que tenía en Badajoz alrededor de 4.000 prisioneros que habían participado en la defensa de esa ciudad, se percató de que éstos constituían un freno en su avance hacia Talavera de la Reina. Y así se lo reconoció al periodista norteamericano Whitakker, del New York Herald Tribune”. Whitakker no se pronunció sobre tal entrevista hasta 1942 aunque se sabe que fue publicada en “The Pittsburg Press” el 18 de agosto de 1936. Sobre la Guerra Civil ya está prácticamente todo documentado. Yo tengo mi particular libro de cabecera: “El arte de matar” (Jorge M. Reverte, RBA libros, 2009). Es, a mi entender, la forma más sencilla de contar a grandes trazos y de un modo fiel con la historia lo que representó aquella tragedia española. Voy a la página 54: “Para conquistar Badajoz, a las dos primeras columnas rebeldes se une la que manda el teniente coronel Heliodoro Rolando de Tella, también compuesta  por tropas de África. La suma de las fuerzas, que alcanza un número similar a la de los defensores, toma el nombre de “Columna Madrid” y pasa a depender del mando del teniente coronel Juan Yagüe. La noche del 13 de agosto, acampan frente a las murallas. Al día siguiente, con el apoyo de una exigua aviación a la que no se opone nadie, Yagüe ordena el asalto frontal, que le cuesta un número desacostumbrado de muertos en el primer envite, pero toma la ciudad en pocas horas. Sus legionarios y moros hacen correr la sangre de los que la han defendido con una generosidad redoblada. Y de los que ha quedado vivos se encargará la guardia civil, que los ametralla en número superior a dos mil en poco más de veinticuatro horas por orden del jefe de la fuerza, el teniente coronel Juan Yagüe (…) y le explica a un periodista extranjero [Whitakker] que no podía seguir la marcha hacia Madrid dejando tras de sí a miles de hombres que podían amenazarle por la retaguardia”. Claro, luego Fernando Paz cuenta la historia a su manera, sin rigor, en “El gato al agua”, con la persuasión de un vendedor de crecepelos, y algunos telespectadores hasta creen a pies juntillas en sus desvaríos.

viernes, 16 de agosto de 2013

Faros y fareros




Hace unas jornadas comentaba que estaban desapareciendo de la circulación los limpiabotas, de la misma manera que antes lo hicieran los “mozos del exterior”, o sea,  aquellos sufridos maleteros de andén de estación. Los maleteros desaparecieron el día en el que a las maletas les pusieron ruedas y los limpiabotas cuando se inventó el “kánfor”, es decir, ese tubo de líquido con esponjita incorporada. Ahora me veo en la necesidad de tener que añadir una nueva profesión a ese rol de profesiones amortizadas: la de farero. Existen  187 faros en el litoral español y muy pocos de ellos ocupados. En 1847 se creaba en España el Plan General de Alumbrado Marítimo y en 1851 el Cuerpo de Torreros de Faros.  Sería en 1939 cuando, a petición de los torreros se cambió tal denominación por la de Técnicos Mecánicos de Señales Marítimas. Tiene gracia ese cambio de denominación profesional, aunque por estos andurriales todo es posible si tenemos en cuenta que a los porteros de discoteca les llaman ahora “controladores de acceso”. Pero, a lo que iba, moreno. En 1992 se promulgó la Ley de Puertos y de la Marina Mercante por la que desaparecían esos técnicos. Cada faro tiene su historia. El más antiguo, el Faro de Hércules en La Coruña. Su aspecto actual data del siglo XVIII. El Cabo Finisterre, inaugurado en 1853, ha sido testigo mudo de innumerables naufragios. Recomiendo la lectura de “Madera de Boj”, último libro de Cela, para que el lector pueda hacerse una idea de las desgracias acumuladas entre los faros de Finisterre y de Cabo Touriñán. El Faro de la Plata, en Guipúzcoa, fue inaugurado en 1855 y ha servido desde entonces para señalar el Puerto de Pasajes. En 1867 se inauguraba en Chipiona el faro con la torre más alta de la Península. El Faro de Peñíscola, Castellón, data de 1899 y allí tuvo lugar el rodaje de la película “Calabuch”, dirigida por Luis García Berlanga y estrenada el 1 de octubre de 1956, donde se narra la historia del profesor George Hamilton y sus reuniones con el farero, encarnado en José Isbert. Berlanga contaba la siguiente anécdota de este excelente actor madrileño: “Hace poco me he enterado de que Pepe Isbert no se leía los guiones, sino que sólo se traía a los rodajes las frases que tenía que decir escritas en tinta roja. Y eso demuestra la calidad de un actor que se metía en una película sin saber de qué iba”. En fin, como resultaría largo enumerar los principales faros de España, sólo haré mención a Cabo Mayor (Santander) inaugurado en 1839, por lo tanto anterior al plan de 1847. En sus inicios, el faro contaba con una óptica de segundo orden y sistema con lente de Fresnel, que daba una luz fija con un destello cada minuto y llevaba 100 espejos superiores y 60 inferiores, con 8 lentes y un mechero de 3 mechas circulares concéntricas. Se movía por un sistema de pesas y producía un cono de luz de 3 pulgadas de base y 2 de altura. Se construyó en París, costó 8.000 pesos fuertes y su gasto era de medio litro de aceite por hora de encendido. Además de cumplir con su misión de ayudar al navegante, la casa del farero  alberga en la actualidad el Centro de Arte Faro de Cabo Mayor, donde hay una exposición permanente de faros y una colección de pinturas de Eduardo Sanz. Junto al faro Cabo Mayor existe una cruz como homenaje a los santanderinos arrojados por el enorme farallón, de cuarenta metros de altura y que cae a pico sobre las aguas, durante la Guerra Civil. Algunos cadáveres, entre los que se encontraban varios frailes trapenses del monasterio de Cóbreles, pudieron ser rescatados y depositados bajo el altar  de la iglesia de “El Cristo”, situada en los bajos de la Catedral junto a otros ciudadanos fusilados en las tapias del cementerio de Ciriego o tiroteados en la nuca en el barco-prisión “Alfonso Pérez”, donde pasmosamente salvó la vida mi abuelo materno.

jueves, 15 de agosto de 2013

Apologías




Estos días celebran fiestas patronales muchos municipios de España, entre ellos Pinto, en la provincia de Madrid. Y en Pinto, su alcaldesa, Miriam Rabaneda, del Partido Popular, “consintió” días pasados que en la plaza de toros de esa localidad se hiciera apología del nazismo. Su obligación debería haber sido, a mi entender,  la suspensión de los actos taurinos, en aquel caso un encierro, y el borrado inmediato de “Adolf Hitler tenía razón" seguido de una esvástica en las tablas que rodean la plaza. Su argumentación posterior en Twitter aclaró que “el encierro continuó por motivos de seguridad, para no dar publicidad a indeseables y quienes no tuvieran culpa no se quedaran sin toros”. No  me sirve. Aquella frase no estaba hecha a grandes trazos y con prisas. Su rotulación era perfecta y llevó su tiempo. ¿Quién custodiaba las llaves de la plaza? Terminado ese encierro fue cuando los encargados de la limpieza repintaron de rojo esa parte del coso. Estos días, digo, hay multitud de fiestas populares y   espectáculos taurinos de la más diversa índole, desde el toro ensogado hasta el aborrecible toro de fuego. No entraré yo aquí “al trapo” sobre si se respeta o no el Reglamento sobre Espectáculos Taurinos contemplado en el Real Decreto 112/1996, de 25 de julio (B.O.C.M. 29/7/1996) en Pinto. En España esta tipificada en el Código Penal la figura de apología del terrorismo pero no la de apología del nazismo ni tampoco la apología del franquismo, si tenemos en cuenta las desafortunadas declaraciones de Jaime Mayor Oreja, a propósito de la Ley de la Memoria Histórica, en las que declaró en una entrevista en “La Voz de Galicia”, en octubre de 2007, que “el franquismo fue un periodo de extraordinaria placidez”; y que, el mismo político, el 7 de marzo de 2010, durante la tercera manifestación contra el aborto en sólo un año, equiparó el aborto como “algo propio de los bolcheviques”. Y se quedó tan ancho el tío. Eran los tiempos en los que Juan José Cortes, padre de la niña Mari Luz, era utilizado por el PP como si fuese un “kleenex”.

miércoles, 14 de agosto de 2013

El parapente



Leo en ABC que “un parapentista cae en pleno vuelo en la zona de Alcaudete”. Lo cierto es que ha tenido suerte, sólo se ha dañado las dos piernas. No sé, para mí que eso de viajar en parapente con la naturalidad de que lo hicieras montado en bicicleta o en un cortacésped me produce escalofríos. Lo normal, tratándose de Alcaudete, es que aterrices sobre un olivo y que  la frondosidad del bajito árbol de la familia de las oleáceas amortigüe el golpe, salvo que el árbol en cuestión, también de la misma familia, sea un acebuche, que es una especie de olivo con espinas en sus ramas. Los planeadores requieren su técnica para ser manejados, si se tienen en cuenta las turbulencias y las cizalladuras en sus inesperados plegamientos, capaces de hacer caer en barrena al aviador. En mi pueblo hubo un tipo, Juan Pollastre de Gambito, que dijo haber inventado lo que él denominó como “planeabú”, a base de lonas, tirantes de persiana y cañas bambúes. Y aprovechó para hacer creíble su invento las fiestas patronales, que eran el 14 de agosto, día en el que la Iglesia celebra su festividad en honor de San Maximiliano Kolbe, un franciscano polaco asesinado por los nazis en Auschwitz en 1941. Antes la fiesta patronal era otra, o sea, la dedicada a San Demetrio, el procónsul romano convertido al cristianismo y que su fe le llevó al martirio en el siglo IV. San Demetrio también se celebraba por tradición cada 14 de agosto, hasta el día en el que llegó al pueblo un nuevo cura ecónomo que había estado de capellán castrense en Rusia, en la 250 División, y prefirió cambiar de santo sin modificar la fiesta religiosa ni alterar los festejos profanos. El obispo de la Diócesis de Tarazona, que entonces lo era don Manuel Hurtado y García, no puso objeción alguna a tal mudanza de patrono. Pero las fantasías aeronáuticas de Juan Pollastre de Gambito se trocaron en desventura frente a un vecindario que le lanzaba aclamaciones de ánimo desde la plaza del Consistorio. A Juan Pollastre de Gambito no le faltó valor ni deseos de agradar pero, al saltar del balcón, un tirante de persiana se quedó enganchado a uno de los barrotes, que servía de soporte a la carcasa lanzadera de cohetes y  petardos lanza-confeti. Le tuvieron que coser el escroto en una enfermería de Calatayud con hilo color maleta, a base de pespuntes de punto atrás y puntadas de dobladillo y de frunce. Lo del parapentista de Alcaudete es otra cosa. Pegársela en la ladera norte del Monte Morrón tiene tela. El nombrecito lo dice todo, ya que “morrón” en el lenguaje coloquial equivale a porrazo; aunque, ya se sabe,  sarna con gusto no pica.

martes, 13 de agosto de 2013

Trece y martes




Trece y martes, ni te cases ni te embarques. Leyendo la prensa parece como si no estuviésemos a mitad del ferragosto, ya saben, con los obligados culebrones y esas historias olvidadas en el fondo del colodrillo y que todos los años por estas fechas se riegan como si fueran macetas de balcón  y ocupan páginas interiores cuando hay poco que contar. Jaime Peñafiel, en “República.com”, bajo el título “Nadie quiere esponsorizarles”, comenta que “La Familia Real española ha dejado de ser ese oscuro objeto de deseo de empresas, entidades y multinacionales para esponsorizar su participación en competiciones náuticas. Se ha visto este año donde el Príncipe ha participado en la Copa del Rey de vela, a la caña de Aifos, un velero insignia de la Armada española. (…) La situación económica es tan crítica que hasta las velas del Aifos, son de segunda mano”. En ese mismo diario digital se reproduce una entrevista que  Cayo Lara ha concedido a Europa Press, donde dice: “La monarquía tiene los días contados, se lo ha ganado a pulso”. (…) “El nivel de deterioro viene porque la gente se cansa y se fatiga de ver la impunidad de la Casa Real, el oscurantismo o que la transparencia se va a conseguir a base de ir de ronzal”. Lara aprovechó esa entrevista para criticar el “apoyo” de la Fiscalía a la Infanta Cristina y el mutismo del Rey pese a conocer las actividades presuntamente delictivas de su yerno. Martes y trece. El Palacio de Marivent sólo está habitado por la Reina y por el escurridizo fantasma del pintor Juan de Saridakis, que está ofendidísimo y sólo se aparece para orearse y tomar color en los meses de verano. El resto de la familia, salvo Urdangarín,  tal y como describe Peñafiel, “llegaron, posaron y se largaron, lo hicieron cada uno por su lado. El rey cumplió con sus actos oficiales: la cena con las autoridades baleares, las que pagan dos millones de euros por mantener abierto Marivent, y la entrevista con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy”. Trece y martes. Mato el tiempo leyendo “Madera de boj”. Leo en la página 199, “los chepas son muy escurridizos porque tienen el alma untada con baba de caracol”. Trece y martes, cielo cubierto, mañana cuarto creciente en Escorpio. No sé, puede que la soledad sea lo contrario a la melancolía. Anda, niño,  deja de mear en el olivo.

lunes, 12 de agosto de 2013

Colonia sí, pero...




Estos llanitos son como el perro del hortelano, que ni comen ni dejan comer. Observando el escudo de Santander me acaba de dar una idea sobre lo que tiene que hacer Rajoy para que esa “armada invencible” que ha mandado David Cameron al Mediterráneo de maniobras no asuste en demasía a los andaluces de la Línea, como parece que le sucedió a Artur Mas cuando hace un par de años unos F-18 de la Base de Zaragoza hicieron maniobras de rutina sobre Cataluña. Algunos secesionistas de vía estrecha ya pensabas que este país iba a invadir Cataluña a la brava. Malo es cuando alguien tiene rabo de paja y ve gigantes donde sólo hay molinos de viento. Pues bien, en el escudo de Santander, como digo, además de las cabezas de los santos Emeterio y  Celedonio sobre un campo de azur, aparece la Torre del Oro, un galeón sobre ondas de azur y plata y una enorme cadena que cruza hasta lo que hoy es el populoso barrio de Triana, en referencia a la ayuda que el almirante Ramón Bonifaz, al mando del barco “Carceña” y enviado por la Corona de Castilla, ayudó a Fernando III a que se rompieran  las cadenas que unían ambas orillas del Guadalquivir, cortando de esa guisa el avance río arriba y los abastecimientos; o el escudo de Avilés, que es una adaptación del escudo que se encuentra en la fachada de ese Ayuntamiento. En campo de gules  y sobre ondas de azur y plata, una nave de tres palos, de oro, con velas desplegadas de plata, con una sierra en la proa y una cruz de oro en el palo mayor, embiste a unas cadenas unidas a dos torres del oro situadas a ambos lados del río. En los palos mayor y trinquete, una bandera corneta de plata en cada uno, y en el palo de mesana una bandera corneta cuartelada de azur y plata. Todo sobre un escudo ovalado, adornado con lambrequines y rematado con una corona real cerrada. Y como cada región,  en este caso Cantabria y el Principado de Asturias, desea llevarse los laureles, los asturianos, para no ser menos que los montañeses pertenecientes a la Corona de Castilla, hacen hincapié en la figura del marinero avilesino Rui-Pérez, que iba al mando de otro galeón, el  “Rosa de Castro”, que portaba una sierra en la proa. Tampoco hay que olvidar al vasco Diego López de Haro ni al gallego Rodríguez Bobes. Además de Santander y Avilés, el escudo de Laredo dispone en uno de sus cuatro cuarteles la Torre del Oro y, para más abundamiento, en la iglesia de la Asunción de esa localidad se conservan unos ejes de aquellas cadenas. En resumen, los moros terminaron entregando las llaves de la ciudad y tomando las de Villadiego el 23 de noviembre de 1248, que es a lo que iba. Rajoy, como digo, tiene que poner unas cadenas que crucen de Tarifa a Ceuta para que la Royal Navy deje de de intimidar con el peligro que entraña el atraque del submarino nuclear “Tireless” y, también, a los pescadores del Campo de Gibraltar mediante esas cargas de profundidad a base de cemento armado, que son como cubos de Rubik tremendos que lanzan los llanitos a unas aguas jurisdiccionales españolas sin el permiso de nadie, para que los pescadores rompan sus redes al faenar y no sean capaces de  poderse llevarse a la boca una pijota, una urta o un salmonete. Ya saben, a Fabián Picardo, nieto de una española refugiada en Gibraltar durante la Guerra Civil, habrá que decirle que colonia sí, pero “Álvarez Gómez”.

domingo, 11 de agosto de 2013

El camionero Antonio




El camionero Antonio Ruiz dice verdades como puños. Y las cuenta en ruta, sin soltar el volante. El camionero Antonio, que está arrasando en Youtube cuenta lo que todos pensamos y no decimos. Al pueblo le atenaza el miedo y no se atreve a denunciar, menos aún cuando el hecho de reclamar una factura –como señala Antonio- le cuesta 400 euros de tasas judiciales gracias al ministro Alberto Ruiz-Gallardón que, como sucede con el papa Francisco, parecía que era uno de los nuestros pero es uno de los suyos. El ministro de Justicia defiende el derecho a nacer pero no a vivir dignamente. Jorge M.Reverte lo dejaba claro en El País el pasado 12 de mayo: “Más del 50% de las jóvenes españolas (que son las que presumiblemente pueden tener niños) están en paro. Si alguna de ellas comete el error de quedarse embarazada, puede encontrarse no con el derecho a parir a un hijo, sino con la obligación de hacerlo, sea cual sea su circunstancia vital. Y si el nacido tiene taras irreversibles, tendrán que arrastrar durante toda su vida esa penitencia”. ¿Y que me dicen de la ministra Báñez? Está impulsando la delación anónima para combatir el fraude en el empleo. El Ministerio invita a entrar en su página web y rellenar un formulario de forma anónima, labor que a todas luces corresponde a los inspectores de Trabajo. El Ministerio tiene la pretensión de crear un Estado policial fascista y un país lleno de chivatos para que se “acabe el recreo” de los defraudadores, como dijera García-Margallo en lo concerniente a Gibraltar. La ministra Báñez, por lo que se desprende de esa invitación al chivateo, desconoce el artículo 13.2 de la ley 42/ 1997, de 14 de noviembre y, en consecuencia, incita a los ciudadanos al incumplimiento de esa ley. A esta señora le salió mal encomendarse a la Blanca Paloma en Almonte, el país sigue con 6 millones de parados sin visos de solución y ahora está probando suerte con la inestimable ayuda gratuita de confidentes y delatores, que haberlos haylos, en un intento de retirar de la circulación prestaciones de desempleo fraudulentas, que es otra forma de atajar la alarmante cifra de paro; o sea, lo más parecido a pasar la lotería por la chepa de los jorobados con la intención de que traiga suerte. Ya sólo falta que el anónimo ciudadano rellene el impreso correspondiente y denuncie de forma anónima a su vecino, a su jefe y a su padre, en vista de que la esperanza de la ministra en el prodigioso milagro de la Blanca Paloma se desvigoriza por momentos. Es, por decirlo de alguna manera, como si el camionero Antonio pretendiera amainar su manifiesto cabreo mediante el consumo de tisanas de culantrillo y hojas de laurel.

sábado, 10 de agosto de 2013

Es el ocaso




En este país, al menos hasta ahora, la atención informativa durante el mes de agosto estaba centrada en el veraneo real y en los desplazamientos del “Fortuna” por aguas mediterráneas. Los empresarios de Baleares se lo regalaron al Rey porque decían que ello ayudaba a promocionar Mallorca. Pero Mallorca ni el resto de las islas  necesitan promoción. El Rey lo donó a Patrimonio Nacional para disfrute de la Corona. Y siempre se respetó el uso exclusivo de aquel barco. Un día el Rey renunció a su uso y disfrute y, además, decidió pasar muy poco tiempo en Marivent. Para colmo, a Letizia se le “escapó” señalar que “unas vacaciones en Mallorca ni son vacaciones ni es nada”. A mi entender fueron unas desafortunadas declaraciones viniendo de la nieta de un taxista. Pues bien, ese barco con marca de cigarrillos está previsto que sea devuelto a los empresarios que lo donaron y que ahora groseramente lo reclaman. Ya no sabemos tampoco si don Juan Carlos se habrá convertido para los restos en un  marinero en tierra; que, curiosamente, es el título de un libro de poemas de Rafael Alberti, publicado en 1925 y con el que obtuvo el Premio Nacional de Poesía: “Prepara tu barca, niña. / Yo seré tu batelero”. Día llegará en el que  el Palacio de Marivent, terminado de construir por el arquitecto Guillermo  Forteza para el pintor Juan de Saridakis el mismo año en que recibiera el premio Alberti, se convierta en un centro de utilidad pública, como La Magdalena. Al morir Saridakis en 1966, su viuda, Anunciación Marconi, cedió el palacio y los terrenos colindantes a la Diputación  Provincial de Baleares a condición de que se crease un museo abierto al público dedicado a su marido. Pero aquellas palabras se las llevó el viento. Sólo siete años después la Diputación  cedió aquella propiedad a los entonces Príncipes de España, abrigando el presentimiento de que tanto Franco como el franquismo ya tenían fecha aproximada de caducidad. De nada sirvió el posterior justificado enfado de la señora Marconi. Algo parecido se intentó con La Mareta, en Lanzarote, regalo de Hussein de Jordania a finales de los 80 al Rey y que éste donó a Patrimonio Nacional. Cuando no se desea cargar con gastos de mantenimiento, y éstos se cargan al pueblo soberano, tampoco se puede exigir exclusividad en el disfrute. Allí murió la condesa de Barcelona el 2 de enero de 2000 y por allí pasaron en calidad de invitados del Gobierno, Helmut Kohl, Gorbachov, Schröder, Václav Havel y Nazarbayev, (además de los príncipes de Asturias y Leonor en 2005, cuya estancia no pongo en cuestión), Aznar, Zapatero, y Rato. Es decir, que de ser una residencia destinada para uso de la Familia Real pasó a convertirse en una sucursal de la madrileña  Posada del Peine. Cuando algo es de Patrimonio Nacional ya se sabe su destino: el que desee el Gobierno. Recuerden cuando a Felipe González le dio por navegar en el yate “Azor”, ahora convertido en chatarra histórica. Fue un desacierto, no por el hecho de utilizarlo sino por la soberbia que ello conllevaba. Todo tiende a la estratificación, ya se sabe. “¡Pobre barquilla mía, entre peñascos rota, / sin velas desvelada, y entre las olas sola!”. Es el ocaso.