jueves, 8 de agosto de 2013

El bumerán de Montoro




Como en los años más oscuros de la posguerra, muchos españoles se dedican al estraperlo, en este caso de tabaco en Gibraltar como forma de subsistencia. Pero eso no es nuevo, ya que sucede desde tiempo inmemorial en lugares tan dispares como Galicia, Canarias o el Principado de Andorra. La  sinrazón por parte del Gobierno de gravar las labores de tabaco hasta límites difícilmente asumibles por muchos españoles en época de vacas flacas ha terminado siendo un bumerán a efectos recaudatorios para la Agencia Tributaria. El bumerán es un arma que tras ser lanzada, si no impacta en el objetivo, regresa a su punto de origen. En el caso que nos ocupa, la habilidad del lanzador, en este caso de Cristóbal Montoro, ha sido un desastre. Este político, del que dijo Aníbal Balvar que “tiene más platillo que bombo”, debería practicar el bumerán acompañado de ese “comité de sabios” de no sabemos qué que sólo aciertan cuando rectifican, en sus ratos de ocio; y, además de ello, leer a san Isidoro. Ya en las Etimologías, en la Tabla de Tríadas,  san Isidoro Hispalense, uno de los llamados Cuatro Santos de Cartagena, describía esa arma arrojadiza en el siglo VI y su utilización como un giroscopio. Los había para diestros y zurdos. Según unos, para herir o atontar y su capacidad para regresar al punto de partida si no impactaba en la presa. Según otros,  para imitar el vuelo de los halcones y asustar a los pájaros hacia las redes que se habían dispuesto colgando de los árboles. Hay una tercera teoría: que fue diseñado para rodar por el suelo y así romper las patas del animal que se deseaba cazar. Inmovilizados de ese modo, los cazadores podían posteriormente matarlo. Pues bien, Cristóbal Montoro, que no sabe por dónde le sopla el viento y que dudo que sepa lo que es un giroscopio, ha terminado con una brecha en su cabeza. En ocasiones, un incremento de la presión tributaria sobre determinados artículos de consumo produce el efecto contrario al deseado. Está sucediendo con el incremento del IVA y con el incremento del IRPF, que son otros modelos de bumeranes de muy difícil manejo. A mayor presión fiscal, menor consumo interno. Eso lo sabe hasta el que asó la manteca. Pero en España –y vuelvo con Aníbal Balvar- “la chistera contrata al conejo y el conejo manda sobre el mago”. Y así nos va.

No hay comentarios: