domingo, 13 de abril de 2014

El drama instalado




Si el otro día comentaba la aparición de un espectro fantasmagórico relacionado con la deflación, ahora aparece otro espectro que nos invita a que toquemos madera. El Servicio de Estudios del BBVA señala que la recuperación de la economía española llevara su tiempo, al menos una década. Y, también, que la crisis ha empeorado las perspectivas demográficas y que el previsible envejecimiento de la población amenaza con el sostenimiento del sistema de pensiones. Ante ese panorama desmoralizador, ese Servicio de Estudios  sugiere atraer capital humano exterior e incentivar la natalidad. Lo segundo, lo de incentivar la natalidad en España, ya lo hizo el Gobierno de Rodríguez Zapatero y aquella medida, no sé si acertada, fue muy criticada por la actual derecha gobernante. Lo primero, lo de atraer capital humano exterior, ya se hizo en tiempos del Gobierno Aznar con ocasión de la fiebre del ladrillo. Esa medida no me parece del todo correcta mientras en este país exista casi un 26% de desempleados. El analista Juan Laborda, en un medio digital, comenta que “resulta llamativo que todos aquellos que promovieron una serie de políticas económicas bajo un diagnóstico erróneo sobre el porqué de la actual crisis sistémica, muestren ahora su preocupación y miedo por la deflación. (…) Las consecuencias ya las sabemos todos. Por un lado, una economía occidental que solo se mueve por espasmos, vía burbujas financieras e inmobiliarias provocadas por los bancos centrales. Por otro, el mayor aumento de la desigualdad y concentración de la riqueza desde la Gran Depresión. (…) En economías que crecen vía deuda, los salarios reales caen”. Todos sabemos que la recuperación económica llevará su tiempo. Lo malo es que, para entonces, para no sabemos cuándo, a muchos ciudadanos la chaqueta les vendrá grande.

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