jueves, 10 de abril de 2014

Tambores de deflación




Pronto sonarán los tambores de la Semana Santa en el Bajo Aragón y, como preludio, ya suenan otros tambores. Los de la deflación. Como escribe Juan Laborda: “Y ahora toca que todos aquellos que promovieron una serie de decisiones económicas erróneas que nos han sumido en un proceso deflacionista muestren, cínicamente, su más honda preocupación. Entre ellos, el FMI sobre España”. (…) “Afronten, de una vez por todas, nuestro auténtico drama: una monstruosa deuda privada y pública cuyo montante total supera al 427% del PIB, y que no se podrá pagar. En este contexto, obviamente, nuestro sistema bancario, que fue quien la concedió mayoritariamente, es insolvente en su conjunto”. Pues ese es el panorama que según  todas las previsiones se presenta ante nosotros. Por otro lado, las últimas declaraciones de Bárcenas ante el juez Ruz, afirmando que “el PP tenía cajas b en todas las provincias y regiones”, según informa hoy El País, debería avergonzar a un Gobierno, el presidido por Mariano Rajoy, que se está aprovechando de la mayoría absoluta en ambas Cámaras  para sacar adelante diversas leyes  que sólo favorecen a los más pudientes (que aumentan su fortuna sin mover un dedo) y a una Conferencia Episcopal que huele a naftalina y alcanfor. Ahora el Rey sale de gira, dicen que económica, a los Emiratos Árabes Unidos y a Kuwait, a los que seguirán otros viajes a Omán y Bahrein. La memoria es terca y las hemerotecas resuelven dudas. La revista Vanity Fair publicó que, en 2006, Corinna zu Sayn-Wittgenstein viajó a Arabia Saudita como “consejera estratégica” y repitió un año después “para llevarle a título particular un mensaje altamente confidencial al príncipe  Al-Waleed de parte del Rey”. Posteriormente, en noviembre de 2011, esa señora fue recibida con “honores de consorte” por las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos, cuando acompañó al Rey al Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dhabi, según reveló El Confidencial, invitados por el emir Mohammed bin Rashid Al-Maktoum, y donde también estuvieron presentes los presidentes de Sudáfrica, Rwanda, Gabón, Guinea, Chechenia y Seychelles, así como miembros de las familias reales de Arabia Saudí, Jordania, Omán y Qatar. Casi todos ellos acompañados de sus respectivas esposas. Pero, todo sea dicho, la concesión del tren bala Medina-La Meca por un montante final de 6.736 millones de euros superó, por ejemplo, al coste de la congelación de las pensiones y el sueldo de los funcionarios que hubo en España en 2010. De la misma manera, el aval real ha servido para que CASA lograse varios contratos para la venta de aviones militares de transporte CN-235. Pero ahí dejo las hemerotecas. El secreto para aburrir -decía Voltaire- consiste en contarlo todo. Esperemos que ahora, con ese nuevo viaje del Rey, se pueda pescar otro Evaristo, que es como llaman en el Restaurante El Pescador (Ortega y Gasset, 75, Madrid) a un inmenso lenguado para dos personas, esta vez en las procelosas arenas del desierto. Falta nos hace.

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