martes, 20 de mayo de 2014

Evitar recelos



Ahora resulta que Carrefour deberá indemnizar a una señora por haberse encontrado un tornillo dentro de de la masa de la pizza que había adquirido. Ya está, ese será el tornillo que me faltó a mí cuando intenté montar una mesa de ordenador en casa. Faltaba un tornillo y no hubo manera de que quedase en perfecto estado de revista. Por uno de los lados se mueve y baila cuando intento cambiarla de sitio. También puede que fuese el tornillo que le falta en su cerebro a Arias Cañete, cuando dijo lo que dijo sobre las mujeres tras enfrentarse a Elena Valenciano en el farragoso debate de cifras y herencias recibidas de cara a las elecciones europeas. Cañete diría más tarde que “el debate entre un hombre y una mujer era muy complicado. Si haces un abuso de superioridad intelectual, o lo que sea, parece que eres un machista”. Si les digo la verdad, hay cosas más importantes que un tornillo de más o de menos y sobre las que no sabemos nada los españolitos de a pie. A mí me empiezan a mosquear los 5 últimos viajes que ha hecho en pocas semanas al Golfo Pérsico el Jefe del Estado. Se nos “vende” la información en los medios como si el Rey se hubiese convertido en un empresario experto en el mundo de los negocios, se supone que al servicio de los intereses de España. Demos por bueno que uno de aquellos viajes fue por afianzar más si cabe el asunto del AVE La Meca-Medina. ¿Y el resto de los viajes?  Los españoles,  dando por supuesto que la soberanía reside en el pueblo, deberíamos estar enterados de qué negocios se están ventilando en esos secos territorios y si tales supuestos negocios nos benefician a todos. Se impone la transparencia. El Jefe del Estado ni es un broker ni es un intermediario comercial. Para los asuntos comerciales y la consecución de posibles contratos de trabajo en beneficio de España, si acaso, ya están los ministros con sus respectivas responsabilidades. Y para los brókers ya está la Bolsa. Como decía al principio, a una señora de Cataluña le apareció un tornillo en la masa de la pizza, pidió responsabilidades y hasta ganó un juicio. Es lo normal en estos casos. Pero los viajes y las actuaciones del Rey deberían ser explicados en el Congreso de los Diputados por ver si, de ese modo, nos enteramos todos qué es lo que se ventila. Debiera ser, también, al menos a mi criterio, normal en estos casos, aunque sólo fuese por evitar suspicacias. La Corona no pasa por su mejor momento ni dentro ni fuera de España. Y los españoles, tampoco.

No hay comentarios: