jueves, 22 de mayo de 2014

Menos hostias


Josu Bergara López, alcalde del Concejo de Sestao por el PNV, parece ser que se niega a empadronar a inmigrantes. Pero no sólo se niega a empadronarles sino que ha dicho que piensa “echarlos a hostias”. También les llamó “mierdas”. Y sus desacertadas palabras fueron grabadas. Un representante institucional, a mi entender, ni debe utilizar ese lenguaje despectivo dentro del Ayuntamiento ni debe adoptar planteamientos xenófobos más propios del francés Le Pen que de un alcalde nacionalista vasco. ¿Qué hubiese sido de los pasados intereses vascos sin las ayudas prestadas por otros colectivos provenientes de todas las regiones de España? Al alcalde de Sestao sólo le permito que haya registrado su apellido Bergara con “be”, puesto que la “uve” no existe en vascuence. Nada más. Sestao es uno de los pueblos en donde estuvieron asentados los Altos Hornos de Vizcaya, concretamente el Horno Alto Nº 1 desde que fuera inaugurado el 18 de noviembre de 1959 y amadrinado por Asunción Orive Muñoz. Por cierto, aún sigue en pie aunque de adorno junto a las vías del ferrocarril. Josu Bergara, que se las da de machote frente a los más desprotegidos, quiere “echar a hostias” a los emigrantes y a todo extranjero que se asome por ver la ría y el mar. Menos mal que servidor de ustedes es socio de ACNUR, desde donde se procura ayudar  la todos aquellos que son “echados a hostias” de todas partes, incluidos los que aparecen por Sestao en un vano intento de buscar de un mundo mejor. Este hombre público, con el que nunca me sentaría a tomar un café, debería reflexionar. Los Altos Hornos como empresa ya no existe, pero la Acería ArcelorMittal Sestao, es propiedad de un tipo que se llama Lakshmi Narayan Mittal, nacido en el distrito de Churu de Rajasthán, en la India, y da trabajo a muchos ciudadanos vascos. ¿También al señor Mittal lo echaría Bergara a hostias? No me extraña que Sestao cuente en la actualidad con la tasa de paro más alta de todo el País Vasco (26%) si consideramos que Josu Bergara dice que “echa a hostias” a todo el que se acerca por el Alto de Aizpuru,  por el Alto de Mendieta o por la vera del río Galindo. En el Alto de Mendieta está el cementerio y allí acostumbran a quedarse para siempre los que nunca regresarán a escuchar las sandeces que dice este lerdo. Y un poco de refresque de memoria para el alcalde Bergara: en la época visigoda, Sestao perteneció al ducado de Cantabria. Durante la Reconquista perteneció al Reino de Asturias y más tarde al de León. Y durante 60 años al Reino de Navarra, hasta pasar a formar parte del Reino de Castilla. Como puede comprobar ese sansirolé, aquí todos somos españoles y no nos avergonzamos de serlo. Hay que ser hospitalarios con aquellos que llegan de fuera en busca de mejor suerte y que en su país de origen no tienen esperanza. El sol sale para todos.

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