miércoles, 30 de julio de 2014

Conque




El corrector ortográfico de mi procesador de textos, será que es de naturaleza baturra, se empeña en corregirme una y otra vez la conjunción consecutiva “conque”, equivalente a “por tanto”, “así que”, “o sea que”, que se usa, además, para demostrar sorpresa, asombro o extrañeza. Verbigracia: “Conque eres un chorizó, ¿eh?...” No estoy pensando en Pujol ni en Correa ni en determinados jerifaltes andaluces de la UGT, ni en el Tío de la Mariscada ni en toda la panda de desahogados que hay del mundo al otro confín. Tampoco es que me haya traicionado el subconsciente ni está en mi ánimo lanzar las campanas al vuelo para que  los ciudadanos que cumplen con el Fisco se cabreen como la mona Chita ante tanta desvergüenza. Pero me molesta, y a eso iba, que el corrector ortográfico que me ha caído en suerte no distinga entre “con qué”, que es la unión de  preposición e interrogatorio; “con que”, que es la unión de preposición y relativo; y “conque” que, como decía, es una conjunción. La verdad es que añoro “El dardo en la palabra” del aragonés Fernando Lázaro Carreter, que siempre me sacaba de dudas. Ahora el dardo del procesador sólo acierta en la retambufa de este magnífico idioma que hablan 304 millones de personas, que es la lengua más hablada en el continente americano, la segunda más estudiada en el mundo después del inglés y uno de los 6 idiomas oficiales de la ONU.

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