lunes, 10 de noviembre de 2014

Comentarios desafortunados





El portavoz adjunto del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, en entrevista en TVE, contó que en Bruselas a Pablo Iglesias le llaman “nieto de Ceausescu”. A él, a González Pons,  no sabemos cómo le llamarán, porque el último en enterarse de que tiene un mote es el que lo posee. De cualquier manera, este eurodiputado valenciano debería centrarse en sus quehaceres y justificar su elevado sueldo en vez de decir tonterías. También señaló ese eurodiputado que “en épocas de crisis la extrema izquierda tiende a subir”. Hombre, no sucede tal cosa con la extrema derecha por una simple razón: el franquismo residual está incrustado en las filas del Partido Popular. Pero yo sí sé cómo llamó en su carta dominical Pedro J. Ramírez, que el diario El Mundo no quiso publicar, a Mariano Rajoy: crustáceo exánime, estafermo, autómata sin iniciativa, papamoscas de la Catedral de Burgos, maniquí barbudo… Bueno, y qué. Motejar no ayuda a resolver las cosas. El anterior Jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón conocía a Ceausescu desde 1971, cuando se encontraron en Teherán en una ceremonia ofrecida por el  sah Mohammad Reza Pahlavi Aryamehr, y hasta parece que se cayeron bien. De hecho, Juan Carlos de Borbón, entonces todavía príncipe de España decidió entrar en contacto con Ceausescu, y mandar un emisario a Bucarest en 1975. Y aquel emisario fue Cristóbal Colón de Carvajal, que le transmitió el mensaje de que el  príncipe estaba decidido a democratizar España cuando reinase. La petición en aquel contacto consistía en que Ceausescu convenciera a su amigo Santiago Carrillo, entonces líder del PCE,  y que pasó gran parte de su exilio en Bucarest, de que no se opusiera a la Monarquía. Lo que no sospechó Carrillo es que en España se había pactado un bipartidismo, como así ocurrió tras el desastre electoral de UCD. Un bipartidismo que todavía hoy, treinta y tantos años más tarde, ha terminado convirtiéndose en una réplica repugnante de lo que sucedió tras la Restauración, entre conservadores y liberales, durante el reinado del bisabuelo del ahora rey cesante.

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