sábado, 28 de marzo de 2015

Fervorín



Comienza la semana de los fervorines: encapuchados, tambores atronadores, calles cortadas, atascos, imágenes procesionadas por cofrades… Cada ciudad tiene un modo distinto de entender la Semana Santa; desde el tétrico caminar por las angostas calles de Zamora con Barandales al frente, hasta el barroquismo sevillano, pasando por la Semana Santa de Málaga, con la Legión portando al Cristo de la Buena Muerte, o los ensordecedores sonidos de tambores en Zaragoza. De paso, cada ciudad aprovecha para degustar platos y dulces típicos de pascua: el dos y pingada, las aceitadas, las rosquillas, la limonada, las torrijas, las almendras garrapiñadas, los pestiños, los buñuelos de viento, las sopas de ajo, el potaje de vigilia, las monas, las cluecas, el bacalao en todas sus formas, etcétera. Los capirotes tienen su origen en la época de la Inquisición y los pasos, en las representaciones medievales de la Edad Media. El ciudadano tiene tres opciones para estos días: largarse de la ciudad, quedarse en casa leyendo un libro, o salir a la calle y mezclarse con un gentío que cada año encuentra distinto lo que siempre es igual.

lunes, 23 de marzo de 2015

La carabela de Ramón





Hoy, tal vez por la lluvia, he estado leyendo un trabajo muy interesante del profesor Guillermo Fatás Cabezas publicado por  la Institución Fernando el Católico en 1990, que es un compendio de trabajos suyos, todos muy interesantes, publicados muchos de ellos en el diario Heraldo de Aragón. Pues bien, en uno de sus últimos capítulos, “Zaragoza desaparecida”, Fatás hace un elogio de muchos, yo diría que demasiados, edificios civiles y religiosos derribados por la piqueta a lo largo de los tiempos para desgracia de los zaragozanos, desde la Torre Nueva hasta edificios modernitas de la calle Bolonia, en beneficio de la especulación, en unos casos, y de la desidia municipal, en otros. Justo en la página 163 de ese compendio cuenta Fatás: “Hace casi cien años, don Simón Sáinz de Varanda, entonces exalcalde de Zaragoza, encabezó una protesta (inútil, claro es) frente a la hirsuta estulticia de quiénes lograron derribar la Torre Nueva. En 1982, algunos ciudadanos de Zaragoza estamos seguros de que el alcalde Ramón Sáinz de Varanda ha hecho de la salvaguarda del patrimonio cultural un objetivo irrenunciable de su gestión”. Pero Ramón Sáinz de Varanda, el primer alcalde democrático que tuvo Zaragoza desde la guerra civil, fallecía de larga enfermedad el 10 de enero de 1986 en pleno ejercicio de su mandato. Y le sustituyó, nombrado a dedo por Felipe González, Antonio González Triviño, que durante su mandato de nueve años al frente del Consistorio hizo los mayores adefesios urbanísticos en plazas y calles de los que los ciudadanos tenemos memoria. Menos mal que su sucesora, Luisa Fernanda Rudi, del PP, no hizo prácticamente nada reseñable en la ciudad. Yo sólo recuerdo la colocación de unas farolas isabelinas en la Plaza de Aragón de dudoso gusto, que las pagó el Banco Central Hispano, una tontería en medio de la Plaza de Mozart que parece el manillar de una bicicleta sobre un pedestal, unos arreglos con fuentecilla incluida en una plazoleta de San Ignacio de Loyola y poco más. Ella siempre decía que su trabajo no lo percibía en ciudadano  porque se hacía en el subsuelo (renovando tuberías), pero la verdad es que jamás hubo tantos reventones. Que se lo pregunten a los entonces responsables la Librería General, que le inundaron todos los sótanos llenos de libros. ¿No es verdad, De la Rica? Pues bien, agua pasada no mueve molino. Pero los adefesios de Triviño ahí están para vergüenza de todos; y el subsuelo del Paseo de la Independencia, el Paseo de los Reventones, donde José Atarés (sucesor de Rudi) pretendió hacer unos aparcamientos subterráneos, tuvieron que volverse a tapar al encontrarse vestigios importantes de la época romana. Eso sí, aprovechó aquel alcalde, al que días pasados le ha dedicado Belloch una avenida, para colocar unas farolas de pésimo gusto en forma de “ele”, lo más parecido a patíbulos para ahorcamientos. Sólo les falta la soga anudada. Y ahí siguen, no sabemos hasta cuándo. Pero hoy, también, tal vez por la lluvia, he estado releyendo el Suplemento Infantil de la revista de “Prensa Española” correspondiente al domingo, 31 de mayo de 1936, donde Roenueces conduce un taxi con carrocería hecha a base de tablones y Celia le llama: “Eh…taxi!”. Y en su última página, “Página de los lectores”, aparecen los dibujos de varios niños enviados a la revista para su publicación. Y entre ellos, hay una carabela dibujada por “Ramón Sáinz de Varanda, 11 años”. Me he emocionado.
 

viernes, 20 de marzo de 2015

La cuenta 413/409





Hoy nos enteramos por la prensa aragonesa que el Gobierno de Aragón, presidido por Luisa Fernanda Rudi, que durante 2013 se dejaron sin pagar facturas por valor de 207 millones de euros, según revela un informe de la Cámara de Cuentas referidas a la gestión del Servicio Aragonés de Salud, dependiente de la Consejería de Sanidad, Bienestar Social y Familia, de la que es responsable Ricardo Oliván Bellosta. Para el consejero de la Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, la “cuenta 409 tiene esas facturas recogidas en un registro y computan como déficit”. No es casualidad, señor Bermúdez,  que la Autoridad Fiscal (ese organismo de reciente creación encargado de analizar las cuentas públicas) haya puesto sus ojos precisamente en esa cuenta, la  413/409, al considerar que es el mejor aliado legal de muchos gobiernos autonómicos para ocultar sus facturas impagadas. No es que no se reflejen en la contabilidad pública, sino que lo que se hace es retrasar pagos. Al respecto, como bien señalaba Carlos Sánchez en El Confidencial (22.07.14), “sostiene la Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) que el Gobierno debe restringir al máximo el uso de esta cuenta de naturaleza extrapresupuestaria, y que permite congelar facturas en el cajón durante mucho más tiempo de lo que permite la ley. Algo que ha sucedido en el pasado y que ahora se ha subsanado con el Plan de Pago a Proveedores, que ha aflorado [en su conjunto] más de 43.000 millones de euros de deudas pendientes. La Airef, sin embargo, estima que eso puede volver a suceder si no se pone coto a su uso indiscriminado”. No sé si me explico. No sé si me entiende el señor Bermúdez de Castro. Creo que sí. Rudi es auditora y censora jurada de cuentas y debe creerse que la DGA es la empresa “Boinas Gutiérrez, S.L”. Pues no, señora, no. Aquí lo que se audita es su gestión por la Cámara de Cuentas y, ya sabe: el algodón no falla. En una entrevista hecha por  El Global.net el pasado 26 de enero a Ricardo Oliván, ante la pregunta: “El ministro de Sanidad ha comunicado su intención de anular el copago en hospital. ¿Le parece acertado?, éste respondió: “Es constatar una realidad. Aquí [en Aragón] no se ha aplicado porque costaban más los recursos necesarios para aplicar la medida que lo que se ahorraba”.Vamos, que de no haber sido así, nos la hubiese clavado en el hoyo de las agujas. O dicho de un modo baturro: que costaba más la salsa que los caracoles. Pues bien, los hechos constatados por los informes sobre el gasto farmacéutico en Aragón señalan que ascendió en ese mismo año (2013) a  464’18 millones de euros, con una reducción de 46’15 millones sobre los últimos 5 años anteriores; y que en los balances el estado patrimonial del Salud (Servicio Aragonés de Salud) dispone de un inmovilizado material que se encuentra sobrevalorado en un 12’3%, equivalente a 156’05 millones de euros. En fín, hoy pensaba haber comentado algo sobre la reciente avenida que ha dado nombre al exalcalde José Atarés, que no fue elegido para el cargo por nadie, sino que ocupó la poltrona al ser nombrada en el año 2000 Rudi presidenta del Congreso de los Diputados. Vamos, lo que le sucedió a Ana Botella (la descubridora de Miguel de Cervantes, ¡eureka!) cuando Ruiz-Gallardón fue nombrado ministro de Justicia para desgracia de los españoles. También quería haber comentado algo sobre el cierre en abril de 2014 de una residencia para mayores en el barrio de Movera, de titularidad pública, alegando entonces la DGA que era necesario invertir en obras, dijeron, “por motivos de seguridad”, y que volverá a abrir el mes que viene bajo la gestión privada de Clece (empresa multiservicios del grupo Urbaser, responsable de la huelga de basuras de Lugo del pasado mes de agosto, ¿recuerdan?), que ofrece, entre otros, servicios de limpieza, lavandería y jardinería. ¿Por qué será que siempre aparece la sombra alargada de Florentino Pérez como lábaro de la derechona más trapacera? Hay cosas a las que ya  nos tienen acostumbrados los del Partido Popular. Pero ahí lo dejo por hoy, que ya tenemos bastante con el eclipse de sol y la entrada del equinoccio de primavera, que la sangre altera.

miércoles, 18 de marzo de 2015

La "marca España"





Muchos ciudadanos están convencidos de que los huesecillos ahora encontrados en el madrileño convento de las Trinitarias son los de Alonso Quijano el Bueno. Este es un país donde muchos hablan del Quijote pero pocos lo han leído y, también, donde siempre han dado mucho juego los huesos de los difuntos, que siempre anduvieron los familiares mudando de un sitio para el otro; y el de los más nimios restos de los santos, siempre  metidos en relicarios y que los católicos besan con devoción el día que el calendario señala su festividad. Así, llegado el día del patrón local, el párroco se reviste con ropas litúrgicas y da a besar una pequeña urna de plata donde se cuenta que se guarda su falange de un dedo meñique o el yunque de un oído. Posiblemente dentro de tales urnas no quede nada, si es que alguna vez hubo algo. Aquí, en Zaragoza, en la cripta de la basílica menor de Santa Engracia, se encuentran los restos de la santa, que fueron sepultados por el obispo Prudencio, que lo era de Tarazona pero se encontraba aquí para no sabemos qué, sus 18 compañeros (Optato, Luperco, Suceso, Marcial, Urbano, Julio, Quintiliano, Publio, Frontonio, Félix, Ceciliano, Evodio, Primitivo, Apodemio, y cuatro más, todos ellos de nombre Saturnino. Sobre el nombre de estos cuatro últimos hay una doble tradición, pues otras fuentes los llaman Casiano, Jenaro, Matutino y Fausto) y las santas masas de los innumerables mártires, todos ellos muertos en el año 304, en tiempos de Diocleciano. Los martirologios medievales recogen estas noticias que han llegado a nuestros días. Y el poeta Aurelio Prudencio, en su Peristephanon escribió: “"Póstrate conmigo, generosa ciudad, ante los sagrados túmulos". Y los creyentes lo hacen sin rechistar y con verdadera devoción. Pero el caso de Cervantes es distinto. Lo que desea la alcaldesa Botella es que se sepa pronto, antes de las elecciones municipales, que los restos hallados son los del  Manco de Lepanto en el convencimiento de que, de ser así, aumentará el número de turistas que se acerquen al Barrio de las Letras para visitar las Trinitarias, después de pasar por taquilla con derecho a una consumición  posterior, ese  “relaxing cup of café con leche”,  en un selecto servicio de ambigú que se podrá crear al efecto. Por cierto, en la calle del Rancho, en el madrileño barrio de Orcasitas, ya existe un bar rotulado Relaxing café. Los huesos de Cervantes, de esa manera, expuestos en una churrigueresca vitrina, podrían formar parte de la Marca España, como las castañuelas, el botijo, la montera, las gafas de Quevedo, la pistola de Tejero, la  rubia peluca de Carrillo, o el meyba que Manuel Fraga se puso en Palomares en un arranque de valentía.

lunes, 16 de marzo de 2015

El Público



Hace sólo unos días Felipe VI y su consorte acudieron al Teatro Real para ver “El público”, ópera en cinco cuadros y prólogo obra del compositor Mauricio Sotelo, con libreto de Andrés Ibáñez, basado en la obra de teatro El Público escrita por Federico García Lorca en Cuba tras su viaje a Nueva York. Personalmente no entiendo que la prensa de papel dé tanta importancia  a esa visita real al teatro para ver una ópera. Es algo que debería ser entendido como algo normal. Lo que ya no me parece tan lúcido es que su consorte se ponga una chupa de cuero y se marche con las amigas de “concierto roquero” cuando le viene en gana. Esas cosas las puede hacer el ciudadano corriente, pero no la consorte del Rey, si se considera que ello supone unas excepcionales medidas de seguridad que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos. Y este país, donde hay seis millones de pobres y casi dos millones de niños que sólo hacen una comida diaria, la del colegio en días lectivos, no está para antojos de quién debiera dar ejemplo de discreción. Y dicho eso (si no lo digo, reviento), añadiré que fue en junio de 1929 cuando Lorca viaja a Estados Unidos acompañado de Fernando de los Ríos.  Allí se fraguó su “Poeta en Nueva York” y conoció a Fernando Ortiz, entonces director de la Institución Hispanocubana de Cultura, que animó a Lorca a dar una serie de conferencias en su país. Pero antes, en la Semana Santa de 1922, Lorca y Manuel de Falla habían conocido a José María Chacón y Calvo, que había llegado a Madrid en 1918 para trabajar en la Embajada de Cuba. Ambos llegaron a tener gran amistad. Y en la casa de Chacón, en Madrid, Lorca conoció a Lydia Cabrera, estudiosa del folclore cubano. Parece ser que esta mujer fue la que presentó a Lorca a la actriz catalana Margarita Xirgu, que resultaría esencial en la interpretación de la posterior obra del poeta.granadino. Lorca dedicó a  Lydia Cabrera y a su negrita  La Casada infiel”, dentro del “Romancero gitano”. Su negrita era su doncella de color  llamada Carmela Bejarano. Luis Moreno Vilches, de la  Sociedad  Filatélica y Numismática de Granada, en su trabajo “García Lorca y Cuba: Historia de una pasión”, dejó constancia en un espléndido trabajo literario que existe un sello editado en Cuba de Fernando Ortiz el 20 de  diciembre de 1981 mediante una serie compuesta de cuatro sellos dedicada al centenario de su nacimiento. Y, también, otros tres sellos, con elementos propios de la cultura afrocubana (de 10, 30 y 50 centavos de peso) que representan un idolillo colgante, un  tambor “Arará” y una “Changó”. Changó es el dios del Trueno, la Música y la Virilidad. Se trata de uno de los orishas (santos) más venerados de la mitología Yoruba. En La Habana, Lorca se instaló en el Hotel La Unión. Y el domingo  9 de marzo de 1930 impartía si primera conferencia bajo el título Mecánica de la Poesía. Seguirían otras en días posteriores: La imagen poética de don Luis de Góngora; Arquitectura del Cante Jondo,  etcétera. Dice Luis Moreno Vilches que “Federico García Lorca pudo conocer gran parte de la isla de Cuba, no sólo aprovechando su actividad como conferenciante. Estuvo en Matanzas (la “Atenas de Cuba”) y contempló el Valle del Yumurí. Quedó impresionado por la playa de Varadero (confesó no haber visto playa más bella). Fue a Pinar del Río y visitó el Valle de Viñales, con sus famosos ‘Mogotes’. Sin embargo, a pesar de todo, el poeta sentía nostalgia de España, de su Granada: el 19 de abril visitó Santiago de las Vegas y le recordó a Fuentevaqueros; Varadero, a la playa del mismo nombre en Motril; el paisaje de Pinar del Río, a los pinares del Guadarrama”. Y, finalmente, voy  a referirme a El Público, la obra que ha dado lugar a la ópera que han visto días pasados los Reyes. En ese sentido, cuenta Moreno Vilches: “Existen muchas elucubraciones acerca de las obras que Federico García Lorca alumbró durante su corta pero intensa estancia en Cuba. De entre las posibles candidatas, Así que pasen cinco años y, sobre todo, la enigmática El Público son las más sospechosas de haberse gestado en la isla caribeña. De ésta última existen testimonios coincidentes de Adolfo Salazar y de los hermanos Loynaz (el poeta obsequió a Carlos Manuel Loynaz con un manuscrito que desapareció, posiblemente tras haber sido destruido por éste en un episodio de desorden mental), así como la única copia que se conoce, escrita parcialmente en hojas timbradas del hotel La Unión y fechada el 22 de agosto de 1930, apenas mes y medio después de la partida del poeta”.  Lorca sacó un pasaje para el 12 de junio en el vapor correo “Manuel Arnús” de la compañía Trasantlántica, vía Nueva York-Cádiz-Barcelona. Le acompañaron en el viaje Adolfo Salazar y Luis Cardoza y Aragón. Como dijo Lorca a sus amigos: Cuba es un paraíso. Si me pierdo, que me busquen en Cuba o Andalucía...”. Y allí está, en Andalucía, con sus huesos perdidos en un punto desconocido del barranco de Viznar. Dicen que le han buscado, pero nadie ha encontrado todavía ni a él ni al maestro de escuela ni a los dos banderilleros. Pero poco importa. Todos sabemos que a este Gobierno no le interesa la Ley de la Memoria Histórica. Dedican más esfuerzo a mirar huesecillos por ver si encuentran lo que parece ser un  peroné de Miguel de Cervantes que a sacar a los miles de fusilados de las cunetas. Todos sabemos que Lorca está presente en nuestro recuerdo colectivo. Los miles de fusilados, también.


domingo, 15 de marzo de 2015

Entre ruidos y silencios



Uno de aquellos clientes del bar era luctuoso y tétrico. Tenía catadura de suela de zapato de goma, peinado uniforme y lustrado con brillantina, además de raya en el pelo esculpida a tiralíneas, de tal guisa que le dividía la tapa de los sesos en dos meridianas mitades, donde podía otearse una bien parcheada fontanela además de un colodrillo oviforme. Era la viva esencia de aquel Sacamantecas que, según contaban, asustaba a los niños vaporosos, tenues y flacos de aquella mohína, zangarriana y flébil generación. En la sinfonola de aquel guariche sonaba ahora “Verde, que te quiero verde” en la voz de Manzanita. Pedí la camarera una copita de Calisay y me la sirvió en copa de balón entre la cortina de humo de cigarrillos.  Cuentan que al genuino Sacamantecas nadie lo llegó a ver ni de cerca ni de lejos. Quedó constancia en los anales policiales, acabada la guerra civil, de dos individuos de características patológicas parecidas al retrato robot ideal que cada chico pudo programar en su cacumen sin corregir ni aumentar. Claro, que echando la imaginación a volar podían verse gigantes donde sólo existían molinos de viento. Pero el Sacamantecas inexistente, aquel que produjo miedos sin cuento a todos los impúberes de mi generación, creó escuela y, como sucede con todo, le salieron imitadores.
--Me tomaría una copa contigo, pareces un buen tipo.
--Bueno.
Aquella mujer con el pelo del color de la zanahoria se sirvió un cointreau con hielo y pretendió darme conversación sin conseguirlo. Era parte de su trabajo. Esa noche descubrí por un espejo que había detrás de la balda de las botellas que la camarera llevaba un pequeño tatuaje en la nuca en forma de culebrilla. Parece ser que uno de aquellos concurrentes, reducido por la Guardia Civil, dijo en su día ser y llamarse Benito Mingorance, natural de Torremolinos y muerto de garrote vil en 1958. Otro, Francisco Leona, era natural de Lanjarón. Le condenaron en 1953 a tres penas de muerte por ejercer de curandero, sacamantecas y hombre del saco, y por no haber sentido un postrero arrepentimiento de sus fechorías. Hubo otro fulano, apellidado Rico, muerto en plena calle de un infarto de miocardio, que no fue sacamantecas del todo y que, al parecer, nada tuvo que ver con un alevoso descuartizamiento de niños. Eso sí, parece que intentó acabar con la vida de su mujer, aplicándole casi con acierto una fórmula magistral hecha con ruda, alcanfor y otros ingredientes deletéreos. Ésta se curó sin secuelas, según ponía a doble página en La linterna. Me marché después de haberme subido la solapa de la gabardina. El empedrado de la calle estaba húmedo por el relente nochernigo. Unos gamberros brincaban en un vano intento de tocar los baldosines de un anuncio de Nitrato de Chile. En vista de que no llegaban, decidieron darle patadas a una caja de cartón.

sábado, 14 de marzo de 2015

El factor Pi





Hoy es el día Pi (3-14-15, puesto en inglés). Dice el diario ABC que “el punto álgido de la fiesta llega a las 1:59 AM, momento en que se alcanzan los dígitos 3,14159. Pues, muy bien. Ya se sabe por Nicholas Sze, gracias al uso de mil ordenadores durante 23 días, la secuencia decimal dos mil billones de Pi y resulta que es un cero patatero. Pues nada, el momento Pi solo ocurre una vez cada 100 años: las 9:26:53 horas del 14 de marzo de un año terminado en 15, la niña bonita. Ahora dice Bauzá, responsable de Baleares, que “hay que plantearse una gran coalición entre el PP y el PSOE”. Cuenta Juan José Millás en El País que “agotada la capacidad de asombro, ponemos en marcha nuestras reservas de estupefacción. Venga, más Morenés. Más Ignacio González, más ático, más policías corruptibles o corruptos, extorsionadores o extorsionados, más Aguirre, si cabe, más Esperanza. La candidata por el PP al Ayuntamiento de Madrid nos recuerda a esa lombriz que escapa de la manzana podrida por un agujero que a primera vista parece un lunar. Cuando abres la manzana, descubres una gusanera con nombres y apellidos, pero de la lombriz que colocó ahí los huevecillos, ni rastro. Tras fingir que dimitía de plaga hortofrutícola, huyó a toda leche en su Toyota poniendo el ojo en el Ayuntamiento. Por el camino, para recuperarse, se detuvo en una empresa de cazatalentos y encontró uno nuevo: el de ella misma”. Y Jorge M. Reverte, en el mismo medio de papel, dice que “cuando yo tenía ocho años, en el colegio de curas al que iba me suspendieron un mes en Matemáticas porque no había ido a misa el sábado por la tarde. Luego me echaron de ese colegio por no pagar” (…) “Yo prefiero que me vuelvan a echar de la Iglesia por no pagar el mes a discutir una vez más con algún votante del PP convencido ya de que hay que pagar impuestos, pero todavía incapacitado para reconocer en los demás la libertad de religión”. Hoy es el día Pi y ya sabemos, gracias al señor Sze, que su secuencia decimal dos billones es un cero; por Bauzá, que los dos grandes partidos deben coaligarse para seguir en el machito; por Millás, que los españoles hemos puesto en marcha las reservas de estupefacción; y por Reverte, que si no vas a misa los sábados por la tarde te pueden suspender en Matemáticas en ese colegio de curas donde se confunde el Más Allá con el factor Pí, necesario para hallar, entre otras cosas, el área del círculo. Lo que no sabe Bauzá es que no es necesaria tal coalición, como él propone. Bastará con el apoyo del ciudadano Naranjito, que parece de los nuestros pero es de los suyos, como sucede con Jorge Mario Bergoglio Sivori, alias Francisco.

viernes, 13 de marzo de 2015

Sin venir a cuento





Hace bien Compromís en calificar de “insulto” la moneda de Felipe VI  de 200 euros con la leyenda “70 años de paz” y una paloma llevando en el pico un ramo de olivo en una de sus caras, y la imagen facial del nuevo Jefe del Estado vestido de uniforme de gala de capitán general, en la otra.  Parece ser que la FNMT ha intentando de esa manera conmemorar el septuagésimo aniversario de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en la que España, por cierto, tuvo una casi nula participación. Por un lado, los españoles en la Resistencia francesa que con valor demostrado ayudaron a la liberación de Francia, todos ellos republicanos exiliados; por otro, los componentes de la 250 División de Infantería de la  Wehrmacht, en su mayoría formada por miembros del SEU, de la Falange y de excombatientes que habían estado luchando a favor del fascismo durante la Guerra Civil; y que, al mando de Muñoz Grandes,primero, y de Esteban Infantes, después, luchó integrada en las fuerzas alemanas en su lucha contra  Rusia. A esos 47.000 divisionarios se les garantizaba un doble sueldo, cobrando lo mismo dentro de sus rangos que los alemanes, y de España cobrarían la misma paga que la legión. Así mismo se ofrecían otras ventajas, como que las familias de los divisionarios cobrarían un subsidio de 7'30 pesetas, doble cartilla de racionamiento, el mantenimiento de sus derechos laborales a su vuelta, y algunas otras ventajas. El balance final de aquella “aventura” germanófila fue de 4954 muertos en el frente, 8700 heridos, 2137 quedaron mutilados, 372 de sus hombres fueron hechos prisioneros de guerra por el Ejército Ruso y 7800 enfermaron. Sarna con gusto no pica. Mientras, en este país, la represión franquista supuso  150.000 víctimas mortales en actos de represalia, campos de concentración, trabajos forzados y cárceles  sólo en el periodo comprendido entre 1936 y 1943, que hubo muchos más. De hecho, las colonias penitenciarias y los batallones de trabajadores continuaron existiendo hasta bien avanzada la década de 1950.  Los ejemplos más conocidos de estos trabajos fueron la construcción del Valle de los Caídos en el paraje de Cuelgamuros  y  los miles de presos que construyeron el canal del Guadalquivir. Como bien señala el diputado Joan Baldoví, “no es de recibo que el Gobierno de España pretenda celebrar 70 años de Paz cuando este periodo alcanza la dictadura franquista de más de 35 años y que duró hasta finales del año 1975, atentando contra los principios de la vigente ley de Memoria Histórica”.

jueves, 12 de marzo de 2015

"¡Jodo!"





Lo de Wert me recuerda el viejo chiste de “¡jodo!”. Había un hombre que caminaba por la acera diciendo constantemente la palabra “¡jodo!”. En un momento determinado, alguien se le acercó y le preguntó sobre el porqué de la necesidad que éste sentía para decir en voz alta constantemente la referida palabra malsonante. Y aquel hombre, le miró sin pestañear y le contestó resignado y serio: “Ya me contará usted qué diría si su hija se hubiese casado con un chino y hubiese tenido ayer un hijo bruno como el tizón". Y el hombre, tras escuchar sus palabras, le espetó: “¡jodo!”.  Pues bien, José Ignacio Wert acaba de decir ayer que  “la única competencia que tiene el Ejecutivo con respecto de esta materia (Religión), en virtud del artículo 6 de los acuerdos con la Santa Sede, es la de publicar esos currículos en el BOE y que los contenidos de la asignatura los decide la autoridad religiosa correspondiente”. ¡Ahí es nada! En este país todas las medidas adoptadas por del Gobierno entran en vigor desde el día siguiente de su publicación en esa Gaceta. Y dice Wert que esa es la única competencia del Gobierno. “¡Jodo!”. Estoy de acuerdo con el ministro sólo en una cosa: “que los tratados internacionales son leyes y las leyes están para cumplirlas”. Todo vino a cuento con una pregunta del diputado Mario Bedera, del PSOE, sobre “si cree razonable (el ministro) que el adoctrinamiento religioso sea evaluable en sistema educativo”. Bedera, en su posterior réplica, confrontó  el contenido del currículum de este curso con el de 2007, siendo ministra Mercedes Cabrera, al referirse a que en este curso se va a evaluar a los alumnos sobre la incapacidad de la persona para alcanzar por sí misma la felicidad o sobre reconocer y comprender el origen divino del cosmos, mientras que en aquel año se hablaba de las respuestas a las grandes preguntas del ser humano en el Judaísmo, el Islamismo y Cristianismo, y de relacionar las grandes religiones vigentes descubriendo sus principales semejanzas y diferencias. Evidentemente no se da el mismo tratamiento a la asignatura ahora que entonces. En aquellos tiempos se pretendía intentar dar respuestas, como digo, a grandes preguntas. Lo de ahora, en cambio, como señaló el diputado Bedera, “la llegada del dogma al BOE no es casual, porque se ha permitido todo esto con sus modificaciones de la Lomce, haciendo que la religión sea evaluable, que vaya a contar en la media y que tenga una asignatura espejo, valores cívicos, que sitúan al mismo nivel la doctrina científica y la moral”. La causa de la causa es causa de la causa misma. Decía Einstein que “si quieres resultados distintos, no hagas lo mismo”. Para que los tratados internacionales dejen de ser leyes y pierdan su efecto (no hay causa sin efecto ni efecto sin causa) será necesario que se reúnan ambos Estados, en este caso el Reino de España y el Estado de la Ciudad del Vaticano, y echen abajo mediante firma un rancio Concordato que data de 1979 entre el entonces llamado Estado español (como se definía en tiempos de Franco) y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos; sobre enseñanza y asuntos culturales; sobre la asistencia religiosa a las FAS y el servicio militar de clérigos y religiosos; sobre asuntos económicos y el protocolo final; así como los anexos I al IV; y el protocolo adicional, firmados en doble original en la Ciudad del Vaticano el 3 de enero de 1979 entre Marcelino Oreja Aguirre y el cardenal Villot. Será la única manera posible de que los ciudadanos que mantenemos con nuestros impuestos a quiénes intentan vender el Cielo en parcelas podamos decir: “¡jodo, les ha costado…!”.

miércoles, 11 de marzo de 2015

El puñerero teléfono




Yo tenía entendido que el teléfono modelo “heraldo” que tengo en mi minúscula mesa de escribir, donde sólo cabe una pantalla y un teclado, y que es de esos que disponen de un disco para marcar, así como el teléfono móvil que me regalaron por un día de mi santo hace ya unos años, servían para lo que sirven los teléfonos; es decir, para hablar por teléfono con o sin alambres. Pero parece ser que no es así, que ya no dices “aló” y que cuando alguien pretende conectar contigo y te llama por tu nombre no le respondes con  aquello de “al aparato”, como cuentan que respondió el entonces coronel Moscardó al comandante Cartón durante el asedio en el Alcázar de Toledo. Voy más lejos. Hoy, aunque al interlocutor no le conozcas de nada, siempre te tutea como si le conocerás de toda la vida y resulta que alguien te está hablando con acento criollo, en un vano intento por venderte algo de dudosa utilidad, desde Marruecos o desde la República Dominicana. Por otro lado, vas por la calle y muchas veces tienes que alargar el brazo, como si fueras un camisa vieja, para evitar que un peatón se te eche encima por  ir zombi mirando no sabemos qué en una mínima pantalla. He visto tipos que se pasan en rojo un semáforo, que los coches le avisan con el claxon para llamar su atención y que si quieres arroz, Catalina, ellos ni se inmutan. El otro día, sin ir más lejos, estuve a punto de terminar con una amistad que dura años por el hecho de que ese amigo se rió de mi teléfono celular, como dicen los sudamericanos. Sí, soy consciente de que mi teléfono es  obsoleto,  que es de esos aparatos estrechos en los que hay que levantar una tapita. Pero eso no quiere decir que con ese teléfono no pueda hablar con los bomberos, con la policía, con la vecina del 3-4-8, segundo piso ascensor y con la Agencia Tributaria, por ver si me piensan devolver algo en mi última declaración de la Renta. Siempre me dice una señorita al otro lado de la línea que no, pero yo insisto por si las moscas. Los nuevos teléfonos están esclavizando a la gente, y de qué manera.
--Ya te mandaré un wuasap con las fotos de la primera comunión de mi ahijada. Parece un ángel.
--Verás, es que yo…
Si no tienes wuasap no eres nadie. Antes te decían que si no entendías de ordenadores eras un analfabeto funcional. Después, que si no sabías inglés no ibas a encontrar un trabajo de fuste. Ahora, si no tienes wuasap date por follado. Es el signo de los tiempos. Por eso, yo no suelo sacar mi teléfono móvil cuando voy de paseo, no vaya a ser que alguien me llame y que, cuando levante la tapa, el ciudadano que siga mis pasos en calidad de peatón se desternille de risa. No se puede tener un teléfono que sólo sirva para poder comunicarte. Aquel que te observa puede pensar que sigo anclado en el pasado. Y no trae cuenta.



lunes, 9 de marzo de 2015

Prodesse et delectare


Me entero por Manuel Vicent que “según consta en el Boletín Oficial del Estado los profesores de religión deberán explicar a los niños de primaria la forma de pedir favores a Dios y mostrar agradecimiento cuando la súplica haya sido atendida”. Veamos: el Gobierno de España, entonces presidido por Adolfo Suárez, firmó unos acuerdos con la Santa Sede  en los que se recogía que “todos los planes educativos en los niveles de preescolar, EGB, BUP y FP, incluirán la religión católica en todos los centros de educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales”. Con relación al nombramiento de los profesores, se señala en los planes educativos que “es responsabilidad del obispo de cada lugar velar para que destaquen por su recta doctrina, por su testimonio de vida cristiana y por su aptitud pedagógica”. La paradoja estaba servida desde el mismo momento en que  Marcelino Oreja firmara el Concordato en 1979, si tenemos en cuenta que la Constitución declara a España como un Estado aconfesional. Y otra paradoja es, también, que los profesores encargados de impartir esa docencia no sufren, como el resto de profesores de la enseñanza pública, concurso- oposición alguno ni  tampoco el máster universitario de profesorado preceptivo para impartir enseñanza en centros de Secundaria, sino que están “colocados” en los centros oficiales de enseñanza pública a dedo por esos obispos. Soy consciente de que el Cristianismo forma parte de la base cultural de nuestra civilización. Pero, a mi entender, una cosa es explicar la historia de las religiones y otra, muy distinta, adoctrinar en los centros educativos en el nacional-catolicismo imperante. ¿O no, Rouco? Para esa misión, si acaso, ya están las parroquias. Pero la Iglesia Católica y el Gobierno que sustenta el Partido Popular van más lejos todavía. Ambos pretenden que tal asignatura, la asignatura de Religión, considerada como una “maría”, así como su alternativa, sean equiparadas al resto de asignaturas, concediéndoles la condición de obligatorias, evaluables y con consecuencias académicas, hasta el punto de poder perder una beca por un suspenso en esa materia. Bueno, pues llegados a este punto, yo sugeriría al ministro Wert que se estudiase desde su ministerio, con la inestimable ayuda de la secretaria de Estado Montserrat Gormendio, actual pareja del ministro y otra que tal baila (leo en El Mundo,23-11-13,  que “su progenitor, que reside en La Moraleja, fijó su domicilio fiscal en Inglaterra en  1987 y en 1993 en República Dominicana, que por entonces era conocido como paraíso fiscal”) una nueva asignatura obligatoria del mundo al otro confín, la de IV Milenio, y que a los profesores encargados de impartir la materia fuesen elegidos por Iker Jiménez. Así, los alumnos, además de conocer que san Trifón era un santo capaz de amansar basiliscos o que rezando a san Antonio se encuentra esa aguja de costura que se ha caído al suelo de terrazo y no hay dios que la encuentre, también sabrían sobre pasapsicofonías, ovnis, señoras que aparecen por la noche en una curva, etcétera. Tal asignatura sería parecida a la que imponen los Acuerdos Iglesia-Estado aunque mucho más distraída. Como decía Horacio, “prodesse et delectare”, o sea.

domingo, 8 de marzo de 2015

Real corsé




El diario ABC me da el desayuno de hoy domingo con unas fotos inéditas del corsé que llevaba puesto Isabel de Borbón  el día 7 de febrero de 1852, o sea, la fecha de su atentado por el cura Merino. Y las fotos nos descubren la mancha de sangre producida por el estilete en la zona del hígado. Las ballenas de aquel corsé evitaron un posible magnicidio. En su interior, ese “chaleco antibalas” lleva un certificado de autenticidad firmado con fecha 27 de noviembre de 1858 por el notario V. Vallejo. En fin, no sé si parece conveniente, pese al tiempo transcurrido, enseñar la ropa íntima de la que fuese última Reina de España. En este país se han contado algunas cosas sobre personas que de alguna manera influyeron en la vida de los monarcas: Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de soltera  Corinna Larsen, y su amistad con Juan Carlos de Borbón; sobre los amores de Alfonso XII y Elena Sanz, y sobre las reclamaciones de sus hijos bastardos en el Tribunal Supremo, con Nicolás Salmerón como abogado (que más tarde, por consejo del que fuese presidente de la I República, los Sanz contrataron como abogado a otro político republicano: Melquíades Álvarez); sobre Alfonso XIII, aficionado al cine pornográfico y que  Álvaro de Figueroa, en calidad de intermediario, se encargaba de facilitarle películas ayudado por los hermanos Ricardo y Ramón Baños, dueños de la productora catalana Royal Films; sobre la promiscuidad de la reina Isabel, etcétera. Pero en ningún sitio he visto expuesta la ropa interior de esos monarcas ni de ningún otro. Hay cosas que deben quedar para la intimidad, por muy reales que sean las prendas de lencería fina. Y las prendas íntimas de Isabel II no formaban parte, precisamente, del Tesoro de los Quimbayas. Lo que ya no sé es que pinta el corsé de la reina de los tristes destinos en los almacenes del madrileño Museo Arqueológico sin que se exponga a la vista del público visitante. El Museo Arqueológico no debe convertirse en una sucursal de “Tocado y Hundido”, en el número 38 de la céntrica calle Montera. Por otro lado, este es un país donde han existido dos históricos curas Merino: uno de ellos, Martín Merino Gómez, que había nacido en Arnedo (La Rioja)  en 1789, que atentó contra la vida de la reina; y otro, Jerónimo Merino Cob, nacido en Villoviado (Burgos) en 1769, participante en la Guerra de la Independencia y en la I Guerra Carlista. El primero murió en el garrote. El segundo fue laureado por su defensa contra los franceses y llegó a obtener el grado de teniente general.

sábado, 7 de marzo de 2015

Tiempo al tiempo





El próximo día 20, coincidiendo con el equinoccio de primavera, habrá eclipse de sol. Es el barrunto de un mal presagio para Mariano Rajoy, al que le cundió mucho la jornada el pasado viernes, primer viernes de los idus, con Consejo de Ministros, visita relámpago a Zaragoza para ver fluir el Ebro sin mancharse los zapatos, viaje a Jerez de la Frontera para apoyar a Moreno, que lo tiene crudo, ¡toma, moreno!, nombramiento de Cifuentes y de Aguirre (se conoció el ruido del petardo sobre las ocho de la tarde) para aspirar a la Comunidad y la Alcaldía de Madrid, respectivamente, y viaje a Guatemala. ¿Alguien da más? Jesús Cacho, en Vozpópuli, analiza  hoy en “La extraña muerte al anochecer de Nacho González”, que he leído tres veces y todavía no me he enterado muy bien del meollo de ese enredo madrileño. “Rajoy –cuenta Cacho- deja pudrir los asuntos de modo que el tiempo le resuelva el puzzle o bien sea el propio interesado quien, en un ataque de desesperación, decida tirarse por el puente de Segovia, en el peor de los casos, o decir basta e irse a su casa, en el mejor, de puro aburrimiento”. Y más abajo, en el mismo artículo, Cacho recuerda lo escrito por el diario El Mundo el pasado día 3: “El PP espera que Ignacio González dé un paso atrás en su candidatura”. Para Cacho, “Rajoy no mata. Rajoy nunca da la cara. Para él todo es un lío (‘Ufff, qué lío’). Él prefiere sentarse y esperar a que sus enemigos se suiciden o se aburran. La táctica es vieja. Funcionó con  María San Gil. Que si no regía bien. Funcionó con el gallego Núñez Feijoo cuando empezó a gallear con inciertos liderazgos nacionales. Pronto lo sacaron de paseo en la cubierta de un barco propiedad de un narco amigo de juventud. Ha funcionado con Monago, aspirante a verso suelto del PP extremeño, y a quien descubrieron una exuberante novia canaria a la que visitaba con prodigalidad con cargo al erario. El PP se ha convertido en un temible reloj de precisión a la hora de propalar intoxicaciones, un material que maneja con soltura esa elite de opositores –los abogados del Estado primero- que, en torno a la vicepresidenta Soraya, se ha convertido en la guardia de corps de Rajoy, porque ellos son puros, no están manchados, no son corruptos. El resultado es que nadie se mueve. Ni Dios levanta el dedo. Todo el mundo guarda silencio, no vaya a ser que me saquen un escándalo que me deje tiritando. Donde todo hijo de vecino tiene algo que esconder, impera la prudencia que aconseja el miedo”. Pero la traca final, la mascletá de fin de fiestas está por llegar: primero en las andaluzas, después en las municipales y autonómicas y más tarde en las generales. Será entonces cuando el bipartidismo estalle como un barril de pólvora y se vayan al carajo los sueños de una casta sedienta de poder y de gloria (que no es otra cosa que el sumando de los nietos del clan del “espíritu del 18 de julio” y de los descendientes directos de aquellos que cacareaban lo de “100 años de honradez”, al tiempo que silenciaban los  40 de vacaciones) y que han estado haciendo de España su cortijo desde la muerte de Franco. El país no está para bromas. Ojo al parche. Para Cacho, “la eventualidad de que el PP de Mariano Rajoy repita el episodio histórico de la UCD es algo que cada día se aleja más de la quimera para acercarse a lo posible con riesgo de hacerse inevitable”. Tiempo al tiempo.    

viernes, 6 de marzo de 2015

Rejoy llega, ve el Ebro y desaparece





Mariano Rajoy ha estado visitando esta mañana de viernes la orilla el Ebro a su paso por Zaragoza acompañado de Rudi. Un visto y no visto. A mi entender, el presidente del Gobierno no sabe ni para qué ha venido. De traje y sin mancharse los zapatos ha estado en la zona de la Expo. Cuenta la prensa local que también “se ha reunido con una veintena de alcaldes  afectados en el Pabellón Puente de la antigua Exposición Internacional”. Consideraba oportuno informarles sobre las medidas adoptadas por real decreto para paliar los daños llevadas a cabo en el Consejo de Ministros de horas antes. Pero los alcaldes, que a mí me conste, no han sido los afectados por las inundaciones sino los vecinos de los pueblos que tienen tierras colindantes con el Ebro. Y los agricultores, a muchos de los cuales que se les adeudan todavía ayudas prometidas en años anteriores, ni estaban ni se les esperaba en esa reunión. Rajoy ha aprovechado su visita en carne mortal para acusar al socialista Sánchez de sobreactuar durante su encuentro reciente con agricultores y ganaderos. Puede que así sea, si se considera que  dijo: “¿Qué coño tiene que pasar para que Rajoy salga de La Moncloa y pise el barro?”. Lo cierto es que Rajoy ha salido de su residencia oficial pero no se ha manchado ni de polvo ni de lodo. A decir verdad, para mí que no sabe ni dónde ni para qué ha ido a tierras de Aragón. En realidad sólo ha hecho una “parada técnica” antes de partir a Jerez de la Frontera y poder participar en un mitin del PP. Es consciente que en Andalucía no gana nunca. Como posiblemente tampoco sepa a qué vuela mañana sábado a Guatemala. Según adelanta la prensa local en internet “al ser preguntado por qué no ha ido este viernes a alguno de los municipios afectados, Rajoy ha recordado su reunión con los alcaldes y ha dicho que él va donde han decidido los que han organizado la visita y que tampoco tenía demasiado tiempo tras haber presidido el Consejo de Ministros”. Pero, como decía antes, la excusa no era esa sino la prisa por llegar a  Jerez. Nadie cree ya en las promesas de Rajoy, que las incumple sistemáticamente. Para muchos agricultores arruinados por la crecida del Ebro, con ese gesto de “hacer la visita del médico” por tierras aragonesas, ha conseguido que se sientan ofendidos los de Logroño, los de Tudela, los de Miranda de Ebro y todos aquellos que tienen negocios y tierras aguas arriba. Ya se sabe que los aragoneses pintamos menos en la Villa y Corte que Pichorras en Pastriz, cuya verdadera historia la cuenta Santiago Maestro Terraza (Mira Editores, 2001). Si no, al tiempo.

Todo por la Patria





Leo en el diario ABC un suelto donde se señala: “La Guardia Civil podría patrullar… ¡En bici!”. Hombre, eso no es nuevo. Ya en los años 50 del pasado siglo el cuartelillo de la Benemérita de mi pueblo recibió unas bicicletas destinadas para uso de la pareja en correría. Eran unas bicis de la marca Orbea, pintadas de gris, el color neutro por antonomasia, y dotadas de unos enganches bajo la barra central con el fin de  poder sujetar el fusil de reglamento. Lo malo vino cuando a determinados guardias civiles hubo que enseñarles a guardar el equilibrio para mantenerse con cierta dignidad sobre aquellos biciclos. Y ahí los veías: uno de ellos sujetando por el sillín al otro y a punto de quedarse sin riñones. Enseñar a montar en bici a un guardia civil con el tricornio con cogotera sobre la cabeza, el barbuquejo arriado sobre la barbilla, el correaje, el nueve largo, que pesaba lo suyo, y el fusil adaptado bajo la barra central con el ánima estriada apuntando hacia delante no era nada sencillo. Desde la ventana de la casa-cuartel, las mujeres de éstos les animaban en su recorrido en redondo por la pequeña plazoleta.
--¡Ya casi sabes, Manolo! Tú mira hacia delante, pon el cuello derecho y la cabeza mirando a la rueda delantera, como hago yo en la máquina de coser…
Los niños dejaban de jugar a la pelota y miraban llenos de asombro cómo, pese al interés que mostraba el guardia, no terminaba de pillarle el chiste a aquel artilugio que a todas luces le hacía sentirse ridículo. Los agricultores pasaban con sus carros y mulas por la carretera empedrada que quedaba próxima a la plazoleta sin atreverse a soltar sonoras carcajadas por miedo a posibles represalias. En aquella ocasión, como el que estaba aprendiendo a montar era el cabo, en vez del fusil había colocado el subfusil naranjero, modelo Coruña MP 28, que era más corto y pesaba menos por llevar camisa agujereada. Pero decía al otro guardia, al que le sujetaba por el sillín, que le molestaba el cargador ladeado en la izquierda porque le rozaba en la rodilla. Pero el cabo tenía miedo a caerse de la bici. Sabía que Durruti había muerto por culpa de un naranjero de la forma más tonta. Su naranjero, el de Durruti, llevaba un seguro de transporte en la parte inferior, ya que en esa metralleta el cierre discurre libremente por el tubo del conjunto del cierre y que sólo lo mantiene en posición atrasada el pestillo que se suelta tras accionar el disparador. Como consecuencia de ello, un golpe no muy fuerte hizo retroceder la gran masa del cierre, que no llegó al final y quedó trabado por el pestillo, siguió su camino hacia delante, arrastró un cartucho a la recámara y por su disposición lo disparó. Era la una de la tarde del 19 de noviembre de 1936 en la calle Isaac Peral, durante la feroz ofensiva en la madrileña Ciudad Universitaria. Herido en el pecho, Durruti fue llevado al Hotel Ritz, muriendo a las cuatro de la madrugada del día 20. La autopsia demostró que había muerto como consecuencia de una bala del calibre 9 largo, las mismas que utilizaban los naranjeros como el que él llevaba, que se le cayó dando con la culata de madera en el suelo, se disparó el arma y una bala le entró por el tórax.  Poco menos de tres horas más tarde de su fallecimiento era fusilado el fundador de Falange Española en la prisión de Alicante. Ignoro si aquel cabo de la Guardia Civil consiguió aprender a montar en bicicleta. Le perdí la pista. Pero en cualquier cabeza cabe que no es lo mismo mantener el equilibrio sobre dos ruedas con aseo y aire marcial que darle al pedalier de una máquina Singer para remendar un calzoncillo, por mucho que en la fachada de la casa-cuartel pudiera leerse: “Todo por la Patria”.

jueves, 5 de marzo de 2015

Poder y contrapoder



 A veces es importante saber ejercitar actos de humildad y reconocer que cierta prensa, tomada hoy como el  sursum corda de la vena progresista, no tiene la valentía suficiente como para enfrentarse de cara al Poder, ejerciendo de contrapoder, denunciando el desenfrenado gasto público, las diversas corruptelas que ensombrecen el panorama nacional y la ineficacia actual de ciertas instituciones (léase diputaciones provinciales, creación de oficinas en cabeceras de falsas comarcas para colocar amiguetes, etc.) que carecen de  todo sentido práctico. Los ciudadanos, en general, nos sentimos desprotegidos ante ese monstruo llamado Estado que amenaza de forma solapada con  arruinar al pueblo a base de impuestos hasta límites capaces de hacer temblar los cimientos de la democracia. En cierta ocasión, el editorial de un diario madrileño tomado por “conservador” (por quiénes ponen sordina informativa y alzan dominios reservados y áreas protegidas) indicaba que “la Prensa se desacredita y acaba hundiéndose cuando abusa de su fuerza, es decir, la complicidad con uno u otro poder, el tráfico de influencias, las retribuciones subterráneas, el intercambio de servicios y otras formas sutiles de degradación”. En suma, cuando un medio informativo está al servicio de un gobierno en vez de estarlo al de los lectores, se hace un flaco servicio y, cómo no, termina por perder lectores. Ese mismo diario “conservador” aludido señalaba que “la democracia se habrá asentado en nuestra nación cuando un diario liberal conservador (ahora no pongo comillas) no necesite recordar a los liberales y conservadores qué es y qué no es un periódico independiente”.