lunes, 13 de abril de 2015

¡Vaya tropa...!




Al rey emérito Juan Carlos de Borbón, que ha pasado de darlo todo por reinar a echarlo todo en comer, le ha dado por visitar restaurantes postineros. Está bien que alguien que ya no dententa la Jefatura del Estado haga lo que le venga en su real gana. Su última visita ha sido al restaurante El Portal de Echaurren, en Ezcaray, que posee dos estrellas Michelín, donde estuvo acompañado de dos amigos. Pero a muchos ciudadanos, entre los que yo me encuentro, también les gustaría que Juan Carlos de Borbón visitara comedores sociales y, bandeja en mano, se sirviera una ración de macarrones y una pieza de fruta y se sentase a comer y a beber un vaso de agua junto a algún menesteroso. Visitar restaurantes de campanillas cuando sabes de antemano que no te van a cobrar el cubierto, que vas a firmar en el libro de honor y que te vas a retratar con toda la nomina de cocina por tener una instantánea para el postrero libro de memorias no tiene ningún mérito. El exmonarca lo que hace son bolos, como Paquirrín, Raquel Bollo o la Esteban. Si les digo la verdad, echo de menos que en este país exista un Sindicato del Espectáculo que premie a los poderosos que sientan a un pobre a su mesa, como sucedió con Manuel Alexandre en su papel en Plácido, al que aquel sindicato vertical le concedió un premio. Los ricos, en un banquete navideño, invitaban a un pobre a que se sentase en la mesa. Los dueños de la casa se comían las pechugas de los pollos y al invitado de dejaban las alitas. Era otra forma de entender la caridad y de limpiar las conciencias burguesas. A mi entender, si lo que pretende Juan Carlos de Borbón es favorecer la marca España, no estaría de más que visitase alguna vez los Paradores Nacionales, donde el 61% de su red de establecimientos está en números rojos. Eso sí, abonando las facturas. Las pérdidas de Paradores las repone el Estado con nuestros impuestos, pese a que el sueldo de la presidenta y consejera delegada, Ángeles Alarcó, supera los 173.000 euros anuales. Bajo su gestión, la cadena acumula unos números rojos de 62’1 millones y ha necesitado de casi 130 millones de fondos públicos para evitar la quiebra. ¿Qué quién es Ángeles Alarcó? La exmujer de Rodrigo Rato. Camarero, señor, ¿qué hay para hoy? Señor, un buen menú. Solomillo asado con patatas fritas, sesos huecos, hígado, libre, chateaubriand… ¡Vaya tropa!

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