jueves, 9 de julio de 2015

Apretando el botón "reset"





Madrid quiere quitar nombres de calles relacionados de alguna manera con el franquismo: Gerardo Diego, Josep Pla, Manuel Machado, Eugenio d’Ors, Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura, Ramón Gómez de la Serna, Ramiro de Meztu, Pedro Muñoz-Seca, Salvador Dalí, Santiago Bernabeu,  el torero Manolete, Juan de la Cierva Codorníu, Joaquín Turina, Víctor de la Serna Espina ( segundo hijo de Concha Espina) y así hasta 165 personajes, si Carmena considera un estudio llevado a cabo por el historiador  Antonio Ortiz, que le fue encargado hace dos años por Izquierda Unida y respaldado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Lo que ya no sé es por qué otros personajes podrían ser cambiados tales nombres.Lo mejor, tal vez sea cambiarlos por nombres de películas: "Atraco a las tres", "Los ladrones somos gente honrada", etc, como hizo siendo alcalde de Zaragoza Juan Alberto Belloch en Valdespartera.  En el caso de Juan de la Cierva Codorníu, por ejemplo, al que Franco le otorgó con carácter póstumo el título nobiliario de conde de la Cierva, veo bien que se quite su nombre del callejero. De la Cierva, poe mucho que inventase el autogiro, ayudó a las fuerzas sublevadas para que éstas consiguieran el avión Dragon Rapide en el que Franco voló desde Gando (Islas Canarias) a Tetuán  para tomar el mando del ejército del norte de África. Pero, de paso, también habría que quitar su nombre a un premio de investigación y tecnología que, desde 2001, concede el Ministerio de Educación y Ciencia. Sobre Gerardo Diego, Premio Nacional de Literatura en 1925, Premio Cervantes compartido con Jorge Luis Borges en 1979,  consta que durante la guerra y la posguerra fueron frecuentes poemas políticos en defensa de los sublevados y de los voluntarios falangistas de la División Azul. Pla parece ser que colaboró en un servicio de espionaje franquista  financiado por Fracesc Cambó. En 1939 fue subdirector de La Vanguardia Española, que entonces dirigía Manuel Aznar Gómez Acedo (al que no le gustaba lo de Gómez y se lo quitó), abuelo del expresidente del Gobierno. Según La Vanguardia Española (domingo, 26 de noviembre de 1939), Manuel Aznar “corrió presuroso hacia Alicante para ser el primero en prestar guardia en la tumba de José Antonio”. Manuel Machado colaboró con el franquismo y ahí  queda como muestra su poema “Al sable del Caudillo”, escrito por él al tomar Madrid las tropas rebeldes. Así podría continuar señalando algo determinante sobre cada uno de los tipos que ahora se pretende quitar del callejero madrileño. Pero sería harto cansino y no merece la pena tal empeño.

No hay comentarios: