Falta de transparencia

Es hoy Jaime Peñafiel el que pone el dedo en la llaga. En su trabajo “Rajoy…menos que ninguno”, aparecido en República.com, viene a decir que “resulta sorprendente conocer la diferencia, muy grande ella, entre lo que recibe el Jefe del Estado y el Presidente del Gobierno. Mientras al rey Felipe VI se le asignan 7.86 millones de euros para 2016, a Mariano Rajoy tan solo 78,966 brutos al año de sueldo”. Parece normal que a Peñafiel le resulte injusto”. (…) “Se diría que esta cantidad es para su Casa y Familia, según la Constitución. Aún así, el sueldo de Felipe, como tal asignación personal, será de 239.204 euros, tres veces más que Rajoy. Incluso su consorte Letizia, cobrará 50.000 euros más y Sofía 27.000. El sueldo asignado para el rey emérito Juan Carlos será de 187.356, 108.000 euros más que el Presidente”. (…) “Eso de que la monarquía española con 7,86 millones es la más barata de todas las del entorno, no es cierto. Aquí no se incluyen muchas partidas que corren a cargo de distintos ministerios. Si los sumamos, los 7.86 millones que en los Presupuestos Generales del Estado le adjudican para el año próximo, la cifra puede ser superior a los 20 millones de euros”. Y Peñafiel hace un  desglose: Exteriores paga todos los viajes; Defensa corre con los gastos del Cuarto Militar; Interior con toda la seguridad, incluso los escoltas desplazados a Ginebra para prestar servicios a Cristina y familia; Economía y Hacienda, con el Parque Móvil, salarios de 71 chóferes, gastos de mantenimiento y combustible de todos los coches; y Presidencia, con los sueldos de  369 empleados, cenas de gala y recepciones, y el mantenimiento de La Zarzuela, Pabellón, Palacio Real, Palacio de El Pardo, jardines, personal de mantenimiento,, agua, luz y gas. Visto el panorama, se pregunta Peñafiel: “¿En que se emplea entonces, descontados los sueldos asignados a los reyes reinantes y a los eméritos, el resto de los 7,86 millones de euros?”. Los ciudadanos deberíamos saberlo, puesto que somos los “paganos” de esos excesos al correr a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. O tomar nota de lo que sucede en Reino Unido, un país que nos lleva muchos siglos de adelanto democrático y donde sobre la Casa Real británica se especifica hasta los artículos de limpieza y el pienso para los caballos de la reina Isabel II.