miércoles, 12 de agosto de 2015

Reclamaciones al maestro armero





El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz es consciente de que el país pasa por “momentos recios” y, según leo en Vozpópuli,  “las dependencias de la Escuela de Policía en Ávila están sirviendo desde el pasado lunes y hasta el viernes próximo de alojamiento a un par de centenares de personas, en su mayoría religiosos de la Orden del Carmelo, que asisten al Encuentro Teresiano Internacional que se desarrolla en la ciudad de la muralla para conmemorar el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, a la que el ínclito ministro profesa públicamente gran devoción”. El ministro, no sé si arrepentido por haber “confesado” a Rodrigo Rato en su despacho oficial, ha pasado por Fitero para poner las ideas en orden antes de tener que dar explicaciones en el Congreso de los Diputados de la penitencia impuesta por él al que fuese vicepresidente del Gobierno con José María Aznar, y al que le acusa la Fiscalía de Madrid de alzamiento de bienes, blanqueo de capitales y fraude fiscal. Existen, por si ello fuera poco presuntas irregularidades en la salida a Bolsa de Bankia y uso de las “tarjetas black” con la que los directivos de Caja Madrid y Bankia derrocharon presuntamente más de 15 millones de euros. Pero no pasa nada. Te confiesas, recibes la absolución y todo olvidado. Cualquier día veremos al ministro del Interior dando a besar en su despacho la mano de santa Teresa, que tuvo Franco hasta su muerte en El Pardo. Estamos los españoles ya tan acostumbrados a la corrupción que lo que extraña es que “Cifuentes cargase contra Carmena el pasado mes de junio por viajar en metro cuando dispone de coche oficial”. Y Leguina, que ya se ve fuera del Consejo Consultivo regional por pacto firmado entre Cifuentes y el dirigente de Ciudadanos Ignacio Aguado, arremete contra ambos y dice que “si quieren, que le fusilen al amanecer”. El de Guarnizo aprovechó un encuentro con los periodistas el pasado julio, con motivo de la presentación de Madrid Foro Empresarial, proyecto liderado por el empresario Hilario Alfaro, para señalar a los medios “que no gana unos 8.000 euros al mes, sino 5.000, después de impuestos y Seguridad Social.
--Hombre, por ir al Consejo Consultivo una vez por semana no está mal esa suma. Y eso, dígame, ¿quién lo paga?
--Ah, no sé, las reclamaciones al maestro armero.

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