lunes, 7 de septiembre de 2015

No queda otra






Que el Gobierno de España debe acoger  refugiados sirios es de cajón, del mismo modo que lo harán otros países de la UE. Como señala Antón Losada en Eldiario. es no es la solidaridad, es su derecho y nuestra obligación. Un gobierno como el español, al que tanto le gusta invocar la ley para aplicársela a los demás, debería saberlo. La postura de España y la mayoría de los países de la UE contraviene no sólo el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino la totalidad de los convenios e instituciones del derecho internacional sobre el derecho de asilo que hemos firmado con tanto entusiasmo”. Y Garcia-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores decía que “ha llegado la hora de entablar negociaciones con el régimen de Asad”. ¿Qué tipo de negociaciones? ¿Venderle armas? Debería explicarse de forma más clara para evitar malos entendidos. Por otro lado, ese ministro afirma que “ve necesaria una intervención militar en Siria”, pero que “España no participará sin un paraguas internacional”. Sigo sin entenderlo. ¿Negociar con el sátrapa sirio?, ¿intervenir militarmente ese país fallido? No se puede decir una cosa y la contraria. En cualquier caso, parece como si a España le hubiese mirado el tuerto. Acoger a 15.000  refugiados (que es la cuota calculada en la UE que nos corresponde) en un país donde existen 5 millones de parados y donde 8 de cada 10 abuelos ayudan económicamente a sus hijos y nietos no es sólo un problema, es una tragedia. La ONG Educo –y así lo cuenta hoy el diario ABC- señala que “si no fuese por los abuelos, muchos niños no podrían tener una alimentación saludable. Según los datos que han recogido de diversas instituciones para elaborar el informe, más de 360.000 menores de 18 años no pueden comer carne o pescado al menos cada dos días”. Con estos datos, que alguien me diga cómo vamos a poder acoger a 15.000 refugiados sin tener prevista para ellos asistencia sanitaria, casas donde poder vivir con cierta dignidad, o colegios donde poder llevar a sus hijos. Rajoy debería explicar ese serio asunto en sede parlamentaria, que es donde hay que mojarse. Carmena ya ha colgado la pancarta  “Refugees Welcome” en el frontal del Ayuntamiento de Madrid. Esperemos que el resto de capitales de provincia hagan lo mismo. No queda otra.

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