jueves, 22 de octubre de 2015

Maquiavelo está presente





Las pretensión de subidas de algunas tasas municipales que el Ayuntamiento de Zaragoza, que preside Pedro Santisteve de ZeC con el apoyo de de CHA y PSOE, deseaba llevar a cabo para sanear sus maltrechas cuentas se han venido abajo por decisión de los ediles de PP, PSOE y Ciudadanos, que suman 20 ediles, frente a los 9 que ostenta Zaragoza en Común y 2 la Chunta Aragonesista. Santisteve pretendía incrementar el IBI de uso residencial y el IAE para tener un respiro en el cashflow de la caja de todos. Se da la circunstancia de que el actual consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, el socialista Fernando Gimeno fue, además de vicealcalde, el encargado de la Hacienda municipal en el Consistorio hasta el último resultado de las urnas. Él sabe mejor que nadie la dramática situación por la que pasa el Ayuntamiento. Por otro lado, Pablo Echenique, de Podemos, había dicho a los medios que, si no se permitía sacar adelante los proyectos de Santisteve, tampoco se ayudaría a aprobar el proyecto de ley de Presupuestos de la Comunidad para 2016. Y en esas estamos. Si no se ayuda a sacar los Presupuestos adelante, posiblemente la cosa se complica y podría haber una prórroga de los actuales para el año que viene. El actual alcalde, a mi entender, tiene un gran problema. Si PP y PSOE (16 ediles de 31) le “hacen la pinza” de forma sistemática, le anticipo que le esperan cuatro años terribles. Ahora se entiende la razón por la que el PSOE “sacrificó” a Pérez Anadón y “entregó” la Alcaldía a Santisteve. Por un lado, para manejarle como una marioneta; por otro como contrapartida a permitir que Javier Lambán (PSOE) se hiciese con las riendas del Gobierno de Aragón y, de ese modo, lograr enviar a Luisa Fernanda Rudi (PP) al cementerio de elefantes, o sea, al Senado, que es el lugar donde terminan las “viejas glorias” cuando tiene holguras en sus bielas. Si aplicamos el lenguaje taurino, ya recibió  Santisteve el primer aviso con el cambio de nombre del actual Pabellón Príncipe Felipe por el de Pabellón José Luis Abós. El asunto está en los tribunales de justicia. El segundo aviso le llega ahora, con el rechazo de “los tres grandes” de las ordenanzas fiscales presentadas por el quipo de Zaragoza en Común. No se sabe todavía cuando llegará el tercero de los avisos, el clarín y el pañuelo verde que le devuelva a los corrales por falta de trapío; es decir, por una moción de censura que auparía a Pérez Anadón con la abstención del PP, la ayuda de los 4 ediles de Ciudadanos y los 2 ediles de la CHA (total: 12) a la Alcaldía y, de ese modo, poder alzarse el PSOE con el santo y con la peana tanto en el Ayuntamiento como en el Gobierno de Aragón. Lo malo es que esa suma (12) sería muy corta frente a los (9 de ZeC más los 10 del PP que harían mutis por el foro) restantes. Pero a Pérez Anadón, además,  le “salvaría” que PP y ZeC son tan difíciles de ligar o de aliarse como el aceite y el agua. Decía Maquiavelo que “la naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad”. Lo que no entiendo es lo dicho por el concejal del PSOE  Javier Trívez: “Los socialistas proponemos una reducción de todos los impuestos municipales para todos los ciudadanos que lo necesiten”, cuando los socialistas fueron quienes dejaron la mayor deuda viva en el Consistorio, como demuestran tanto el Tribunal de Cuentas como las últimas auditorías internas. Este tipo no desea mandar el toro al corral por falta de fuerzas, sino darle la puntilla mientras canta La salvaora y saluda al respetable con cara de fullero haciendo leyenda. Como si lo viera… ¡Joder, qué tropa!

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