Vicente Clavero
da en la diana cuando afirma que “es verdad que el paro sí ha descendido
durante el mandato de Rajoy,
concretamente en 435.500 personas. Sin embargo, esa cifra resulta engañosa,
porque no responde a un aumento del empleo, que como hemos visto no se ha
producido. Lo que pasa es que la población activa ha caído, gracias a los
españoles desanimados que se han ido al extranjero en busca de trabajo y a los
inmigrantes que se han visto obligados a regresar a sus países por razones
económicas”. Y se hace eco de la última Encuesta de Población Activa (tercer
trimestre de 2015) para comparar datos concluyentes. Como bien señala Clavero, en
diciembre de 2011, al llegar Rajoy a La Moncloa, el número de personas que disfrutaban de
un puesto de trabajo era de 18.153.000. Ahora hay cien mil menos”. Ni que decir
tiene que con su Gobierno se empeoraron las condiciones laborales, con trabajos
inestables y mal pagados. El número de contratos indefinidos ha bajado en
350.000 y los temporales han crecido en 150.000. Con esos datos (Sánchez ya ha
dicho que no piensa mejorar las condiciones laborales si llega al poder) tanto
da que gane la Derecha
como la mal llamada Izquierda. La bisagra la tendrá Ciudadanos, ese partido que
dice ser de Centro y a cuyo líder recibirá posiblemente Rajoy en La Moncloa dentro de pocos
días, como ha hecho hoy con Sanchez,
para entonces preguntarle si estaría de acuerdo con la aplicación del artículo
155 de la Constitución,
en vista del cariz que están tomando los acontecimientos en Cataluña. Mal
asunto cuando un presidente de Gobierno no es capaz de tomar decisiones de
calado cuando se ve amenazada la integridad de España sin tener que “consultar”
a los líderes de otras fuerzas políticas como si esos políticos (Sánchez y Rivera) fuesen miembros de una misión
diplomática. Rajoy cuenta con mayoría absoluta en ambas Cámaras que, ¡oh
casualidad!, acaban de echar el cerrojo aunque sus parlamentarios sigan
cobrando dos meses más. Y Rajoy se encuentra ahora con una “algarabía” catalana
de muy mal acomodo. Digo yo, ¿y por qué razón no cuenta Rajoy con la opinión de
Pablo Iglesias? Le han dado por
muerto político al líder de Podemos a casi dos meses del 20 de diciembre. Dicho
en términos taurinos, el toro está repuchado en tablas pero puede tirar un
gañafón al puntillero, volverse a levantar y dejar a alguien que yo me sé como
a Granero en Madrid, con aquel Pocapena de la ganadería de Veragua. Nada está escrito.
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