domingo, 1 de mayo de 2016

Por la puente, que está seco





Conquistar la cima del Annapurna con 77 años no parece fácil, pero lo ha conseguido Carlos Soria sin despeinarse. Para que luego digan los empresarios capones que con 40 años ya es uno viejo para que le den faena. Este es un país de contrastes y de lanzazos a tutiplén. Así, Cifuentes sigue pensando que “Rajoy es el mejor presidente de la historia de España”; Gregorio XVIII, el ya expapa de El Palmar de Troya, que dice haber perdido a fe pero sigue siendo franquista, cuenta: “tendré que buscar un trabajo, yo no quiero vivir del cuento”; Del Bosque, al referirse a Mariano Rajoy, entiende que “de vez en cuando hay que rotar”, sin aplicarse él esa medicina; y me entero por El Correo de Zamora que un ojo de la puente de Castrogonzalvo sobre el río Esla se hunde. No  pasa nada. Disparemos cohetes y lancemos serpentinas. Con Rajoy de guía, ese adalid capirote, nada debemos temer. Supongo que, a una mala, siempre se podrá caminar a Benavente por otra trocha. Es peor despertarse en el zaguán de la indecencia. Yo diría que ese ojo del pasadero ha hecho un guiño a las últimas riadas. Enseguida me ha venido a la cabeza aquello de “tres ojos tengo, mi niña, / los mismos que tiene el puente;/  dos para mirarte a ti, / el otro para hacer de vientre”. Bueno, Manuel Hermoso, o sea,  Manolito el Cantaor, o Manolito de Triana, tenía corta talla y otra versión parecida. Murió en los primeros días de diciembre de 2015. Había nacido en 1943 en el llamado Hotel Triana y en esa casa tuvo su morada hasta los 15 años. Ángel Vela Nieto le recordaba en un elegante elogio-funeral que le hizo en El Diario de Triana.es el 3 diciembre de 2015 , donde cuenta que aquel Hotel Triana “en su origen sirvió de almacén de sanitarios con sólo una planta. En 1929 se alzó el edificio como lo vemos hoy para ser hotel-garaje dispuesto a acoger a visitantes de la Exposición Iberoamericana, pero no llegó ninguno porque aquel certamen no dio lo que se esperaba. Así que se convirtió en casa de vecinos. Y en esta casa vivió, aparte de Manolito de Triana, el gran maestro de la soleá alfarera, Manolo Oliver, y Gracia de Triana en años de su niñez; y Pepe Vela (de Albahaca), miembro de una familia de buenos cantaores aficionados; aquí moraron los toreros Angelillo de Triana y José Soto “Sotito” además del campeón ciclista Zeppelín, que también tenía su arte por fandangos… En este patio se rodó la película “Macarena” y en su terrizo cantó Juanita Reina y lució su gracia Miguel Ligero”.

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