jueves, 2 de junio de 2016

En qué país vivimos





José Luis Corral, al que admiro como escritor, cuenta a Ana María Sanjurjo en una entrevista que España sólo existe desde el punto de vista político y jurídico desde 1968, que la unidad de los Reyes Católicos fue una ‘falsedad tremenda’, y que antes era otra cosa, el imperio de los Austrias o el reino de los Borbones. Y ahora, ¿qué es? A mi entender, oficialmente un reino pero en la praxis política no pasa de ser una oligarquía de partidos donde, el que más chilla, capador. No sé, si les digo la verdad, en qué ha cambiado el panorama desde la visita de Richard Ford a mediados del siglo XIX, cuando llegó forzado por circunstancias familiares y descubrió el gazpacho, la olla, que no deja de ser un comistrajo, y los tristes alojamientos de viajeros., ubicados a las afueras de las ciudades en muchas ocasiones “para eludir los gravosos derechos y las enojosas inspecciones en sus accesos”. Recuerden lo que contaba el pasado día 31 en mi chat La España indolente con Chopín, George Sand y los hijos  de ésta en la Cartuja de Valldemosa. Ahora, los españoles, siglo y medio después, seguimos viviendo en cavernas, convertidas en chabolas en vertical y nos pasamos media vida dentro de los grandes almacenes, en el interior de los utilitarios, que se han convertido en las modernas sillas de ruedas, o delante del televisor con la mirada fija en un bombardeo de anuncios que no matan, pero alienan. Y si le señalamos al Gobierno que aumenta la pobreza en España, que muchos niños no tienen nada para desayunar, hasta puede que salga un ministro, normalmente el de Exteriores o  de Interior, que se las pintan solos para opinar de lo que desconocen, con la misma ‘pata de banco’ con la que salían los venteros cuando el viajero le preguntaba qué disponía para darle de cenar. El ventero le decía “que hay de todo”, como cuando el bribón del ventero le aseguró a Sancho Panza (Don Quijote de la Mancha, Segunda Parte, capítulo LIX) que “su vacía despensa contenía todos los pájaros del aire, todas las aves de la tierra y todos los peces del mar, que equivale a decir que hay de todo lo que uno haya traído consigo”.

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