viernes, 1 de julio de 2016

Rumores de la caleta




No hace ni una semana desde los últimos comicios, los segundos en seis meses, y el panorama político persiste en sus trece, es decir, en no dar facilidades a Mariano Rajoy para que pueda gobernar. Ahora dicen los de Podemos que triunfó el voto del miedo. No sé. Bieito Rubido, en su Astrolabio de ABC, señala que “con lo que hemos escuchado hasta ahora desde la noche del domingo pasado, mucho me temo que nos vamos a unas nuevas elecciones. De ser así, la lógica de la secuencia sería que el PSOE terminaría por debajo de los 50 escaños, y Ciudadanos, ya veremos”. El PP no puede ahora pedir la abstención del PSOE o la “ayuda” de Ciudadanos para poder gobernar en minoría, cuando le negó la investidura a Sánchez; y el voto del miedo puede acrecentarse entre la ciudadanía de más de 60 años, que prefiere lo malo conocido a bueno por conocer. La bolsa de las pensiones ha sufrido otra enganchada de 8.700 millones de euros para poder hacer frente a la paga extraordinaria de verano de los pensionistas. “El esperpento está servido -sigue escribiendo Rubido-. Los votantes españoles han rectificado a los políticos, pero ellos, por alguna razón no se dan por enterados. Rivera y Sánchez quieren hacer imposible la gobernabilidad de España, pero dicen servir al interés general. Y eso que iban a ser la nueva política, otro aire, otra forma de entender la acción pública, otro estilo. Pues hasta ahora solo están mostrando una patológica envidia a Rajoy”. No lo olvidemos: España es de derechas, y quienes nos gobiernan hoy, aunque sea en funciones, son los nietos de los que gobernaron este país con Francisco Franco. Y el español, digámoslo de una vez, no desea aventuras al estilo del Frente Popular ni émulos de Luis Candelas que, intentando aventajarle, quite dinero a los ricos para dárselo a los pobres. Luis Candelas, digo, tuvo la osadía de hasta llegar a quitarle la amante, Lola la Naranjera, a Fernando VII. Luis Candelas, además de funcionario de la sección del Resguardo de tabacos en Madrid, se atrevió siendo jovencito a devolverle una bofetada a un jesuita. El español de hoy de clase media baja, ese que regala el voto a la derecha sin motivos aparentes, olvida con facilidad la corrupción que anida en el PP y despotrica sobre Venezuela como si fuese un indiano de los de casona en la Vega de Pas. No se entiende.

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