viernes, 5 de agosto de 2016

La "quinta columna", o los garbanzos a remojo




Ricardo F.Colmenero, en El Mundo, (“Muerte o molongo”), hace referencia a la actual situación del PSOE. Haga lo que haga, lo tiene mal. Si vota no a la investidura de Rajoy, será culpable de que se precipite el país por el cantil de los terceros comicios; si se abstiene y Ciudadanos cambia el timón hacia el sí, está copado, etcétera. Colmenero señala: “Hagan lo que hagan, el partido saldrá perjudicado. Su situación es la misma que la de los tres exploradores a los que secuestra una tribu, y el jefe obliga a uno de ellos a elegir entre muerte o molongo. El explorador contesta que molongo, y acaba violado por toda la tribu. El segundo debe responder a la misma pregunta y, resignado, sigue el mismo camino. Pero al tercero le entra un ataque de dignidad y elige muerte. A lo que el jefe le responde que 'vale, pero primero molongo'”. El Partido Popular, corrupto hasta las entretelas, no se resigna a que Rajoy, ese don Tancredo de opereta bufa, no gobierne aunque sea en minoría y ya no sabe por dónde tirar. Le da igual a la derechona que la legislatura dure dos años o medio año. No les importa el devenir del país esquilmado por ellos sino mantener los sillones sin importarles el precio. Disparan con pólvora del rey. (Recuerden lo que aconteció en Portugal en noviembre de 2015. Apenas 27 días transcurrieron desde que tomara posesión el conservador Pedro Passos Coelho hasta que el socialista Antonio Costa asumiese oficialmente el cargo de primer ministro). Cuando las barbas de tu vecino veas pelar… Ahora, visto lo visto, el PP se convierte en animador de una pretendida “quinta columna” (invención de Emilio Mola con respecto a Madrid, para minarla desde dentro en 1936) y pretende el más difícil todavía: llevar a cabo la tesis de Pablo Casado, diputado por Ávila siendo de Palencia; o sea, que los barones (léase Emiliano García-Page, Javier Lambán y Guillermo Fernández Vara, presidentes de Castilla- La Mancha, Aragón y Extremadura, respectivamente, todos ellos aupados a sus cargos de “virreyes” por la merced de Podemos) hagan oídos sordos al Comité Federal desmarcándose del secretario general Pedro Sánchez. Mola, por todos es sabido, ejercía el mando militar sobre cuatro columnas en su ataque sobre Madrid. Y pretendió que una “quinta columna” formada por madrileños actuasen como partisanos desde dentro de ese territorio contra la República Española. Rajoy, por otro lado, entiende que los socialistas son como los garbanzos, a los que hay que poner a remojo para que se “ablanden” y cedan a sus pretensiones. Sánchez ya sabe: muerte o molongo. O las dos cosas.

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