miércoles, 21 de septiembre de 2016

Comprar la prensa, ¿para qué?





Leer la prensa local por la mañana es como asistir a una función del teatro del absurdo, término que acuñó Martin Esslin, donde la trama no va a ninguna parte. Así, hoy, día de san Mateo y último de verano, el diario Heraldo de Aragón señala noticias como estas: “Los colegios con jornada continua se quedan sin conserje por las tardes”; el exdirector de la Guardia Civil, Luis Roldán, ha declarado al referirse al filme El hombre de las mil caras que “no voy a ir a ver la película sobre Paesa ni pienso hacerle publicidad”; “ingresa en prisión un vecino de Zaragoza sobre el que pesaba orden de detención”; etcétera. Ya se sabe que lo que no se puede hacer, es imposible y que con lo evidente no se despejan dudas ni se teme cometer una equivocación. Es evidente, por lo tanto, que si los colegios practican jornada continuada, los bedeles (ahora les dicen conserjes) por las tardes pueden dedicar su tiempo libre a hacer crucigramas o a confeccionar tulipas, que Roldán no quiera a aparecer en los cines como si fuese la mujer barbuda en un espectáculo circense, y que ingrese en prisión tras ser detenido alguien que está en busca y captura. En resumen, es noticia que el dueño muerda a su perro y no a la inversa. En El Periódico de Aragón, el otro diario que se publica en Zaragoza, he podido leer: “El PP exige a Santisteve cambiar las banderas oficiales antes del Pilar”. Escrito así, uno entiende con estupor que hay que sustituir antes de las fiestas patronales las bandera de España,  de Zaragoza y de la Unión Europea existentes en el balcón del Ayuntamiento por otras distintas que el lector desconoce. Pero viendo in situ las banderas que luce el Consistorio se sale de dudas. Se comprende que hay que cambiarlas por otras iguales, pero nuevas, por estar las actuales hechas jirones. Y así todo.

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