lunes, 28 de noviembre de 2016

Tonterías, las justas





Todo ciudadano tiene derecho a manifestarse. Pero no todo ciudadano tiene derecho a sindicarse. Ese es el caso de la tropa y la marinería que es despedida de las FAS al término de su contrato laboral, que se extingue cuando llegan a la edad de 45 años. Pero hay que dejar claro que aquellos soldados que son despedidos al llegar al término de su contrato no se quedan con una mano delante y otra detrás. Muchos de ellos han recibido determinados cursillos (conductores, electricistas, jardineros, etc) que le pueden venir bien en la vida civil. Pero, tanto si consiguieron alguna especialización (programa Sapromil) como si no la consiguieron, tienen derecho a una indemnización de 20 días por año de servicio y pasar a la situación de Reservista de Especial Disponibilidad, por la que cobran 12 pagas de 600 euros al mes hasta cumplir los 65 años, compatible con un nuevo trabajo y salario en la vida civil, en el supuesto de que lo consigan. No es mucho dinero, pero justo será  reconocer que existen trabajadores en activo que ganan un salario mínimo no muy diferente (655’20 euros brutos) en hostelería, el campo, la industria, etcétera, a fuerza de deslomarse cada día en el tajo. Digo más: recientemente las limpiadoras de habitaciones de hoteles acaban de denunciar contratos que no superan los 2’5 euros a la hora. Y algunos desvergonzados hosteleros les hacen firmar contratos de cuatro horas cuando en realidad trabajan ocho, de manera que la parte contratante se ahorra mucho dinero en pagos a la Seguridad Social. De hecho, el sector turístico y hostelero está creciendo en España. Setenta y cuatro millones de turistas llegados en lo que va de año lo confirma. Pero, inexplicablemente, la parte contratada cobra salarios equivalentes a los de 2007. Y no descubro nada nuevo si afirmo que muchas mujeres tienen que tomar pastillas para aguantar los dolores musculares y que ninguna camarera de piso se ha jubilado a los 60 años. Antes de esa edad acaban sufriendo artritis o graves dolores de espalda. Vamos, que la puta mili no lo es tanto. Con eso queda todo dicho.

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