sábado, 10 de diciembre de 2016

El prestigio del "Cavia"





En XL Semanal, número 987, publicó Manuel Martín Ferrand su artículo “Salones”. También, en el suplemento de ABC (25/05/ 98, pág. 20), apareció otro casi igual bajo el título “Puntos de encuentro”, firmado por Ana Pau y Jon Trojero. Y en ambos artículos (donde no está en mi ánimo proyectar sombra de plagio) se contaba de forma parecida cuando en 1932 le concedieron el “Premio Mariano de Cavia” a González-Ruano por un artículo publicado el año anterior en Informaciones, concretamente el 23 de noviembre, y titulado “Señora, ¿se le ha perdido a usted un niño?”. Se da la circunstancia de que a aquel premio habían concurrido aquel año 229 concursantes con 235 artículos. La concesión del “Cavia” coincidió en una semana de diferencia con una comida-homenaje convocada por Juan Ignacio Luca de Tena, Ricardo León, Manuel Machado, Enrique Jardiel Poncela, Wenceslao Fernández Flórez, Manuel Aznar, y otros muchos escritores de la época. (González-Ruano en sus Memorias hace referencia al madrileño Restaurante Tournier, donde tuvo lugar el banquete, situado en la calle Mayor, 15, que cerró al público hace más de ochenta años. En esas Memorias señala González-Ruano:

“El día 23 fue un sábado. Y el ABC del domingo dedica más de una página a reseñar la cena en Tournier. Es curioso como huyen las cosas de la memoria. Yo no me acordaba de nada que se refiriera a esa comida a la que asistieron –dice ABC- más de trescientos comensales…”. (…) “El banquete lo ofreció Juan Pujol y a continuación hablaron  Eugenio Montes, catedrático y redactor de El Sol, Alfonso R. Santamaría, subdirector de ABC, Ernesto Giménez Caballero, Ramiro de Maeztu y Fernando de la Quadra Salcedo, marqués de Castillejos. Yo pronuncié unas palabras y leí unas cuartillas. Inmediatamente vino el ofrecimiento de Juan Ignacio Luca de Tena de si quería escribir en ABC. Le pedí unos días para pensarlo y se lo consulté a Juan Pujol, diciéndole que haría en definitiva lo que él me aconsejara. Pujol, con un desinterés grande, me recomendó que pasara al ABC, y allí fui en condiciones que entonces eran inmejorables. (…) Mis condiciones en ABC eran diez artículos de colaboración mensuales a cien pesetas cada uno. Era lo que tenían en este año gentes de la edad y del prestigio de Manuel Bueno, Ramiro de Maeztu, Fernández Flórez, Salaverría, etc. Al pasar a ABC recomendé a Pujol a Alfredo Marqueríe para que ocupara mi puesto en Informaciones”.

Lo que no indicaba González-Ruano en sus Memorias era que, además de aquellos diez artículos de colaboraciones mensuales a cien pesetas cada uno, tenía añadido un fijo mensual de otras mil pesetas, lo que no estaba nada mal en 1932. Manuel Martín Ferrand, a propósito de aquella famosa comida en Tournier,  dejó escrito en su artículo que “un homenaje literario no es compatible con una boda en el salón de la izquierda y un congreso de sastres en la derecha”. Un año más tarde, en 1933, González-Ruano era enviado como corresponsal de ABC a Alemania, sin conocer una palabra en alemán, por deseo expreso de Juan Ignacio Luca de Tena.

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