martes, 24 de enero de 2017

Desagradable sorpresa





Yo siempre tomé colacao en desayunos y meriendas porque lo toma el ciclista y se hace amo de la pista y lo toma el boxeador, pin, pon, boxea que es un primor, pero desde que tengo dos preciosas nietas he cambiado al nesquik por la simple razón de que les gusta más a ellas y, también, porque se disuelve mejor en la leche fría. Pero creo que de ahora en adelante no tomaremos ni una cosa ni la otra. Imaginen que llego del supermercado con mi bote y lo coloco en la alacena a la espera de que vengan mis nietas del colegio. Y cuando llega el momento de la merienda, abro el bote y me encuentro dentro una sorpresa como en los huevos kinder, cuyo creador, William Salice, mano derecha de Michele Ferrero, murió a finales del pasado año en Pavia, no atragantado por uno de sus juguetes sorpresa sino de un derrame cerebral. Pues bien, la sorpresa llega cuando abro el bote y me encuentro junto al polvo del cacao maravillao un paquetito con un polvo blanco, es decir, con 250 gramos de cocaina. Pues eso mismo le sucedió estas navidades al cliente de un supermercado de Zaragoza, que al descubrir la “sorpresa” tomó el bote y el recibo de la compra y se marchó directamente a la comisaría de Policía más próxima. Todo apunta a que el precinto del bote de nesquik  estaba manipulado por un traficante.

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