lunes, 20 de marzo de 2017

Dibujar círculos virtuosos





Bueno, pues nada, ya ha sido destituido Raúl Agné por César Láinez Sanjuán, que otrora fuese guardamenta del Real Zaragoza. Desde 2014 estuvo entrenando al Deportivo Aragón. Le deseo suerte. Es el tercer entrenado de la presente temporada, tras Luis Milla y Agné. Aquí ha sucedido lo de siempre, cuando un equipo va mal se cambia el entrenador y cuando un tren descarrilla la culpa siempre es del maquinista. A mi entender, cuando un equipo va mal hay que cambiar también al presidente. Como debería suceder cuando los ferrocarriles no funcionan. Pero hay cosas peores, como lo sucedido a una mujer de 87 años en Valencia, que ha muerto al quedar atrapada en una cama plegable. Ignoro si sería de Ikea. Ángeles García Molero, en El País, hace referencia a su tesis doctoral “La gestión de los intangibles marca y reputación de la Corona Española”, señalando que “durante el reinado de Juan Carlos I, el principal atributo de la marca ha sido la democracia y sobre él se construyó todo un discurso que sirvió para dibujar un círculo virtuoso en el que el Rey era igual a democracia, la democracia igual a estabilidad y la estabilidad igual al Rey”. (...) “Sin embargo, la mala gestión de la marca [Corona, S.A.] y el no saber adaptarla a los tiempos creó una desconexión tal entre el monarca y la sociedad que provocó su abdicación”. Ahora, con El Mejor Preparado ocupando el Trono será necesario saber si la Corona es de utilidad para los ciudadanos. Su mantenimiento cuesta mucho dinero a las arcas públicas y en este país no estamos para derroches decimonónicos ni pompas de jabón por parte de la rancia derechona y una prensa apesebrada hasta la grosería.

domingo, 19 de marzo de 2017

Odisea





Aquí no se trata de un poema épico. Al Real Zaragoza le está ocurriendo lo que al banderillero de Belmonte. ¿Cómo ha llegado a la situación en la que se encuentra? Degenerando. Precisamente ayer perdió el partido (1-2) en casa frente al Sevilla Atlético, cuando el Real Zaragoza cumplía 85 años desde su fundación en 1932, cuando se fusionaron los “avispas” del Iberia, S C con el Zaragoza “tomate” (que vestía con camiseta roja y cuello y puños amarillos) bajo los colores blanco y azul de la Federación Aragonesa de Fútbol. Hubo más fusiones: en 1924 con el Fuenclara y en 1925 con el Stadium. En diciembre de 1931, el equipo fue dado de baja por la Federación por problemas económicos. Pues bien, 85 años después de la primera de sus fusiones, el Real Zaragoza se encuentra en un momento desesperado y a punto de bajar a Segunda B. De entonces a acá han pasado por el equipo 68 entrenadores y 31 presidentes. Habrá que espera por ver qué acontecerá el próximo domingo frente al Elche, qué sucederá con el entrenador, Raúl Agné, y por dónde saldrá el presidente, Christian Lapetra. Pero como pasa en el mundo del espectáculo, el fútbol profesional dejó hace mucho de ser un deporte, el principal problema será lograr un nuevo fichaje técnico si se tiene en cuenta cómo se encuentran el aceite del candil, o sea, el cast flow del equipo.

Día del Padre





Parece ser que el “Día del padre” en España fue idea de una maestra de escuela que impartía docencia en Santo Ángel”, Vallecas,  de nombre Manuela Vicente Ferrero, conocida con el pseudónimo literario de Nely. Fue en 1948 cuando a Manuela se le ocurrió la idea. Incluía una misa, la entrega al padre de las manualidades que había hecho sus hijas en horas lectivas y un posterior festival infantil con poesías, bailes y teatros. Se escogió la fecha del 19 de marzo, san José, padre putativo del Mesías. Manuela difundió la idea en El Correo de Zamora y en El Magisterio Español, donde  colaboraba. De ese “Día del Padre”, como ocurre con todas esas cosas, sacarían posterior provecho Galerías Peciados y El Corte Inglés. De aquella iniciativa de una maestra salió algo bueno: muchas antiguas alumnas pudieron trabajar en ambos grandes almacenes regidos por indianos. Pero el primer Día del Padre se celebró en Washington en 1910. El presidente Calvin Coolidge lo instauró el 19 de junio en 1924  y Lyndon B. Johnson lo trasladó al tercer domingo de junio en 1966.

sábado, 18 de marzo de 2017

Comer en casa de un rico





Últimamente no, pero de niño recuerdo que más de una vez comí en casa de algún rico. No hace falta que les diga que fui porque me llevaron. Y descubrí dos cosas: que los ricos comían poco y que comían mal. La otra noche lo recordaba, al tiempo en el que Bertín Osborne entrevistaba a Miguel Ángel Revilla. El presidente de Cantabria le contó que pasó hambre en la boda de Felipe y Letizia.Acostumbrado a las bodas de Cantabria, pensaba que en una boda de tanto troneo iba a ser fuerte”, señaló sin despeinarse. Le sirvieron una tartalea diminuta de pularda en salsa (que a él le pareció pechuga de pollo) y de postre un bombón. También dijo que había una enorme tarta, pero que era como de plástico, sólo expuesta para la foto. A las cinco de la tarde, Revilla se vio en la necesidad de tener que comerse un bocadillo. Las bodas de Estado tienen esas cosas. A mi criterio, es preferible comer en casa de un falso rico que en la de un rico, rico. En casa de un falso rico, el anfitrión se esmera en aparentar lo que no es y el comensal se levanta de la mesa satisfecho. En las bodas pasa algo parecido. Si es de campanillas, te ofrecen platos de la  nouvelle cuisine, que son muy creativos pero nada contundentes.  Cuando al plato se le da toques de autoría de un chef que se tiene por artista de los fogones puedes terminar comiendo algo desconocido con sabor a no se sabe qué, aliñado con aire ionizado con ilusión de gamusino. Y cuando, posteriormente,  alguien te pregunta sobre qué te dieron en el menú, no sabes qué contestar y se te queda una cara como si fueras tonto del haba, o sea.

viernes, 17 de marzo de 2017

Ayer, 16 de marzo...





Leo en La comarca de Calatayud la importante transformación de la oficina de Farmacia que ha llevado a cabo el leonés Pedro Taus. Pero, aparte de  esa modernización en la que hasta 1995 fuese la Farmacia Domínguez, me llama poderosamente la atención que todavía se le siga denominando a una plaza bilbilitana con el rótulo de "Primo de Rivera", entiendo que en honor del militar Miguel Primo de Rivera Orbaneja, responsable de un golpe de Estado en 1923 que puso en suspenso la Constitución, disolvió el Parlamento e implantó una Dictadura con la connivencia inexplicable de Alfonso XIII y la aquiescencia de buena parte de la patronal, del clero, del  ejército y de las fuerzas conservadoras que le apoyaron  en su Directorio Militar. Ayer, 16 de marzo, se cumplieron 87 años justos desde su muerte en París causada por una embolia, según certificó el doctor Bandelac, judío sefardita, nacido en Tánger en 1870 y nacionalizado español.  Tenía entonces 60 años y padecía diabetes. La víspera de su muerte, es decir, el sábado 15, asistió por la tarde a una representación de Cyrano de Bergerac, de Rostand. Pero horas antes, al mediodía, había asistido a un almuerzo ofrecido por el embajador español José Quiñones de León y comió con gran apetito. Le acompañaba su hija Pilar. Padre e hija se hospedaban en el Hotel Pont-Royal. Pues bien,  el IES Miguel Primo de Rivera cambió su nombre por el de Leonardo de Chabacier, pese a la “resistencia” de una buena parte de la derecha enraizada en Calatayud y que no deseaba ese cambio de denominación. Un instituto que costó quinientas treinta mil pesetas de 1928 y por el que los bilbilitanos se vieron en la obligación de tener que amortizar un préstamo contraído durante mucho tiempo.  (Blanca Langa Hernández. “Crónica sobre el IES “Miguel Primo de Rivera” y su controvertido cambio de nombre”). Es chocante que a estas alturas del siglo XXI todavía no se haya quitado el nombre del dictador Miguel Primo de Rivera en el callejero de Calatayud. ¿A que esperan los responsables municipales? De la misma manera que me alegró en su día que en el callejero bilbilitano figurasen los nombres insignes de José Galindo Antón y de José Verón Gormaz, pido al Alcalde, José Manuel Aranda Lassa, que se suprima la plaza con el nombre de un militar golpista que impuso un Directorio Militar, que se “permitió el lujo” de enviar al rector de la Universidad de Salamanca, señor Unamuno, al destierro, y que sus efectos de “acción-reacción” no terminaron con el gobierno Berenguer en plena Gran Depresión ni con el exilio en París de Primo de Rivera, sino con el “Pacto de San Sebastián” del 17 de agosto de 1930 para acabar con un monarca que no supo ni quiso estar a la altura de las circunstancias. Los errores siempre se terminan pagando.

jueves, 16 de marzo de 2017

La Monarquía desde un enfoque holístico





Un enfoque sociológico holista considera y analiza el comportamiento de los individuos como una consecuencia de la matriz social en la que se encuentran. Pues bien, dicho eso, entiendo que las sepulturas de los reyes sirven para que, pasado el tiempo y con motivo de alguna restauración del lugar donde se hallan depositados sus restos, se les exhume y se les practique con rigor un estudio antropológico. Tal fue el caso, por ejemplo, de Enrique IV de Castilla en el Monasterio de Guadalupe en 1946, o de Juan II de Castilla, de su esposa, Isabel de Portugal, y del infante Alfonso, en 2006, llevado a cabo en la Cartuja de Miraflores. En este segundo estudio antropológico, llevado a cabo por Luis Caro Dobón y María Edén Fernández Suárez, ambos de la Universidad de León, se puso de manifiesto que el esqueleto de Juan II estaba casi completo y que de Isabel de Portugal sólo quedaban varios huesos. Del infante Alfonso no tengo conocimiento que se dijera nada. Este infante, muerto en 1468, fue pretendiente al trono con el nombre de Alfonso XII. Sobre Enrique IV de Castilla existe un serio ensayo de Gregorio Marañón (Espasa- Calpe,  núm.196 de la colección Austral) en el que se cuenta su exhumación la noche del 19 de octubre de 1946 con autorización del cardenal-arzobispo de Toledo. Escribe Marañon: “...había dos cajas de madera, lisas, del siglo XVII. En una de ellas se encontraban los restos momificados de la Reina Doña María, envueltos en un sudario de lino, cuya momia no ofrecía materia de estudio. En la otra caja, los restos de Enrique IV, envueltos en un damasco brocado del siglo XV, sudario de lino, restos re ropa de terciopelo, calzadas o borceguíes...”. Yo no sé si sería conveniente hacer parecidos estudios antropológicos de los reyes y consortes de la cripta de El Escorial por saber de qué pasta estaban hechos los 26 personajes que contienen los sepulcros de mármol. Faltan dos reyes de la Casa de Borbón: Felipe V,  que está en La Granja de San Ildefonso, y Fernando VI, que fue enterrado en las Salesas Reales, en Madrid. En la cripta de El Escorial tampoco están los restos de Amadeo I,  depositados en la basílica de Superga, en Turín, ni los restos de José I,  que permanecen en Los Inválidos, en París. En El Escorial están todas las consortes reales, excepto Isabel de Farnesio, segunda esposa de Felipe V, que llegó a vivir cinco reinados y una regencia, o sea, los reinados de sus dos hijastros, Luis I y Fernando VI, el de su hijo Carlos III, los dos reinados de su marido y regente de Carlos III, tras la muerte de Fernando VI. También fue madre de un rey y dos reinas: Carlos (1716-1788), que ocuparía los tronos de Nápoles-Sicilia y de España con el nombre de Carlos III; María Ana Victoria (1718-1781), casada  con José I de Portugal y María Antonia Fernanda (1729-1785), esposa de Víctor-Amadeo III (Turín, 1726-Moncalieri, 1796) duque de Saboya y rey de Cerdeña entre 1773 y 1796.Está enterrada en La Granja. Curiosamente, en el lugar correspondiente a las consortes reales está la sepultura de Francisco de Asís de Borbón Dos Sicilias, marido y primo de Isabel II.  Llegados a este punto, nada mejor que leer La corte de los Milagros, de Valle Inclán. Francisco de Asís fue un auténtico amanerado y sobre él se cuenta una graciosa anécdota: cuando el general O'Donnell se despedía de Isabel II antes de partir a la guerra de África, en 1860, y al comentarle la reina que de haber sido hombre ella le habría acompañado, Francisco de Asís añadió: "¡Lo mismo te digo, O'Donnell, lo mismo te digo!".

miércoles, 15 de marzo de 2017

La astracanada del delito de odio





José María Ruiz Soroa, en El País, publica una tribuna que debería hacernos reflexionar. En su trabajo “Queda prohibido odiar” mete el dedo en la llaga. Viene a decir que castigar el odio y tipificarlo como delito es un “exceso” del Código Penal en un Estado de derecho. “Las personas –así lo entiende Ruiz Soroa- tienen derecho a la libre manifestación pública de sus ideas o pensamientos con independencia de que sean verdaderas o falsas, correctas o mentirosas, adecuadas a la dignidad de todos o contrarias a esa igualdad”. (...) “El primer derecho que otorga la Constitución es el de no estar de acuerdo con ella y poder decirlo públicamente”. (...) “Casi toda la propaganda política partidista se basa en el menosprecio directo de las personas o los partidos rivales, no digamos de sus obras, tales como la ley mordaza, la reforma laboral o el despojo de derechos a los débiles. Pero cuando se trata de fomentar el odio o menosprecio a Rajoy, Mas o Iglesias, vale, es normal, cuando el menosprecio es de mujeres, homosexuales, gitanos, niños o inmigrantes, entonces es delito. Pues no lo entiendo. Es repugnante, sí, pero ¿por qué es delito?”. (...) “Que cometer delitos concretos por motivos de odio a minorías sea especialmente castigado parece bien; pero castigar el odio mismo es tanto como castigar estados de ánimo”. Personalmente estoy de acuerdo con su criterio. Yo tengo derecho a odiar, a amar o a proteger a quién me venga en gana. Verbigracia: odio la Monarquía como forma de Estado, odio a un empresario que me hizo la vida imposible, odio al vecino de arriba que hace ruido por la noche y no me deja dormir, odio a la derechona corrupta que intenta dar lecciones de patriotismo al resto de los ciudadanos, odio a las señoras que en las recepciones palaciegas hacen genuflexiones vergonzosas cuando estrechan la mano de la consorte del rey, odio el lacayismo y a la prensa lacaya puesta al servicio del Poder, odio a Mafo, gobernador del Banco de España torpe que no supo atajar el sindiós de las cajas de ahorro, odio el hecho de que no pueda salir a la luz la verdadera historia jamás contada ocurrida el 23-F, etcétera. Podría seguir, pero me aburre. El odio nunca desaparecerá  por el hecho de estar prohibido y constituir delito. Pretender castigar los estados de ánimo me parece una astracanada impropia en un Estado de derecho.Pero no sufran, yo también me odio.

Una fuente con historia





La fuente de Cella, un  pozo artesano que data del siglo XII vuelve a tener agua después de una tremenda  sequía. Pero lo mejor es que podrá dar vida a tres acequias que riegan seis pueblos: Villarquemado, Santa Eulalia, Torremocha, Torrelacárcel, Alba y Villafranca. Para los habitantes de ese municipio turolense, el nivel de agua de la fuente da idea de cómo se está produciendo el cambio climático. Ni los más ancianos del lugar habían visto seca esa fuente, como ha ocurrido en los últimos tiempos. El hecho de que la fuente haya vuelto a tener agua a niveles apreciables se debe en gran parte a las últimas nevadas.  Para los cellanos, esa fuente situada en el Camino del Cid es todo un símbolo de riqueza que dejó en desuso un anterior acueducto romano que desde Albarracín llevaba las aguas del Guadalaviar hasta esa ciudad, que entonces era un poblado. El acueducto romano tenía una longitud de 18 kilómetros y una achura de medio metro. Debido a los cambios de nivel del terreno, el acueducto entre Albarracín y Gea de Albarracín discurría a dos metros de altura y a partir de ese punto tuvo que soterrarse a 30 metros de profundidad. La fuente de Cella tuvo su raíz en una concesión del obispo Torroja para que los miembros de la Orden del Temple pudiesen asentarse en su castillo en 1177. Aquel pozo artesiano de forma ovalada fue arreglado por Domingo Ferrari entre  1729 y1731. En la actualidad el castillo templario está en ruinas. La propiedad de la fuente le fue otorgada al Justicia de Aragón José Izmir en 1685. En “La Bailía General de Aragón y sus oficiales (siglos XVI – XVII)”, José Ignacio Gómez Zorraquino  señala (página.31) que “...el paso del doctor Xulbe al cargo de juez de encuesta propició que el 24 de mayo de 1673 la reina Mariana de Austria diese la merced de la asesoría al doctor José Izmir (o Esmir) y Vayetola...”. La administración del riego quedó regulada por unas Reales Ordenanzas y Providencias de1772.

martes, 14 de marzo de 2017

Sin cambios en el modelo productivo





Mal se podrá atajar la pobreza infantil en España si se hace caso a las recomendaciones  de la OCDE de, entre otras cosas, subir el IVA, si con ello se encarece la cesta de la compra. Aquí todo parece un contrasentido. El Fondo Monetario Internacional, por otro lado, considera “impresionante” la recuperación de este país  al tiempo que se ha producido un aumento de la pobreza que en el caso de la infancia llega al 23’4%. Por si ello fuese poco, pretenden que se eliminen las deducciones por compra de vivienda habitual y por contribuciones a los planes de pensiones. En España sigue habiendo crisis y falta de empleo de calidad. Con esos mimbres no se puede hacer un buen cesto. Y ese crecimiento, “impresionante” dicen ellos, se está llevando a cabo sin cambios en el modelo productivo,  basándose en el sector servicios  de bajo valor añadido y en turismo barato que ha llegado al estar otros lugares en conflictos armados. Pero lo cierto es que las importaciones de bienes intermedios no energéticos y la cartera de pedidos de bienes de inversión no trasmiten un mensaje optimista. Por otro lado, ningún político devuelve el dinero robado ni hace propósito de enmienda,  la deuda pública ya supera el PIB y la Justicia se resquebraja como una casona abandonada. En este mundo de gigantes y enanos a la cárcel sólo entran los que carecen de recursos. Y, lo peor, que por estos lares no existe voluntad política de cambiar las cosas. La derechona sabe que sigue contando con el voto de los mayores de 55 años, que prefieren lo malo conocido a lo bueno, si es que lo hay, por conocer. El miedo guarda la viña.

Brotar de sus cenizas





Me alegra conocer que volverá a abrir sus puertas el Café Comercial de la madrileña glorieta de Bilbao el próximo 21 de marzo, justo el día en el que se cumplen 130 años  desde su inauguración. Los viejos cafés madrileños, casi todos desaparecidos, fueron los cuartos de estar de aquellos españoles que preferían la tertulia vespertina al rosario en familia, la mesa de mármol de velador a la mesa camilla con brasero, el barullo vocinglero y humo de cigarros a la escucha de la enorme radio de lámparas que sonaba aquello de “yo soy aquel negrito del África tropical...”, y las amplias lunas que dejaban ver las calles a las tupidas cortinas de cretona de un oscuro cuarto piso sin ascensor. A los viejos cafés se iba, pues a eso, a dejar pasar las horas en la anochecida antes de la cena familiar, que casi siempre se reducía a una sopa de avecrem con fideos y un trozo de tortilla de patata y que comíamos silentes mientras sonaba el agudo tararí de un clarín que nos recordaba que eran las diez de la noche en el reloj de la Puerta del Sol e incluso parecía que notáramos la rara presencia de los “gloriosos caídos por Dios y por España”; y acto seguido un parte  leído por un locutor con voz engolada donde se hacía referencia a la confusión reinante en Katanga y la evacuación de Leopoldville, a los rumores de que Balduino de Bélgica podría abdicar para convertirse en moje trapense, al peligro de una guerra civil en Laos, o a la llegada a Barcelona de Franco y su mujer a bordo del crucero Galicia, su posterior asistencia a un Te Deum en la Catedral y los vítores y aplausos recibidos a lo largo del trayecto hasta el Palacio de Pedralbes. El Café Comercial, abierto el 21 de marzo de 1887, se cerró al público el 27 de julio de 2015. Fue el primer café madrileño en servir platos combinados. Muy cerca de allí se encontraba el hoy desaparecido Café Europeo, (glorieta de Bilbao esquina a la calle de Carranza) donde Cela se inspiró para escribir La colmena. Aquellos eran los llamados cafés de asiento, no demasiado llenos por las mañanas, algo más ocupados por las tardes y abarrotado por las noches. Por allí pasó el ciego Simarro (Juan Simarro González), personaje muy popular pese a su indigencia. Pero esa es otra historia.

lunes, 13 de marzo de 2017

Torrijas, saetas y prensa mansa





La Cuaresma y la Semana Santa son los temas recurrentes de la prensa de papel cuando, según parece, no tiene mucho que contar pese a que sí hay mucho que contar. Que si las torrijas, que si las cofradías, que si la prevista ocupación hotelera no sé dónde... Señala Gabriel Ramírez en un artículo, “Verdades absolutas y mentiras evidentes”  (El correo de Andalucía, 07/03/2017), que “al final, la vida es la percepción que tenemos de la realidad y poco más. Si hay suerte te encuentras ante una verdad que reconoces. Pero, si no acompaña la fortuna, te puedes topar con algo falso a lo que te arrimas y terminas muriendo engañado”. Este es un país donde el Gobierno que preside Mariano Rajoy tiene previsto rebajar el IVA a las corridas de toros, pero no al cine, al teatro o a los libros de texto. ¿Alguien lo entiende? También Juan Carlos de Borbón hace unos días, con motivo de la entrega del Premio Taurino de ABC a Morante de la Puebla, dijo en su discurso que “siempre podréis contar con todo mi apoyo”. Las corridas de toros producen sarpullido a la inmensa mayoría de ciudadanos (alrededor del 75%) que no entienden cómo se puede llegar a ejercer tal grado de crueldad  sobre un noble animal. Sólo hay que comprobar cómo ha decaído esa mal llamada “fiesta nacional” en las últimas décadas. En un Estado moderno el sufrimiento de los animales no debe convertirse en un espectáculo. Juan Carlos de Borbón, a mi entender, ya dio muestras de su gran insensibilidad en Botswana matando elefantes en abril de 2012. Tampoco resultaba coherente con la presidencia de honor que ostentaba en WWF España (fundada en 1968 bajo las siglas de ADENA) una organización conservacionista que trabaja activamente para la protección de especies vulnerables, entre las que se encuentra el elefante africano, acorralado por la caza furtiva y la pérdida de su hábitat. Durante la asamblea celebrada el 21 de julio de ese año, los socios de WWF España decidieron por abrumadora mayoría (226 votos a favor, 13 en contra, cinco en blanco y una abstención) que el entonces rey dejara de ser presidente de honor con la diplomática fórmula de eliminar ese cargo. Aquella no era la primera cacería del entonces jefe del Estado. Ya en 2006 la Mesa del Congreso rechazó admitir a trámite una serie de preguntas de ERC en las que pedía explicaciones por la supuesta participación del rey en una cacería de osos en Rusia. La Casa del Rey desmintió entonces las informaciones de la prensa rusa que aseguraban que Juan Carlos de Borbón había matado a un oso llamado Mitrofan al que le habían dado de beber vodka para embriagarlo.

domingo, 12 de marzo de 2017

Pregoneros





Por Balbino Lozano me entero de que Fernando Francisco Calzada, jubilado en 1953 como policía municipal en Zamora a los 70 años de edad, fue el último pregonero  que tuvo la Ciudad de doña Urraca. A día de hoy es difícil encontrar un pueblo donde siga el alguacil soplando la trompetilla para comunicar a los vecinos un bando de la Alcaldía. Se cuenta que el último pregonero que tuvo Nuez de Ebro, en la provincia de Zaragoza, tras pronunciar el último pregón, hace ya más de treinta años, lanzó con fuerza la trompetilla sobre un tejado. Hubo tiempos en los que se les pagaba a los pregoneros un cuarto de vellón por hacer público cada pregón, que era una moneda de cobre cuyo valor era el de cuatro maravedíes de vellón. De ahí la expresión: “dar un cuarto al pregonero”, referido a cuando alguien es indiscreto y cuenta algo que debería haber permanecido en secreto. Sobre la figura del pregonero, Antonio López Hurtado describe de forma muy amena a los pregoneros de Moralzarzal (Madrid) a principios del siglo XX. El cargo de alguacil llevaba aparejado el de pregonero. Y consta en las actas municipales de la época que en agosto de 1902 se le concedieron 15 días de permiso pagado al alguacil Gregorio Morato Estévez por motivos de salud; o que en el acta de la junta celebrada en ese Ayuntamiento el 7 de abril de 1918 se presentaron 8 personas para el cargo de alguacil y guarda local de montes, siendo elegido Federico González, que tenía una fuerte cojera, por 1’50 pesetas diarias. También estaba a cargo de la centralita de teléfonos que le había sido concedida al secretario del Ayuntamiento, Maximino Sánchez Oroño en 1910, pero de la que se encargaba González por el hecho de ser su subordinado en aquel Ayuntamiento. Queda claro que el secretario era un auténtico caradura. El pobre Federico, según se desprende, trabajó para el inglés. El titular de la centralita telefónica también tenía el poder en sus manos, ya que manejaba la información, al poder escuchar todas las conversaciones.  Es decir, que Maximino Sánchez mataba dos pájaros de un tiro. Moralzarzal, en plena sierra de Guadarrama y al norte de Collado Villalba, tiene una iglesia parroquial dedicada a san Miguel Arcángel. Y su torre luce un reloj llamado popularmente “Frascuelo”, donado por el torero Salvador Sánchez Povedano el 4 de octubre de 1886. En señal de agradecimiento, su Ayuntamiento, entonces presidido por Aniceto González, regaló al torero un estoque de plata. Hace poco estuve tomando un café en la madrileña calle Arenal frente a la casa que fuese de una hija del torero, donde Salvador Sánchez murió de pulmonía el 8 de marzo de 1898.  

sábado, 11 de marzo de 2017

Elogio de la sangría incruenta





En mis ratos de ocios cuaresmales acostumbro a leer con devoción El Arte de Enfermería (Instrucción de novicios de la Orden de la Hospitalidad. Tomo 2, escrito por fray José Bueno y González, prior del convento-hospital de la Santa Misericordia de la ciudad de El Puerto de Santa María y dedicado al arcángel san Gabriel. (Madrid, oficina de don Juan Nepomuceno Ruiz, dic. 1833). Y hoy, 11 de marzo, aprovechando que comienza la novena de san José y que la Iglesia Católica conmemora la festividad de los santos Eutimio, Vendiciano y Sofronio, me enfrasco en la lectura in profundum de un apartado completamente serio: la sangría. Se señala en la Instrucción de Novicios que se trata de una operación en la que se abre un vaso para evacuar sangre y se divide en arteriotomía, flebotomía y capilar, según dónde se pincha con la lanceta, que puede ser de tres clases: de hoja de olivo, de punta de espino y de pico de gorrión. Y la sangre extraída deberá contenerse en tarro de barro o de lata, nunca de cobre mal estañado, porque aumentará el color de la sangre y no se podrá formar buen juicio de ella. En la Instrucción se deja bien claro que de formarse aporisma deberán aplicarse unas compresas  mojadas en agua fría y vinagre. Y si se enconase la cisura, se deberá colocar un pétalo de rosa, un parche de ungüento amarillo, u otro supurante. Podría añadirse –el libro no lo indica-- la aplicación de sanguijuelas in situ, cuya saliva, la hirudina, es un potente anticoagulante, aunque otra de sus sustancias, la hianuronidasa es un anticicatrizante que sirve para mantener el flujo de sangre durante la mordida. Es decir, como en la contabilidad por partida doble: no hay debe sin haber ni activo sin pasivo. Hipócrates  señaló la relación entre la sangría y la teoría de los humores. Se creía que las enfermedades eran producto de un desequilibrio de fluidos o vapores corporales, llamados humores. Para reestablecer el equilibrio humoral había que provocar vómitos, diarrea, sudor o sangría. Y el Código de Salud de la Escuela de Salerno, redactado en verso en el siglo XII, afirmaba: “La sangría purga veladamente el cuerpo/ porque excita los nervios, mejora los ojos/ y la mente y mueve el vientre/ Aporta el sueño, limpia los pensamientos y expulsa la tristeza, / y el oído, el vigor y la voz aumentan cada día”. Qué quieren que les diga, a mí me gusta más otra sangría, la bebida típica de verano, que reduce el riesgo de arteriosclerosis, equilibra la flora intestinal, tiene minerales como magnesio potasio y fósforo, vitaminas A y C, bacterias lácticas etc. El vino tinto evita la pérdida auditiva, protege la vista y tiene una labor antihistamínica. Y si ese vino tinto es de uva garnacha, importante en taninos, incluye todas las vitaminas del grupo B, en especial la B6, importante para que funcionen bien las enzimas. Otro día deberé hacer un elogio del “tinto de verano” (vino con sifón), que nació en la década de los 20 en la cordobesa Venta de Vargas. Lo cantaba Concha Piquer: "Venta de Vargas, guitarras suenan, / el fandanguillo llora un penar. / Toca el del chato de manzanilla / y una gitana sale a bailar".

viernes, 10 de marzo de 2017

Respeto a los peatones





De la misma manera que existen los planes de de desratización y de control de especies invasoras, como cotorras argentinas o siluros, entiendo que sería conveniente que los ayuntamientos dictaran normas para que las terrazas y veladores no impidiesen la circulación peatonal por las aceras. Leo en El Correo de Andalucía que en Sevilla los hosteleros están que trinan. Consideran “ilegal” las medidas adoptadas por la Gerencia de Urbanismo  y entienden lesionados a sus intereses con la prevista y necesaria reordenación de los espacios peatonales. Ignoro si tales medidas producirán un lucro cesante a los dueños de esos establecimientos, pero la realidad es que está resultando incómodo transitar por las aceras del Casco Histórico de la Ciudad Hispalense. A todo ello habría que considerar que los ciudadanos tienen derecho al descanso y a que no haya vocerío debajo de su ventana a altas horas de la noche. Todo sea dicho, la proliferación de terrazas fueron en su día autorizadas por  el Municipio en su afán recaudatorio, puesto que se cobran tasas en función de las sillas y mesas “plantadas” en suelo urbano. Pero la razón que exponen los hosteleros sevillanos, la de que dan trabajo  a camareros de mesa, no parece que sea una razón de mucho peso, si se considera que muchos veladores son de autoservicio. En el caso de Sevilla, visitada anualmente por cientos de miles de turistas de todo el mundo, habrá que recurrir a las estadísticas para dejar las cosas claras. Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE) dejó la Alcaldía con 9.635 veladores y con 76.689 parados; y Juan Ignacio Zoido (PP), actual ministro de Interior, dejó la Alcaldía cuatro años más tarde con 13.679 veladores y 84.470 parados. Por tanto, no existe una relación inversamente proporcional entre veladores y desempleados, como se quiere dar a entender por parte de la  Asociación de Hostelería de Sevilla. Juan Espadas (PSOE), actual alcalde, desea recuperar las aceras para los peatones. Así de simple.

jueves, 9 de marzo de 2017

Tomar el rábano por las hojas





No se deben crear molestias donde no existen. Leo en la prensa aragonesa que “el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, confirmó ayer, durante la festividad de san Juan de Dios, patrón de los bomberos, que el Cuerpo no podrá volver a celebrar misa en sus instalaciones, una tradición que se remonta a 1953 y que este año ha tenido que cambiar de ubicación por orden municipal”.  Ello se produce “en cumplimiento del programa de Zaragoza en Común”. A Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza, habría que recordarle que el patrón del Cuerpo de Bomberos es san Juan de Dios, elevado a los altares por el papa Alejandro VIII en 1690, y que en los actos religiosos de ese día se tiene por costumbre evocar a los bomberos fallecidos. Confundir laicidad con aconfesionalidad es una forma de sacar las cosas de quicio. La costumbre es la repetición de actos tolerados que adquieren fuerza de ley. El Estado es aconfesional, según declara la Constitución Española; es decir, que no reconoce como religión oficial ninguna, pero tiene la obligación de facilitar a las diferentes creencias sus prácticas, como queda establecido en su artículo 16.1. Pedro Santisteve debería preocuparse de tratar de aminorar la tremenda deuda municipal dejada por el socialista Belloch; de mantener limpia la ciudad; de podar  convenientemente los plátanos de sombra en la avenida de san Juan de la Peña; de evitar que las terrazas hosteleras produzcan malestar en el descanso de los vecinos; de incrementar los servicios sociales; etcétera. Es larga la lista. A ningún ciudadano, al menos que yo sepa, le causa fastidio que el Cuerpo de Bomberos celebre una misa en el parque de la calle Valle de Broto una vez al año, donde se honra a su patrono y se recuerda a los compañeros fallecidos. El señor Santisteve justifica su posición afirmando que “va en línea con el laicismo que debe imperar en instalaciones y servicios de la Administración”. Eso es, a mi entender,  un despropósito inadmisible. Ya puestos, que no abran los policías locales a lomos de caballos los desfiles procesionales por las calles zaragozanas durante la Semana Santa. ¿Iría ello en línea con ese laicismo del que hacen gala? Eso sería tomar el rábano por las hojas.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Romance de ciego




Todos tenemos un pasado lleno de luces y sombras. Pretender, como pretende Cristina de Borbón, tener derecho al olvido me parece labor harto dificultosa tratándose de un personaje público. A mi entender, a Cristina de Borbón se le podrá quitar, como así lo hizo su augusto hermano, el título de duquesa de Palma; de la misma manera que se le pudo quitar el nombre a una calle en la isla de Mallorca y se le podría quitar su nombre a una fragata, a un hospital, etcétera. La infanta tiene derechos en la sucesión a la Corona y a que se le anteponga a su nombre y apellidos la cursilada de alteza real. Pero su derecho al olvido es cosa distinta. Nadie puede olvidar la Historia de España ni olvidar a las dinastías ni a los monarcas que, con mayor o menor acierto, reinaron a lo largo de cada tiempo histórico. Sucede algo parecido con el delito de odio, contemplado en el artículo 510 del Código Penal. Nadie debe incitar a la discriminación, a la violencia o a lanzar afirmaciones injuriosas en los medios con el único ánimo de perjudicar. Pero nadie puede, sin embargo, evitar que un ciudadano sienta repulsión por otro, ni tampoco sentir una cierta antipatía ante un  cuadro, una música o la corrupción de un partido político, entendidos todos ellos como una intensa sensación de desagrado para el que así lo siente. Descartes entendía el odio como la conciencia de que algo está mal. Y la conciencia colectiva de muchos ciudadanos, entre los que yo me encuentro, entiende que Cristina de Borbón o “La Eva”, (pseudónimo con el que se ocultó su nombre en varios documentos de la sentencia del Caso Nóos) salió absuelta, pero no convenció a casi nadie. El derecho al olvido, que ella pretende, se conseguirá en parte, pese a mi oposición.  De hecho, el CGPJ elimina los nombres reales de las sentencias, y en los documentos que quedarán para la Historia, figurarla que “doña Eva”, esposa de “don Julio” (que así se hace referencia a Urdangarín), “fue absuelta como cooperadora de dos delitos fiscales cometidos por su marido a través de la sociedad matrimonial, donde se desvió dinero público captado por el Instituto Nóos gracias a las adjudicaciones aprobadas por políticos de máxima responsabilidad”. (Informalia, 06/03/2017). Y así quedará en el buscador oficial de jurisprudencia, encargado de conservar las sentencias judiciales y facilitar su consulta en las próximas generaciones. O sea, para entendernos: el Caso Nóos estuvo perpetrado por “don Julio”, su exsocio “don Cecilio” (Diego Torres) y el político “don Bernardo” (Jaume Matas), entre otros. Y aquí, como en el paso de Roncesvalles, con la grande polvareda / perdimos a don Beltrán, digo a “doña Eva”. Habrá que dedicarles un romance de ciego en pliegos de cordel que procuren ser escuela de buenas costumbres. Los grabados se los podríamos encargar a Furillo (Ignacio Murillo), del que me consta que posee habilidad bastante. "Y aquí se acaba el romance/ que en el pliego escrito está, / sólo dos céntimos cuesta/ a quien lo quiera llevar".

martes, 7 de marzo de 2017

Sex doll




Escasea el trabajo, los robots suplen muchos puestos en las cadenas de montaje de automóviles y electrodomésticos, los ordenadores han quitado administrativos en las oficinas, los tractores ejecutan la labor de muchos braceros en el medio rural, etcétera. Ya no existe faena para todos y pretender reducir la tasa de desempleo por parte del Gobierno pronto resultará un vano intento. En España hemos ido más lejos todavía. Los empresarios contratan a dos trabajadores por el precio de uno, a ser posible como autónomos, por evitar  su  parte de aportación a la Seguridad Social  y quitarse de encima farragosos problemas laborales. Pero aquí, como en el circo, existe el más difícil todavía. Ahora resulta que las señoras que ejercen el oficio más antiguo del mundo, las prostitutas, están que trinan. Según leo en El Español, las prostitutas de Barcelona “critican que se les relegue a un objeto sin alma y envían mensajes a los clientes para concienciarles de las diferencias que hay entre ellas” y las muñecas hinchables. “Rechazan la idea de ser substituidas por las sex doll, como se les llama a estas muñecas, que esperan a sus clientes con la ropa que ellos quieren y en la posición que ellos han decidido, siempre que hayan efectuado la reserva. Todo, por un módico precio de 80 euros la hora; 150 euros la hora y media, y 170 euros las dos horas de servicio”. A mi entender módico no parece que sea el encuentro con la Barbie. Esta moda se ha importado de Estados Unidos y de la Europa con la que todos soñamos y a la que pertenecemos. Los de mi generación siempre esperábamos encontrar en un burdel, por encima de otras satisfacciones, a una mujer que nos  escuchase con atención y aliviase nuestra soledad. El resto era una vulgaridad. Y la generación de nuestros padres y abuelos, que vivían con menos prisa, esperaban su turno en la butaca de una sala de espera leyendo la Tercera de ABC. Lo de ahora es diferente. Con las sex doll siempre quedará el consuelo de que el cliente no será interrumpido en su monólogo, ni pillará ladillas ni purgaciones de garabatillo, y se ahorrará el Salvarsán y el suplemento de la hortera copa de Benjamín.

lunes, 6 de marzo de 2017

Elogio del cocido




“Está la pota en la lumbre. El fuego, manso, calienta poco a poco el agua y un trocito de unto. Los primeros en zambullirse en la pantagruélica olla son el lacón y la carne del porco...”. Así comienza un artículo de Xurxo Melchor (La Voz de Galicia, 02/02/2005) que titula  “Oda al cocido”. El cocido, que según Gregorio Marañón libró de la muerte a más gente que la penicilina, es plato contundente que bien merecería una escultura. Hoy lunes, El Español da cuenta de los mejores restaurantes de la Comunidad de Madrid especializados en el noble arte de servir un excelso cocido madrileño,  como dio cuenta aquel pasodoble que cantaba Pepe Blanco en la época del racionamiento: “Cocidito madrileño, repicando la buhardilla/ que me huele a hierbabuena/ y a verbena en las Vistillas…”. Pepe Blanco, alias Marchenita, que había sido taxista en Cenicero, era un hombre que había comido pan de muchos hornos. Pues bien, entre los mejores restaurantes que ofrecen esa comida de dos y tres vuelcos destacan EL Cherolés, en San Lorenzo de El Escorial; le siguen Malacatín, en el barrio de La Latina; L’Hardy, el la carrera de San Jerónimo; y el Nuevo Horno de Santa Teresa, en Santa Teresa, 8. Xurxo Melchor escribió sobre el cocido.” Cuando el cocho ha cocido le llega el turno a la gallina y a la ternera, que hierven aparte, como los grelos, patatas, garbanzos y chorizos. Tras hora y media o dos horas de hervidura, los ingredientes se sirven en bandejas, en delicioso mosaico de sabor y color. Tan sólo queda hincarle el diente. Es el cocido comida social. De las que necesitan buena compañía y mucho tiempo. Se zampa lentamente y hasta reventar, haciendo hueco en el estómago donde no lo hay. Es la enchenta por antonomasia. La mariscada de cortello. El plato del hombre llano”. Dicho queda.