jueves, 2 de marzo de 2017

Mejor de señá Rita





Ignoro si Manuela Carmena se disfrazará de viuda el próximo Carnaval, como ha señalado el pasado Miércoles de Ceniza ante la Cofradía Alegre de la Sardina. Lo que ya no sé es cómo visten hoy las viudas. Son pocas las mujeres que se ven por ahí de luto riguroso, salvo en la etnia gitana. Otra cosa distinta es que Carmena se pueda poner, pongamos por caso, el traje de viuda rica, elaborado con bordados de oro y lentejuelas, incluso en el dengue y el delantal, sobre terciopelo bruno, como sucede en Toro y su alfoz, en la provincia de Zamora, donde existen dos trajes típicos: el de viuda rica y el de labradora. Este último se acompaña con  mantón de Manila, que no era ni es de Manila sino de la China, na, como las naranjas de La Verbena de la Paloma. Incluso Carmena podría hacer el papel de la señá Rita en su parodia carnavalesca. Eso sí, la señá Rita no iba de oscuro en la obra de Bretón sino con vestido chiné, de alegres colores. Conocida era la costumbre de las viudas, que llevaban luto hasta la muerte en toda la zona mediterránea hasta bien entrado el siglo XX. Como dejó escrito Eduardo Fernández Merino  (“La  Virgen de luto”), “todos recordamos todavía haber visto en los pueblos españoles a muchas  mujeres ancianas vestidas de oscuro con faldas largas, mandiles holgados y pañuelos o toquillas en la cabeza y sobre los hombros, enseñando apenas la cara y las manos”. Algo parecido sucede con la imaginería popular al hacer referencia a La Dolorosa en los desfiles procesionales de Semana Santa. Y en el Quijote se hace referencia a una viuda que llevaba unas tocas tan largas que no sólo tapaban el vestido sino que llegaban al suelo, como sucedía en entierros y misas de réquiem. Y sobre el Valle de Ansó, el viajero Gustave d’Alaux (artículo titulado “L’Aragon pendant la guerre civile”, publicado en la “Revue des deux mondes”, el 15 de febrero de 1846) señaló que “el traje portado por las viudas ansotanas recordaba por su severidad al que usaban las viudas de la corte de Felipe II”.En fin, Carmena tiene todo un año por delante, hasta el próximo entierro de la sardina, para probarse todo tipo de trajes típicos españoles. Sólo es necesario que busque y profundice en los rancios catálogos de la Sección Femenina del Movimiento.

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