martes, 25 de abril de 2017

Aragón sin empalmes





En su libro Aragón sin empalmes, Joaquín Carbonel y Roberto Miranda hacen un trabajo de fina ironía. En requisitos para ser tontos, por ejemplo, señalan que “el área de influencia del tonto llega hasta lo que da el término” Al referirse a los nuevos santos de Aragón, citan a San Cirilo Virgen: “Este sujeto procedente de Ucrania y afincado en Ricla, abrazó la jota y abjuró de kasachok. En fiestas iba quitando las piedras por delante de la procesión, para encontrar a su alma y se las ponía al santo. Se quitó de encima la Rusia hambrienta y se acercó a la panceta”. Al hacer referencia los récords, nombran a Kevin Mainar, el astronauta aragonés: “Este caballero no llegó a Marte, pero vete a pillarlo. Enganchó todos los fondos de la Caja Rural y dejó a media comarca sin comer. El del coche de línea La Segoviana fue el último que lo vio agarrado al cubata. Nunca un aragonés llegó tan alto”. Sobre los embutidos reciclados hacen referencia la butifarra catalana: “Tanto su origen como su contenido se desconocen al cien por cien. Tiene como único objeto el adorno para el turismo colgada del gancho. Antiguamente los aragoneses aún se la comían, pero tal es su efecto decorativo que Cataluña la ha adaptado como artefacto turístico”; y sobre la chistorra soberana: “Se elabora a base de manivela con la capoladora. El secreto está en el pimentón murciano. La probó Alfonso XIII en Calatayud y se quemó el bigote. Fue la puntilla de la monarquía”. En la sección de Utensilios y artefactos explican lo que sabemos sobre el abrelatas: “Este artilugio peligroso donde los haiga tiene la virtud de pillar la curva al rafe la chapa. Levanta un oleaje de salsa mejillonera que va directo a la solapa”. Sobre su manejo y mantenimiento, lo dejan claro: “Al revés que el tiburón: la aleta para abajo. Prete con el dedo gordo y aléjese de la herramienta sin soltarla. Comience un chino-chana por la raja de la hojalata. A todo lo que dé la pista. Agárrese que viene curva y luego la contracurva. ¡Ojo a la dentellada! Pero no suelte el objeto; el calamar aun es peor, porque no se ve nada. A la primera vuelta déjelo. No lo intente con el martillo porque salta. Toda esta operación hay que ejecutarla en secreto, a espaldas del mujerón”. Y así todo el libro, editado por Voces del Mercado, colección  Enredar es grátis, La Joyosa (Zaragoza).

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