miércoles, 19 de abril de 2017

Foxá





Leo en El Mundo la revisión que Luis Antonio de Villena hace de Agustín de Foxá, concretamente de su obra Madrid de Corte a Cheka (1938), a propósito de una reedición que acaba de hacer la sevillana Editorial Renacimiento. Agustín de Foxá, es el hombre al que el Ayuntamiento de Madrid desea quitar de su callejero por ser considerado un escritor de derechas. Él lo justificaba de la siguiente manera: “Cómo no voy a ser de derechas si soy gordo, tengo el título de conde y fumo puros”. Conservo la primera edición de esa obra (Ediciones Jerarquía, abril 1938), que consta de 428 páginas y está dividida en tres partes: primera parte, “Flores de lis”, segunda parte, “Himno de Riego”, y tercera parte, “Hoz y martillo”. La obra está fechada (cito textualmente): “Salamanca –septiembre 1937. Segundo Año Triunfal”.  En varias ocasiones me han querido comprar la obra, pero para mí es un tesoro sentimental, era de mi abuelo materno y le tengo cariño. Emilio Campmany (Libertad Digital, 24/08/2015) cuenta una anécdota de Foxá que desconocía: “Entrando Foxá con un amigo en el Gijón (o quizá fuera el Comercial), se le acercó un escritor mediocre, muerto de hambre, a preguntarle qué tal estaba. Foxá adoptó un gesto contrito y le comunicó apesadumbrado que acababan de diagnosticarle un cáncer y le daban tres meses de vida. El desconocido escritor se condolió y dijo sentirlo muchísimo. Una vez se hubo vuelto a su mesa, el amigo que acompañaba a Foxá le recriminó no haberle contado nada de su enfermedad. Foxá le tranquilizó confesándole que era todo mentira y que gozaba de una envidiable salud. Entonces, ¿por qué había mentido? El genial escritor le contestó que siendo aquél pobre y él rico, aquél plebeyo y él noble, aquél un pésimo juntaletras y él un brillante escritor no podría soportar la noticia de que encima estaba bien de salud y le dijo una mentira piadosa con la que hacerle más llevadero el día”. Ese era Foxá. Ya viejo, señala Villena que se reía del Frente de Juventudes: “Son niños –decía Foxá—vestidos de gilipollas, mandados por un gilipollas vestido de niño”.

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