sábado, 1 de abril de 2017

Performance ferroviaria





A mi entender, las manifestaciones para intentar la consecución de algún fin que se estima necesario deben hacerse sin folclorismos trasnochados. Aquí sobran el clamor, la murga y el vasallaje a cambio de nada. Ello viene a cuento con la manifestación prevista para hoy en Teruel por una mejora en sus líneas ferroviarias. Teruel, ya lo he contado en demasiadas ocasiones, es la única capital de provincia que no cuenta con línea ferroviaria directa con Madrid. Pero claro, si para conseguir una mejora de las infraestructuras existentes hay que marchar a Valencia para ser recibidos por el alcalde Joan Ribó, continuar hasta la Estación del Norte para leer un manifiesto sobre la reconversión en el corredor Cantábrico-Mediterráneo, entonar diversas jotas, para más tarde subirse a un tren camino de Teruel y seguir con la juerga padre, proseguir hasta Zaragoza y meterse entre carbonillas y traqueteos más de cinco horas de trayecto, parando en diversas localidades para ser recibidos por miembros de las distintas corporaciones locales, la cosa se complica. Diario de Teruel aprovecha hoy, día de san Venancio, "muerto entre abyectas sonrisas", que diría Cela, para hacer acopio de la misma reivindicación que se hizo en 1902 y en la misma línea ferroviaria. Entonces hubo crónicas por telégrafo del corresponsal Federico Andrés sobre aquellas tres etapas en el tren correo del Central de Aragón donde estaba previsto que se escenificara un “secuestro” del convoy para hacerlo llegar a Zaragoza por Tarragona, pero no fue autorizado.
En su primera crónica, describe el periodista entre otras cosas:
“Grandes personalidades reuniéronse hoy, para ver partir este ferrocarril con sus aguerridos viajeros, que ya pone rumbo a su destino. Pasajeros de excepción emprenderán, Dios mediante, esta arriesgada aventura. El notable arquitecto D. Pablo Monguió acompañado de su bella esposa Dª Pilar Fonts, siempre en comunión con su socio y sorprendente herrero D. Matías Abad y su simpática esposa Dª Andrea Cristóbal. El afamado oftalmólogo D. Pedro Giménez Corbatón y señora, junto con personas de la talla de Dª Dolores Romero, gran benefactora de niños y pobres, con nuestro amigo D. Bartolomé Esteban, ingeniero de ferrocarril y muchos más que podrán vivir, in situ, la grandiosa hazaña de ver, como este tren, consigue subir los puertos de Barracas o Escandón rumbo a Teruel. Detectando gran impaciencia y nerviosismo en todos, especialmente las señoras, partimos de Valencia”.
En su segunda crónica se cuenta:
“Con tranquilidad y llaneando, se ha desarrollado el trayecto hasta a
Sagunto. Durante el mismo un servidor ha tenido cambios de impresiones con algunos pasajeros que por primera vez usan este medio de transporte. Tal es el caso del inteligente físico D. Blas Cabrera y Felipe, que nos infunde tranquilidad y confianza en este gigante surcador de montañas. D. Vicente Fabregat, el competente director de la banda de música de Teruel, nos relata, bajo la atenta mirada de su esposa, como el suave traqueteo del tren le está inspirando una bella melodía cuyo libreto bien podría llamarse “Al compás del chacacha”.
Y en su tercera:
“Ya en la provincia turolense, donde el frío se hace notar y las nubes nos  con dejar caer o bien lluvia o bien nieve, el que estas letras escribe se apea del gigante con el fin de respirar aire fresco. No puedo negar que ha sido ciertamente arriesgado subir el puerto de Barracas. Varias señoras han tenido que ser atendidas a causa de desmayos, dolores de cabeza, mareos, dolor de oídos y alguna que otra indisposición intestinal. Entre las desgraciadas mujeres se encontraba Dª. Ricarda (quien lo iba a decir de la propietaria del único automóvil de la ciudad de Teruel), la Sra. Farrusini (que ha perdido la cuenta de las entradas que llevaba vendidas para su cinematógrafo de feria), la condesa de Parcent, cuyo esposo hallábase jugando a las cartas y la marquesa de la Cañada, cuyo marido no ha parado de sobre los viajes trasatlánticos y el peligro de los icebergs para los barcos, con el conde de Parcent.  El inteligente arquitecto D. Manuel Cortina también se sintió indispuesto, pero se recuperó en breve gracias a una copa de coñac con la que le obsequió un parroquiano. Una vez repuestos continuamos viaje, y después de este singular trayecto, veo que comienza el séptimo Rosario guiado por la pía Dª. Dolores Romero”.
Ahora, un siglo más tarde, se repite el escenario con distintos actores. Todos ellos lucen traje regional, cantan y bailan jotas, son recibidos por alcaldes, toman vermús en los andenes y siguen esperanzados en solucionar su problema de comunicación. Ya sabemos que Teruel existe, pero no veo necesario tener que recurrir a los Coros y Danzas de la Sección Femenina del Partido Aragonés Regionalista. El movimiento se demuestra andando. Una performance siempre intenta sorprender al público que la contempla. Y así se hizo hace pocas fechas con la representación por las calles de Teruel de una conocida obra de Hartzenbusch. Pero las reivindicaciones en materia de transporte por ferrocarril, para que sean efectivas, requieren el esfuerzo sansoniano de ciertos políticos que sólo se acuerdan de que Teruel existe cuando desean figurar en las listas por la circunscripción de esa provincia. Su baja densidad de población les beneficia por la Ley D'Hondt. Ya lo dijo León Felipe: “Yo no sé muchas cosas, es verdad, / pero me han dormido con todos los cuentos…/ y sé todos los cuentos”.

No hay comentarios: